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¿El morado y el verde combinan?

Capítulo tranquilo y que mostrará un poco de IzuJirou únicamente.

Espero que les guste el capítulo!.

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----- ¿El morado y el verde ---- ---combinan? ---------

Gimnasio de UA
13: 55 h.

Izuku miraba a todas partes con OFA activó a un 20% y sus látigos saliendo de los pulgares de sus manos.

- (¿Dónde estás amigo?) - pensó el pecoso.

Un rugido de un motor provino desde el fondo y de ahí, un fogonazo azul llegando a toda velocidad con Izuku.

El se percató y dio una voltereta a un lado para evitar el atropello. Unos cuantos metros al frente se desveló que era Iida puesto un traje de gimnasia igual que Midoriya.

- ¡3 minutos para terminar! - grito Present Mic como árbitro a los estudiantes.

Los rivales se vieron mutuamente y se prepararon para el siguiente movimiento del oponente.
Sin darle más tiempo al ojiverde, el peliazul comenzó a correr en contra de Izuku el cuál lo tenía preparado con uno de sus látigos.

Una vez que estuviera tan cerca para encestarle una patada, Izuku dió un azote al suelo con su látigo que hizo volar a unos metros a Tenya y caer de espaldas.

Se recompuso lo más rápido que pudo y evitó que el látigo lo atrapara y comenzó a correr en círculos alrededor de Izuku.

El peliverde desvaneció su materia oscura y preparó sus dedos. Una vez que tenía memorizado en qué momento el delegado pasaría enfrente de él, disparaba sus balas de aire contra Iida.

Iida consiguió esquivarlo pero su suerte no duró, una bala le llegó a sus pies haciendo tropezar y salir deslizándose en el suelo descontrolado.

Una vez que consiguió frenar lo suficiente, Izuku aprovechó y enredó sus látigos alrededor de la cintura del velocista.

- ¡Ataque especial: Centrifugar! - grito el peliverde para comenzar a girar en su propio eje aumentando su velocidad de forma progresiva - ¿¡Te rindes, Iida-Kun!?.

Iida quien giraba a una gran velocidad negó con la cabeza. Llegado a un gran velocidad de giro, el velocista activo los motores en sus pantorrillas para ir disminuyendo el movimiento.

Sacó fuerzas y comenzó a ir lentamente donde Izuku estaba usando los mismos látigos que tenía.

- ¡Detente, Iida! - grito Izuku - ¡Oh quitaré el Black Whip!.

- ¡No!.

Una vez estando cara a cara, Izuku desactivo la peculiaridad del Quinto y Iida salió volando a unos metros. El susodicho no desaprovechó ni un segundo, inclusive estando tan mareado. Activó sus motores y salió disparado en contra de su amigo el cuál solo alcanzo a cubrirse su cara con sus manos.

Izuku recibió una potente patada que lo mandaría a estrellarse contra el techo y luego caer a unos colchones que All Might lanzó con su forma musculosa que desapareció una vez que Izuku cayó a ellos.

- ¡Midoriya ya no puede continuar!¡Iida gana! - exclamó el héroe de gritos sónicos.

Y con eso, terminó el entrenamiento.

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Habitación de Kyoka
14: 23 h.

La pelimorada estaba tumbada en su cama con su uniforme escolar todavía.

Ella miraba videos en el móvil mientras comía unas galletas Oreo de sabor fresa.

Ella apartó un poco las galletas y se dió la vuelta para quedar panza arriba. Vio por unos momentos ese montículo de grasa asomar y ocultar sus pies casi por completo.

Ella dejó su teléfono a un lado y sentó en la cama, se desabrochó su camisa y dejó al descubierto su panza.

Ella colocó una mano por debajo de su vientre y la otra, se levantó un poco los pechos, tenía una panza muy redonda y era increíblemente suave al tacto.

Pero... Aunque pareciese una mujer embarazada con ya varios meses... Era de las más pequeñas todavía.

Ella suspiro con decepción y se levantó a ducharse.

Tras unos cuantos minutos, ella salió con una toalla en la cabeza y otra cubriendo un poco su cuerpo. Ella se aseguro que su puerta tenía pasador y ahí fue cuando se quitó las toallas quedando como Dios la trajo al mundo.

Su piel blanca y suave, una cara esbelta todavía y unos hombros pequeños.

Tenía muy pocos pliegues en la espalda a comparación de las otras chicas y su trasero seguía pequeño al igual que sus pechos, claro, comparado con las demás. Ahora tenía las tetas del mismo tamaño que la Tsuyu delgada y un culo tan redondo y hermoso que la Mina atlética pero seguía siendo tan poco a comparación de las demás.

Ella se acercó a su cajonera y se agachó para buscar ropa interior.

La primera braga que vio, intentó ponersela pero le fue muy doloroso subir más allá de sus muslos más grandes y suaves.

El segundo consiguió ponérselo pero le era muy incómodo por lo apretada que era hacía su zona íntima.

La tercera braga parecía quedarle a la perfección... Hasta que se rompió por los costados y cayó de forma patética a un lado.

Así estuvo unos 5 minutos hasta que consiguió una braga la cuál le era cómoda y con un bonito color blanco.

Ella miró su vieja ropa interior y se deprimió un poco, en el siguiente cajón intento buscar algún brasier de su talla pero esa idea se desvaneció al ver los pequeños que eran.

- No tengo ni ropa que me quede en casa ni tampoco en la escuela - se dijo así misma con cara depresiva.

Ignorar los brasieres quizás sea buena idea hasta nuevo aviso.

Con los pantalones ella buscó alguno que le pudiera quedar pero sucedía lo mismo que con sus bragas.

Algunos pantalones a duras penas subían por las piernas, otros quedaban atascados con su trasero y otros ni siquiera podía abotonarse.

Rendida, se buscó un pantalón chándal el cuál le quedó ajustado y ceñido por los elásticos.

Y por último, una camiseta.

Las camisetas sin mangas le quedaban como un minitop, las camisetas ordinarias le quedaban como tops y sus jerseys grandes aún dejaban ver una pequeña parte a su panza por la parte inferior.

- (Tengo que ir a comprar ropa) - pensó con una pequeña gotita de sudor en la nuca.

Resignada, camino a su cama y se acostó en ella y con el movimiento de su cuerpo hizo que su jersey se contrajera dejando a la vista su panza.

Ella recordó lo que dijo Aizawa al final de la clase de Cementos.

- Mañana toca pruebas físicas... ¿Por qué me pasa esto a mí? - ella comenzó a toquetear su barriga para intentar pasar el mal momento. Todo el movimiento a su tripa hizo que está gruñera. Ahora tenía hambre.

Así pasaron unos cuantos minutos hasta que alguien tocó la puerta.

Ella esperaba que fuese Mina o Momo iba a decir algo descortés pero al escuchar la voz del otro lado de la puerta quedó congelada.

- Jirou-San, ¿Te puedo pedir un favor? - preguntó Izuku del otro lado de la puerta.

Ella se levantó y fue corriendo a abrir la puerta solo para que ella chocará su panza con la cabeza de Izuku el cuál hacía una reverencia.

Y a diferencia de lo que pensaba, ella fue la que rebotó y el peliverde quedó en el mismo lugar.

- Enséñame a tocar la guitarra - dijo el pecoso para ver a la chica - Deseo aprender a tocarla y digamos que no soy muy bueno, te lo pido.

- ¿Huh? - después de sobarse un poco la panza después del golpe, ella se sonrojó bastante por la actitud y postura del peliverde - ¿¡Eh!?.

Tras unos segundos de desconcierto, Jirou invito formalmente a Midoriya a pasar a su habitación.

- ¿Quieres que te enseñe a tocar la guitarra? - preguntó con un ligero tinte rosa en sus mejillas.

- Si, pienso firmemente que eres la persona que mejor toca guitarra en toda la academia - respondió - Pero claro, si no puedes... Si no puedes está bien.

- ¡Claro que puedo! - afirmó asustando un poco al peliverde - Pero con una condición, Midoriya - alzó un dedo para después señalar al peliverde - Quiero que me acompañes al centro comercial a comprarme nueva ropa.

- ¿Eh? ¿De verdad quieres ir conmigo al centro comercial? - Izuku se sonrojó al mismo nivel de Kyoka - Bueno... Lo veo justo para que la mejor guitarrista de UA me enseñé a tocar - le dijo para que el sonrojo de Kyoka aumentará en un 40% - ¿Te apetece salir a las tres?.

- ¿Eh? (¡Se suponía que "yo" debía de agendar todo, no él!) C- Claro.

