|30|
Brook se negaba a abrir los ojos, incluso con el insistente pitido de la alarma infernal de Jungkook, ella seguiría durmiendo. Su novio necesitaba una alarma fuerte o de lo contrario, no despertaba, era de sueño pesado.
Pero la alarma continuaba sonando y él no parecía tener planes de apagarla, así que se giró y lo sacudió.
—¡Apágala!
Lo vio removerse, tomó su teléfono y al fin, se hizo el silencio. Brook volvió a enterrar su rostro en la almohada y suspiró en paz.
Luego recordó para qué era esa alarma.
—Vuelve a dormir...
—¡Tenemos que pasar por Jinhu!— se levantó, arrodillándose en la cama, volviendo a sacudirlo para que espabilara— Tu hijo, Jungkook, tu hijo.
—Son las seis, Angel, Seokjin debe seguir dormido, no hay poder humano que lo levante a esta hora luego de tratar con muchos niños— bostezó— Jinhu seguro sigue durmiendo.
Una llamada entró y Brook contestó.
—¿Hola?
—Anye, yo listo.
—Ya vamos— lo pellizcó, provocandole cosquillas— habla con tu papá el perezoso.
Jungkook levantó la cabeza, él juraba que Jinhu seguiría dormido a esa hora. Habló con él, viendo a Brook correr al baño, seguramente a ducharse.
—¡Espérame!— le gritó, recibiendo una negación— Ya vamos, hijo. Papá te ama, hablamos luego— colgó apenas recibió un te amo de vuelta y se metió al baño— ¡Ya llegué!
—¡Largo!
Seokjin abrió la puerta, bostezando y acariciando la cabeza de Jinhu, que estaba bañado y listo para irse. Inmediatamente buscó los brazos de su padre y allí se acurrucó, hacía frío.
—Te ves horrible.
—Esto es lo mejor que puedo verme a las seis de la mañana un domingo. Jinhu se despertó temprano porque le dijiste que vendrías por él a esta hora— volvió a bostezar, Brook llegó a su lado y saludó cariñosamente al menor, luego a Seokjin— entonces, fue a buscarme y lo ayudé a alistarse, creo que me ha quedado bonito.
—¿Fue mucho trabajo?
Suspiró pesadamente, asintiendo.
—Lo fue, tengo pizza en mi pared— se lamentó— siete niños, siete.
—La próxima vez deberías prestar tu casa, Jungkook— él negó.
—No, belleza, yo no poseo ese nivel de paciencia o aguante— bufó, sus ojos muy abiertos y Seokjin riéndose— imagínate yo controlando siete diablos, no, gracias, me quedo con mi diablito.
De vuelta en el auto, Jinhu comenzó a relatar todo lo que hicieron, lo mucho que se divirtió y como todos durmieron juntos en el suelo con muchos cobertores, pidiéndole a su padre hacer lo mismo en casa los tres.
—Si Angel quiere, haremos nuestra propia pijamada.
—Anye si gusta, ella no me dice no.
—Tenemos que hablar sobre eso, eh.
—Él no me ha pedido nada a lo cual deba negarme, no es mi culpa. Además, debemos aprovechar el tiempo ahora, cuando regrese a la universidad, con suerte nos veremos los domingos— aseguró, sacando su teléfono al sentirlo vibrar en su bolsillo.
—Bien. ¿Es tu mamá? Deberíamos pasar por ella e ir a desayunar todos—sugirió— Oh, es día de visitas, vamos a llevarle algo a tu padre, seguro le gustará conocer a Jinhu.
—¿Papá de Anye?
—Así es— le sonrió por el retrovisor, deteniéndose en un alto— ¿Angel?
No quería contestar, sus manos estaban tomando el teléfono con mucha fuerza y su mirada se quedó estática en la pantalla. Era del hospital, a ella nunca la llamaban del hospital, siempre se contactaban primero con su madre y era ella quien le daba la razón, manteniéndola informada de lo que los médicos decían.
Jungkook entendió, así que tomó el teléfono y contestó él mismo cuando volvieron a llamar, Jinhu permaneció en silencio, el ambiente se había tornado extraño y sentía que no debía decir algo.
—¿Hola?— buscó orillarse cuando el semáforo cambió.
Brook cerró los ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro