Brook estaba maravillada con todo el amor que Jinhu le demostraba a Jungkook, se aferró a él con todas sus fuerzas hasta que se quedó dormido en sus brazos y el mayor se disculpó para ir a acostarlo, tardando breves minutos en regresar, activó la alarma en el teléfono para despertarse y ayudarlo a prepararse para la escuela.

—Estás sonriendo raro.

—Es que te ves muy feliz, es la primera vez que presencio este Jungkook. Me parece muy lindo verte siendo papá, uno muy bueno.

—Doy todo de mi para que Jinhu se sienta bien a mi alrededor, mis padres eran igual de buenos conmigo, por lo que estoy tomando su ejemplo para que mi pequeñito sea un niño tan feliz como lo fui yo— rió —yo fuí el jodido niño más feliz del mundo, disfruté esa etapa como no tienes idea y odio mucho que se acabara porque esto de ser adulto es una porquería.

—A nadie le gusta ser adulto, no conozco a la primera persona que piense que es mejor que ser niño— observó la televisión, una película a la que no había prestado atención pero que sabía, era romance— cosas que pagar, trabajar, problemas, complicaciones, obligaciones, metas, deseos inalcanzables... y la lista continúa.

—Y se pone peor, de hecho, nunca deja de empeorar— apagó la televisión, tomó su muñeca, pidiéndole acercarse— ven.

—¿Mm?

La acercó, le ubicó en su regazo y abrazó su cintura, Brook sintió como acariciaba su espalda con lentitud y cariño, arrugó el ceño, se abrazó a su cuello mientras se preguntaba por qué de repente quería llorar.

—Llorar solo, no sirve de mucho, de hecho, no sirve de nada— empezó a decirle, se mantuvo en silencio—porque lo que necesitas, es consuelo mientras dejas salir todo, así, cuando termine, vas a sentirte realmente mejor. La soledad en tiempos difíciles es horrible, te jode el triple.

—Idiota— musitó— me has traído a llorar.

—Sí y no. Quería que conocieras mi espacio, llevamos un buen tiempo saliendo y pensé que era momento para enseñarte más de mí— le apretó un poco más— y quería decirte algo.

Se alejó, no le había gustado ese tono de voz.

—¿Algo malo?

—No, no es nada malo— tranquilizó— es que ya sabes que yo no me aguanto las cosas y me dije que iba a esperar a que fuese un mejor panorama, pero soy un jodido impaciente.

—Y te tardas en ir al punto.

—Es que soy hablador, rubia.

—Muy bien, prosigue.

—Vale, escucha, quiero dejar la fase de pre novios y ya empezar a serlo— ensanchó los ojos— no me mires así, dijiste que nunca voy al punto y ya lo hice, hazte responsable.

—Es que, me tomas por sorpresa.

—Ya sé que tengo una forma de ser cuestionable, que te colmo la paciencia, que soy un poquito estresante e intenso, qué discutimos con frecuencia. También sabemos que eres mandona, perfeccionista...

—No te estás ganando el sí.

—Que me amenazas muy seguido y que al inicio te mandé a freír espárragos unas veinte veces, pero— levantó una mano, luego el dedo índice— son más los puntos a favor y las cosas malas no son catastróficas, por lo que concluyo que funcionaríamos malditamente bien.

—¿No crees que vamos un poco rápido?

Jungkook bufó al techo.

—Hace como tres semanas tendríamos que ser novios. Me gusta ir lento, no estoy acostumbrado, pero es agradable, sin embargo, esto no es lento, esto es anciana en andadera, ponerle unos patines no estaría mal.

Se mordió los labios para que su risa no se escuchara en absoluto y luego se vio obligada a esconder su rostro entre sus manos mientras Jungkook seguía alegando que no era un chiste, que hablaba muy enserio.

Se despejó el rostro y sonrió pensando en que Jungkook haciendo berrinche era de lo más lindo, le calló con un beso rápido que no debería ser considerado un beso, pero no podía pensar en otra palabra para describirlo.

Se quedó en absoluto silencio, luego de un rato, se puso de pie todavía cargándola y caminó con ella a paso rápido hasta su habitación, Brook se sorprendió mucho por ese arrebato.

—¿No hay cuarto de invitados?

—Mis bolas van a dormir en el cuarto de invitados, no, tú te quedas aquí— señaló su cama— cama de Jungkook, Brook, Brook, esta es la cama de Jungkook.

Procedió a lanzarla sobre esta y acomodarla bajo las cobijas una vez él también subió. Brook seguía atacada por la risa.