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Capítulo 40

P.O.V____

Y entre tantos sucesos y demasiada información, un mes había pasado.

Un mes de la Cactus Con, un mes de el robo del cactus más venenoso del mundo, un mes de que mis hermanos decidieron poner su vida en riesgo, un mes de haber sido castigados por poner su vida en riesgo, un mes de que la Capi Cueva había sido hackeada, un mes de que hablé sobre Henry con A.J, un mes de enterarme que mi hermano sabía el secreto más grande del mundo, un mes de haber estado pensando a diario sobre lo que mi hermano me dijo esa noche, y sobretodo, un mes de... empezar a descifrar que me estaba pasando.

Lo digo en el sentido de que, después de la platica que tuve con A.J, mi sensorial de mejor amiga a Henry había cambiado, me sentía diferente cuando estaba con él y sus actos me hacían sentirme mejor que antes, aparte de que últimamente había estado pensando constantemente en los dos besos que nos hemos dado, raro ¿no?

Pero como sea, hoy era viernes, día de estar toda la tarde en Junk N' Stuff, a.k.a la Capi Cueva, viendo Will & Grace o Dog Judge o Cocinando con Acentos... lo que sea sin tener preocupaciones.

–Dicen que es la nueva temporada– decía Jasper mientras se ponía una bola de palomitas en a boca –pero es el mismo episodio que pasaron el sábado pasado–.

–No pidas tanto J– seguí comiendo su acción –dijeron que el Dog Judge estaba enfermo–.

–¿Un perro se puede enfermar?– preguntó Henry.

Asentí –si, el perro que tenía en San Diego le dio un resfriado–.

–Huh, interesante–.

Estábamos sentados en el sillón giratorio, con la televisión en frente de nosotros, viendo lo que creíamos era un nuevo episodio de Dog Judge y terminó siendo falso.

Jasper estaba sentado en la silla del monitor, Ray estaba sentado en una esquina del sillón, Schwoz estaba a lado de él, Charlotte a lado Schwoz, y yo estaba entre ella y Henry, que por alguna razón estaba más cerca de lo normal, causando que tuviera nervios y la extraña sensación que he tenido en el último mes.

–Hey– susurró Charlotte acercándose un poco más a mí –¿ya le dijiste?–.

Negué –no, todavía no sé cómo–.

–Debes hacerlo ya, mientras más tiempo pase más problemas habrá–.

–No voy a decirle– me miró mal –aún–.

–Te estás tardando– regresó a su posición original.

Alcé una ceja –lo sé–.

Le había dicho a Charlotte que A.J sabía el secreto de Henry, pero cosa curiosa, no le había dicho a él, no era que no quisiera, era que no encontraba la forma de hacerlo, o tan solo de una forma sutil.

–Hemos visto este episodio 10 veces– se quejó Ray –veamos algo más–.

–Creí que era de tus favoritos– dije confundida.

–Lo era, hasta ahora–.

Ray tomó el control de la televisión y empezó a cambiar todos los canales de una forma demasiado rápida, haciendo que todos los presentes comenzáramos a quejarnos de que dejara un canal o de que tuviera nuestra opinión para elegir uno.

–Me rindo– dijo Henry entre gritos y parándose del sillón –voy al baño–.

Los demás seguían gritándose y quejándose por las acciones, hasta que Charlotte me dio un leve empujón.

–¿Qué?–.

–Ve a decirle– contestó.

–¿Al baño?–.

–No lo pienses solo hazlo– volvió a empujarme –anda ve, ve, ve, ve–.

Inconscientemente me levanté del sillón, miré a Charlotte que me levantaba los dos dedos pulgares deseándome buena suerte.

–Henry– me volteó a ver –te acompaño tengo que hablar contigo–.

Frunció el ceño –¿en el baño?–.

–Si– di con una sonrisa falsa –vamos–.

Por la cara que tenía sabía que se había quedado pensando un poco en lo que le había dicho.

Él chico solo alzó a ceja –okay–.

Abrió la puerta que está detrás del monitor y puso una mano indicando que me estaba dando el paso, haciendo caso a su acción, atravesé esta con Henry detrás de mí.

–¿De qué quieres hablar?– sonaba nervioso.

–Ve al baño– sonreí –ahorita te digo–.

–De acuerdo– devolvió mi gesto –no me tardo–.

Me había quedado sola, sola en el lugar en el que nos habíamos dado el último beso hace casi más de un mes... ah mierda, como las últimas semanas mi mente comenzó a recorrer ese momento tan, tan, increíble.

Si me gustaba como besaba, en serio que si, y debo admitir que podría besarlo de nuevo, pero temía a que me confundiera más de lo que ya estaba con respecto a lo que me dijo A.J, no sobre lo de que le gustara a Henry, si no sobre si yo podía llegar a sentir lo mismo por él; eso era lo que me abrumaba más que nada, le conté a Charlotte y comenzó a reírse, para después decirme...

"Estarás demasiado tonta para no sentir lo mismo" en voz de ella.

Y también desde ese momento, mi mente no dejaba de darle vueltas al asunto, preguntándose a diario, cómo sabría si siento lo mismo por Henry... sea el caso de que le guste claro.

–¡Boo!– me giré sobresaltada –¿qué tanto piensas?–.

Abrí los ojos "sorprendida" –¿de qué hablas?–.

–Estuve hablándote desde allá– señaló a no sé dónde –y no volteabas–.

–Mhm– hice una mueca con mi boca –que extraño–.

–Si, claro– respondió con ironía –¿de qué querías hablar–.

Chasqueé los dedos señalándolo, para después poner mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón, que esto no salga mal por favor.

–Ummm– comencé a decir –tenemos un problema–.

Me miró desconcertado –¿ahora qué hiciste, ____?–.

