Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6 (parte 1)

Joe Jackson


El fin de semana había pasado muy rápido porque me pasé leyendo esa libreta todo el día, incluso a veces me aguantaba las ganas de ir al baño.

Pero creo que es tiempo de devolvérselo a Raven por una razón: pronto va a descubrir que su diario no está. En verdad la razón por la que lo hago es que ya me lo terminé. Lo último que había escrito (hace 3 días) fue:

Detesto tener que trabajar con Joe Jackson en biología, es como un dolor de cabeza.

No me ofendí ni nada, pero deseaba que hubiera algo más emocionante; creo que por esa razón le robé el cuaderno. Aunque, yo no llamaría robar... más bien, podría ser "llevarse sin permiso". Sí, eso estaba mejor, mucho mejor.

Agarré el celular y me mandé un mensaje a Drake.

—Hey, ¿te enojaste? No haz venido a visitarme... ¿todo bien?

Esperé algunos minutos su respuesta.

—Sí, me enojé. Para tu información mi casa queda a unas pocas cuadras, tú también puedes venir a visitarme—cuando lo recibí se desconectó.

Wow, jamás lo había pensado... han pasado muchos años y yo nunca he ido a su casa, él siempre viene a la mía, o venía.

Era Lunes en la mañana, y prefería arreglar ese asunto más rato, o llegaría tarde al colegio.

No era tan lejos, por lo que empecé a caminar y cuando llegué se me té en mi asiento, al lado del de Raven, quién había dejado su mochila ahí y se había ido a alguna parte del colegio.

No lo pensé dos veces y saqué su diario de mi mochila y lo dejé en la suya, atrás de todos los libros.

Ahora que lo pensaba, Raven era una chica muy complicada y ya no me gustaba ni impresionaba saber todo de ella. ¿Me explico? Creo que no; cuando te gusta alguien (en mi caso sería "cuando necesito gustarle a alguien") quieres saber de esa persona, para ver si tienen cosas en común pero ahora la cosa es diferente, porque a mí YA NO me gusta Raven. Lo que sentía antes probablemente era atracción pero no me gustaba y menos ahora. Esa chica es extraña, con un pasado... ¿extraño? En fin, voy a cancelar todo esto del "plan", ya me tiene cansado y así no voy a llegar a ninguna parte. Ahora Raven no me interesaba en lo mínimo y era mejor tener un amor real... ¿ahora me estoy explicando? Supongo que sí. Ahora sí.

Por suerte quedaban algunos minutos para que iniciara la primera clase del día y decidí buscar a nuestro profesor jefe; ya ni recuerdo su nombre.

Toqué la puerta de su oficina y esperé a que me abriera.

—Joe Jackson, pasa por favor—saludó y me indicó que pasara.

—Y bien, ¿qué te trae por aquí?—preguntó mientras nos sentábamos en un sillón; siendo sinceros, era muy cómodo.

—Bien... ¿usted me daría su permiso para cambiarme de lugar en la clase?

Se quedó pensando.

—Por mí no hay problema, ¿pero dónde te sentarías?

—Hay un lugar vacío al fondo de la clase, al lado de una chica de cabello blanco...—respondí intentando acordarme de su nombre.

—¿Te refieres a Lina?

—Sí, sí, ella misma.

Nos quedamos en silencio por unos momentos.

—Si puedes, Jackson, ve a cambiar tus cosas, yo le informaré a tus maestros del cambio...—se estaba parando para salir, pero yo lo detuve con una pregunta.

—Profesor—le dije antes que saliera—tengo otra pregunta... ¿usted podría convencer a la profesora de biología para que pueda trabajar solo en el trabajo que tenemos...?

—Claro, Jackson, dame tu número de teléfono y te enviaré un mensaje con su respuesta—contestó amablemente.

