
EXTRA II.
La pareja Kim intentaban calmar el llanto de su bebé, Soo Bin no parada de derramar dolorosas lágrimas desde que salieron de la casa Choi.
El pequeño alfa se sentía perdido, su lobito se encontraba enroscado en sí mismo mientras sollozos pequeños salían de sus labios. Lo único que repetía el lobito en sus lamentos era:
Mi alfita, mi alfita...
Su pecho dolía. Con tan solo tres años de edad, Soo Bin estaba experimentado el dolor de dos almas gemelas siendo separadas.
— Ya, ya — Yun Jin acariciaba los rizos de su cachorro, el lazo que lo unía con su hijo se encontraba un poco triste.
— Soo Bin, deja de llorar... Mami está angustiada y embarazada — Chae Won da una mirada de reojo a su hijo mientras manejaba hacia el aeropuerto.
— Estoy bien — Yun Jin llena de su aroma a su hijo quien se queda dormido en el pecho de su mami Omega — Solo me hace sentir mal, eran muy grandes amigos.
Chae Won suspira — Lo sé... Siento mucho tener que hacer esto.
— No te preocupes alfa, el trabajo lo amerita.
Años después...
— Vamos Arin, debes caminar como yo — Soo Bin sostiene las mejillas de su hermana — Así podremos correr por la sala — ríe junto con la bebé.
Los meses después de ese gran dolor pasaron rápidos para Soo Bin, el alfita sentía a su lobito un poquito triste, pero algunos correteos en el parque junto con su mamá alfa le ayudaban un poquito.
La pareja Kim se volvieron muy reconocidos en la ciudad donde habitaban, todos miraban el amor hacia sus hijos, como Arin y Soo Bin eran las perlas más preciosas de la pareja.
Soo Bin, con cinco años, es el niño más hermoso y adorable que exista, el mejor en su salón, aunque a veces llegaba llorando por no ver a Junnie en la mesa. Yun Jin tenía la obligación de llenar a su cachorro de besos y de su aroma dulzón para apaciguar ese llanto.
El alfita consiguió un grupito de amigos en la escuela, Chae Won se encontraba feliz por las amistades de su cachorro aunque a veces hacía cara extrañas al ver a su hijo intentar colocarse algunas joyas de Yun Jin.
Ahora, el pequeño alfa intentaba enseñarle a su hermana a caminar. Arin gateaba de forma estupenda, una bebé Omega que lograba perderse en cuestiones de segundos.
— ¡Nano! — Arin alza sus manos hacia Soo Bin quien agitaba las suyas en una distancia considerable.
— Ven Arin, ven — el alfita aplaude al ver a su hermana dar unos pasos — ¡Eso! — El grito asustó un poco a la omeguita que cayó en sus pompis, pero la risa fue la que hizo que los nervios de Soo Bin se fueran.
Yun Jin entra a la sala con un hermoso vestido rosa pálido, los ojitos de Soo Bin brillaron.
— Mira cachorra, mamá compro este hermoso vestido — la Omega mayor se acerca a su hija, deja un beso en los rizos de Soo Bin y se sienta en el mueble.
— ¿No hay vestido para mí? — Soo Bin pregunta con toda la inocencia del mundo.
Yun Jin frunce su ceño — No bebé, los alfas no utilizan vestidos — Soo Bin hace un puchero — Y más que todo, los hombres alfas... No está bien.
— Pero... Yo quería un vestido — Soo Bin muerde su labio mientras juega con sus manitas — Ayer vi un hermoso vestido de puntitos rojos en la tele — sus ojitos brillaron — ¿Puedo tener uno mami?
Yun Jin suspira — Ya te dije Soo Bin...
Chae Won entra a la sala con un traje apegado a su cuerpo — ¿Qué sucede?
— Soo Bin quiere un vestido — Yun Jin se levanta tomando a Arin entre sus brazos — Habla con él, voy a darle el biberón a Arin — Chae Won asiente.
La alfa se sienta en el mueble para después golpear sus piernas, Soo Bin toma lugar en ellas.
— ¿Por qué dices que quieres un vestido?
Soo Bin, con sus hermosos ojos verdes, observa a su mamá alfa — Quiero uno, son lindos y delicados — susurra.
Chae Won asiente — Los vestidos no son para los alfas.
— ¿Por qué no? — Su mirada triste.
— Porque no lo son, los vestidos están diseñados para los o las omegas... Cuando crezcas, tendrás una linda o un lindo Omega — Chae Won pellizca la pancita de Soo Bin — A esa persona podrás comprarle los vestidos que quieras.
— Yo no quiero una Omega — Soo Bin hace una mueca de asco.
— La tendrás — Chae Won deja a su hijo a un lado en el mueble — Tu destinado llegará, y serás muy feliz con tu Omega — sale de la sala.
Soo Bin observa sus pequeñas manos, él no quiere una Omega, Junnie prometió casarse con él.
Lobito quiere Omega...
Nosotros no somos omegas...
Años después...
— ¡Soo Bin! — El nombrado salta en su lugar — Te he dicho miles de veces que no debes colocarte las cosas de tu hermana — Yun Jin toma la oreja del alfita quien empieza a quejarte — Le diré a tu madre, sabes que no le gustará saber que andabas husmeando los tacones de Arin.
— Lo siento mami — Soo Bin lleva su manita a su orejita — No volverá a pasar, solo que son bonitos — su mirada es baja. Arin observa la escena desde la puerta de su habitación, la Omega solo entró y observó a su hermano colocarse sus taconcitos, ella se acercó con una sonrisa, pero su sonrisa se borró al ver a su mami Omega entrar a la habitación.
— Eres un alfa rebelde — Yun Jin suspira fuertemente — Ve a tu habitación — Soo Bin asiente, da una última mirada a los hermosos tacones blancos de su hermana y sale de la habitación.
Yun Jin suelta otro suspiro mientras sale de la habitación de su hija. Arin observa unos segundos sus tacones antes de tomarlos y correr hacia la habitación de su hermano.
— ¿Arin? — Es lo primero que dice al ver a su hermana en la puerta. La Omega observa los ojitos hinchados de su hermano mayor, no le gustó.
— Mis taconcitos — Arin estira sus brazos — Te los doy, no le digas a mami — sonríe.
Soo Bin recibe los taconcitos con una hermosa sonrisa cuadrada — Gracias — susurra mientras entra a su habitación y esconde los tacones bonitos de su hermana.
— ¡Arin! — Yun Jin grita desde el pasillo — ¡No hables con Soo Bin! ¡Está castigado! — El rizado hace un puchero.
Arin besa la mejilla de Soo Bin antes de desaparecer por el pasillo. El rizado entra a su habitación, busca en su armario un vestido blanco que encontró en una venta de garaje hace unas semanas. Pasa el vestido por su delicado cuerpo, se coloca los tacones y se mira en su espejo.
— Soo Bin bonito — susurra mientras mueve la tela final del vestido... La sonrisa en sus labios era tan hermosa.
El rizado decide tomar su cámara, que también compró en la venta de garaje, y se tomó una foto, foto que guardó muy bien.
La campana de descanso sonó por varios segundos en la escuela, Soo Bin saluda a su mejor amiga con un beso en la mejilla.
— Hola, Lia— la omega sonríe.
— ¡Soo Bin! — Los dos caminan por los pasillos de la escuela — Estuve hablando con mamá y me comentó que en unos cuantos años tendré mi primer celo.
— ¿Nos es muy pronto? — Soo Bin frunce su nariz.
— No, ya tengo 12 — ríe — Algunos celos vienen a los 13 — Soo Bin asiente — ¿No te sientes emocionado? Te convertirás en alfa completo y yo una Omega completa.
— No lo sé Lia — muerde sus labios.
Los dos llegan a la cafetería, Lia toma la mano de Soo Bin llevándolo a una mesa en específico, mesa en dónde los demás integrantes del pequeño grupo se encontraban.
— Hey — Soo Bin saluda con una sonrisa.
— ¡Hey! — Ji Hoon golpea fuertemente el hombro de Soo Bin quien se queja un poco — ¿Qué hay amigo? ¿Cómo va tu vida casanova? — El rizado se remueve un poco en el asiento.