–Ja, ja, que gracioso– sarcasmo –hablo en serio Henry, es un problema algo grande, involucra a...–.

Hice una pequeña pausa, para cerrar los ojos e inhalar una gran cantidad de aire, y después exhalarla. Al abrir los ojos me encontré con un Henry demasiado cerca de mí, con la cara más confundida que uno se puede imaginar... muy cerca, dejando ver todas sus facciones a la perfección, junto con esos labios que había besado dos veces y, repito, volvería a besar.

Tenía mi mirada clavada sobre ellos, que incluso creo que había olvidado lo que me iba a decir, hasta que sacudí mi cabeza de lado a lado dejando de ver sus labios.

–Ya– dije a mí misma –A.J, involucra a A.J–.

–¿Qué pasa con A.J?–.

Aquí vamos, universo, se compasivo.

–Lo sabe– solté sin más –sabe que...– miré a todos lados para ver si no había alguien cerca –sabe que eres Kid Danger–.

En cuanto terminé mi oración, parecía como si le hubieran puesto a la misma muerte en frente, Henry había palidecido a un nivel superior a lo que fuera, que en serio me había preocupado.

–¿Henry?– moví mi mano frente a sus ojos –¿Henry?– nada –¿Hen?–.

Después de varios intentos, el chico tomó mis hombros y me miró directamente a los ojos.

–¿Qu... e?– preguntó –tú... tú... hermano... como–.

Suspiré –perdóname, en serio perdóname–.

Volvió a pararse correctamente aún sin soltar mis hombros, parpadeó varias veces, para al final recuperar la cordura.

–¿Le dijiste?– negué –le diste indicios de eso– ladeé mi cabeza – no tienes porqué pedir perdón–.

–Si tengo qué– seguí –es parte mi culpa–.

–No entiendo porque lo dices–.

–Porque lo es–.

Soltó mis hombros y puso una mano en su nariz –explícame entonces–.

Por el tono de su voz sabía que estaba asustado y preocupado, tal vez incluso enojado... ¡____! Obvio va a estar enojado, le rompiste la promesa.

Mordí mi mejilla por dentro –me dijo que lo había deducido, el día de tu cumpleaños– hizo una mueca –ese día llegué con Kid Danger, algunos de mis hermanos lo vieron, y al día siguiente le dije a mi abuela que había llegado contigo, Henry–.

–¿Eso qué tiene que ver?–.

Hice un Palm face –Que A.J sabía que había llegado con Kid Danger, y mi abuela le dijo que llegué contigo–.

Henry no respondió, se quedó en silencio durante unos segundos a lo que yo creía analizando lo que le había dicho, mientras que yo, veía como mi amistad se iba por un caño.

"Buena esa, ____, buena esa" me repetía a mí misma sarcásticamente.

–No es tu culpa– dijo de la nada –no lo es–.

–Umm– lo miré confundida –por lo que te dije yo creo que si lo es, no arreglé las versiones–.

Asintió –así es, pero no quiero pensar que fue tu culpa– espera ¿qué? –quiero pensar que, solo no te fue bien, además...– bajó la mirada y sonrió –te quiero demasiado para estar enojado contigo–.

Y ahí estaba, la misma sensación, mi estómago se revolvía y mi corazón comenzaba a latir a todo lo que daba, a la vez que mis manos comenzaban a sudar, esa era la maldita sensación.

–Henry, no, es mi culpa, en serio y yo...–.

–Ssshhhh– puso un dedo en mi boca haciendo que callara –no digas más, no es tu culpa ¿okay?–.

–¿Okay?–.

–Pero, no podemos decirle a Ray, y tendrás que decirle a A.J que no dijera nada–.

Solté un bufido –justo ese plan tenía en mente– ambos reímos –y me tiene sorprendida como tomaste el asunto, digo, en serio...–.

–____– me interrumpió otra vez –te dije que te quiero demasiado para estar enojado contigo–.

¡La sensación! ¡Ahí estaba la sensación! Cada vez que decía esas dos palabras, aparecía, eso y con más cosas que solo ÉL hacía, eso era.

–También– sonreí –también te quiero Henry– me devolvió el gesto –y gracias–.

–Yo te quiero aún más, ____, y de nada–.

Henry se acercó hasta mí y se inclinó hasta darme un abrazo, un abrazo que claro acepté sin dudarlo dos veces, un abrazo que además de provocarme la sensación, me hacía sentir lo que los abrazos de él siempre me causaban desde que llegué a Swellview, tranquilidad y felicidad.

Nos separamos aún sin soltarnos, cuando me di cuenta que lo había abrazado por los hombros mientras que él me tenía por la cintura, justo como la vez pasada... el beso.

Lo miré directamente a los ojos sintiendo lo que habíamos vivido la última vez que estábamos aquí, tenía la necesidad de acercarme a él y plantarle un beso ahí de la nada, pero mi fuerza de voluntad era tan Grande que no me dejaba arruinar el momento.

Henry bajó su mirada hasta mis labios, y fue cuando supe que tenía la misma intención que yo.

–____– dijo sin despegar la vista de mis labios, en un susurro.

–Henry– respondí de la misma forma.

Comenzó a acercarse un poco más a mi cara, hasta que habíamos quedado a escasos milímetros de volver a juntar nuestros labios como lo habíamos hecho ya dos veces, no lo iba a parar, no tenía intenciones de hacerlo, estaba segura de que quería besarlo de nuevo.

Sentía su respiración sobre mi nariz, estaba hipnotizada por la cercanía y la cruel necesidad de tener sus labios ya, que sin más que pensarlo, me incliné un poco más para hacerlo y...

–Oigan, chicos, Ray los está buscando y dice que... ¡NO PUEDE SER!–.

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