(CAPÍTULO 07:
Conversaciones privadas.)

La familia Cullen se encontraba mirando al patriarca del hogar, buscando respuestas de lo que sucedía sobre cierta invidente.

—No logramos conseguir lo que le había causado aquello. Hicimos resonancias para verificar que no tuviera una contusión... pero todo estuvo en orden.

—¿Y? ¿Tuvo un golpe en la cabeza? ¿Eso causó su desmayo?

—No es solo eso...—el mayor respondió a Solar—. Hicimos los exámenes necesarios, pero todo estaba bien—Carlisle se removió incómodo viendo a su familia—, Además, dijeron que no se golpeó la cabeza.

Aquello fuera una sorpresa para todos.

—¿Entonces?—La rubia se adelantó hablando—. ¿Qué ocasionó aquello?

Su preocupación fue obvia para todos, siendo algo más fuerte para el empático que se encontraba igual que ella. Se inquietaba por su compañera, siendo cuestionable el porqué de su desmayo oportuno.

—¿Estás diciendo que uno de los nuestros pudo entrar a su cabeza?—El lector de mentes dio un paso al frente hablando confundido—. No tiene sentido... no sentí o noté a nadie—La mirada de todos fue hacia Edward, el cual observaba con seriedad al patriarca. Como dijo, en el lugar no había encontrado ninguna mente que arriesgara o delatara algún vampiro cerca.

—No lo sabemos, Edward. Es muy confuso—El hombre les miro contraído, sabiendo que él no quería que sus hijos se preocuparan. Los pensamientos de todos rondaban acerca de lo sucedido. Emmett se apresuró a preguntar:

—Si fuera uno de los nuestros, ¿Por qué vienen a por ella?—El pelinegro miró a Jasper—. No es por insultar, pero es una humana. ¿Qué querrían de ella?

—No lo sabemos.

Todos se preocuparon al notar que había muchas preguntas sin respuesta, haciendo que simplemente hubieran más para si mismos.

—¿Qué haremos?—Esme se acercó tomando de la mano a Carlisle, mirándole preocupada.

Leire tal vez estaría en peligro. Para todos, la castaña era alguien de importancia, teniendo en cuenta que era parte de la familia por Jasper.

—Hacer guardias, no dejaré que le toquen un cabello—Rosalie salió al hablar con una mirada molesta—. Ella es alguien importante para Jazz y para mi.

—Es lo mejor que podemos hacer y lo entiendo Rosalie, Leire se ha convertido en alguien importante tanto para mi como para Esme.

La matriarca del lugar asintió, sonriendo dulcemente.

—Cuidaremlos bien de ella. No te preocupes, Jasper—Alice se acercó al escucharlo—. He visto que tú la convertirás, no otro vampiro.

—Eso espero...

Aquella respuesta hizo que la chica se moviera incómoda. Era como si tratara de ocultar algo a los ojos de Rosalie y Edward, pero simplemente decidieron volver a sus actividades diarias. Dadas las cuatro, Jasper se adelantó a Alice, la cual caminaba cambiando las cosas en su hogar.

—Es hora... Alice, ¿Puedes ir por Leire?—la chica negó y se acercó al empático sonriéndole tristemente.

—Ella decidió que no vendría—La mirada del empático decayó, a lo que la pequeña chica habló rápidamente—. Sus padres están preocupados y decidieron que debía quedarse en casa—se excusó.

—Está bien—El chico suspiró y se alejó, sintiéndose un poco mejor después de recordar la escena en el hospital.

"—Tú... ¿cambiarás de clase?—la ojiazul le habló y Jasper le miró rápidamente, apreciando sus ojos azules—. Te escuché al estar con la secretaria—la castaña se excusó, sintiéndose algo entrometida en aquello.

—No.... bueno, no pude.

Aquello fue algo que hizo sentir mal a Leire, la cual al escucharlo sonrió, siendo algo más como una mueca.

—Uh, lo entiendo—La ojiazul volteó a la ventana tomando el pequeño oso de felpa que tenía en manos. Lo acercó a su nariz, aspirando el aroma, automáticamente sintiéndose relajada al percibir el aroma del perfume de su padre. El empático uso su don para cambiar sus sentimientos. Se sintió mal al notar que la chica se entristecía.

—Quería cambiar de clase por que el profesor habla de muchas cosas y pocas veces se concentra—No sabía de dónde había salido aquello, pero se alegró de haberlo dicho cuando vio la sonrisa que tomó Leire junto a una suave risa.

