🍄 C u a t r o 🍄
ᨳCapitulo cuatro: Alitas de mora, fresa y cereza.
-¿En qué tipo de líos te has metido ahora?- preguntó el menor frotando su frente con poca disimulada preocupación.
Jimin sonrió mientras su mano sostenía un lactarius indigo* con su llamativo y fuerte azúl mostrándose en todo esplendor, el pelimarron lo sostenía entre sus palmas como si de un tesoro se tratase, aunque de cierto modo, lo era.
-Te lo he dicho millones de veces Kook, ¡encontré estos dos hongos en el lugar dónde había dejado los dulces!- el pelinegro lo observo casi saltitear en total silencio- No puede ser una coincidencia, ¡Uno de ellos era medicinal!
Jungkook libero el aire lentamente mientras frotaba su nuca, dudoso- No lo sé, Jimin...- bajó la mirada a sus botas, algo gastadas y sucias- Es peligroso, es decir; no soy ningún brujo para saberlo, pero incluso así, es obvio que te estás metiendo con algo desconocido, y... No quiero que te suceda algo.
El mayor río antes de acercarse a abrazarlo por los hombros-Awww~ le preocupo a mi maknae- tiró de su moflete sacándole un gruñido- No te preocupes, no pasará nada.
El menor lo aceptó con un asentimiento, pero agregó- Pero, si llego a ver que esa cosa intenta lastimarte, lo haré papilla.
Jimin se carcajeo por su crédulo pensamiento y advirtió- Créeme, el hada podría hacerte papilla a tí antes de que levantes un dedo. Lo mejor es llevarse pacíficamente, ser su amigo- luego añadió- a menos que le hagas daño a la naturaleza, que no te vea talando o tirando basura al bosque, te rebanara la cabeza.
Jungkook volvió a bufar en desacuerdo, y Jimin solo pudo negar con la cabeza, mientras su sonrisa se mantenía intacta.
Yoongi se limpiaba el sudor de su frente mientras dejaba caer sus hombros del cansancio.
Desde que Taehyung se enteró de su pequeña y emocionante aventura, había tratado de mantenerlo ocupado, buscando a toda costa que no haya oportunidad de hacer otra tontería.
Pero, aquel tonto hada con pintas de pájaro de mal agüero estaba muy equivocado si pensaba que arruinaría sus planes.
Yoongi dejó de lado la pila de ramitas, sabía que era SeokJin quien se encargaba del mantenimiento de las casas, él no debía preocuparse más. Sus deberes se habían acabado.
Con las energías renovadas, corrió con rapidez hasta su hogar, y se tomó la molestia de llevarse su mochila hecha de algunos pétalos y hojas, que cargaban con regalos de agradecimiento para el humano guapo.
Esta vez se tomó la molestia de llevarle unas semillas de limón y una planta dormilona, sacada cuidadosamente desde la raíz para poder plantarla en su precioso jardín.
Sonrió de solo pensar en lo feliz que se pondría, muchas veces; lo había espiado en el justo momento que descubría sus regalos, sus reacciones de impresión y emoción eran más que adorables para el hada de ojitos morados como su sedoso cabello.
Sin más, se escabullo entre las plantas hasta la frontera de su territorio, y asegurándose que nadie lo vió, fue camino a aquel jardín de ensueño.
Cuando llegó, esperó unos minutos, observando al humano, que se encontraba en compañía de un jóven de cabello azabache y tierno aspecto.
Yoongi se obligó a agudizar el oído, estaba algo alejado(como siempre, observando desde la ventana), y como el curioso que es, deseaba oír su conversación.
-Me ha gustado venir a tu casa nueva, Jimin. Pero ya me tengo que marchar- el chico dió una respetuosa inclinación, al tiempo que el de cabello marrón se acercaba a despedirlo con un abrazo casi fraternal.
Así que ese era su nombre...
-Está bien, ven a visitarme un día de estos.
El pálido se ocultó tras las abundantes hojas de las plantas viendo al chico marcharse, y solo cuando se hubo ido, se permitió cubrir sus labios rosas en un grito silencioso, mientras los destellos en su cuerpo aumentaban de golpe por la ferviente emoción que se colo bajo su piel.
Apretó los párpados, ¡Ya sabía el nombre del humano guapo! ¡Su nombre era tan bonito que podría desfallecer ahí mismo!.
Sin embargo, el agite eufórico de sus alas y pies le hizo cometer un error, chocando contra un frasco vacío que se volcó sobre la mesa frente a la ventana, haciendo un gran escándalo.
Yoongi chilló reparando en la rápida mirada que dió Jimin por el ruido, y con una rapidez increíble, dejó sus obsequios sobre la mesa y huyó de la escena, escabullendose entre las flores y rogando que no lo haya visto.
El rubio se asomó por la gran ventana, y con sorpresa tomó entre sus manos ambos objetos.
Sin embargo, al levantar la mirada, la sorpresa lo tomó al notar, entre los pétalos de una rosa, una delicadas alitas de tonos morados y rosas, de idilicos destellos arcoiris.
(。・ω・)ノ゙ hello
Kfndodn
lactarius indigo:
Planta dormilona:
(Esas madres las encuentro en cada esquina)
Mucha imagen por hoy
Bye Bye Nya (*ฅ́˘ฅ̀*)
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