— Estoy bien — con delicadeza pasa su mano por su hombro.
— Estuve escuchando en los baños de omegas — Soo Bin frunce su ceño al escuchar a Min Hyuk hablar.
— ¿Baños de omegas? — El alfa bufa.
— Si Soo Bin, ¿quieres que lo vuelva a repetir? No seas sordo — el grupito ríe mientras Soo Bin solo se encoge en sí mismo.
— No debiste volver a espiar a los omegas — Soo Bin levanta su voz — Es grosero e irrespetuoso.
— ¿Y a quién le importa? — Min Hyuk gira sus ojos — No seas aguafiestas Kim.
— Termina lo que ibas a decir — Lia golpea el hombro de Min Hyuk mientras recostaba su cabeza en el hombro de Soo Bin.
— Cómo decía, estaba escuchando a los omegas y hablaron sobre ti Soo Bin — todos hacen una mini bulla mientras Soo Bin juega con sus manos — Le gustas a muchos omegas casanova.
— No soy un casanova — Soo Bin frunce su seño.
— Tu celo es en un año — Logan ríe — Te convertirás en un gran alfa y tendrás omegas a tus pies.
— Calla — Lia tira un pedazo de arroz hacia el alfa — Mejor pensemos que vamos a hacer el próximo sábado.
Ji Hoon aplaude — Los invito a mi casa, podemos ver películas y comer.
— Me gusta la idea — Min Hyuk choca los cinco con el alfa.
— Es buena idea — Soo Bin susurra mientras su lobito se enrollaba en el suelo.
Soo Bin entra a su casa con un desánimo en su cuerpo, su lobito se encontraba escondido en un pequeño nido que hizo en su espacio.
Yun Jin se acerca a su hijo con una sonrisa — ¿Cómo le fue a mi hermoso primer bebé? — Soo Bin sonríe hacia su madre.
— Bien, mami... Aprendí mucho — Yun Jin asiente dejando un beso en la frente de su hijo — Iré a mi habitación.
— Okey — Soo Bin desaparece, Yun Jin sigue su camino a la cocina para preparar galletas ignorando la tristeza que emanaba Soo Bin.
El alfa entra a su habitación, cierra con llave su puerta. Deja caer su mochila en el suelo mientras camina hacia su armario.
— Soo Bin no quiere omegas — susurra mientras lágrimas caían de sus ojos verdes — Soo Bin no es un casanova — toma uno de sus vestidos – los cuales se encontraban escondidos en un cajón con llave – para después tomar unas hermosas sandalias de flores — Soo Bin desea tener más vestidos.
Con delicadeza y temblor en sus manos, Soo Bin se coloca su hermoso vestido corto. Al mirarse en el espejo se observó lindo y delicado, no entiende por qué sus madres le prohíben vestir este tipo de ropa, si le quedan perfectamente a su cintura.
— Te ves bonito — susurra hacia el espejo, su sonrisa decae al escuchar dos toques a su puerta. De forma apresurada se quita su vestido y sandalias para meterla en la caja y cerrarla con llave. El alfa al ver que todo estaba normal decide abrir la puerta encontrándose a su hermana.
— Hola — Arin agita sus manos.
— Hola, preciosa — besa la mejilla de la Omega.
— Binnie — Arin juega con sus dedos mientras entra a la habitación — Mamá dice que bajes a comer galletas.
Soo Bin hace una mueca — No me gustan las galletas, Arin — la Omega muerde su labio — Pero bajaré enseguida.
— ¡Okey! — La omega sale de la habitación dejando a Soo Bin suspirar.
Un año después...
— Entonces le dije, no chico... No me hables — Lia empieza a reír mientras Soo Bin solo miraba el horizonte. Ji Hoon, Min Hyuk y Logan reían junto con la Omega.
Los pocos meses pasaron completando un año, el no tan ansioso celo del rizado se acercaba. Soo Bin se sentía aterrado, su lobo se encontraba nervioso.
Las tantas conversas que su mejor amiga Lia le da sobre el celo le hace doler la cabeza. Se siente estresado y triste.
No se siente cómodo ahí sentado en el capo del carro de Ji Hoon, se siente fuera de lugar... Mientras ellos hablaban sobre parejas, sexo y locuras, Soo Bin solo pensaba en como estaría su amigo de la infancia, en que sería de su vida si sus madres le permitieran expresarse.
No hay nada malo en él ¿Verdad?
Solo es un alfa con gustos diferentes, solo desea poder salir y mostrar su hermoso vestido de rayas azules color cielo junto con sus hermosos tacones blancos en punta. Se siente muy cómodo cuando se mira al espejo, ¿por qué sus madres no se sienten cómodas con él en un vestido?
No entiende.
— Soo Bin — el rizado levanta su mirada buscando a Logan.
— ¿Sí? — El alfa de cabellos rojizos le sonríe.
— Te preguntábamos que, ¿si ya tienes pensando pasar el celo con alguien? — Soo Bin hace una mueca.
Solo tiene 13 años ¿Por qué desearía pasar su primer celo con alguien?
— No... Y no deseo pasarla con nadie, es mi primer celo.
— Es entendible — Ji Hoon se encoge de hombros — Pero te sugiero que la pases con alguien, el mío fue hace un mes y viejo... Fue estupendo.
— Lo es, ya sabes — Logan se levanta para empezar a ser un movimiento con su cintura, movimiento que incómodo a Soo Bin en sobremanera.
— La pasarás mejor... Así no duele tanto — Ji Hoon vuelve a encogerse de hombro.
Los tres alfas entran en una conversación, Lia se aleja de sus amigos acercándose a Soo Bin quien volvió su vista al horizonte.
— ¿Qué tanto piensas? — Soo Bin le dedica una sonrisa amistosa a Lia mientras ella mordía su labio inferior.
— Cosas de la vida — se encoge de hombros.
— Sobre lo que dijo Logan — la Omega se coloca a un lado del alfa — ¿En serio no la pasarás con nadie? — Soo Bin niega — Hmmm.
— El tuyo fue hace una semana, ¿cierto? — Lia asiente — ¿Cómo fue?
Suspira — Lo peor, pero el dildo ayudó mucho — se encoge de hombros.
— ¿Dildo? — Soo Bin dirige su verdosa mirada a la Omega.
— Sí... Aunque me hubiera gustado tener uno de verdad — se encoge de hombros — Somos mejores amigos Soo Bin — el nombrado asiente — Quiero que sepas que, si necesitas a una persona para pasar tus celos, puedes decirme a mí.
— Yo...
— Solo te lo digo — ríe — Puede que nos ayudemos mutuamente — se encoge de hombros.
Soo Bin solo observa unos segundos a Lia para después volver su mirada al horizonte, su lobo negando rotundamente mientras intentaba alejarse de una pequeña lobita.
— Duele — Soo Bin susurra mientras sube las escaleras y pasa por el pasillo. Yun Jin venía detrás con agua y comida.
— Todo estará bien bebé, mamá vendrá y te ayudará — Yun Jin suspira mientras deja las cosas en la mesita de noche.
Ráfagas de fuego pasaban por el cuerpo del rizado, el celo había llegado de imprevisto mientras tomaban su cena. Soo Bin solo pudo sentir millones de pinchazos en su parte baja, como sus colmillos crecían y rompían la piel de su labio.
Chae Won al ver que su hijo entró en celo, sacó a su hija de la habitación llevándola donde su madre.
Yun Jin deja un beso en la frente de Soo Bin, el alfa sudaba a montones, su piel caliente y su entrada mojada.
Esperen... ¿Entrada mojada?
— ¿Qué es ese olor? — Chae Won pregunta mientras entra a la habitación.
— ¿Chocolate? — Yun Jin se acerca a su alfa.
— Hmmm... Alfa — Soo Bin gime con desesperación mientras se removía en las sábanas.
— ¿Qué dijiste Soo Bin? — Chae Won se acerca a su hijo. Su expresión cambió a una de horror al ver la parte baja de su hijo húmeda.
