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Capítulo 5

Raven McCartney


Joe Jackson tenía razón, no podía vivir sin él.

Me había molestado y hablado tanto en estas últimas semanas que creo que me había empezado a gustar... pero no, no puedo permitírmelo y más si se trata de él.

Es un chico problemático y de malas calificaciones, lo contrario a lo que me gusta a mí; yo quiero a alguien que se parezca a algún famoso o algo así, que sea cariñoso conmigo, que me proteja... necesito a un personaje ficticio, alguien como Viktor, mi amor platónico, de la mejor saga del mundo: Five days in New York with u... lo necesito a ÉL, no a Jackson; el chico es un dolor de cabeza incluso para nuestro profesor jefe.

Razón de vivir: encontrar a un Viktor real.

Joe se parece algo a él: es algo sarcástico y le encanta reírse a cada hora del día pero no, no es él, no es Viktor y eso no va a cambiar nunca.

Además, me vio débil y no voy a permitir que vuelve a pasar, no debería haber pasado. Generalmente cuando voy a tener una crisis siento que me duelen los brazos, las piernas o el pecho y me voy a un lugar privado para tranquilizarme. Mis padres aún no saben que las tengo, solo mi psicóloga, Lilith, a la cual asisto por obligación de mi hermana mayor, que va en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, pero vive lejos de aquí y viene a vernos pocas veces al año.

Esos los pocos días que tengo para poder desahogarme con ella y contarme mis problemas o lo que sea, ella es como mi mejor amiga, pero vive lejos y no me animo a hablar por videollamada con ella.

¿Y mis padres? Ellos solo me hablan si es para referirse a mis calificaciones o cosas del colegio, por lo que nunca tuve la oportunidad de tener una buena relación con ni uno de los 2.

Volviendo a Joe Jackson, no creo que esté lista para confesarle lo que siento por él y menos tocar el tema. Jamás he tenido novio y tengo expectativas muy altas sobre lo que consideraría como "el chico perfecto" o "mi novio" por ser lectora y enamorarme de todos los personajes ficticios. ¿Me he enamorado de verdad alguna vez? Sí, de hecho sí, muchas veces pero solo 1 fue de verdad. Con Kyle Harrison. Ambos éramos mejores amigos en la secundaria pero algo cambió en nuestra amistad: empezamos a sentir cosas por el otro.

¿A qué llevó esto? Me confesó lo que sentía pero yo no, y cuando me iba a besar, salí corriendo. Era solo una cría de 13 años, ¿qué iba a hacer? Yo no estaba lista para eso todavía.

Este recuerdo me ha atormentado por más de 5 años y no me ha dejado tener novio porque siento que nunca voy a estar lista para tenerlo, por ahora solo me limito a soñar con ello.

Miré la hora. Las 9:28 am, en algunas horas más debía ir a mi sesión diaria con mi psicóloga.

Pasó un tiempo y me encontré en la sesión.

—Y bien, Raven, cuéntame sobre el día de hoy—me dijo Lilith al cabo de un tiempo.

Le dije que todo había ido normal; no le mencioné nada sobre la escapada ni la crisis, ¿para qué? Lo que haría sería llegar a casa y anotar todo lo que quiera.

—¿Y cómo van las cosas con el chico nuevo?—preguntó mientras anotaba algunas cosas en su libreta—su nombre era... ¿Joy?

—No lo sé—escupí esas palabras de mala gana—no lo conozco ni he hablado con él.

—Mmm—se limitó a contestarme y volvió a anotar algo.

Generalmente yo siempre era así de brusca, no me gustaba que me hicieran preguntas personales o menos que invadan mi metro cuadrado. Ella siempre le comentaba eso a mi hermana, pero esta solo le decía que ya me iba a abrir con ella, solo debía agarrar confianza y listo.

—Raven—me llevó de vuelta a la realidad—sé que no me tienes confianza pero solo intento ayudarte, debes contarme lo que te pasa, tus pensamientos, dudas o cosas así... quiero tratar de ayudarte a superar la...

—La muerte de mi hermana—la interrumpí y me paré del sillón de la consulta—deja de hablar sobre eso, ese tema no te incumbe, ¡ni siquiera te importa si estoy bien, solo quieres el dinero de mi hermana!—lo último lo dije entre lágrimas y con la vista borrosa.

Salí rápidamente del edificio antes que me alcanzara, aunque aún quedaba 1 hora para finalizar la consulta.

Ella jamás se había interesado en ayudarme, eso no lo hace nadie, porque a las personas solo les importa el dinero, dinero y más dinero.

Me alejé unas cuadras del lugar y llegué a un parque vacío y me senté en una banca a llorar. Estos no eran buenos momentos para mí, ayer se habían cumplido dos años desde que mi hermana menor, Abby, me había dejado. Ella no dejó a mi familia, me dejó a mí... mis padres lo superaron al mes después y mi otra hermana no se había enterado por un viaje con su clase a Brasil pero al año después lo superó y yo... aquí, sin superarla. Me rome el corazón pensar que mi hermana menor ya no está, que murió por una estúpida enfermedad que tenía cura, pero los doctores la dejaron morir, porque era muy joven y no valía la pena.

Desde entonces, mi única salvación han sido la música y los libros, nada más.

Estaba sumergida en mis lágrimas cuando sentí que alguien se me acercaba y se sentaba a mi lado.

Joe Jackson

Después de almorzar, me fui a dar un camino por el parque de la esquina y reconocí a Raven, sentada en una banca llorando, sin consuelo.

Decidí acercarme para saber qué pasaba y me senté a su lado.

—Raven... ¿estás bien?—pregunté esperando su respuesta.

Pude ver cómo velozmente se secó las lágrimas con la manga de la sudadera que llevaba.

—Estoy bien, vete—respondió con la voz entre cortada, pero no me moví—vete, Jackson.

Me limité a rodearla con el brazo pero rápidamente se paró del banco.

—No me toques, ¿quién te crees?—increpó.

—Tranquila, pensé que como estabas triste...

—Nada—me interrumpió—no me toques y punto, respeta mi metro personal.

Me quedé en shock, hace tan solo unas horas la había abrazado y todo para consolarla y ahora me quería matar por hacerlo de nuevo... esta chica tiene problemas.

—¿Pasa algo, Choni?—escuchamos a lo lejos.

Raven McCartney

Oh, por fin, Jimmy. Mi salvación.

Corrí a abrazarlo.

—¿Jackson te hizo algo?—sonó muy amenazante y el chico empezó a tragar saliva.

—Estaba invadiendo mi metro personal—confesé.

Mi mejor amigo me soltó y fue por Jackson, que estaba aterrado, y lo agarró por la camiseta.

—Ni se te ocurra volver a tocarla, Jackson, hablo en serio...

—Ey, ey, ey, tranquilo, Jimmy... solo traté de abrazarla porque vi que estaba llorando, solo eso, ¿crees que le haría daño?

—La verdad es que sí, creo que tú le harías daño... mejor vete, Jackson—lo soltó y después de dirigió a mí.

—No dejes que te haga daño, Choni, vales mucho...—susurró en mi oído antes de que se fuera por donde vino.

Hubo unos momentos de silencio.

Al chico le vibró el celular y lo sacó del bolsillo para revisarlo. Como no me veía, aproveché para escabullirme del lugar hasta mi casa. Al entrar subí las escaleras y me encerré en mi cuarto, a pesar de estar sola en la casa, así me sentía con más privacidad.

Abrí la computadora y entré al sitio de WhatsApp y le escribí a mi hermana:

¿Cuándo vas a venir a casa, Loren?

Suspendí el computador y me acosté en el suelo. Mi diario. Eso debía buscar.

Me metí debajo de mi cama y encontré mi caja; la abrí, pero me llevé una sorpresa: mi diario no estaba y faltaba un chicle de canela y vainilla.

Me puse a gritar y a llorar, si no encontraba el diario en mi habitación, mi iría del país.

Joe Johnson

Había llegado a mi casa, antes me había llegado un mensaje de Sean que decía:

¿Y?, ¿qué onda con Raven?

No quise contestarle, solo lo dejé ahí, en visto.

En lugar de seguir dándole vueltas a eso, me puse a husmear el diario de Raven:

Hoy voy a confesar algunas cosas:

-nunca he tenido novio

-odio a mis padres

-extraño a mi hermanita

Sentí lástima por ella, no sabía si en ese momento estaba haciendo lo correcto. Robarle el diario a la persona de la cual quería ser su crush... era algo descabellado y seguro iba a descubrirme.

Raven McCartney

Estaba exhausta, revisé toda la habitación y ni un rastro de la famosa libreta. Quería morirme. En esa libreta había depositado algunas cosas muy personales, que ni siquiera mi hermana sabía, y algunos sentimientos muy privados.

Yo no soy alguien que se pueda expresar fácilmente y esta situación me estaba matando, literalmente.

Alguien la había robado, y solo hay 2 posibles culpables:

-Joe Jackson

-Lina Foster

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