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2 - Navidad Al Estilo Martin - Parte 1

Una Navidad Al Estilo de los Hermanos Martin... Más 1 Hart y medio.

Parte 1

Navidad, Año Nuevo, las fiestas decembrinas, una época del año que disfrutaba más que cualquier otra. No sé si porque vivíamos en Nueva York y me gustaba ver siempre todas las decoraciones increíbles o si la comida era lo que me cautivaba, más la de ahora, pero en verdad, esta época del año se convirtió en una de mis favoritas.

Cada año vivir de las mejores experiencias, disfrutando de las nevadas y cálido calor y amor que irradiaba el departamento que tenía con Henry. Maravilloso, perfecto y mágico... con excepción de este año.

Y todo gracias a Henry.

El Día de Gracias viajamos a Swellview para pasar el día con mi familia, la suya, nuestros amigos, etc. Los reunimos a todos en la nueva y mejorada casa de los Hart, para pasar una de las fiestas como debe ser, con los seres queridos... pero quizás esa sea otra historia.

Anyray, historia larga, historia corta, él tonto de Henry terminó invitándolos a todos para la víspera de Navidad y Navidad, a nuestro departamento de dos habitaciones en Nueva York. Seríamos los hosts de la cena, los juegos, los regalos, las decoraciones, etc.

Un trabajo difícil para dos personas comunes, ¡Spoiler! No es tan difícil cuando puedes mover las cosas con tu mente.

―¿Cuándo van a llegar?― me preguntó Henry.

―Honestamente no tengo ni la menor idea―.

Movía las nuevas esferas que compré en el árbol de Navidad, quitando las nuevas con el simple poder de mi mente y mis manos. Al cabo de los años, aprendí mucho a controlar mis poderes, y entendí que eran un regalo y no una carga.

―Espero que sea la última vez que hagamos Navidad nosotros, con tu familia no lograremos caber aquí―.

Lo miré mal —¿Quién es el que los invitó a todos a pasar Navidad aquí? ¡Yo no me dejé llevar por el vino! ¡ASÍ QUE NO TRATES DE CULPARME CUANDO YO NO TUVE NADA QUE VER AHÍ!—.

—Hey, hey, hey, hey, cálmate— me tomó por los hombros —; respira... eso, bien... y ahora relájate, relájate, relájate...—.

—¡Estoy RELAJADA!—.

—¡Te creo!— exclamó, asustado —Jeez... bueno, sólo lo decía porque no creo que todos nosotros quepamos aquí, si es que quieren quedarse a dormir—.

―Mis hermanos se quedarán en casa de Ian, Henry, y tenemos una habitación extra para Piper y Jasper, y Ray con Schwoz irán a un hotel... junto con tus padres— respondí —, no es como si invadieran nuestro espacio. Además, creo que pronto va a ser muy... ¿pequeño? Deberíamos ir buscando un lugar nuevo―.

Henry me miró confundido ―¿Por qué lo dices?―.

―No hay razón, es una idea―.

En ese momento, mi teléfono sonó indicando que me había llegado un mensaje de texto, así que lo saqué para ver de quien era y no tardé en darme cuenta de que era de Charlotte. Junto con los otros miles más que tenía de ella.

Dejé las esferas rápidamente en el árbol de Navidad y corrí a la puerta para tomar mi abrigo.

―Tengo que ir a donde Charlotte, regreso más tarde― anuncié.

―¿Me vas a dejar con todo esto yo solo?―.

Asentí sonriente ―Eres muy capaz, Henry Hart, puedes hacerlo tú solo y Jasper va a llegar con Piper en unos minutos, por favor, no te alteres cuando los veas juntos―.

Henry hizo una mueca ―es raro ver a mi mejor amigo y a mi hermana juntos... abrazados... besándose―.

―¿Más raro que ver a Ray obligar a la Danger Force hacer un festival de Día de Gracias hace un mes?― él asintió ―Tenemos contextos de rarezas tú y yo querido novio mío―.