Le di mi número y nos despedimos. Salí por la puerta muy contento hasta la clase. Cambié de lugar mis cosas y me senté en el lugar al lado de Lina. Tengo muy mala memoria y memorizar nombres no es lo mío...

Mi nuevo lugar no estaba para nada mal, de hecho, estaba al fondo de la clase en una esquina. Nada mejor.

Sonó la campana y tuve que enfrentarme a la primera clase: matemáticas, la pesadilla de cualquier adolescente. ¿Por qué? Fácil, ahora los números se convierten en letras, y ya no hay vuelta atrás para remediarlo.

Llegó una profesora muy delgada que al parecer nadie conocía y empezó a instalar su computadora en el escritorio mientras nosotros conversábamos o nos sentábamos.

—Hey, Jackson—oí que dijo una voz muy familiar... Sean—¿todo bien? No respondiste mis mensajes...

Sí, cabe aclarar que no respondí ni uno de los 40 mensajes que me había enviado, solo los leí.

—Sí, todo bien, amigo, solo que ya ni voy a seguir con esto—confesé mientras me puse de pie a su lado, antes estaba sentado sacando mis libros para empezar de una vez por todas la tortura.

—¿Qué?—me miró horrorizado—oye Jackson, teníamos un trato, no puedes hacer esto.

—Claro que puedo Frey, no voy a jugar con los sentimientos de Raven, además que yo no siento nada por ella y si no siento nada, no va a funcionar—traté de explicarme pero me enredé un poco.

—¿Y qué tiene que ver eso aquí?

—Que yo no siento nada por ella, no voy a hacer que se enamore de mí porque no quiero nada con ella, no me gusta, punto. La encuentro una maniática del orden, loca por los libros y encerrada en su propia realidad... una nerd, ¿crees que quiero algo con ESA chica?

Creo que lo último lo dije en un tono muy agresivo y de repente pude sentir miles de mirada sobre mí, incluso la de la profesora o quién hubiera entrado a la clase. En serio me arrepentí mucho de haber dicho eso, porque ahora todo el salón estaba en silencio y reparé en que Raven me estaba mirando. No a Sean, sino que a mí.

Y luego de esto... no. Ya no sé cómo continuar, no puedo, no puedo, mejor que lo cuente ella.

Raven McCartney

Estaba escuchando la voz de Jackson casi que gritando y no pude contenerla curiosidad de ir a ver por qué lo hacía.

—... con los sentimientos de Raven—lo oí decir. Bueno, en verdad todos estábamos en silencio escuchándolo discutir o hablar con... ¿Sean?—... no me gusta, punto. La encuentro una maniática del orden, loca por los libros y encerrada en su propia realidad... una nerd, ¿crees que quiero algo con ESA chica?—wow, lo último me impactó mucho, de verdad... él, él me demostraba a diario que me quería, o a lo mejor yo era la loca que creía eso, total yo era la loca por los libros y a lo mejor me imaginé algo que no era. Pero oír eso, de su boca, fue un nivel extremo de dolor, de algo... que no puedo describir.

No sabía cómo reaccionar a eso, solo vi como todos me miraban a mí ahora, incluyéndolo. Me sentía muy mal y no pude evitar que se me escaparan algunas lágrimas.

—Raven, yo...—trató de excusarse de alguna manera pero no pudo, no le salían las palabras, al igual que a mí.

Me limité a acercarme rápidamente hacia él y bofetearlo lo más fuerte que pude y luego... solo salí corriendo del salón.

Por un pequeño momento, había creído que él había cambiado algo en mí, me había vuelto a hacer feliz, aunque no se lo demostrara.

—... Eres un imbécil, Jackson—oí decir a Leah. Ella, loca por él desde el primer día y ahora no... y le encuentro toda la razón, es un idiota y yo una pendeja por dejarlo haber entrado a mi vida tan fácil, así como así...

—... No se habla así de una mujer, señor Jackson—lo regañó la profesora.