- Bien - Izuku se levantó de la cama de Jirou y volvió a hacer una reverencia estando a la par de la puerta - ¡Gracias, Jirou-San!.

Y con eso, Izuku la dejó sola en su habitación.

- ¿Que acaba de pasar? - se preguntó así misma con pequeños torbellinos en los ojos - ¿Yo lo invité o él me invitó...?¿¡!?.

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15: 10 h.

Izuku y Kyoka caminaban ya por las calles un poco llenas de nieve.

Izuku llevaba un pantalón de mezclilla azul claro bastante desteñido en las rodillas, unas camiseta blanca por debajo de una camisa franela color verde y una chaqueta de cuero café bastante abrigadora.
Y claro, sus botas rojas que llegaron a aguantar el 100% de su poder en algunas ocasiones.

¿Cómo no se habían roto?.

Por otro lado, Kyoka llevaba la misma ropa que en la residencia. Había confirmado después de 25 minutos que esas eran las únicas prendas que le quedaban.

Un chándal azul oscuro que apretaba su barriga, un jersey negro muy ajustado que dejaba ver un poco de tripa y unas zapatillas sin cuello color moradas con algo de suciedad y barro pegadas en las suelas. Y como detalle, una sudadera gris la cuál le quedaba muy ajustada y ceñida al cuerpo y para la cereza del pastel, no abrigaba nada.

Ella estaba temblando como nunca, Izuku lo vio y se detuvo. Kyoka se extraño y sin previó aviso, Izuku le colocó su chaqueta de cuero de forma cuidadosa.

- Abrígate, Jirou-San. Aunque comienza a llegar la primavera, hace frío todavía - Izuku dijo y le dio una sonrisa que causó un sonrojo en la chica.

Kyoka no dijo nada y solo se acomodó correctamente la chaqueta. Ella aprovechó que Izuku no miraba y olió el abrigo.

- Huele... Huele a Izuku~ - susurró suavemente.

Aún con su nuevo tamaño. Ese abrigo le quedaba muy grande todavía...

Al subirse al primer tren que les llevaría para allá, tuvieron la buena fortuna de conseguir ambos asiento comenzar a charlar respecto a cosas mundanas pero al hacer transbordo a otro tren, toda la suerte del dúo se fue al ver lo lleno que iba.

Izuku se puso enfrente de Kyoka y una vez que todos los civiles se hayan bajado, caminó para hacer suficiente espacio para ambos e ir un poco cómodos aunque eso no duró mucho puesto que a la siguiente parada se llenó aún más de gente el tren.

Lentamente los iban empujando hasta chocar el uno con el otro cara a cara.

Jirou con los músculos y abdomen sólidos cuál acero y Midoriya con los rollos y gran abdomen suave de la chica.

- (Esto es muy caliente) - pensaron ambos al mismo tiempo.

Ambos ocupaban bastante espacio.
Izuku por su cuerpo cambiante y lenta transformación al mismo tipo de cuerpo que llegó a tener su maestro en su era de Oro y Kyoka por su tan apreciada grasa.

Al salir del tren ambos se dieron un pequeño estirón y vieron el centro comercial enfrente de ellos.

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Centro Comercial al aire libre de Musutafu.
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15: 54 h.

- Es más grande de lo que recordaba - dijo Kyoka con una sonrisa - Aquí podemos hasta comprar cosas de música, Midoriya - ella lo volteó a ver y vio que él estaba algo nervioso - ¿Qué te sucede, Midoriya- kun?.

- N-Nada - dijo algo nervioso e incómodo - Solo tengo una mala experiencia en este centro comercial.

- Oh... Si deseas, podemos ir a otros centros comerciales - dijo la chica acercándose un poco a Izuku.

- No te preocupes. Se que... Se qué no pasará nada está vez ¡Estoy seguro!.

Izuku alzó el puño derecho y dijo el lema de la academia.
Kyoka lo vio e hizo lo mismo que Izuku y así, ambos fueron para allá.

Una vez en la entrada, vieron que no había tanta gente como la última vez que llegaron.
Quizás será por que llegaron un miércoles por la tarde o tal vez el frío que se sentía por la temporada.

Después de caminar, perderse y después volver al inicio para ver el mapa de visitantes. Ambos fueron a las tiendas de ropa los cuáles se encontraban en el centro del lugar en la planta cero, cerca de la fuente central.

