—Llamaré al trabajo y me reportaré enferma.

—No, está bien. Tienes que ir y continuar tu día.

—Creo que me interesa más escucharte— dijo— si estás dispuesto a contarme, por supuesto.

Jungkook bufó, riendo un poco después, rascó su cabeza denotando nerviosismo y sorpresa al mismo tiempo.

—Esperaba ser duramente rechazado,  ahora que lo pienso, eso habría sido más fácil... uh...— negó con la cabeza—Jinhu recién cumplió cuatro, es mi hijo.

—¿Estás casado?

—No— respiró aliviada— la madre de Jinhu tiene su custodia completa, es decir que lo veo muy poco, solo cuando ella lo permite— miró al frente— que es básicamente una vez al mes, y lo que pasó el sábado fue que ella llamó, no suele hacerlo, pensé que algo había sucedido, no alcancé a contestar, la llamé de regreso, no contestó, tuve que ir hasta la puerta de su casa porque tengo prohibido entrar— se encogió— me dijo que no tendría a Jinhu este mes, no me explicó por qué, discutimos, él me vio desde la ventana de su habitación y empezó a llamarme, ella lo regañó, fue toda una escena.

Y después de eso, no tuvo ánimos o mente para pensar en una cita con una chica que muy apenas conocía.

Brook seguía con el celular en su mano, volvió a mirar la foto y es que si le prestaba atención, el niño era Jungkook en miniatura y por la forma en la que lo abrazaba y sonreía a la cámara con el mayor al lado, decía mucho. No podía negar que estaba en absoluto shock, pero demostrar su sorpresa no ayudaría en nada más que alterar todo.

—Es muy lindo. Se parece a tí en absolutamente todo.

—Oh, lo sé, es mi copia, no vas a encontrar un niño más guapo que mi Jinhu— rió, le entregó el teléfono de regreso— el punto es que, me quedé pensando en varias cosas y una de ellas fue que, no puedo pretender retomar una vida amorosa, tener citas y esa mierda porque, no cualquiera va a aceptar este lado de la historia.

—Y por eso decidiste no asistir a nuestra cita.

—Si, lo siento. No fue mi mejor movimiento para impresionarte, pero, recordé que eres una chica universitaria que según sé tiene muchos problemas y lo último que necesitas es salir con un tipo que tiene un hijo y trae más problemas encima.

—Bueno, boxeador, eso no lo decides tú sino yo— le hizo saber— aunque no me creas, esto me alivia, puedo descartar la opción de que eres un mujeriego en potencia.

—Lo parezco, pero no lo soy.

Brook se colocó de pie, observó la hora y todavía tenía tiempo para llegar al trabajo.

—Escucha, te llamaré a eso de las siete y media de la noche, no te preocupes, yo si llamo.

—No vas a olvidar esto, definitivamente.

—Nunca, en fin, te llamaré y luego de pensarlo, sabrás mi respuesta.

—Eres un asunto distinto, Angel— aceptó sus condiciones— esperaré tu llamada y una última cosa.

Se levantó, se ubicó detrás suyo y pasó un brazo por sus hombros, dejándolo allí y procedió a tomar una fotografía con su propio celular, tomándola desprevenida, pero alcanzó a sonreír.

—¿Y eso?

—Para que le enseñes algo decente a tu padre y no la mierda que tomaste el sábado— tenía un punto— déjame llevarte al trabajo y estaré tranquilo hasta la noche. Es más, salgamos en la noche.

—¿Buscas acapararme las veinticuatro horas acaso?

—Lo que sea necesario para convencerte de que salir conmigo no es tan malo, aunque si lo sea.

—No estás ayudándote mucho, Jungkook. Depende de lo que decida, te diré si puedes pasar por mí o... puedo pasar mañana por tu trabajo y almorzar juntos como hemos estado haciendo estas últimas semanas.

—Me agrada más esa idea.

—Y así tendremos más tiempo para hablar.

—Eso no tanto.

—Entonces no hay más que discutir, see ya, fighter.

—Eso si lo entendí.

La dejó irse, colocó ambas manos en los bolsillos delanteros de sus jeans y se rió viendo cómo ella destacaba si o si entre todas las personas, era la primera vez que salía con una chica que era todo colores en un mundo que parecía marrón. Él incluído.