🍄 T r e c e 🍄
ᨳCapitulo trece: De vuelta al deber.
Yoongi caminaba con pasos largos, saltitos y de vez en cuando unos movimientos que para cualquiera se verían raros.
Estaba algo emocionado, puesto que iba camino a casa de Jimin.
Inflo levemente sus mejillas, preguntándose qué harían el día de hoy, cualquier cosa parecía la gran cosa cuando se trataba del brujo.
Últimamente se hallaba más ansioso que de costumbre, como si un se tratase de una vela que de apoco se consumía en el ardor del fuego, llevándose lentamente la frialdad de su calma, dejando aquella sensación de euforia en el corazón.
Apenas salió un suspiró de sus labios, esperando drenar de alguna manera su emoción cuando hubo cruzado aquel jardín bañado en las más etéreas flores que haya visto, y dejó que una pequeña sonrisa domine sus belfos, que quizá, sí quizá, se veían más escarlatas que antes. Cortesía del mismísimo Taehyung (por más difícil que sea creerlo). Al igual que sus cabellos se veían más sedosos, acompañados de una piel presumiblemente brillosa y sonrojada.
Había hecho un esfuerzo en su imagen.
Y estando ya frente a la gran puerta de madera, extendió su pequeña manita, sin embargo antes de siquiera rozar la superficie, esta se abrió sacándole un pequeño susto que pasó a segundo plano al tener al pelimarron justo en frente.
-Buenos días- exclamó con los ánimos más allá del cielo, y bajó los ojitos a su mano sosteniendo una especie de maletín- ¿Vas a salir?
-Hola, Yoon- sin esfuerzo, una sonrisa se colo en sus mejillas, apartándose y dejando pasar al pequeño hada- Sí, estaba por ir al pueblo a vender mis medicinas... ¿Quieres acompañarme?
El pelimorado asintió sin dudar un segundo, y sin más fué hasta el cuarto del menor por unas ropas que él le prestaba. Jimin sonrió negando para si mismo, la confianza con la que recorría su casa era increíble.
Luego de unos minutos en los que oyó un pequeño escándalo dentro del cuarto, al fin Yoongi se digno a salir de allí con una sonrisa de oreja a oreja. Jimin no sabía que anduvo haciendo, pero estaba seguro que un campo de guerra se desarrolló ahí dentro.
El pálido realizó un gesto de salir mientras acomodaba sus alitas dentro de la vestimenta y cubría sus cabellos, hasta que el humano le detuvo con un: - Espera.
-¿Sucede algo?- Yoongi asomó los ojitos al espejo no muy lejos de él buscando algo en su ropa o rostro, ¿Y si se le había corrido el maquillaje?.
-No, es solo que quiero probar algo- Jimin se alejó un poco tomando un libro sobre la mesa, lo hojeo rápidamente y el hada quiso ver qué es lo que hacía, sin embargo lo cerró tan rápido como lo tomó en sus manos, y se acercó a pasos seguros a él.
Quizá fue la seguridad en su postura, su mirada sería, o que sus cálidas manos lo tomaron de la mejillas con tal atrevimiento, que Yoongi se derritió como mantequilla entre sus dedos, intimidado pero a la vez extrañamente demasiado encantado por su cercanía.
Aguanto la respiración percibiendo la acolchada yema de los dedos contrarios trazar una línea que subió por su rellena mejilla hasta llegar a sus párpados, los cuales cerró sin cuestionar nada, presentía que su voz saldría quebrada si intentaba formar una oración. Aunque su mente no estaba en las condiciones de pensar correctamente en ese instante.
Sintió los deditos de Jimin raramente contra sus párpados, y solo pasaron unos segundos antes de que aquella calidez en su cuerpo se aparte. Protestó mentalmente, y abrió los ojos sintiendo los pómulos calientes.
-¡Funcionó!- chilló de emoción admirando al hada con las mejillas tibias y los ojos grandes. No podía dejar que la pena o sentimientos extraños le afecten, ¡Lo había logrado!.
Yoongi hizo una mueca sin entender absolutamente nada, y el brujo con la felicidad al tope, dijo;
-Mírate al espejo.
Analizo su figura frente al objeto, aún con la duda en el rostro, al menos, hasta que cayó en cuenta de sus ojos... ¡Eran marrones! ¡Jimin había utilizado su magia!
El pelimarron no se resistió a su risa, y con orgullo relató- Estuve practicando para tí, y que estés al menos un poco más cómodo al salir. Seguirá así hasta que yo decida lo contrario- mordió sus labios, quizá esperando algo.
Yoongi expandió sus ojitos- Gracias, eres increíble Jiminnie.
La decepción de que solo se haya acercado para cambiar el tono de sus ojos se reemplazo rápidamente por la efervescente sensación de saber, que el brujo se había esforzado por él, y solo por él.
-¿Qué desea?- preguntó con el más dulce de los tonos.
-u-uhm... Pues verá- un niño tímido y torpe se encontraba al frente suyo, con la cara y ropas sucias por sus juegos- Me han dicho que usted hace buenas medicinas, y creí que podría tener una para los o-ojos... Mi abuelo lo necesita, dijeron que eran cataratas pero no sé qué es e-eso.
Yoongi observo con atención los labios un poquito fruncidos de Jimin, a sabiendas que él estaba memorando cuidadosamente lo que había hecho, y luego negó. Fue un poco triste para ambos ver como el brillo de ilusión dejaba los ojos del niño- No tengo algo así... Pero déjame intentarlo- y su rostro volvió a iluminarse, por poco y saltaba sobre el pelimarron, que se carcajeo contagiandose de su euforia.
Una parte de el brujo agradecía la ignorancia del chico. Él no tenía por qué saber que aquello todavía no tenía solución, ¡Pero vamos!, Esa mañana había cambiado el tono de ojos de un hada con magia. Una medicina para las cataratas sonaba absurdamente fácil frente a ello.
Cuando se hubo retirado, Jimin volteó hacia el bonito chico con vestimentas que cubrían sus cabellos, y murmuró entre dientes- Debo ir al baño.
Yoongi se carcajeo escándalosamente, recordando el relato de cómo había llegado a la cabaña- ¿Has hecho que te duela la panza de nuevo?
El brujo le miró mal y luego soltó un quejido- Solo iré a hacer pis- volteó lo ojos- Volveré pronto- y huyó.
El hada se apoyo de su codo sobre la mesa aún riendo mientras lo veía alejarse. Molestar al humano era divertido.
-Buenos días- Yoongi dió un saltó por la repentina voz, casi gritando bajito, y al observar notó a Hiujin junto a un hombre bastante mayor.
-Buenos días- respondió igualmente- ¿Qué va a pedir?- frente a la mesa se encontraban distintos frascos con etiquetas.
Esta vez, el pelimorado se tomó la libertad de mirarlos a los ojos sin temor, y quizás fue una mala idea, porque se sentía tan observado por ambos hombres que deseo que la tierra se lo trague y lo escupa a otro universo.
-S-solo algo para los resfriados- pidió su amigo(sí, amigo, ¿Por qué no?) Con voz tímida, como siempre lo era.
Yoongi asintió alegre buscando entre las cosas del brujo, y acabó dándole un sobre lleno de mezclas entre plantas de las cuales se supone debería hacer té.
-¿Por qué te cubres?- oh. El pálido parpadeó un poco desconcertado mientras observaba al hombre junto a Hiujin, realmente no se esperaba aquella repentina pregunta, así que solo escupió lo primero que le vino a la mente, con tranquilidad.
Realmente no tenía la obligación de responder aquello a un extraño, pero Yoongi no estaba para razonamientos cuando se veía con las manos en la masa, y con unas vibras negativas rozándole la nariz, quizá había pasado un mal día. O quizá solo estaba demasiado nervioso.
-Mi piel es extremadamente sensible al sol.
Hiujin dejaba las monedas de oro en sus manos mientras le susurraba- Lo siento. Mi tío no sabe lo que es cortesía.
Yoongi sintió la mirada del extraño en sus manos, de un tono lechoso y delicado, como si realmente fuera un papel al borde de quebrarse. Supuso que eso le terminó de convencer, y simplemente se retiraron.
Otro hombre cubierto por completo de ropas negras apareció, no le pareció extraño pues el calor era abrasador.
No lo había visto antes por allí, sus dientes eran algo terroríficos acompañados de su sonrisa, aunque sabía que no debía juzgar por la apariencia, se le erizó un poco la piel.
Se fue en silencio luego de dejar las monedas sobre la mesa, no había sentido aura negativa, por lo menos.
Luego de pocos minutos en los que el hada se la pasó solo paseando los ojos por el paisaje, Jimin apareció.
-¿Cómo te fue? ¿Vino alguien?- preguntó sentandose a su lado con pereza- ah~ últimamente vienen bastantes personas.
Yoongi asintió alegre en medio de un bostezo, en los que aprovechó para recostar su cabeza sobre el hombro de Jimin y observarlo desde abajito- Sí, solo pidió algo para sus alergias- señaló el dinero, el cual el otro contó con paciencia y resguardó.
-¿Te estás aburriendo?- dijo con gracia luego de analizar su carita y verlo con aquellos adorables ojitos aguados y dormilones por el bostezo.
-Solo porque te fuiste- aseguró atrevido y con coqueteo, pero la diversión se acabó cuando notó la gran sorpresa en las facciones de Jimin- ¿Tengo algo?
Fueron segundo que a su parecer, fueron eternos. Hasta que unas palabras al fin salieron de su boca. Palabras que le dejaron un impacto imprevisto.
-Tus ojos han vuelto a ser violetas.
(。・ω・)ノ゙ hello
🕴️🕴️🕴️🕴️🕴️🕴️🕴️
En este punto, me preguntó si estoy siendo demasiado obvia(lo estoy siendo, no me jodas) ISNSJSBAJAB
Pero en fin, también estoy tratando de comenzar a introducir sentimientos y confianza, espero que se note ndea.
(Los colores y antenistas me hicieron recordar a Saiki 😭✋)
Bye Bye Nya (*ฅ́˘ฅ̀*)
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