Antes de entrar al primer lugar, Izuku quedó mirando esa fuente. Por puro instinto llevó su mano al cuello para protegerlo.

Kyoka lo vio y, armándose de valor tomó de la mano a Izuku para entrar finalmente a la tienda.

Una vez dentro, ambos se percataron de las canciones que sonaban de los altavoces, una canción algo seria y un poco lúgubre canción cómo sería "California Dreaming" de fondo.

Kyoka tomó un pequeño carrito que a la mínima dejaba tirado para ir a buscar ropa. Izuku tomaba el carrito y seguía a todas partes a la pelimorada.

Ella escogía todo lo que necesitaba. Tomaba algunos pantalones, camisetas de verano y algunos jerseys de invierno/primavera y los metía en el carro.

Cuando llegaba la hora de la ropa interior, intentaba calcular más o menos cuál era su talla actual y cuál le quedaría ajustado y cuál le quedaría bien.

Cuando le iba a preguntar a Izuku si deseaba comprar algo de ropa, ella lo descubrió viendo a una mujer 5 o 6 veces más grande que todas las chicas juntas.

Unas tetas enormes de tamaño de sandías, un trasero de dos asientos de ancho y una panza tan grande que colgaba casi hasta las rodillas y una cara con una papada y mejillas algo prominentes.

Claramente, la mujer venía por las mismas razones que Kyoka.

Ella se entristeció al verle en sonrojo lo que Izuku tenía por ver a semejante mujer a unos metros de ellos.
Comenzó a jugar con sus Jacks y tomó por un costado su panza, tuvo una idea que era algo vergonzosa.

Ella bajó un poco el chándal que llevaba y dejó tomar un respiro a su barriga.

Ella rápidamente se arrepintió y cuando se lo quería volver a subir y ocultar su vientre, este gruñó fuertemente que hizo a Izuku reaccionar.

Izuku la vio y vio su vientre asomar por la parte inferior del jersey.

- Es hermoso - susurró el peliverde.

Con ese comentario, Kyoka decidió comerse su vergüenza y mejor conservar así los pantalones.

Comer... Ella no había almorzado nada desde las 10 que había sido el almuerzo.

Tenía hambre.
Tenía mucha hambre.

Ella guardó toda la ropa interior rápidamente en el carrito y miró al peliverde aún mirando a su vientre.

- O- Oye, Midoriya-kun - llamó Kyoka - Sígueme - pidió.

Él asintió y le comenzó a seguir. Después de unos metros más llegaron a los vestidores donde Kyoka le ordeno que la esperase en los sillones que estaban cerca de ahí.

El hizo caso y fue a esperar junto con varios hombres sentados en los sillones.

- ¿Esperas a tu novia? - preguntó un tipo al lado de Izuku.

- ¿¡Qué!? - exclamó con cara colorada - E- Ella solo e- es mi amiga, pero sí. La estoy esperando - respondió mientras jugaba un poco con los dedos.

- Si tú lo dices - dijo el hombre para acomodarse en el sofá y colocarse la gorra en la cara - Las mujeres se tardan en los vestidores como en el baño, te recomendaría descansar ese rato.

Y con eso, Izuku vio como el tipo había quedado dormido en los sillones.

Por otro lado, Kyoka iba caminando cargando su ropa a algún vestidor disponible. Una vez que la encontró, dejó toda la ropa en una pequeña silla y cerró la cortina de material bastante grueso.

Y así ella se comenzó a probarse la ropa.

Algunos sujetadores le quedaban algo apretados y otros muy grandes todavía. Unos pocos eran de su tamaño.

Ella tuvo más suerte con sus bragas aunque por motivos obvios, ella no se los probaría estando aún en la tienda.

Los pantalones que compro, todos le quedaban como un guante.
Ella aprovechando eso, quiso probar algunos estilos que quizás podrían gustarle al peliverde como sería dejar su barriga al descubierto del pantalón.

Y con sus camisas, algunas aún le quedaban ajustadas de la zona abdominal haciendo delinear más de lo que le gustaría su torso.

Aunque... ¿A Izuku le gustaría que ella usará estás camisas de botones?.

Viendo las posibilidades dejó solamente algunas de todo su catálogo y se comenzó a probar los tops, camisetas sin mangas o algunos de sus jerseys.

Después de unos cuantos minutos ella estaba dispuesta a salir, pero. Ella volvió a ver a esa enorme dama de hacía rato luchando por entrar en uno de los vestidores.

Las inseguridades de Kyoka se volvieron a disparar a todos los rincones de su cerebro.

Ella se mantuvo callada y salió a la sala de espera donde, al lado de Izuku. Estaba una pareja discutiendo respecto a que el novio se había quedado dormido.

El peliverde dejó de ver a la pareja y nada más ver a la chica se levantó y rápidamente estaba enfrente de la chica.

- ¿Y que tal, Jirou-San?¿Te gusta tu nueva ropa? - preguntó alegremente el peliverde.

- Si, vamos a pagarlo y... ¿Te molesta que pasemos por algún restaurante? - preguntó algo nerviosa - No almorcé para venir, jeje.

Y ahí, Izuku la vio con mala cara cosa que aterro a la chica.

Izuku suspiro y miró a los ojos a la chica. - ¿Por qué no comiste? - preguntó.

- Mmm, bueno... - Jirou, por la vergüenza decidió desviar la mirada a otra parte, preparándose para un regaño del peliverde.

- Kyoka Jirou, es importante comer antes de salir alguna parte y creo que lo sabes - regaño como una madre - Vamos a pagar y más te vale comer, yo te invito.

Y con eso, Jirou la miró con un sonrojo a Izuku, más con la amplía sonrisa que el tenía en su rostro angelical.

Ambos iban caminando muy juntos.
Jirou sentía que su corazón explotaría
¿Realmente ella tenía toda la atención del peliverde?¿¡Solo para ella!?.

No para Mina, No para Momo. Ni tampoco para Tsuyu y Ochako o esa inventora loca.

El era solo para ella en ese preciso momento...

Era... Era genial.

Al salir de la tienda un grupo de chicas de Secundaria los rodearon.

- ¡KYYYAAAAA! ¡Es el héroe Deku! - exclamaron todas las chicas formando un círculo alrededor del peliverde y excluyendo a la peli morada.

- T- Tranquilas - intento calmarlas pero ellas solo parecían revolucionarse más.

Con esta vista. Kyoka sintió una punzada de celos.
Y unos celos que no paraban de crecer y crecer.

Ella estiró sus jacks y se lo clavó en los oídos a las dos chicas que parecían ser más problemáticas.

- ¡Oye, Izuku! - llamó Jirou por el nombre de pila - ¿Seguimos caminando?.

¿¡Ella le había hablado por el nombre de pila!?.

Izuku captó la señal y asintió.

- Lo siento p- pero necesito irme - dijo el peliverde para pasar por encima de las dos chicas las cuales estaban tiradas en el suelo agarrándose los oídos.

- ¡¿Qué!? - exclamó una.

- ¡Danos tú autógrafo! - grito otra.

- ¡Se mi novio porfavor! - grito una chica la cuál tomó de la camisa verde al peliverde

- ¿¡Huh!? - Izuku activó el OFA y se escapó del agarré.

Usando los látigos negros los cuales salieron desde sus lumbares, cargó con las bolsas y tomó a Kyoka en brazos como una princesa y dio un gran salto alejándose de las chicas acompañado de un pequeño choque de viento.

Jirou lo miraba con incredulidad y admiración.

Su rostro se veía tan heroico y... Y tan hermoso. Ella vio sus labios.
En la posición en la que estaba podía conseguir robarle perfectamente un beso al peliverde ¡Ser ella la ganadora!.

Pero... Eso no sería justo ¿Verdad?.

Ella se acobardó al último momento y solamente se acomodó un poco más en los brazos del peliverde.

El, por otro lado. Terminó aterrizando justo en la barandilla de la segunda planta.
Colocándose de cuclillas bajó con suavidad a Kyoka y con ella en suelo firme, le acomodó ligeramente la chaqueta de cuero que el le dio a ella.

- (Quién diría que me volvería tan popular) - pensó Izuku viendo por el rabillo del ojo a esas chicas en Tierra firme - Y ni siquiera soy un Héroe Profesional.

Kyoka lo vio y no pudo evitar reírse un poco de toda la situación. Esa acción tomó desprevenido a Izuku el cuál la miró con desconcierto.

- Es curioso todo esto - dijo ella entre pequeñas risas - vamos, justo nos trajiste a la zona de comida - ella sonrió y con un leve sonrojo se adelantó un poco - ¡Vamos, Midoriya-Kun!.

El sonrió y desactivó One For All y siguió manteniendo activado los látigos negros y se bajó del muro a estarse al mismo paso de Jirou.

Ella se llevó un dedo a la boca y observó todos los restaurantes que había en la zona.

Habían restaurantes nativos de Japón y otros de marca extranjera. Los olores de la comida de todas las marcas que había hacía que se le hiciera agua la boca.
Inclusive llegó a babear por accidente cosa que ella se limpió tan rápido como se dió cuenta.

Todo esto le parecía adorable a Izuku el cuál no paró de sonreír en toda la caminata.

- Ow, ¡No me decido por cuál restaurante comer! - Kyoka grito al cielo en una pose bastante dramática que solo hizo reír a Izuku.a

- ¿Te podría hacer una recomendación? - preguntó Izuku poniéndose enfrente de Kyoka.

- ¡Sí! - y con eso, ella recuperó la compostura - ¿Algún restaurante, bar o algo? - preguntó algo ansiosa.

- Aquél restaurante Italiano - señaló el pecoso - Un primo mío trabajo ahí, sirven buenas porciones y es todo bastante higiénico a diferencia de... - el pecoso vio con cara de asco el
Taco Bell al lado de ellos - Algunos establecimientos.

- ¿Comida italiana? Me gusta la idea.

Y con esas, Izuku guío a Kyoka hasta el local de comida.

El local era grande y con hermosos acabados de madera al estilo occidental.

Con nada más en la entrada había hasta un empleado el cuál te llevaba hasta la mesa que estaba desocupada.
¡Parecía algo de ricos!.

- Una mesa para dos porfavor - pidió Izuku.

- Por supuesto, una mesa para la Joven pareja.

- S- Somos amigos - aclaró avergonzada Jirou.

- Por supuesto - y con eso, el empleado hizo un gesto para llevar a la mesa al dúo.

Era una mesa de esquina. Una silla era de madera y la otra era de esas largas bancas que colocaban en las paredes de los locales.

Jirou se sentó en la banca pero era demasiado incómodo para ella. Midoriya vio esto y le decidió dar su asiento cosa que ella agradeció.

Al sentarse en la silla de madera escuchó como crujía con cada movimiento que hacía.
Izuku lo vio y, aparte de sonrojarse, le dijo que era normal. Esas sillas de madera ya eran algo viejas en todo caso.

- Y Jirou-San, ¿Ves algo que te guste? - preguntó Izuku metido en el menú.

- Tú... - susurró ocultando su sonrojo tras el menú - Quizás... ¿Todo de cada uno? - dijo con un tono levemente serio.

Izuku la miró, parpadeo un par de veces y comenzó a reírse en voz baja.

- ¿D- De que te ríes, Midoriya-Kun? - preguntó algo nerviosa la peli morada subiendo la cara del menú.

- Je, no. Nada - dijo calmándose un poco - Está bien ser alguien soñador pero hay que tener en cuenta los límites - dijo con una pequeña risa.

Y ahí, un golpe al orgullo de la chica.

- ¿N- No me ves capaz? - dijo con voz algo temblorosa y con voz quebradiza.

Izuku lo notó y rápidamente sus risas desaparecieron y la preocupación lo invadió.

- Jirou-San ¿Te encuentras bien?.

Izuku trató de tocarle el hombro pero uno de sus jacks le separó.

¿Tanto la había lastimado?.
¡No lo había hecho a propósito!.
¿¡Quizás algún trauma!?.

Los pensamientos retorcían el cerebro de Izuku en busca del causante del problema hasta que cayó en cuenta de las palabras que usó.

"Está bien ser alguien soñador pero hay que tener en cuenta los límites".

Eran... Muy similares a las que
All Might le había dicho en esa azotea.

¿Quizás... Kyoka Jirou pasó por un trauma similar?.

Obviamente no por ser una "Sin peculiaridad" pero... ¿Quizás por la confianza?.

Teniendo en cuenta los límites que llegó a demostrar en aquella fiesta navideña, veía físicamente imposible que Kyoka consiguiera comer todo eso.

Quizás... ¿Creer en ella en dimensiones más reducidas?.

- Jirou-San, no es que te vea incapaz, solamente sería... Poco acostumbramiento - dijo algo avergonzado - (Jamás pensé decir esto).

- ¿Eh? ¿A qué te refieres? - Preguntó secándose una pequeña lágrima con su dedo.

- Si intentas pedir el menú entero, tu cuerpo no lo toleraría y... Posiblemente vomitas pero... - Izuku género un látigo negro desde la parte inferior del oído y lo posicionó al lado del Jack de Jirou - Iniciar con lo que controlas estaría bien, con entrenamiento... No vomitarias.

Izuku sonrió torpemente.
Los ojos de Kyoka se iluminaron y su corazón se llenó de un calor agradable.

Ella decidió tocar aquella sustancia oscura que Izuku había generado desde su oído. La sustancia era fría, rugosa y llena de picos irregulares, pero... Incluso con esas irregularidades... Era tan agradable estar tocándolo.

Quizás... Quizás sea por el usuario de está...

- Eso... Eso es una curiosa similitud a tu peculiaridad - Kyoka comenzaba a reírse con delicadeza.

Izuku la acompañó y ambos con una sonrisa y un sonrojo evidente. Solamente disfrutaron el momento.

Ellos pidieron; Izuku ordenó un Calzone Napolitano y Kyoka una pasta con carne y una pizza margarita grande.

Quizás sea un buen inicio para la peli morada.

En lo que ambos esperaban la comida. Kyoka se sentó a como pudo en la misma banca de Izuku y comenzó a explicarle las cosas básicas de la guitarra.

Cosas como eran: ¿Qué es un traste?¿Qué es un acorde? Y ¿En dónde colocar los dedos en las cuerdas?.

Algunas parejas o familias veían a los chicos con una sonrisa.
Como ellos hablaban y reían de cosas ocurrentes que salían naturalmente una vez que ambos entraron por completo en confianza.

Era un momento mágico para los dos.

Después de un rato algo largo llegó la comida de ambos.
Kyoka volvió al asiento y pudo ver cómo la carne emanaba mucho vapor y se filtraba en los orificios de los macarrones.

Con el rugido ansioso de su vientre ella metió lo muy rápido un trozo de pasta a su boca solo para sacarlo igual de rápido.

- ¡Quema! - exclamó mientras mantenía la lengua afuera.

Izuku no pudo evitar reírse un poco de la desgracia de Kyoka, ella en venganza. Cargó un tenedor de su comida hirviendo y se la metió a la fuerza a la boca de Izuku el cuál se quemó igualmente.

Y así entre risas siguieron comiendo y charlando.
Izuku terminó su comida y veía atentamente a la chica enfrente de él comer con ansias cada cosa que ordenaba mientras ella solo hablaba de forma tranquila y emocionada de cosas relacionadas con la música.

Entre esas, salieron temas de origen estadounidense e Izuku aprovechó para mostrarle algunas canciones que le encantaron a Kyoka de escuchar.

Pasaba el tiempo al igual que los platillos que llegaban y no se dieron cuenta de la hora hasta que Jirou ya no podía comer un solo bocado más.

18: 21 h.

- Dios... [B- Burp] Siento que voy a e-explotar - dijo Jirou mientras colocaba sus manos por debajo de su vientre hinchado y expuesto.

- Habrá que ir pagando e irnos - dijo Izuku mientras llamaba al camarero.

- Oh, ¿Tan rápido?.

- Si, ya es hora - Izuku se levantó y tomó la mayoría de bolsas con una mano - Andando, Jirou-San.

- Bien pero... - ella con timidez alzó los brazos a dirección de Izuku - E- estoy tan llena q- que no me puedo levantar.

Después de que ambos tuviesen un sonrojo masivo, Izuku hizo lo pedido y ayudó a levantarse a la rockera.

Ambos caminaban a paso lento para que Jirou no hiciese movimientos bruscos estando tan llena. Ambos miraba cómo había más gente incluso ahora en el centro comercial a comparación cuando llegaron.

Incluso con toda la paz que sentían, las hormonas de Izuku eran más fuertes y no podía evitar ver el vientre grande que tenía al lado de él.

La panza de Kyoka había crecido bastante a tal nivel que hacía subirse su jersey y la dejaba completamente al descubierto.

Se miraba tan grande. Tan firme...

Jirou por supuesto se dió cuenta pero no hizo nada para hacer desviar la mirada del chico.
le encantaba esa mirada puesta en ella.

Al llegar al tren, ambos agradecieron a Dios por ver el vagón completamente vacío. Sin una alma ahí, ambos se pudieron sentar cómodamente.

Kyoka abrió un poco las piernas y dejó reposar su panza sobre sus manos ante la vista de cazador del peliverde.

- Oh~ Comí tan bien - gimió suavemente mientras comenzaba a darse pequeños masajes en su vientre.

- E- Eso. Eso me encanta oírlo - dijo prestándole toda su atención a la barriga de Jirou.

Kyoka le vio y le encantó la atención pero, por toda la comida que había ingerido. Ella se sentía realmente cansada.

Se acercó un poco más al peliverde y recostó su cabeza en el hombro del chico. Él se tensó al no esperar la acción de la chica.

El tuvo un pensamiento audaz y de seguridad. Con un poco de cuidado de no "despertarle", pasó su mano alrededor de los hombros de Kyoka y así ella se acomodó un poco más.

Poco tiempo después, sintió como Kyoka volvía a temblar. Él con cuidado fue cerrando la chaqueta de cuero que le prestó a ella para que no tuviera más frío. Quizás ya no tuviese esa hermosa vista de su tripa llena y colorada pero era más importante su bienestar.

Una vez abrigada, Izuku la pegó un poco más a él.

El por cansancio, decidió reposar su cabeza en la de la chica. Por cercanía, olió su cabello. Era suave y con un olor muy agradable.

Y así fue finalizando ese día.

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20: 03 h.

El dúo había llegado a las puertas de entrada de los dormitorios.

- Las damas primero - dijo Izuku con voz de caballero mientras abría la puerta y hacía una pequeña reverencia.

- Gracias, mi caballero de armadura verde - dijo en voz de burla.

Ella le esperó y Izuku la alcanzó para subir ambos las escaleras que los llevarían al salón común de los dormitorios.

Iban en silencio pero eso no significaba uno incómodo si no, uno bastante cómodo. Posiblemente influenciado por el cansancio mental y físico de ambos.

Al abrir la puerta blindada con un decorado de madera, todos del salón le vieron juntos.

El dúo se quitó los zapatos/ botas del exterior y cambiaron a sus calcetines y pantuflas respectivas.

- Hoy fue un gran día - Dijo Kyoka para abrazarlo - Mañana, si sobrevivo al entrenamiento ¡Comenzaremos tus lecciones de guitarra!.

Y con eso, Kyoka le quitó de las manos las bolsas y se fue corriendo con una sonrisa emocionada a su habitación.

- ¿A- Abracé a una chica? (¡Y era realmente suave!) - dijo y pensó el peliverde con una expresión atontada y colorada en su rostro.

- ¿Midoriya tuvo una cita? - preguntó incrédulo Kirishima.

- Con Jirou... - dijo deprimido Kaminari.

Y de ahí, las explosiones de Bakugou no se hicieron esperar y él voló hasta aterrizar en la espalda de Midoriya.

- ¡FINALMENTE, DEKU TUVO UNA CITA! - gritó en júbilo mientras generaba ruidosas explosiones de victoria.

- ¡K- Katchan! - grito con los nervios disparados.

Justo enfrente de Izuku llegó corriendo Mineta a pedir info de la cita y no tardó mucho tiempo para que todos los hombres y Hagakure de la clase 1A hicieran un círculo alrededor del pecoso haciendo preguntas como si fuesen periodistas a descubrir el encabezado del siglo.

Por otro lado, las chicas de 1A explotaban de celos.

Pero más Yaoyorozu la cuál, un recuerdo que mantuvo en secreto a su equipo de Izuku con la inventora loca en aquél día de Navidad.

De tan solo recordar, su estómago se revolvió y le generó malestar.

Ella era la chica con los pechos más grandes y ella era su rival en ese sentido pero... Esa chica demente aún le superaba en el tamaño de su tripa, incluso con la fotografía en tan mala resoluciones del viejo móvil de Ochako.

Ella trató de calmarse, al final de cuentas.

Mañana será un día muy cansino para todas ellas...



Continuara...

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MY FEEDER ACADEMIA





Próximo capítulo: Resultados Insatisfactorios.


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