P.O.V____

El sábado había llegado, el día de conseguir boletos para la Gran Cactus Con había llegado, era el día en el que todo Swellview estaría comprando y tecleando en sus telefotos todo el día, hablando literalmente, los boletos se acababan demasiado rápido, la gente presionaba como si no hubiera mañana, y como si en eso consistiera su vida... me incluyo, incluyo a mi familia, incluyo a todos mis conocidos. Nadie quería perderse esa convención.

Henryway, estábamos en la Capi Cueva, sentados en el sillón giratorio, golpeando nuestro teléfono, tratando de conseguir boletos para la convención, era una locura.

–¡Feliz viernes de fajitas!– gritó Jasper, que salió del elevador con un comal lleno de fajitas.

–No es viernes, es sábado– respondió Henry sin despegar la vista de su teléfono.

–Oh, bueno eso explica porque era el único en la escuela hoy–.

Esto era demasiado, mis dedos se estaban cansando.

–¡Silencio!– gritó Ray –¡estamos tratando de comprar boletos para la Cactus Con!–.

Jasper frunció el ceño –pero no salen a la venta hasta el sábado–.

Rodeé los ojos sin dejar de presionar mi teléfono –piénsalo– alargué la "o".

Miré de reojo que Schwoz había ido por una clase de servilleta que llevaba en el cuello, pinzas, y tortillas para comer sus fajitas, pero fue inútil.

–¡AH!– Jasper tiró las fajitas –¡hoy es sábado! ¡Tengo que comprar boletos!–.

–¡Corre genio!–.

Jasper llegó corriendo al sillón giratorio y sacó su teléfono para después extendérselo a Henry, y comenzar a buscar boletos para la convención.

Juro que después de este día me quedaría sin dedos, literalmente, maldita sea esto estaba saturado, y es que era esa extraña sensación, la necesidad, de tener esos boletos, en serio los necesitaba... okay estoy enloqueciendo.

–¿Alguien ya consiguió boletos?– preguntó el chico.

–¡No!– Ray.

–¿No ves que estoy tratando?– Charlotte.

–¡Llevamos aquí mucho tiempo!– lo miré con cara de pocos amigos.

El cuarto estaba lleno de sonidos de pantallas haciendo "refresh", y de quejas sobre porqué no podíamos conseguir boletos.

–No entiendo porqué todos aman tanto esta convención de Cactus– dijo Schwoz mientras agarraba fajitas del suelo.

Ray lo volteó a ver ofendido –¿qué?– le dio el teléfono a Henry mientras se levantaba del sofá –encárgate de mi teléfono ¿si?–.

–Uhhhh–.

–Gracias amiguito– le revolvió el cabello, caminó hasta donde estaba Schwoz –Cactus Con, es la mejor convención de Swellview, es mejor que Convención de Billeteras, Convención de Ardillas y Convención de Chaka–.

Schwoz no hizo nada más que encoger los hombros y hacer una cara de fastidio, aunque Ray tenía razón, Cactus Con era la mejor, y desde que estoy aquí cada año es lo mismo, literal, claro también estaba la Convención de Diamantes, donde siempre traían los mejores diamantes del mundo, donde Henry quedó "encantado" por una ladrona de de joyas... si digamos que me desagradó un poco.

–¿Puedes tomar otro teléfono verdad?– preguntó Charlotte ahora dándole su teléfono a Henry.

–Uh, no, estoy un poco...–.

–Gracias campeón–.

Charlotte caminó con los dos chicos.

–Y tienen la mejor comida, leche de cactus, tacos de cactus, oh...– me señaló y chasqueó los dedos –jerky de cactus– le devolví el gesto, era delicioso.

Schwoz hizo una mueca –todo eso suena asqueroso–.

Lo miré con cara de "en serio" –estás comiendo fajitas del suelo–.

–¿Quieres?–.

–Si, si quiero una– contesté –¿puedes otro teléfono más verdad?–.

Henry me miró desesperado –no, de hecho, ya no...–.

–Gracias pequeño– le di mi teléfono.

Tal vez digan "¡ah! Henry tiene demasiados teléfonos ¿cómo lo hace?" él chico tiene súper reflejos, que es casi como ser súper rápido, tener súper velocidad, no había razón por la que estuviera golpeando tres teléfonos a la vez.

Schwoz me extendió la fajita –ten–.

–Gracias– dije mientras tomaba la tortilla y le daba una mordida.

–Y mi hermana es la Reina Cactus este año–.

Asentí –exacto–.

–____ y yo diseñamos el vestido con mi amiga Patina– siguió Charlotte.

En cuanto Charlotte terminó la oración, Jasper volteó a ver a Char con una mirada esperanzada, y un extraño destello en sus ojos.

–Espera, espera, espera– habló mi amigo –¿la bonita Patina? ¿la hermosa Patina? o ¿la preciosa Patina?–.

Me encogí de hombros –Uh... Patina L.–.

Jasper dio un grito ahogado y se levantó del sillón –¿la preciosa Patina?– y como era de esperarse le dio el teléfono a Henry –toma mi teléfono–.

–Ya tengo demasiados...–.

–Gracias crack– el chico vino hacia nosotros –yo amo a Patina L. la amo– hizo una pausa –de que, en verdad la amo, en serio–.

–Todo mundo ama a Patina L.– di una mordida a mi fajita –es genial–.

–¿La has visto?– volvió a preguntar Jasper –como ¿has ido a su casa?–.

Negué ligeramente con la cabeza –nah, ya sabes como es su casa–.

–Está completamente cerrada, sellada– terminó Charlotte.

Patina L. Una chica popular de nuestro grado que era literalmente la mejor persona que pude conocer en mi vida, es demasiado gentil, amable, buena onda, todo mundo la amaba, y podía jurar que todos los chicos de Swellview High estaban enamorados de ella, sin ni siquiera conocerla en persona, no lo culpo, Patina L. era increíble, fue la chica que me dio el recorrido cuando llegué.

–¿Huele mal?– preguntó Schwoz.

–No, tiene una loca alergia...– comenzó a hablar Henry.

–¡AH! ¡AH!– lo interrumpió Ray –menos charla, más pulsar boletos para la Cactus Con–.

Henry lo miró desconcertado –¿qué? viejo literal estoy golpeando más rápido que cualquier ser humano puede golpear– súper reflejos.

–También puedes hablar más rápido que cualquier ser humano– Ray dio una mordida a su fajita –ahora ¿alguien podría decirme lo que Henry estaba a punto de decir?–.

Suspiré –Patina tiene una extrañan alergia–.

–¿A qué es alérgica?–.

–Aire–.

Ray soltó una carcajada –buena esa, no en serio ¿a qué es alérgica?–.

–Es alérgica al aire que no es filtrado, no puede ir a la escuela en persona– le respondió Jasper.

Fui por mi Pera Pad a la mesa del sillón, donde Henry seguía golpeando los teléfonos como loco, cosa que era impresionante porque sus manos se movían demasiado rápido y jamás se cansaba, no termina de ser genial.

–¿Todo bien Hen?– pregunté.

Asintió –me vendría bien algo de ayuda...–.

–Vas genial–.

Entré a Twittflash y busqué el perfil de Patina para mostrárselo a Ray.

–Mira– dije mientras le extendía el Pera Pad.

–Tiene una enfermera que empuja un monitor con ella en video en vivo, desde su casa sellada– Jasper tenía una sonrisa de enamorado.

Ray no contestó por los primeros 5 segundos, le dio una mordida a su fajita y después de que se la pasara suspiró.

–En verdad que no entiendo a su generación– dijo por fin.

–Si, el monitor es raro al principio pero...–.

–¡TENEMOS TICKETS PARA EL CACTUS CON!– gritó Henry.

¡Si! al fin, por fin, todos en la Capi Cueva comenzamos a celebrar y a hacer bailes extraños de celebración.

–¡SI!–.

–¡Wuuu!–.

–¡Woo!–.

–¡Yayy!–.

Ray y Henry chocaron las manos, acto seguido, Henry hizo un mortal hacia atrás.

–¡Woah!– Ray abrió los ojos de par en par –¿qué?... ¿qué? ¿acabas de hacer un mortal para atrás?–.

–Si– contestó Henry con la respiración agitada.

No era la gran cosa, todos podíamos hacer un mortal hacia atrás, pero al parecer a Ray le había sorprendido, se podía ver por su cara.

–¿Soy el único sorprendido de que Henry hizo un mortal?–.

–Es solo un mortal– respondió Charlotte.

–Y solo hizo uno– terminó Schwoz.

Asentí –si, todo mundo puede hacer un mortal–.

–No te creo–.

Rodeé los ojos y le di mi fajita y Pera Pad a Charlotte, puse mis piernas en preparación, al igual que mis manos, 10 años de gimnasia artística, no me fallen, din más preámbulos, hice un mortal hacia atrás.

–¿Esto es la vida real?– preguntó Ray bastante asombrado.

Charlotte me dio mi fajita y mi Pera Pad, y sin pensarlo, también hizo un mortal hacia atrás, seguido de Jasper, que lo hacían sin ningún problema.

–¿Estás viendo esto?– seguía sorprendido.

Para rematar, Schwoz le dio su fajita a Charlotte, e hizo un mortal, terminando en una pose bastante graciosa, obteniendo una mirada de vergüenza de parte de Ray.

–¿No puedes hacer uno, viejo?–.

–¿Mhm?–.

–¿No puedes hacer uno, viejo?–.

Ray dio un bufido –claro, que... obvio, claro que puedo–.

Jasper, Charlotte y yo nos volteamos a ver con una mueca en nuestro rostro, incómodo.

–Okay– Charlotte rompió el silencio –____ tenemos que ir a casa de Henry para probar el vestido de Piper–.

–Cierto– tomé mi teléfono de la mesa.

–¿Patina va a estar ahí?– preguntó Jasper desesperado, asentí –¿puedo ir? ni siquiera van a notar estoy ahí, estaré en silencio todo el tiempo, vean–.

El chico hizo unas caras de emocionado, impaciente, enamorado, y puso sus manos en su boca, tratando de que no se le escapara algún grito de emoción... ay Jasper.

–Si está bien para Henry, puedes–.

–¡Si!– señaló a Henry buscando aprobación.

Asintió –claro– le lanzó su teléfono –tu teléfono ____–.

–Gracias– sonreí –oye en serio gracias por conseguir los boletos, amo tu súper velocidad.

Me devolvió el gesto –yo también te amo... tu... inteligencia– titubeó un poco –pudiste hackear la página para conseguir boletos–.

–Si, pero un poco de adrenalina de Cactus Con de cada año, no hace daño–.

Ambos reímos, y nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, no me había dado cuenta de lo mucho que había crecido desde que lo conocí, ahora era más alto que yo, y como la vez de su cumpleaños, me quedé admirando toda la profundidad de que sus ojos podían expresar, últimamente había muchos momentos así, y lo disfrutaba que era lo raro.