Solo pude escuchar eso porque después salí corriendo por los pasillos; quería irme, irme del país, cuando llegara a casa, iba a llamar a Loren para ayudarme con los pasajes y esas cosas.

Estaba corriendo casi sin mirar y de repente choqué con un chico al frente de la salida del colegio.

—Lo-lo siento—traté de disculparme mientras seguían cayendo lágrimas.

—Hey, hey, tranquila, fue un accidente...—trató de consolarme mientras me acariciaba el cabello. Por lo general no me gusta que me toquen, pero esta era una excepción.

El chico era muy guapo. Tenía el cabello negro, un arito en la nariz y otro en la oreja, lo que lo hacía parecer más rebelde. Llevaba puesta una chaqueta negra super grande y unos jeans del mismo color.

No pude evitarlo y me puse a llorar en frente de él. Me sentía muy mal.

Él no lo pensó y me abrazó. Yo me aferré a él algo fuerte y nos quedamos así unos minutos.

—Gracias...—yo había dejado de llorar y me había tranquilizado, por lo que agradecí.

—No hay de qué—me respondió mientras nos soltábamos—pero aun no entiendo por qué llorabas...

Nos sentamos en el pasto de un lugar cercano, debajo de una palmera, y le empecé a contar detalle por detalle todo este semestre, pero sin mencionar ningún nombre, solo el mío.

—Ese chico es un idiota, no sabe lo que hizo, pedazo de mierda...—reclamó mientras me tomaba de la mano—no te pongas así por ese pendejo, no te merece, reina.

Lo admito, me hizo sonreír.

—Gracias, pero fue mi culpa, fui... una pendeja y lo dejé entrar a mi vida y no...

Iba a seguir pero de repente llegó un grupo de 5 o 6 personas. A la cabeza iba Jackson, seguido por Sean, Leah, la profesora, Lina y alguien que al parecer era nuestro profesor jefe. No sé cómo llegó ahí.

Se acercaron a nosotros. Jackson iba a decirme algo pero luego preguntó sorprendido:

—¿Drake?, ¿qué haces aquí? Te hiciste un nuevo arito en la oreja...

Al parecer, el chico se llamaba así.

—Sí, Jackson, estoy aquí; vine a entregar unos documentos a la directora.

—¿Por qué?

—Voy a entrar a este colegio la próxima semana, te lo iba a decir pero sigo enfadado contigo.

¿Qué? Ya era extraño que Jackson entrara a mitad del año escoñar pero Drake iba a entrar después de empezar el segundo semestre...

—Esperen, esperen—los interrumpí—¿se conocen?

—Sí, Raven, somos amigos desde hace muchos años—me respondió Drake.

—¿Ah sí? Al que llamabas idiota hace unos minutos lo llamas amigo de la infancia ahora?

Se quedó mirándome.

—¿Qué?, ¿Joe te hizo eso?

—Sí, Drake, lo hizo.

—En serio lo siento, Raven, lo que dije era mentira, solo lo hacía porque...

—¿Por qué?

—Porque quería acabar con esto, con lo de Sean, pero no lo entenderías, no sabes de qué se trata todo esto.

—Dímelo—exigí—ahora.

Quedamos unos segundos en silencio y todos nos miraban.

—Sean me pidió que hiciera que te enamoraras de mí porque le gusto a Leah y él no quiere perderla y en verdad ya no quiero seguir con esto—fue lo que dijo muy, muy rápido.

—¿Desde cuándo?

—Desde que llegué, el primer o segundo día de clases...

—O sea, me engañaste; me hacías pensar que podríamos ser amigos pero en verdad solo lo hacías por este idiota que te lo había pedido—de repente, me inundó el pánico y me costó respirar. Ya no me importaba todo esto, solo quería salir de ahí...


n/a: aquí está el capítulo, está dividido en 2 partes, probablemente subiré la segunda mañana, ¡perdón por la tardanza!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro