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The Palace Of Flowers

Sus ojos no dejaban de intercalarse entre las flores y su mejor amiga, que había llegado hace unos minutos para hacerle compañía, pero, sinceramente, prefería que nunca hubiera llegado porque ahora no dejaba de insistirle sobre un tema que había surgido a base del papel que tenia entre sus manos.

"Es solo un dibujo, Jennie. No es para tanto" dijo mientras regaba las flores, sin prestar mucha atención sobre lo que la coreana decía. "Además, no puedes asegurar que se trate sobre mi. Puede ser otra chica que se me parezca" se encogió de hombros. Eso era lo bastante seguro, después de todo, ¿Quién se tomaría la molestia de dibujarla? 

La castaña de ojos gatunos negó.

"Se trata de ti, Chaeyoung." aseguro. "Mira" le extendió el papel.

La chica de cabello rosado rodo los ojos pero de todas maneras miro la hoja. Abrió los ojos sorprendida al comprobar que su mejor amiga tenia razón. Se trataba, exactamente, de un retrato a mano de ella. Todo era su aspecto; sus ojos, su nariz, sus cejas, sus labios, la forma en que caía su cabello. Parecía que el que la había dibujado hubiera tomado una fotografía porque el dibujo era una replica de ella.

Un extraño sentimiento la invadió al verse siguiendo el contorno de su rostro con la punta de sus largos y níveos dedos. Quien la hubiera dibujado había puesto mucho empeño para hacerle parecer que se trataba de una apolínea obra de arte. 

"¿Todavía sigues creyendo que no se trata de ti?" salió de su estupor cuando Jennie le arrebato el papel y lo miraba con escrutinio. "¿Que clase de persona andaría dibujando a desconocidos en la calle?" pregunto "Pero, debo aceptar que dibuja muy bien" miro a la australiana que seguía con su mirada sobre el dibujo.

"¿Donde lo encontraste?"

Fue lo primero que salió de sus labios aun con muchas dudas en su mente. Alguien la había dibujado, pero la pregunta aquí era ¿Porque?. Ella no se consideraba como una belleza etérea a la cual podrías admirar durante horas. Era solo una chica promedio como cualquiera, sin nada en que preponderar, una cualidad sin la cual destacar. Por eso quería descubrir a la persona autora de ese retrato y cuestionarle la razón de dibujarla a ella.

Jennie la miro un momento antes de responderle. No entendía la exasperación que arrojaba su voz al realizarle aquella pregunta.

"Estaba tirado a un lado de la calle. Lo encontré cuando venia para acá. Al parecer el viento lo arrastro." murmuro a un ritmo constante para observar como el rostro de Rosé sufría una metamorfosis conforme las palabras abandonaban sus labios.

"¿Alcanzaste a ver de quien era?"

"No"

La chica de cabello rosado se soltó un suspiro decepcionada. Sin interesarle mas el tema, ingreso a la florería y se puso a verificar que todo estuviera en su lugar. "The Palace Of Flowers" era como un segundo hogar para ella. Desde que sus abuelos inauguraron el lugar cuando cuando apenas estaba en la etapa de su niñez, el encanto y la amabilidad con el cual sus abuelos cuidaban el lugar había hecho que Rosé se conmoviera por el gusto de las flores.

Aun podía recordar la cantidad de lagrimas que había derramado cuando a su padre lo trasfirieron a Australia y con toda la pena de su corazón tuvieron que abandonar Corea para poder seguir adelante. La pequeña niña, en ese entonces, castaña partió no sin antes jurarse que algún día regresaría y se encargaría ella misma de ese magnifico lugar que la enamoro desde el primer instante.

Ahora, a sus 25 años de edad, era la encargada de ese lugar que alguna vez sus abuelos cuidaron tanto. 

Rosé sin poder ocultar el desanimo al saber que nunca podría conocer a la persona responsable de ese retrato, apoyo sus codos sobre el mostrador y dejo que su rostro descansara sobre sus manos; haciendo que sus suaves mejillas se volvieran un poco mas grandes. Jennie que, hasta el momento, se había mantenido al margen, decidió expresar su confusión en voz alta.

"¿Porque te vez decepcionada?" la chica de cabello rosado la miro. "Yo en tu lugar estaría asustada porque un rarito ha estado dibujándome sin mi permiso" Jennie se abrazo a si misma. "El simple hecho de pensarlo que dio escalofríos"

 Rosé se encogió de hombros. 

"No estoy decepcionada. Es..." titubeo. "Curiosidad"

Porque eso era, ¿verdad? Ni siquiera tendría razón para preguntarse eso. La respuesta era un retundo si. Entonces porque sentía que esa no era la única razón. La ultima vez que experimento algo igual fue cuando... No, eso era en lo ultimo en lo que quería pensar. Su mejor amiga la miro no muy convencida pero termino asintiendo de todas manera. 

Eso, de alguna manera, la alivio. Jennie era una de las personas mas persistentes que conocía y, sinceramente, no estaba de humor para ser acribillada con preguntas a las cuales ella tampoco tenia respuesta. 

"De todas maneras..." salió de sus pensamientos cuando la coreana le extendió el retrato de ella. "Creo que será mejor que tu lo conserves."

Chaeyoung miro el pedazo de papel enfrente de ella y lo agarro con indecisión. Estaba un poco recia, pero al final de cuentas, decidió conservarlo. Un extraño presentimiento le decía que debía tenerlo. Saco su bolso debajo del mostrador, pensando que seria una pena que un dibujo tan bello como ese terminara lleno de arrugas; justificando con eso el sumo cuidado con el que lo guardaba.  Volvió su mirada a su mejor amiga, una vez el papel estuvo a salvo y esta se encontraba mirando su celular con una sonrisa en su rostro. 

Pareció darse cuenta de su intensa mirada curiosa sobre ella; que rápidamente guardo el aparato en el bolsillo de sus jeans y sostuviera sus manos para empezar a saltar como una niña pequeña a la cual le habían regalado lo que mas quería. Era insólito ver a su mejor amiga así; considerando que siempre mantenía un porte serio y seguro, mientras que ella siempre fue mas tímida y a la que se le atribuían mas los nervios. Al parecer los papeles habían cambiado y se pregunto cual era la causa por la cual su amiga se comportaba así.

"¿Que sucede?" pregunto una ves Jennie se había detenido.

"¡Estoy muy feliz, Rosie!"

Volvió a saltar como una niña pequeña. 

"Pero, ¿porque?"

"¿Recuerdas que te hable de una chica que conocí en la cafetería cerca de mi casa?"

La chica de pelo rosado asintió. Era imposible que se le olvidará, si su mejor amiga se la pasaba hablando del pequeño enamoramiento que tenía por esa chica misteriosa.

"Bueno, resulta que pude conseguir su número y estuvimos hablando por mensaje durante meses; incluso salimos juntas varias veces." suspiro. "Su nombre es Jisoo y el día de ayer le pedí que oficialmente fuera mi novia y ella acepto" sus labios se estiraron mostrándose su característica sonrisa gomosa.

Chaeyoung abrió los ojos sorprendida y se acercó para abrazar a su mejor amiga con alegría.

"Muchas felicidades, Jen." se separó para verla con una sonrisa. "Estoy muy feliz por ti."

"Gracias, Chaeyoung. No sabes cómo me siento ahora mismo. Por fin la chica de la cuál estoy enamorada, haya aceptado ser mi novia" incluso la misma palabra hacia que el corazón de la castaña saltará contra su pecho. 

"Se nota que estás enamorada de ella" insinuó con una sonrisa.

La más alta no pudo evitar reírse al ver como las mejillas de Jennie se coloreaban de un profundo color rosa. ¿Jennie Kim, avergonzada? Era un espectáculo que disfrutaba de presenciar. Razón por la cuál, se rió aún más cuando la castaña le dió un golpe en el hombro y se cruzaba de brazos, mirándola seriamente. Sin embargo, una sonrisa perversa se formó en los labios y la miró con inocencia.

"¿Y como está Jimin? ¿Sigue usando la patética excusa de comprar flores para estar cerca de tí?" preguntó con burla.

Chaeyoung empezó a toser ante la mención de esa nombre y miro con los ojos abiertos a Jennie que simplemente se dedicaba a observar algo interesante en sus uñas. La pelirosa frunció los labios al recordar cómo está mañana, el rubio había venido más temprano ese día para hacer, exactamente, lo que la castaña había dicho. Chaeyoung no era tonta, estaba consiente que todas esas veces a las que venía para "adquirir" flores, era para verla a ella. Estaba consiente que Jimin, era un hombre atractivo con su cabello perfectamente peinado y esa sonrisa que mataría a cualquiera, pero todavía no estaba lista para darle una oportunidad. Aún, después, de que el rubio se había mantenido insistente en invitarla a salir.

"¿Que tiene Jimin? Simplemente es un cliente"

Se encogió de hombros y se dedicó a empezar a trabajar en un nuevo ramo de flores que sería para mañana. Evitando por completo a Jennie para recoger unas cuantas orquídeas y tulipanes. Para acercarse al mostrador y comenzar a formar el ramo; ignorando lo que la castaña le decía.

"Si, un cliente que viene, coincidentemente," hizo comillas con los dedos"... todos los días para comprar las primeras flores que ve para invitarte a salir" asintió. "Nada, sospechoso"

"Jennie..." dejó la cinta a un lado. "Ya te lo dije. Es solo un cliente y sabes perfectamente que no estoy interesada en salir con alguien, después de..." se mordió el labio inferior.

No quería seguir recordando eso.

"Lo siento" Jennie pareció darse cuenta de lo que hablaba y rápidamente, sujeto su mano. "Tienes razón. No debería haberte molestado con eso, sobre todo, si conozco tus razones." La pelirosa negó con la cabeza y le dió un apretón a sus manos unidas.

"Está bien. Es normal que quieras verme feliz con alguien, pero aún no estoy lista" le dedicó una sonrisa, pero está no llegaba a sus ojos y Jennie la miro con tristeza. 

Esperaba que algún día, Chaeyoung, dejara atrás ese acontecimiento que tanto daño le había hecho. No quería seguir viendo cómo seguia sufriendo después de muchos años. Con eso en mente, decidió que sería mejor dejar ese tema de lado y caminar atrás del mostrador y sacarse su abrigo para colocarlo a un lado y recoger su cabello en una coleta alta.

"¿Porqué no mejor te ayudo a terminar este pedido?" preguntó, sujetando una cinta y empezar a doblarlas para darle la forma de moño.

La pelirosa la miro antes de sonreír y asentir suavemente. Mientras Chaeyoung se dedicaba a recortarlas del tallo, Jennie cortaba las cintas y les daba las forma. Así pasaron el resto del día. Entre risas y el aroma de las flores flotando en el aire. Chaeyoung se sentía afortunada de tener una amiga como Jennie a su lado. 

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