P.O.V____

"¿Qué hay Capi Cueva?" 

Si había una persona a la que ahora quería asesinar, era a Rick Twitler, no importaba si él había inventado la maravillosa Twittflash que me sacaba de mis momentos más aburridos... ya no me caía nada bien. 

En cuanto escuchamos la voz de este tipo, Charlotte, Schwoz y yo nos escondimos como pudimos, en donde pudimos, nos había tomado por sorpresa. 

–¡Twitler!– Ray sacó su láser y disparó a una de las pantallas. 

–¿En serio trataste de dispararme por una pantalla?– preguntó Twitler con obviedad. 

–¡No!–. 

–Si, lo hiciste viejo– habló Henry –todos vimos sacar tu...–. 

–¡¿Qué quieres?!– interrumpió Ray –¿vas a mandar más matones para que Henry y yo los venzamos?–. 

Rick sonrió con malicia –nah, esos matones sobre eran para la diversión, necesitaba tiempo para poder planificar bien mi plan–. 

–¿Ah si?– cuestionó Henry sarcástico –¿y qué es? ¿ser un idiota? Porque si eso era misión cumplida–. 

Chocó puños con Ray –buena esa–. 

Volteé a ver a Charlotte que tenía la misma cara que yo, la cara de "no puedo creer que aún estando en una situación como esta, Ray y Henry sigan actuando como niños" si esa cara. 

Rick los miró confundidos –¿el plan qué les dije? ¿en la fábrica de miel?–. 

"Ah no, no estaba escuchando" balbuceaba Ray, "recuerdo dispararte con un láser, muchas veces" Henry. 

Solté un suspiro cansado, y puse una mano en frente frotándola, así los quería, así de tontos, así de inoportunos, así los quería. 

–¿Recuerdan esto?– sacó el frasco verde brillante –el virus que inventé–. 

–¿Qué estoy viendo?– preguntó Henry. 

Ray ladeó la cabeza –¿algo...?–. 

–Bueno, es una cosa asquerosa y peligrosa, que lo único que quiere hacer es esparcirse y destruir, y ahora tiene tus súper reflejos, Henry Hart–. 

–¿Oh si? Pues adivina qué Twitler tengo mis poderes otra vez–. 

–¡Si!– exclamó Ray. 

–No puedes detenerme– dio una risa burlona –no puedes detenerme incluso si pudieras volar–. 

Solté una pequeña carcajada casi inaudible, aunque dentro de mí me estaba muriendo de risa, al igual que Charlotte y Schwoz, no pude resistirlo, había sido demasiado divertido, incluso Ray se estaba riendo, que ironía. 

–Es... es divertido que lo digas porque hace unos momentos se subió al sillón e intentó hacerlo...–. 

Ahora Rick Twitler estaba riéndose también. 

–¿Sabes? No es, no es, no es divertido ¡No es divertido!– gritaba Henry –¡no es divertido! hay que escuchar el plan que Twitler tiene que no funcionará–. 

Dejamos de reír de golpe, volviendo a la seriedad. 

–Oh, va a funcionar, este virus está a punto de destruir todo el internet existente en Swellview...– Ray rodó los ojos y sacó su teléfono –... y luego va a esparcirse y destruir todo el internet existente en el mundo, y la era de tecnología va a terminar, por siempre–. 

–¿Por qué quieres destruir la tecnología?– le preguntó Henry –eso es enfermo–. 

–Ah, creo que el internet mató a su mamá o algo– contestó Ray sin importancia, viendo su teléfono. 

Henry lo miró impactado –¿qué en serio? Eso es feo hermano–. 

Los dos empezaron una plática entre los dos sobre como "el internet había matado a la mamá de Rick Twitler", inoportunos en momentos serios, quiero decir, hay un tipo con un virus letal, que quiere destruir el internet sin importar que lo deje en bancarrota, ya que inventó una red social, y Ray y Henry hablando de un tema sin sentido... esos eran mis chicos. 

