42. Consentimiento y graduación.
(CAPÍTULO 42:
Consentimiento y graduación.)
LA NOCHE HABÍA CAÍDO Y CON ELLO, Leire había regresado a casa. Se habían decidido a cuidar a a ambos humanos, Jasper cuidaría de Leire, al igual que harían rondas para cuidar las casas de ambos.
El texano y la mortal se encontraban en la habitación de la ojiazul, sentados uno a lado del otro, con las manos unidas.
La castaña en ese momento podía observar todo en su habitación ya que Aarón se encontraba haciendo rondas fuera, muy cerca de donde se encontraban.
—Mañana... después del instituto no podré estar contigo—El empático murmuró—. Voy a ir de caza con Carlisle, Esme y Rosalie.
La mortal asintió y tomó el dedo anular de su compañero.
—Serán sólo unas horas y vamos a estar cerca. Además, iré por ti al instituto antes de irme.
Volvió a asentir y se mantuvo callada, a lo que el rubio le tomó del mentón y le miró a los ojos.
—¿Estas bien?—Volvió a asentir—. No estás bien, Leire. Dime que sucede.
—Es una tontería...
Su voz se encontraba algo baja a lo que Jasper la levantó con suavidad, dejándose hacer, Leire se sentó en su regazo.
—No es nada, en serio...—Con una mirada seria, el inmortal negó y colocó sus manos en la cintura de su compañera—. Solo... no lo sé, me siento extraña estos días... no quiero que me cuiden, siento que es una molestia.
—Sabes que todos te quieren, eres parte de mi familia...
—Lo sé... pero... siento que no deberían hacerlo.
—Es provisional—me prometió—. Además, sabes que si no lo hacemos, me sentiré muy mal...—Observo el suave color rosado que siempre aparecía cuando decía cosas semejantes—. Te quiero—. Dejo un beso en su frente y suspiró.
Leire sonrió finalmente y colocó sus manos en el cuello del mayor.
—¿Quiénes estarán conmigo?
—Tal vez se quede Edward y Solar.
—Edward va a aburrirse y Solar se burlará de mí—Diciendo lo último, recordó las conversaciones que la cobriza siempre hacía en doble sentido.
—Van a portarse mejor que nunca.
—Vale...
Se quedaron en silencio, observándose.
Leire le acarició la mejilla y susurró suavemente.
—¿Ya tienes sed?—Estiro una de sus manos acariciando el suave color oscuro debajo de los ojos dorados. Aunque la mirada seguía siendo un dorado intenso.
—En realidad, no.
Jasper pareció serio a responder a eso, aunque al sentir la curiosidad de su compañera suspiró.
—Queremos estar lo más fuertes posible. Quizá volvamos a cazar durante el camino de cara al gran juego.
—¿Eso les dará más fuerza?
Estudió su rostro, pero sólo halló curiosidad.
—Sí—contestó al final—. La sangre humana es la que más vitalidad nos proporciona, aunque sea levemente—Leire le miró sorprendida—. No le diré a Carlisle... sé cuál sería su respuesta...
—¿Te ayudaría eso?
La voz baja de la castaña hizo que le observara preocupado.
—Sería hacer trampa—Negó—. Eso no importa. No vamos a cambiar nuestra forma de ser.
Asintiendo de acuerdo, la ojiazul volvió a tomar sus manos. Cambiando de tema, Jasper comenzó a hablar de los neófitos, trayendole curiosidad a la mortal.
—He ahí la razón por la que son tan fuertes. Los neófitos están llenos de sangre humana, su sangre, que reacciona a la transformación. Hace crecer los tejidos, los fortalece. Sus cuerpos consumen de forma lenta esa energía y la vitalidad comienza a disminuir pasado el primer año.
Asintiendo, preguntó con curiosidad.
—¿Cuánta fuerza tendré?
Sonrió sin evitarlo Jasper.
—Más que yo.
—¿Y más que Solar?
Sabiendo que la cobriza era incluso un rival bueno para Emmett, murmuró aquello.
La sonrisa se hizo aún mayor.
—Sí—Le acaricio la mejilla y susurró—. Hazme el favor de echarle un pulso a Emmett. Le conviene una cura de humildad.
Entre risas, la castaña sonrió. Mostrando una sonrisa a su compañero y sintiéndose bien con él.
Era bueno hablar.
LOS DÍAS EN EL INSTITUTO PASABAN NORMAL, por lo que Leire se encontraba la mayoría de días junto a Taylor, con quien volvía a recuperar la amistad que tenían.
Aquel día el moreno había tenido que irse antes, sin antes darle unos panques que la madre de él había hecho.
La castaña se encontraba sentada en el césped del instituto, lo tomaba entre sus dedos y se sentía en paz. Sabía que debía esperar unos minutos antes de que Jasper llegará por ella, como le había informado.
—¿Leire?
La voz de Jacob hizo que se tensara, conociendo su aroma y reconociendo su presencia, supo que se encontraba a pocos pasos de ella.
—Hola.
—Si, eres tú—El castaño rápidamente se acerco a ella, observando como la ojiazul se levantaba tomando su bolsa y colocandosela en el hombro—. Venía a verte.
—Estoy aquí.
El silencio se mantuvo unos cuantos minutos, siendo Jacob el que pensaba en que podía hacer.
—Yo... quería hablar de lo que ha pasado. Quería saber si haz cambiado de parecer...—Leire frunció el ceño y dio un paso atrás—. ¿Haz pensado en qué podríamos conocernos?
La castaña confundida, titubeó antes de susurrar.
—¿De qué hablas?
—Te lo he dicho, podrías ir y estar mejor en La Reserva.
—Y yo te he dicho que no, no quiero estar contigo...
Leire negó y sabiendo que era un caso perdido hablar con el castaño, giró y comenzó a caminar ignorando que Jacob comenzaba a seguirla.
—Espera...
El mayor le tomó del brazo, haciendo que la castaña girara.
Antes de poder reaccionar, sintió los labios del contrario contra los suyos.
Como si fuera un click, Leire recupero la vista, sabiendo que Aarón se encontraba cerca.
Jacob finalmente la soltó a lo que la mortal susurró con voz inexpresiva.
—¿Ya has terminado?
—Sí.
Suspiró y cerró los ojos.
Sin pensarlo, Leire echó el brazo hacia atrás con impulso y le propinó un puñetazo en la boca. Sintiendo un fuerte dolor en la muñeca.
El sonido de su hueso se escuchó lo suficiente alto para que Leire se mirará la mano, notando que el color morado se intensificaba.
—Demonios—Se quejó y se llevó la mano al pecho, protegiéndola de la vista de Jacob quien le miraba atónito.
—¿Estás bien?
Sabiendo que se había roto algo, Leire apretó los dientes y camino en dirección al vampiro castaño que se encontraba bajando furioso del automóvil oscuro.
—No, Jacob... ¡Me has roto la mano!
Aarón se acercó rápidamente a la puerta trasera y la abrió, buscando algo con que cubrir la mano de la castaña quien le había saludado bajo.
—Déjame verla.
Jacob llegó cerca de la castaña quien le miró seria y cerrando la puerta del automóvil le gritó a través del cristal.
—Ni siquiera te acerques a mi de nuevo.
Aarón le pasó una tela con la que tomó la mano de la mortal, quien gimió con dolor. El castaño observó completamente serio a Jacob antes de encender el automóvil e irse de ahí.
No tardaron mucho en llegar, siendo Alice la que saliera de la casa con el terror en la cara seguida de Edward y Jasper.
—¿QUÉ SUCEDIÓ?
La voz de Jasper hizo que Leire se escogiera en su lugar, con las mejillas ruborizadas al ser el centro de atención en ese momento.
—¿Le llamaste?—La ojiazul murmuró hacia la rubia quien se encontraba furiosa en ese momento.
Carlisle había llamado diciendo que llegaría un poco más tarde por lo que Rosalie había realizado un pequeño vendaje con el cual podría sobrevivir unas horas. La rubia no había querido revisar, sabiendo que si lo hacía y notaba algo que no le gustaba, ella misma iría e importandole muy poco el tratado, entraría por la cabeza del chucho.
—Leire.
Jasper se acercó rápidamente a la nombrada, besando su frente e hincandose para observar la muñeca de su compañera. Reconociendo las emociones de todos de la habitación, pero sumergiéndose mejor en las emociones tranquilas que tenía la mortal, aunque aliviando el dolor que la ojiazul sentía.
—¿Jacob hizo esto?—Leire quiso negarlo, pero al ver la mirada seria del texano asintió—. Ese...
—Cabrón. Debería enseñarle que es el consentimiento, estupido perro.
Solar gruño ferozmente.
—No dejaré que ese perro se acerque a ti nuevamente.
La voz sería del rubio hizo que la castaña suspirara. Jacob había sobrepasado la línea.
—Déjame ver—murmuró el empático después de dar varias vueltas.
Tomó sutilmente la mano de su pareja, observando con cuidado. Las manos del inmortal se encontraban frías como el hielo por lo que la ojiazul quiso agradecer el tacto.
