Sana y Tzuyu vivían una vida muy feliz.

Ambas se amaban demasiado, tenían unos hermosos hijos y eran felices. Aún sin tener el apoyo de sus padres, ambas eran felices.

Sus padres, no las apoyaban porque decían que "No eran normales" y "Que estaban enfermas".

Quizás sí. Quizás y ambos tenían razón, porque el amor que se tenían no era normal. Era algo tan fuerte que sin importar que sucediera, ellas seguirían amándose como el primer día.

Y sí, ambas estaban enfermas. Pero de amor.

Lo que sus padres digan, no importa. Pero lo que su corazón sienta, sí.

Eran felices y eso es lo único que importa. Sus niños son sanos, ambas tienen un buen trabajo donde les pagan muy bien, nunca les falto nada y eso es lo único que importa.

Conozcamos un poco de la vida de estás hermosas chicas y sus hijos.

(...)

─ Sullyoon, Minho. Bajen a comer. ─ "Ya vamos mami." Los niños pronunciaron rápidamente mientras bajaban de las escaleras en una carrera de 'quien baja más rápido'.

Tzuyu, quién también estaba bajando por las escaleras. No pudo evitar soltar una carcajada por tal escena mientras se dirigía a su hermosa esposa, abrazando a esta por la espalda aún sin quitar su mirada de sus niños, quienes ahora discutían sobre cual de los dos había bajado más rápido. Siendo Sullyoon la ganadora, pero el pequeño Minho no quería admitir su derrota. A si que llamo a su Madre Tzuyu para que lo defendiera de su hermana mayor quien se reía por lo infantil que estaba él siendo.

Sana al escuchar a su pequeño llorar, no dudó ni un segundo en salir rápidamente de la cocina hacía el living donde ellos se encontraban. Sana miro a Tzuyu en busca de respuestas del por qué estaba de ese modo su pequeño, su madre negando desentendida diciendo ─ ¡Yo no hice nada! ─ mientras levantaba sus manos hacía arriba en señal de "inocencia".

Siendo ella la que lo hizo llorar al reírse en su cara y llamarlo "Perdedor". En fin, la hipocresía.

Sana no quitaba su mirada de ella, sabiendo que Tzuyu fue quien lo hizo llorar. Pero la otra, sólo señalaba a su hija diciendo que había sido. Tratando de evitar que Sana la castige dejándola sin besos por dos semanas (como ya lo había hecho hace un tiempo atrás), temiendo que eso volviera a pasar.

─ Tzuyu, dime la verdad. ¿Qué pasó? ─ su rostro estaba completamente serio y su peor mirada estaba puesta en ella. La más alta creía que en ese momento moriría. Ya sea del miedo, o de la excitación. Es que, ¿Quién no se pondría estando Sana completamente seria? Porque yo sí. Ya me fui del tema, lo siento. Volviendo a lo anterior, la taiwanesa con miedo se levantó del suelo y camino en dirección a su mujer, temblando.

─ Buena chica. Ahora dime, ¿Qué le dijiste a nuestro hijo para que llorara? La verdad. ─ Yo.. bueno, estábamos jugando y Minho no quería aceptar que había perdido contra Sully así que.. bueno.. yo..─ ¿Tú..? ─ mereíyledijeperdedor─ ¿Qué? No te oigo. ─ ledijeperdedor─ volvió a repetir rápidamente, mirando al suelo. ─ ¡Ya, Chou Tzuyu! ¿Qué fue lo que le dijiste?─ Lo llame perdedor.. lo siento, Sanita. ¡No creí que se pondría así, lo juro! ─ Sana la miro sería. Para luego estallar en carcajadas junto a sus hijos. Quienes no paraban de burlarse de su madre junto a Sana. La otra sólo bufo y se abrazo a su chica, llorando falsamente.

Los niños entre risas, corrieron donde estaban sus mamis y las abrazaron, siendo recibidos con los brazos abiertos y muchos mimos.

Fin.

¡Hola! Decidí hacer un pequeño epílogo contando un poco sobre la vida de estás señoritas y sus hijos. Se que fue muy cortito pero no sabía que más podía agregar, perdón por eso. 🐧

¡Sullyoon es la hija del Satzu! Y el que diga lo contrario, está equivocado. (Bromis) <3

¡Nos vemos!

Att: Yame.