–El internet no mató a mi mamá– Rick frunció el ceño –ella está bien, ella vive en Boca ¿Y en serio estás viendo tu teléfono justo ahora?–. 

–Si, tengo unas fotos de tu madre aquí–. 

–Ah buena esa viejo–. 

Char y yo rodamos los ojos.

–Bueno disfruten su preciado internet mientras dure– siguió Rick –porque pronto, cuando quieran conseguir información de algo, van a tener que leer un libro ¡uno real! ¡con páginas echas de papel!–. 

–¡NO!– gritaron ambos al unísono. 

Ray sacó su láser –eres un monstruo– le disparó a otra pantalla, dos pantallas. 

Miré de reojo a Schwoz que alzo los brazos tratando de cuestionar el "por qué" Ray hacia eso, yo también me lo preguntaba. 

–Tienes que dejar de hacer eso viejo– le dijo Henry mientras bajaba el láser. 

Rick Twitler se puso una clase guantes con su logo en ellos, tomó el virus y abrió la botella en el que estaba este. 

–Digan buenas noches chicos– se agachó para liberar el contenido –también, Charlotte, pude ver tu cabello todo el tiempo y ____, deja de hacerte la difícil, abre los ojos–. 

Fruncí el ceño desconcertada, creo que tenía una idea sobre a lo que se refería... pero no era el momento de pensar en eso, ahora no, luego, ahora no. Twitler rompió el frasco dejándolo caer sobre una clase de millones de cables  color rojo, que cuando tocaron el virus, estos se tornaron verdes, acabando la video llamada. 

Me levanté del suelo y miré a Henry preocupada, más bien, todos teníamos la misma cara, y debo admitir que tenía solo un poco de miedo. 

–Todo está bien ¿verdad?– preguntó Ray nervioso. 

Encogí mis hombros. De un momento a otro, una alarma, que no era la alarma de emergencia, comenzó a sonar, retumbando por toda la Capi Cueva, haciendo que me comenzara a morder la uña de mi dedo pulgar. 

–Esa es la...– empezó a decir Henry con el mismo tono de Ray –¿alarma de todo está súper cool?–. 

Nadie dijo nada, la alarma ponía sordos a mis oídos, y cada vez me ponía más nerviosa, incluso más que cuando Silbante Susie casi explota aquí. 

–¡Hey! Quité todos los aguijones– Jasper salió por la puerta del monitor –¿qué le pasa a la alarma?–. 

Abrí la boca para poder contestarle, cuando de repente todo se volvió negro, la luz se fue, no había nada encendido, todo parecía como si hubiera muerto, las cosas eran poco visibles, empezaba a ponerme más nerviosa, tanto así que me moví a un lado sin querer chochando con algo. 

Cuando sentí el impacto me sobresalté bajando mi mano, haciendo que esta rozara con otra cosa, que se sentía cálido y suave, era otra mano, que en cuanto sintió el tacto con la mía, la tomó y la entrelazó, alcé mi mirada para ver de quien se trataba, pero no había duda sobre quien se trataba... Henry. 

–¿Esto es el "todo está súper corte energía"?– preguntó él apretando mi mano. 

–Todo está bien– habló Jasper –sé que hay una linterna por aquí, en este cajón lleno de armas–. 

–¡No!– grité. 

–¡Jasper no!–. 

–¡Espera!–. 

El chico sacó una de las armas y presionó el gatillo pensando que había sido lo que encendía la lámpara, el láser rebotó por toda la Capi Cueva, aterrizando justo en una de las últimas dos pantallas que no estaban rotas. 

–Peeerdón–. 

Narrador Omnisciente 

La Luz se había en toda la ciudad, iniciando en La Capi Cueva, Junk N' Stuff, la casa de los Hart, y por último, dejando a obscuras el gran letrero en el monto que decía: "SWELLVIEW". 

La ciudad se había quedado sin luz, sin internet, con la única esperanza de que los superhéroes locales, encuentren alguna solución a esto.