—Eso es cierto. Si encuentras cupo en otra clase—La chica le señaló y sonrió—, avísame. Tendré que cambiarme igual.

—Por supuesto."

El lector de mentes se acercó al ver que el empático caminaba hacia el sofá y acomodaba las piezas de ajedrez.

—¿Un juego?

—Claro—El chico cobrizo tomó asiento y empezó una partida donde hablaban de vez en cuando.

Los temas habían sido variados, pero el asunto que quería tomar Edward era un poco difícil.

—¿Quieres hablar de Leire?—El chico asintió negándose a seguir ocultándolo—... ¿Qué sucede con ella?

—¿Te gusta?—la pregunta fue dicha por Solar, la cual al ver un futuro donde Jasper aceptaría dejarla ir, cambio.

—No lo sé—El empático le miró—. Nunca he sentido nada como esto y me siento confundido.

—¿Deseas cuidarla?—la frase de parte de la de cabello cobrizo hizo que asintiera—. ¿Deseas beber su sangre?—la respuesta fue afirmativa igual—. Pero sientes que la protección hacia ella es mejor que beber su sangre, ¿No es así?

El chico asintió por tercera vez a lo que Edward sonrió al reconocer aquello, aunque tornó su expresión en una más seria.

—Te gusta.

—¿Cómo saber eso?

Sol se adelantó a responder la pregunta del texano y tomó del cuello al cobrizo, abrazándolo.

—Es lo que sentí con Edward... la primera que vez que lo vi. Deseé asesinarlo por la sangre que corría por sus venas—Uno de sus dedos pasó por su cuello, trazando una vena imaginaria—. Pero aquel sentimiento protector era más fuerte, por lo que me detuve—La chica se giró y mirando al rubio le dijo—. Es tu alma gemela y te gusta, Jasper.

Aquello había sido cierto, el sentimiento que tenía estando cerca de la ojiazul era protector, y sin dudarlo, aliviaba aquel ardor y sed que tenía de morderla.

Las miradas de todos nuevamente estuvieron en ellos simplemente al ingresar al estacionamiento. Sin evitarlo, Jasper buscó con la mirada a Leire. Notó que Tyler se acercaba a ella hablándole y buscando algún indicio de heridas.

—Solo está preocupado—las palabras dichas por el lector de mentes hizo que todos le mirarán. El empático se sintió cohibido por un segundo.

Lo ignoró y al estar fuera todos tomaron sus rumbos dirigiéndose a sus clases, siendo Historia la primera del texano. Repentinamente el aroma de la invidente llegó a él, haciendo que le observará sentarse a su lado. La joven le sonrió al sentirlo y escuchar un saludo de su parte.

—Así que no hubo cupos...—la voz de la ojiazul suspirando hizo que Jasper le sonriera levemente divertido—. Que lástima.

La chica se inclinó, quedando recostada en la mesa mientras cerraba sus ojos; aquello era tierno para el empático. Su expresión relajada hacia que se rostro se tornará en algo agradable de ver.
La chica le hizo una seña para que se acercará, pero la duda apareció en él. Jasper sintió la mano de la castaña en su hombro y como hacía que imitara su gesto se sintió mejor. Le sonrió suavemente, inclinándose igualmente, viéndola perfectamente desde su lugar.

—Podemos preparar un plan—el susurro bajo de Leire hizo que el chico se sintiera en un bucle con la chica—. Tendríamos dos puestos asegurados en otras clases...

La conversación empezó a surgir de cómo conseguir cambiarse de clase, siendo comentarios serios, teniendo toques divertidos hacia el chico, que asentía y completaba las ideas de la ojiazul.
Todo bajo suaves susurros que hacían un ambiente secreto entre ambos.

—Podríamos decir que tienen una enfermedad. ¿Qué tal influenza?—Las ideas eran un poco raras, pero Jasper extrañamente le seguía el juego, divertido.

—Podríamos decir que tienen otra más contagiosa.

Las risas de ambos eran algo tierno de ver. Para ellos, aquel momento fue privado... para los dos por alguna razón, se sentían bien... hasta que la voz del profesor hizo que la burbuja explotará.

—Por favor, señor Hale y señorita Clark. ¿Pueden compartir con la clase su momento privado?—La humana se sonrojo, bruscamente levantándose—. ¿Pueden?

