16. Los momentos del pasado, regresan
(CAPÍTULO 16:
Los momentos del pasado, regresan.)
—Bienvenido—Las palabras de los habitantes de la casa hicieronbque se confundiera un poco la cobriza que caminaba por por lugar, se sujetó con firmeza a una pared al tener un futuro, suspiró con fuerza reteniendo el aire en sus pulmones.
Rápidamente corrió a la entrada para ver a su familia alrededor de un individuo, que después de escuchar los pasos apresurados de alguien observó alarmado a la violinista. Los recuerdos rápidamente chocaron entre su mente al recordar de cierta forma a la cobriza, siendo de la misma forma para Solar.
Con pasos lentos y acercándose con mucho cuidado Sol tomó lugar frente a él, todos los Cullen se encontraban mirando extrañados aquel encuentro, siendo Edward de cierta forma el que tuviera un sentimiento de celos.
Rápidamente el pelinegro rompió en llanto y antes de que Alice se acercará a consolarlo, Solar lo estrechó entre sus brazos sintiéndose igual que él chico.
—Aarón—La chica tomó su rostro, sintiendo las lágrimas en su rostro sonrió suavemente—, mierda, si eres tú, pensé que habías muerto.
La violinista sonrió agradecida, nuevamente lo abrazó consolándolo, Aarón finalmente dejó de llorar haciendo que la chica le mirará.
—¿Solar Grey?—La chica asintió sonriéndole—. Te extraño tanto...
—Estoy aquí contigo, tranquilo, no volveré a separarme de ti—el vampiro le sonrió agradecido y se acercó a ella tomando su muñeca para ver aquella pulsera que tantos años tenía.
—¿Todavía...la tienes?
Edward observó molesto como la cobriza sonreía y asentía.
—Por supuesto.
Aquello fue algo que a Edward hizo sentir mal, Sol jamás había querido contarle por qué siempre llevaba aquella pulsera de oro en su muñeca.
—Gasté todos mis ahorros para comprarla, justo el día de tu cumpleaños pude ahorrar suficiente—Aarón murmuró y la violinista sonrió soltando risas.
—¿Recuerdas que justamente alguien te robó ese día? así que decidiste robarla y bueno... fue cuando desató el caos—la mueca triste confundió a los Cullen, siendo Edward el único que supiera todo al poder ver los recuerdos de Solar entre ambos chicos.
Rápidamente, el lector de almas trató de ignorar todo sintiéndose molesto.
—¿Las voces—titubeó y susurró— siguen contigo?—Aquello hizo que Carlisle se preocupará.
Aarón asintió y señaló su mente.
—El vampiro que me convirtió, dijo que podía curarme... yo simplemente quería encontrarte, ser felices juntos.
Alice entristeció rápidamente, sintiéndose un poco decaída sonrió por el encuentro de ambos.
—Ahora mismo puedo dejar de escucharlas, rara vez pasa con ciertas personas, pero siempre contigo se van—Se sonrieron y al escuchar un carraspeo de parte del lector de mentes dejaron de mirarse.
—¿Quién eres?—el tono tosco hizo que Carlisle le mirara serio.
Rápidamente Solar se interpuso entre la mirada molesta que hacía que el castaño se sintiera incómodo.
—¿Se conocen?—Rosalie murmuró señalando a ambos, mirando confundida al chico, pero sintiendo algo de empatía por él.
—Por supuesto—la violinista murmuró asintiendo—, Aarón Carter, mi más recurrente paciente y primer amigo, nos conocimos en nuestra vida humana.
—¡Maravilloso!—Esme se acercó sonriéndoles—, quisiéramos conocerlo un poco más... pero creo que se encontrará algo cansado, ¿Puede estar en tu habitación Alice?
La pixie miro a la matriarca asintiendo, pero antes de tomar al chico y guiarlo, Sol se interpuso tomándole de la mano.
—Puede descansar en mi habitación —El chico asintió y se despidió de la familia subiendo junto a la violinista que animada le contaba sobre lo que podía hacer.
Un silencio incómodo se instaló en el lugar, siendo Rosalie la que tuviera una sonrisa al ver a Edward molesto.
—¿En serio se quedará aquí?
—Edward, él es compañero de Alice y amigo de Solar—el doctor murmuró mirándolo serio—, puede quedarse aquí.
—¡Pero no sabemos que sea capaz de hacer!—gritó molesto tomando entre sus manos su cabello.
Rosalie le observó señalándolo.