—Me parece que tienes un pequeño esguince—comentó—. Rosalie ha estado bien cuando hace que aprendas a golpear—Sonrió y dejó un beso sutil en el dorso de su mano—. Estoy orgulloso de ti. Debes de haber pegado con mucha fuerza.
Con una sonrisa de parte de ambos, los demás finalmente dejaron el estrés del momento.
Solo había sido un pequeño inconveniente.
LOS DÍAS HABÍAN PASADO, gracias a Carlisle y su total cuidado a Leire, rápidamente la joven había podido estar como normalmente estaba para el día de su graduación.
Las cartas que habían hecho con Ángela habían sido entregadas al igual que las que Leire había hecho.
Su madre desgraciadamente no había podido asistir por cuestiones de trabajo, pero le había mandando un par de regalos.
La ojiazul sabía que aunque no estaba, ella estaba feliz de verla cumplir una meta más. Además de que por el simple hecho de que sus padres estaban separados y su madre había cometido errores, no quitaba el hecho de ser la mujer que le brindó amor y cariño toda su vida.
—Terminé.
Rosalie murmuró, alejándose de la castaña quien se miró al espejo. Su cabello había sido peinado de tal forma que su rostro se viera perfecto con el birrete de graduación.
El vestido negro casual que llevaría debajo de la toga hacía que todo combinara.
—Te vez preciosa, Leire.
El color rosado no tardó en aparecer a lo que ambas rieron, Rose le miró enternecida y se acercó a ella, abrazandola por los hombros.
—Te quiero, Rose.
—Y yo a ti, Leire.
Diciendo aquello, la rubia se despidió yendo a ver a su hermano antes del día. Su graduación era muy especial para todos ese día.
Jessica daría el discurso final, además de que habría una fiesta en la casa de los Cullen.
—¿Lista?—La novia de su padre le tomó de la mano y la ayudó a bajar las escaleras, con cuidado. Dejando a la vista a la ojiazul frente a su padre, Leandro le abrazó por los hombros y le comenzó a dar múltiples besos.
—Vamos.
No tardaron mucho en llegar al instituto donde recibirían los papeles. Ahí Solar se acercó a ella sonriente e hizo que se tomaran un par de fotos, al igual que Alice, Rosalie y Edward, siendo el último él que muy avergonzado de lo que había sucedido antes fuera abrazado por Leire quien hace mucho lo había perdonado.
Aarón había asistido por lo que con sumo cuidado hizo que la castaña pudiera volver a ver, quien al hacerlo rápidamente buscó a Jasper, entre todas las personas miró al texano caminar hacia ella.
Leandro observó a la joven pareja, viendo que Leire parecía que se aliviaba con saber que su pareja estaba ahí. Con un beso en la mejilla, dejo que la castaña fuera a felicitar a su pareja, siendo un chiste privado entre ellos.
Leire pronto fue rodeada por los brazos de Jasper, recibiendo un beso rápido y sintiendo como sus emociones se aliviaban.
—Felicidades, señorita.
La ojiazul le miró a los ojos y sonrió.
—Felicidades, sargento.
Con una sonrisa, ambos emprendieron camino a casa del inmortal, quien después de despedirse del padre de su compañera, le había informado de la fiesta invitándolo, pero por cuestiones de trabajo y también un golpe suave de parte de Katya, los habían dejado ir.
Aquel día era perfecto y dudaban que algo pudiera cambiarlo, aunque tal vez... un grupo de neófitos pudieran hacerlo.
Alice había tenido una visión que perjudicaba a la familia y a sus nuevos individuos, siendo Solar y Jasper los más preocupados por sus compañeros, haciendo que el empático sugiriera unir fuerzas con los quileute.
—Aunque tengamos quue soportarte, vamos a hacerlo—Rosalie había sonreído por el golpe en la entrepierna que Solar había dado a Jacob, siendo una venganza por lo sucedido días antes con la joven mortal.
—¡Si!—Seth en cambio se había emocionado por poder convivir un poco más con Leire, con quien había hecho un click inmediato y a quien apreciaba mucho.
Teniendo la aprobación de Jacob y Sam, además del entusiasmo de Seth, habían acordado un día para su entrenamiento.
Tendrían que arrancar muchas cabezas pronto.
➥Nota de la autora📦📝
O1. ¿Quien más quiere golpear a Jacob?😡🔪
O2. ¿Graduación? omgg, obvi que si 🥰❤️
O3. Amamos a Sam y a Seth 🥺🫶🏻
O4. ¡Voten mucho y comenten más! Nos vemos🥰
JASPERHALE, 2024
© my eyes look at you fanfic
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