―¡Es mi hermana!―.

―¡Y tú mejor amigo! ¿Y quieres que te ayuden no?―.

―Bien― contestó a regañadientes —, pero no esperen que actúe como si no me molestara eso—.

Me acerqué a él y apreté su mejilla como si fuera un niño pequeño.

―Ese es mi Henry―.

—Sí, sí, como sea, así me amas—.

Henry se soltó de mi agarre después de darme un pequeño beso en los labios y caminó al refrigerador de la cocina (que estaba a un costado de la puerta principal); ahí abrió un bote de pepinillos que llevaba mucho tiempo ahí, lo que causó que yo soltara mi abrigo de repente, tapara mi nariz enseguida.

Sin dudarlo, corrí al baño tan rápido como pude, cerré la puerta detrás de mí, levanté la tapa, y me agaché quedando mi boca a unos centímetros de la taza. En donde solté todo lo que ese olor del frasco me causó.

Era asqueroso.

―¿____?― escuché a Henry del otro lado —¿Estás bien?—.

Me senté a un costado de la taza, dejando caer todo mi peso en el suelo, recargué mi cabeza en la pared y cerré los ojos.

Había tenido ya 4 semanas de retraso y... no era para nada tonta... tal vez un poco, pero sabía perfectamente lo que significaba todo esto, además de que Hen y yo nos había dejado de cuidar desde que cumples 23 años, dando a entender que ambos estábamos listos para lo que sea que viniera.

Sin embargo, quería seguir engañándome de que no era lo que estoy pensando, o lo más obvio.

Desde hace mucho tiempo éramos mejores amigos y hace 4 años a penas nos mudamos juntos, que no era una sorpresa para nadie, pues desde Swellview siempre vivimos juntos de alguna manera.

¿Quién diría? Dos años después, eso había pasado.

Ya lo sospechaba desde hace una semana, cuando cada mañana no soportaba la forma en la que Henry tomaba el desayuno o cuando de repente los dos nos peleamos por la última pieza de pollo en la cena y eso me hizo enojar demasiado para luego llorar.

Henry dedujo que era solo mi cambio de humor por el periodo o porque yo estaba creciendo y tenía cambios hormonales. Terminó pidiéndole ayuda a Charlotte y ella le dijo eso, pero la inteligente de mi amiga sabía que era algo más y me llamó enseguida.

A eso se debía la visita a Charlotte, ella era la única que sospechaba lo que fuera que viniera.

―¿Estás bien?― volvió a preguntar Henry desde el otro lado de la puerta.

―¡Sí!― contesté mientras me levantaba del suelo —¡Estoy bien!—.

―¡Te dije que no debías comer ese queso brie! Tenía semanas en el refrigerador y puntos raros verdes―.

―¡Sip, definitivamente fue el queso!― bajé la palanca del baño. Lavé mi cara, cepillé mis dientes y salí como si nada raro hubiera pasado ―Fue el queso―.

―¡Te lo dije!―.

―Me voy con Charlotte― fui de nuevo hasta la puerta para ponerme mi abrigo y salir de ahí de una vez.

―¿Por qué tienes que ir con Charlotte otra vez?―.

―Para asegurarme de que tal vez seas papá― dije entre dientes, algo que solo yo pude escuchar.

―¿Qué?―.

―¡Compras, Henry!― me volteé a él molesta, estaba sacándome de mis casillas ―¡Compras de Navidad!―.

―Pero las hiciste hace...―.

―¡Compras!―.

Salí de ahí azotando la puerta detrás de mí, estando 100% segura que dejaba a Henry más confundido que nada, pues alcancé a escuchar como decía por lo bajo:

―Mujeres―.

(...)

AAAAHHHHHH

Qué bonita historia,

El inicio

Esperen la Parte 2 pronto.

Lxs ama con toda su alma...

-Andy

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