—No es tan difícil detectar que sientes celos por aquel chico, una lástima que todos lo aceptemos.
Sonriendo se dirigió a la habitación de la cobriza, queriendo disipar aquel sentimiento de curiosidad y protección así el chico.
—Alice...
—No hay problema—La vidente sonrió entristecida—, puede quedarse con Solar, a ella la conoce.
Con aquello, salió del hogar sintiéndose un poco triste de aquel rechazo de parte de su compañero y sintiéndose algo molesta de la relación de entre ambos.
—¡Carlisle! No puede quedarse aquí. No sabemos qué es realmente—Edward murmuró molesto—, no es como nosotros.
—Y por eso tiene que estar aquí. No lo conocemos, pero lo haremos—El mayor le miro serio—, Edward, debes dejar de comportarte así, Solar tuvo un pasado con aquel chico, pero ahora ella no es parte de tu vida. Elegiste a Bella.
El lector de mentes al reconocer los pensamientos de su compañera salió rápidamente del hogar, sabiendo que cazaría algo para Aarón, por su cansancio prefería llevarle algo de sangre.
—Solar, tenemos que hablar—Se acercó a ella notando sus pensamientos detenerse de repente.
—¿Sobre qué?
La cobriza no giró para mirarlo, pero le conocía lo suficiente para saber que quería explicaciones, explicaciones que ella se negaría a dar.
—No se puede quedar aquí, es peligroso—Aquello hizo que la chica negará sin girar a lo que siguió hablando el lector de almas—. Nunca me hablaste de Aarón—recriminó—, ¿Por qué?
—"¿Por qué?" Edward, no podía contarte de alguien que pensé que había muerto... de mi primer amor—Aquello hizo que sintiera pesadez el pianista—, además, no le contaría a un extraño sobre mi vida.
—¿Un extraño? ¿Es lo que soy?—el cobrizo se burló viendo que Solar giraba para encararlo.
Sus ojos ocres habían cambiado a un color oscuro como la noche que hizo que borrara la sonrisa de su rostro.
—No te reconozco ahora, pones en peligro a tu familia por una HUMANA—Señaló el hogar y soltó una carcajada—, yo no conozco a alguien que hace eso...
Aquello hizo que Edward se molestará.
—¡Pero sí a Jasper!—gritó—. Él está haciendo lo mismo—recriminó furioso.
—¡Jasper es mi hermano!—se acercó a Edward, golpeándolo y haciendo que cayera de espaldas—. Y puedo decirte con certeza que él no dejará a Leire por alguien que ni siquiera conoce
—Bella no tiene nada que ver aquí—encaró mirándolo momento levantándose.
—Claro que sí. Tendremos que hablar o ¿no lo haremos?—Soltó una carcajada y señaló—. El maldito elefante en medio de la habitación es ella—La mirada de la chica paso a una triste—. ¿No hablaremos de la humana? ¿Sobre la forma en la decidiste por Isabella antes que a mí? de un día para otro decidiste que las décadas que hemos estado juntos no han sido suficiente.
—Sol... lo siento.
—Solar para ti... y no, Edward, no. Ya no puedes venir a disculparte... no después de haber estado con ella, decidiste por ella—la violinista murmuró.
—Podemos irnos todavía, dímelo y nos iremos...
—¿Te estas escuchando? Esta es mi familia, no la dejaré por nadie—Le vio dolida—. Menos por ti—susurró suavemente—. Te puedes quedar con Isabella.
Con aquello, desapareció dejándolo solo; de repente el frío del lugar le hizo sentir solo, pero sabía que lo mejor sería estar con Bella.
La visión y parte de él decidían estar con aquella humana.
—¡Leire! Es hora de levantarse—Unos toques en la puerta y el gritó de Leandro fueron suficientes para la ojiazul que suavemente se levantó, bostezo y estiró sus brazos liberándose del cansancio.
De repente ahogó un grito al sentir a alguien en su habitación, pero al reconocer el aroma peculiar de la persona se relajó.
—¿Sigues aquí?
Susurró suavemente sonriendo, a lo que el empático que leía un libro sonrió. La castaña se cubrió la mitad del rostro con la sabana tímidamente.
—Por supuesto, dije que me quedaría—La chica sonrió y se levantó de la cama para caminar lentamente a la puerta, giró para hablar con el texano que se encontraba en la ventana.
La ojiazul pasó una de sus manos para quitar cualquier rastro de saliva de su rostro.
—¿Nos vemos después?
El murmuró y el rostro sonrojado de Leire hicieron a Jasper sonreír divertido, se acercó a ella y le dio un beso en la frente.
