🍄 D o c e 🍄
ᨳCapitulo doce: Un día en la vida ajetreada de un hada.
-Yoongi, necesito champiñones, ¿Podrías?- preguntó un muy atareado Taehyung.
-Voy~- afirmó con voz alegre y cantarina, casi saltando en lugar de caminar. El rubio rodó los ojos, estaba incluso más hiperactivo que antes.
Yoongi tarareaba moviendo la cabecita en un ritmo que solo existía dentro de su mente, sin dejar su hermosa sonrisa.
Simplemente no podía esperar a reunirse con Jimin nuevamente, ¡él era increíble!, Quería aprender más sobre los humanos, conocerlo más a él, ¡Solo estar a su lado!.
Pero por ahora debía conformarse con que Taehyung le mandé a por champiñones, ese día había decidido visitarlo. Yoongi le tenía mucho cariño aunque por el momento esté pasando por una etapa algo... ¿Rebelde?
Bueno, no es como si el curandero no hubiera previsto que su curiosidad y actitud aventurera no sería un problema en el futuro, solo quedaba aceptarlo, claro que sin dejar de supervisarle cada que pueda, y dar la mayor cantidad de consejos.
Tenía que aceptar que el hada pálida ya no era un mocoso que jugaba a las tortas de barro, que experimentaría cambios, buscaría una identidad, diversión, amistades, travesuras, y amor.
Aún así no se arrepentía de haber quedado a su cargo luego de las complicaciones en medio del parto que acabaron con la madre de él, por más problemas que parezca causar.
Y sobre su padre... Él no pudo aceptar que fuera el pequeño quién haya quedado con vida. Lo odia. Pero Yoongi nunca mostró tristeza de ello, al menos no en frente suyo.
Y lo admitía, había sido algo... sobreprotector un tiempo. Ahora, podía entender que estuvo equivocado.
El tal humano-guapo, alias Park Jimin, parecía ser un buen tipo. Lo suficiente para hacer felíz a su prácticamente hermano menor.
Algún día podría pasar a visitarlo.
-ow, cariño, ¿Te has perdido?- preguntó con dulzura a la adorable oveja bebé que lloraba en busca de su madre.
El pequeño y peludito animal calmó su llanto un poco ante su presencia, Yoongi la consoló acariciando su cabecita, mientras podía oír todo lo que le decía.
Su especialidad eran los seres vivos, animales o insectos, él podía hablar con ellos y hasta sanarlos. Su deber en la naturaleza era protegerlos y amarlos, consideraba que lo hacía bastante bien(a excepción de algunos insectos gruñones).
Al parecer, el travieso cordero se había emocionado en sus juegos, y antes de darse cuenta, acabó alejado de su rebaño.
El hada negó con la cabeza mostrando sus encías rosas, eso le traía ciertos recuerdos, más específicamente de su primera "exploración", que había acabado en un desastre, con él extraviado en el otro extremo del bosque. Taehyung aún se preguntaba cómo lo logró. De hecho él también.
-Vamos cariño, te llevaré a casa- habló con suavidad y paciencia hacía la tierna cría, que le siguió con pasos torpes.
A veces se preguntaba qué hubiera sucedido si obtenía otra habilidad, como las plantas igual a Namjoon, quizá curandero (no es como si hubieran más opciones), pero cierta parte de él sabía que amaba lo que era.
La tarde acabó con el cordero colmado en alegría al llegar a su hogar, y la lanuda madre agradeciéndole con el corazón.
En un pasado, habría anhelado la dulzura y tibieza de una madre, regañandolo y cuidando de él como a un tesoro, pero ahora solo podía observar con amor, porque su vida no necesitaba de ello, estaba colmado de alegrías y hadas que lo aman.
Cuando decidió volver, las luces del astro destellaban en naranja contra la piel de su carne, con rayos acogedores en calor entre la verdura de las copas de árboles.
Las cigarras sobre los troncos revelaban su presencia dejando aquel conocido y nostálgico cántico en las tardes de verano que tanto amaba Yoongi.
-Hola, Yoongi- la repentina voz contra su costado le hizo dar un saltito en el aire y chillar dramáticamente. Menudo susto- ¿Dónde has estado todo el día?- cuestionó el rubio con un toque de curiosidad en su mirada.
-Hola, Nam. Me asustaste- protestó y el otro sonrió, como siempre él pálido lo exageraba todo- Es que Tae me pidió ir a por champiñones pero me encontré un cordero perdido en el bosque y-
-Espera, espera, ¿Fuiste al bosque de nuevo?- Bien hecho, Yoongi. Se regaño mentalmente- Se supone que solo debías ir al centro del pueblo y pedir una ración de champiñones- alegó molesto y preocupado. Nuevamente, el hada estaba haciendo de las suyas.
Bueno, cada uno tiene sus secretos. El de Yoongi es que siempre buscaba por si solo algunos ingredientes. El curandero no tenía por qué saber que sus ingredientes eran muy frescos por recolectarlos él mismo, y no porque las hadas encargadas del alimento le tenían favoritismo o algo parecido.
-Sí, bueno...- rascó su cabeza mirando en todas las direcciones posibles, y entonces...- oh.
Ni siquiera había buscado los dichosos champiñones.
(。・ω・)ノ゙ hello
Ah, este capítulo decidí enfocarlo en la vida de Yoongi, y de paso enfoque su pasado, y especialidades como hada.
Pensé que no tendría sentido que sean protectores de la naturaleza etc, y que siquiera puedan hablar con ellos. Supongo que me inspire de los mitos de mi propio país, donde siempre ponen que tienen una conexión con la naturaleza.
Solo hay tres rangos(jerarquías, o lo que sea) Animales, plantas y Curandero. Con la diferencia de que solo puede haber un curandero (solo hasta que este muera). Es el puesto más elevado y sobre todo poderoso por así decirlo.
(No sé de qué me fumo para inventarme estas cosas raras, y eso que esto no es lo más fantasioso que tengo, eh)
Bye Bye Nya (*ฅ́˘ฅ̀*)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro