P.O.V____

Como todos los días, claro solo los días entre semana, me despertaba a las 7:00AM para poder ir a ese lugar al que todo mundo llama Swellview High, el edificio que tenía "escuela" por seudónimo, donde hacíamos de todo menos tomar clases, literalmente.

Con eso me refiero a muchos factores como por ejemplo de que, casi no tomábamos clases, Mrs. Shappen era una maestra extraña, sin ofender, que sinceramente no le importaba nada más que su bienestar, y sus cosas extrañas.

Así que con las pocas ganas que tenía tomé mi teléfono para poder apagar la alarma y levantarme de lo que era mi tan cómoda cama, que por obvias razones no quería dejarla, pero bueno, me levanté de mi cama para caminar hasta mi clóset, y tomar la ropa que usaría hoy.

Estaba metida en mis asuntos, con la mente completamente perdida en otra cosa, cuando de repente mi teléfono comenzó a sonar, lo tomé en mano para poder observar quien me llamaba, "Charlotte" decía en la pantalla.

–¿Hola?–.

–____, ¿ya vas a la escuela?–.

–No aún no, me acabo de despertar– respondí –¿por qué?–.

Silencio del otro lado –lo olvidaste ¿verdad?– para ser sincera si –hoy no iremos a la escuela, vamos a estar todo el día en la Capi Cueva, por el cumpleaños de Henry–.

–Ahhhh claro– exclamé, mierda si lo había olvidado, que tonta soy –si lo olvidé, perdón–.

–No importa– me dijo con un suspiro –bien, el plan es este, finges que vas a la escuela, en la entrada esperas a Henry y lo llevas a Junk N' Stuff–.

–¿Eso es todo?– wow que simple.

–Eso es todo–.

–Okay entonces supongo que los veo en Junk N' Stuff–.

–Así es, te veo ahí, click–.

–Click–.

Un plan simple, fácil de completar, el único problema eran mis hermanos, que aunque ya se habían graduado de Swellview High, son unos malditos sobre protectores, solo algunos, a los demás no les da igual, pero aún así.

Tendría que idear un plan perfecto para que no se enteraran que falté a la escuela y que me escapé con Henry, pero para decir verdad se llevaban tan bien con él, que por esa parte no habría problema, a quien engañó, si hay y mucha.

Como sea, terminé de vestirme y de alistarme para salir, tomé mi mochila al igual que mi teléfono para después bajar las escaleras y seguir con mi rumbo.

–Hola abuela– saludé a mi abuela mientras entraba a la cocina.

–Buenos días, ____– me respondió mientras caminaba hasta mí depositándome un beso en la frente –no te vi llegar anoche–.

–Ah si, lo siento, ya era tarde y pues Henry me trajo para que todo estuviera bien–.

Mi abuela frunció el ceño desconcertada mientras despegaba su vista de lo que fuera que estuviera picando en la mesa.

–Pensé que te trajo Kid Danger– dijo confundida ¡Fuck! –Ian no paraba de decir lo feliz que estaba de haber pisado "terreno Martin"–.

Abrí mis ojos de par en par, y tragué saliva nerviosa ¡Mierda!

¡Piensa! ¡Piensa, ____, piensa! ¿Ian se confundió? No, Jack igual lo sabe ¿Abducción alíen? Ya lo usamos no volverán a caer ¿Borrador de memoria de Schwoz? Me urge ahorita no puedo ir corriendo a la Capi Cueva por el... aunque hay un tubo atrás de mi casa... tentador... pero ¡No! ¡No!

–¿____?– miré a mi abuela nerviosa –¿estás ahí?–.

Abrí la boca un poco para poder articular alguna palabra.

–Si este...– me va a crecer la nariz como a Pinocho –Henry, me acompañó a mitad de camino, luego... luego vimos a Kid Danger y Henry le pidió que si me podía... ¿traer?–.

Salvado Martin, salvado.

–Que inteligente– contestó mi abuela –muy lindo de parte de Henry conseguirte un superhéroe cómo acompañante–.

Suspiré aliviada –exacto, porque Henry es lindo–.

Mi abuela me miró sorprendida, e hizo una cara pícara al mismo tiempo.

–No como tú piensas abuela– rodeé los ojos.

–Lo que tú digas ____– seguía con su sonrisa –lo que tú digas–.

Volví a rodar los ojos divertida y me acerqué hasta ella para darle un beso a la mejilla, se me estaba haciendo tarde ya.

–Te quiero abuela, nos vemos en la noche, y olvida lo que dije de Henry–.

–Ajá si, que te vaya bien, iremos a cenar hoy a "Fred Lobster"– dijo dando un sorbo a su café, la miré sorprendida –no me mires así, A.J quiere que vayamos a cenar a su trabajo–.

Me encogí de hombros –como sea, tal vez cene con los chicos, te aviso, te quiero me despides del abuelo–.

Y sin más que decir ni nada que hacer, salí de la casa con una mochila llena de libros que no usaré, camino a un lugar donde no estaré todo el día, buen día a mi también.

...

Caminaba de lado a lado, afuera de la puerta de la escuela, esperando a que mi amigo se apareciera por ahí, faltaban 5 minutos para que las clases comenzaran y no era posible que ni él o Piper, estuvieran ya aquí.

Pero mis dudas desaparecieron cuando escuché las llantas de un auto derraparse por la acera, y estacionándose como le diera la gana, seguido de gritos y peleas, eran la voz de un chico y una chica, inconfundibles los dos.

–¡Solo escucho blah, blah, blah!–.

–¡Pues escúchame decirte que no puedes conducir como si...!–.

–¡Blah, blah, blah!–.

–¡Ah si, vas a aplicar eso, soy el mayor y tengo más derecho de...!–.

–¡Yo tengo una licencia de conducir!–.

–¡Establecido!–.

Repito, sus gritos y sus peleas eran inconfundibles, podías saber que los hermanos Hart estaban a poca distancia de ti con tan solo eso, sin nada más que solo sus peleas y ya.

Ambos caminaban aún peleándose ignorando lo que fuera a su alrededor, incluso me pasaron desapercibida.

–¡Hola, ____!– al menos eso hicieron parecer, enseguida se callaron –¿vas a entrar?–.

–Hola Piper– respondí sonriente –si, solo necesito hablar con tu hermano antes de las clases–.

La mencionada anteriormente subió y bajó sus cejas, a la vez que asintió con la cabeza, sabía lo que estaba pensando. 

–Bien, okay– dijo ella en un tono pícaro –solo no se vayan a besar muy fuerte–.

–¿Qué?– preguntamos Henry y yo al unísono.

–¡Nada!– gritó desde las escaleras de la escuela –¡Paz Sneetches!–.

Henry y yo nos quedamos a solas, en la entrada de la escuela, en un silencio extraño, no incómodo, extraño, pues habíamos quedado un poco aturdidos por las palabras de Piper, pero qué más da, ese silencio fue roto de nuevo por él.

–Buen día– dijo Henry con una sonrisa.

–Hola– le respondí con el mismo gesto –¿todo bien?–.

–¿A qué te refieres?–.

–Tu pelea, Piper– le dije mientras le daba una risa tranquila.

–Ah si eso, conduce como taxista, en Egipto– no pude evitar soltar una carcajada –hablo en serio–.

–Te creo, te creo– trataba de recuperar el aliento –pero que bueno que llegaste porque ya nos vamos–.

Me miró confundido –¿a dónde? ¿Clases?–.

Negué rápido con mi cabeza, sin dejarlo responder, lo tomé de la mano y comenzamos a caminar por la acera  a paso rápido, alejándonos de la escuela.

–¿A dónde vamos?– volvió a preguntar.

–Al trabajo– contesté sin importancia –solo al trabajo–.