—Arreglé varias prendas para que puedas usar... al parecer ya no tenías más conjuntos—susurró cerca de ella, dejo una suave caricia en su rostro permitiéndose mirar de cerca aquellos ojos azules como el mar—, en un rato estaré en la puerta, te llevaré al instituto.
Con un asentimiento de parte de la castaña desapareció permitiendo un momento a solas a la invidente.
"Mi ropa interior" el pensamiento hizo que se ruborizará, si el chico empático había arreglado ropa para ella, entonces habría visto aquella ropa que tanto le avergonzaba.
Con un suspiró y negando haberse sonrojado, pero sintiendo las orejas y mejillas rojas se dirigió al baño con la ropa en manos.
Rápidamente el agua corrió por su cuerpo permitiéndole sentirse relajada por toda la información de la noche anterior, a lo que al recordar aquel atrevimiento de su parte se sonrojo y avergonzó.
Con rapidez se secó y estando fuera de la ducha se arregló con aquella ropa.
—¡Vamos Lele!—El golpe en la puerta hizo que se asustará y rápidamente terminara de colocarse la camiseta—, el mismo chico llego a buscarte, te espera abajo.
Con una respuesta afirmativa Leandro se alejó de la puerta sin antes susurrar divertido.
—No esta tan mal...
Las palabras del hombre hicieron reír a Leire, saliendo del baño bajó a la cocina tomando la bolsa de papel entre sus manos.
—El chico—las palabras de la ojiazul hicieron que el hombre le mirará, recordando su presencia en el hospital—, es Jasper Hale, su padre trabaja en el hospital del pueblo.
—Un chico de buena familia entonces—El hombre sonrió—, por cierto, dile que la próxima vez que pase la noche aquí, no deje su chaqueta.
Leandro sonrió divertido al ver el rostro sorprendido de la ojiazul que rápidamente se sonrojo y comenzó a balbucear para buscar una excusa.
—Tranquila, mientras no te haga daño y hagan otras "cosas", estarán bien—El mayor paso a un lado de ella y plantó un beso en su mejilla haciendo que girase y caminará hacia la puerta—, ahora ve al instituto.
Abriendo la puerta y viendo a Jasper cambió su rostro a uno serio.
—Que tengan un buen día y "tú"—Señalo al vampiro—... cuídala.
Con un "por supuesto" de parte del texano, Leandro sonrió y salió teniendo entre sus manos la chaqueta de cuero del empático.
—Por cierto, ten—Se la lanzó y caminó a su automóvil subiendo y sonriendo suavemente—, adiós cariño, adiós chico que roba mi bebé.
Leire se avergonzó al escuchar aquello y soltó una risa suave.
—Lo siento, mi padre se comporta de esa forma—La chica sonrió y agradeció al ser ayudada a subir al automóvil.
La conversación fluyó con naturalidad entre ambos, siendo sonrisas entre ambos en el transcurso del camino a llegar al instituto.
Al llegar la mirada del texano fue hacia la pareja que se alejaba al bosque, entre sus manos apretó el volante sintiéndose mal por Solar y por su familia, la cual corría peligro por el cobrizo.
Bella y Edward se alejaban, sabiendo con exactitud que su hermano le contaría su naturaleza miró a Leire; el rostro de la chica era algo que siempre quería ver y no se perdonaría para nada el causarle algún daño.
—¿Entraremos a clases?—el susurró de la ojiazul hizo que saliera de su trance, le vio nuevamente y sus ojos se deleitaron al notar aquellos ojos azules.
—¿Vendrías a casa?... Esme y Carlisle quieren compensar lo del otro día—Sonrío al notar la sonrisa de la chica que asintió—, ¿Podrías el fin de semana?
—Claro...
Con una sonrisa salieron del automóvil, caminaron rápidamente a su clase sintiéndose cómodos con el otro.
Del otro lado del estacionamiento, una cobriza miraba como su compañero se alejaba con aquella humana. Solar sabía que nada bueno vendría con aquella chica y se arrepentiría no hacerlo saber.
➥Nota de la autora📦📝
O1. Sorpresas y por dios! Solar poniendo en su lugar por fin a Edward 🙂↔️
O2. ¿Se les hace difícil seguir personajes nuevos agregados o prefieren mantener solo a la protagonista en un fanfic? 😨
O3. Voten mucho! les agradezco cada voto y comentario❤️
JASPERHALE, 2024
© my eyes look at you fanfic
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