—Ah...yo...—La chica abrió varias veces la boca sin saber que decir, siendo algo dulce a los ojos del vampiro.

—La señorita Clark tenía una duda, estaba hablándole sobre lo que decía—el empático rápidamente habló y al haber escrito una serie de cosas en su cuadernillo lo levantó mostrándo con suavidad la cubierta—. Solo era eso.

—Muy bien, señor Hale. Gracias por su cooperación—El profesor les miró entrecerrando sus ojos, pero siguió la clase.

El empático al darse cuenta de la molestia de profesor hizo algo que no hacía; ocasionó un sentimiento de cansancio en el hombre, ocasionando que dejara dejara explicación y dejará indicaciones antes de retirarse. Su atención rápidamente la tuvo Leire, la cual le sonrió agradecida.

—Oh, vaya... Pensé que nos regañaría—le susurró riéndose levemente, a lo que Jasper admiró al verla. Era muy hermosa a sus ojos—. Muy bien, sargento.

Las finas marcas en su cara le hicieron ver fuerte, pero sus ojos eran algo que le hacía ver pura. Simplemente esperaba que, si se involucraba con aquella chica de ojos cielo, no pasara nada malo. El gesto de un saludo militar hizo que él sonriera.

—No fue nada, señorita—el acento en su voz se pronunció a decir aquello, y por un segundo recordó los momentos que había pasado siendo sargento.
Suspiró e hizo que comenzarán a seguir las indicaciones del profesor, privandose de momentos nuevamente como esos, siendo simplemente una conversación.

—Nos vemos después, mayor.

La chica le sonrió al terminar la tarea y con ayuda del empático se levantó, despidiéndose por última vez sonriéndole y saliendo del aula, encontrándose con el moreno.
El empático suspiró sintiéndose alegre. Por alguna extraña razón, hablar con Leire le hacía sentir bien. Miró como la castaña se alejaba riendo suavemente.

Solar se acercó a él y le tomó del brazo, mirando a la chico con pesadez. Nuevamente había visto mutilples destinos que cambiaban cosas entre ellos para mejor y sin duda, el texano tomaba las decisiones contrarias para lograr eso.

—Sabes que si la quieres, esta bien—el tono brusco de parte de ella no se hizo esperar, mirándole molesta. Uno de los futuros donde Jasper perdería el control y la lastimaba había sido evitado claro, pero no era suficiente razón para no aceptar los otros.

Podía ser feliz y tal vez no sólo por él, sino por su familia quienes se alegraban al verle mejor que muchos años atrás.

—Yo... no lo sé.

—Mientras no hagas algo que provoque algo hacia uno de nosotros, te apoyamos en lo que decidas. Lo sabes perfectamente—Sonrió.

—Lo sé. Gracias Sol.

—No es nada, Jazz... te debo tener bien para que estés para mi—Soltó una risa suave aunque triste, la confusión confusión el rostro de su amigo hizo que escogiera los hombros con suavidad—. He visto a Edward pensar en acercarse a Bella... o ella decidiendo que hacer para hablar con él...

—No...

—No te preocupes, no involucrará a Leire...

—Pero a ti si, te involucra más que a nadie.

—Lo sé... pero no es su culpa—Soltó una risa triste—. Al parecer no soy la verdadera pareja destinada para Edward.

—Lo eres Sol, no puede ser otra persona.

—Ya veremos...—Se ajustó la mochila en su hombro y señaló con un movimiento hacia la puerta—. Tenemos otras clases ¿Vamos?—Le sonrió al texano y le tomó de la manga, obligándole a que caminaran juntos a la salida, ambos en sus pensamientos.

Eso era cierto, Bella apenas llegó y ya habían comenzado con los problemas, ocasionando una discusión en la pareja. Esperaban que Edward no se acercara a ella, o al menos no demasiado, porque si no, causaría muchos problemas.
Sin embargo, era hora de ir aceptando que posiblemente ella no era su amor... o intentaría serlo.

➥Nota de la autora📦📝

O1. ¿Quien creen que sea la razón del desmayo de Leire?
O2. Chanchan. Ya hay riña ;))
O3. Es muy bonita la relación de Jaire, por lo que a veces avanzará lento y otras veces rápido ❤️ todo a su tiempo
O4. Les agradezco los votos! me motivan a seguir 🧡

JASPERHALE, 2024
© my eyes look at you fanfic