— ¿Qué sucede? Hay que llevarlo al doctor — Yun Jin empieza alistar las cosas de Soo Bin mientras Chae Won tomaba al alfa en sus hombros.
Soo Bin solo sentía su piel quemar, no sabía que sucedía a su alrededor solo podía sentir el ardor en su polla y la necesidad de tener algo dentro ya.
Desea tanto un nido y nudo.
Lo quiere tanto...
Soo Bin no se dio cuenta en qué momento llegaron al hospital, solo tiene conciencia de que está acostado en una camilla con un doctor revisando sus partes bajas. El fuego quemaba todo su cuerpo, sus madres ignorando los quejidos de dolor.
— Es extraño — el doctor se aleja del paciente quien se encontraba atado de manos y pies para que no golpeara — Su entrada está húmeda — el ceño del doctor era de confusión.
— ¿Su entrada húmeda? Que dice, él es un alfa — Chae Won se encontraba cruzada de brazos mientras Yun Jin miraba desde la esquina a su cachorro quejarse — ¿¡Cómo que su entrada está húmeda!?
— Señora Kim — el doctor quita sus guantes para después empezar a desatar al alfa en celo — Su hijo tiene olor a chocolate, su entrada está húmeda y por los gemidos del joven Kim... Está pidiendo un alfa.
— ¿Qué? — Yun Jin se acerca.
— No sé qué decirles realmente, en mis 40 años de experiencia es la primera vez que veo un caso como este — el doctor suspira — Me gustaría tenerlo aquí para hacerle revisión y encontrar el causante del lubricante.
— Por supuesto — Chae Won gruñe.
— Por el momento solo puedo decirle que su hijo — el doctor apunta al joven que ahora dormía en la camilla — Es un alfa muy raro y extraño.
Después de ese momento – su primer celo – todo se fue en picada. Sus madres pasaron de tratarlo con amor a ser las primeras en gritarle por hacer cualquier cosa. Las idas al doctor cada tres días, el ver cómo su mamá alejaba a su hermana de él.
¿Qué hizo mal?
No lo entiende, solo tuvo su celo ¿Qué paso después?
El rizado se dio cuenta tres meses después cuando su segundo celo llegó. La necesidad de tener algo dentro lo estaba matando; pero no podía moverse, se encontraba atado en la camilla del hospital como la primera vez.
Soo Bin solo se encerraba en su habitación cuando el celo y los experimentos pasaban. Yun Jin dejaba alguna porción de comida en el suelo de la puerta.
Arin no entendía la razón de no acercarse a su hermano mayor, ¿Soo Bin hizo algo malo? Era lo que se preguntaba cada noche.
El rizado se sentía cada vez peor, cada tres meses era su perdición y el peor día de su vida fue cuando el doctor dio el diagnóstico...
— Dado a los exámenes que hemos hecho a los primeros tres celos del joven Kim — el doctor acomoda sus gafas — Llegamos a la conclusión de que su hijo es mitad Omega.
— ¿Mitad Omega? — Chae Won frunce su seño — ¿Eso acaso existe?
— No, no existe señora Kim, pero es la única conclusión... El lobo del joven Kim decidió tener esa transformación, no sabemos por qué.
— ¿Cómo que no lo saben? — Chae Won gruñe — Son doctores ¡Deben saberlo!
— Por favor, tranquila señora Kim — el doctor acomoda su bata.
— ¿Hay cura para la enfermedad de mi hijo? — Yun Jin pregunta. Soo Bin escuchaba todo desde la esquina del consultorio.
— Lamentablemente no, no lo hay... El joven Kim se quedará así por el resto de sus vidas o hasta que su lobo decida.
— ¿Me quedaré así? — Soo Bin levanta su voz ganando la atención de los tres personajes.
— Así es... Eres un alfa que lubrica, y analizando todos los exámenes — Carraspea — Podrás quedar en estado, recibir una marca y un nudo.
— ¿¡Que!? — Chae Won se levanta gruñendo fuerte logrando que Soo Bin se encogiera en sí mismo — ¿¡Que mierda dijiste!? ¡Mi hijo, un alfa en estado!
— Así es señora Kim, fue lo que salieron en los estudios — el doctor traga saliva.
Chae Won se acerca a Soo Bin quien se encoge más — ¡Maldita sea! ¿¡Que te creíste!? — La alfa toma del cabello al joven quien empieza a quejarse.
— Alfa — Yun Jin se levanta de inmediato — No, detente — las lágrimas caían de sus ojos mientras tomaba el brazo de Chae Won y salían de la habitación.
Soo Bin solo acomoda un poquito su cabello, sus ojos rojos e hinchados — Lo siento, lo siento — se disculpa varias veces con el doctor antes de salir del consultorio.
Desde ese momento todo se fue a la mierda. Soo Bin recibía constantemente malas palabras por parte de su mamá, también recibía caras de reproche y asco por parte de su mami.
La vida de Soo Bin se estaba cayendo por pedacitos, dolía ver a su hermana menor escuchar los gritos de sus madres hacia él.
El cuarto celo fue mucho más doloroso, está vez estaba solo y encerrado en el sótano. Su entrada lubricando, el aroma a chocolate llenando los alrededores del oscuro lugar.
Soo Bin sentía mucha tristeza en su corazón, él solo quería ser amado por sus madres, él no tiene la culpa de ser así, ¿o sí?
Soo Bin sale de su última clase, puede observar a su mejor amiga acercarse con su rostro decaído y ojos llorosos.
— ¿Qué sucedió Lia? — Soo Bin toma la mejilla de la Omega quien se acurruca en ella.
— Paso algo horrible — solloza tomando a Soo Bin en un abrazo. Las grandes manos del alfa pasaban por la espalda de la Omega quien lloraba en su pecho.
El rizado camino hasta llegar a la parte del jardín del colegio, tomaron asiento debajo de un árbol.
— Dime qué sucede, cariño — Soo Bin acariciaba el largo cabello negro de Lia.
— Hace unos pocos días me sentí muy extraña, me dolía mucho mi parte baja — solloza — Ayer estuvimos en el hospital, Binnie — Soo Bin la toma en un abrazo, la Omega dejando caer su cabeza en el hombro del alfa — No puedo tener hijos Soo Bin, soy una Omega estéril — ella lloraba mientras Soo Bin acariciaba su espalda y cabello — Que buena Omega seré si no puedo darle hijos a mi alfa ¿Ah? Soy la peor, no sirvo, no sirvo.
Soo Bin deja un beso en los cabellos negro de su amiga — No digas esas cosas, eres una Omega increíble y no necesitas tener que procrear. Sirves para mucho, eres una mujer guerrera, la mejor estudiante, y la mejor amiga... Si un alfa no ve eso en ti entonces ese no es — las caricias siguieron hasta que Lia se calmó un poquito.
— Gracias — la Omega susurra — Eres un Increíble amigo.
— Siempre estaré ahí para ti, Omega — Soo Bin deja un beso en la mejilla de Lia — Para eso están los amigos — los dos se sonríen.
— Alfa enfermo — Chae Won cachetea a su hijo al verlo entrar a la habitación — ¡Crees que no me iba a dar cuenta! ¡Ah! — Soo Bin solo lleva una mano a su mejilla, sus ojos llorosos al ver sus vestidos y tacones hechos un desastre en el suelo.
— M-Mis vesti-tidos — susurra con sus lágrimas cayendo en sus mejillas.
— ¡Todo lo que tengo que lidiar contigo! ¿¡No puedes ser un alfa normal por primera vez en tu vida!? — Chae Won abre los cajones de armario sacando varios esmaltes y maquillaje — ¡Esto no lo hace un alfa! ¡Eres un puto alfa, compórtate como uno! — Todas sus cositas que lo hacían sentir hermoso fueron rotas en el suelo.
— ¡No! — Soo Bin grita mientras se arrodilla.
— ¡Omega! — Chae Won grita, Yun Jin entra a la habitación rápidamente — Recoge todo eso y tú Soo Bin — con mucha fuerza toma los rizos del joven alfa — Más te vale ser un verdadero alfa, no me dolerá golpearte una vez más para que lo seas — lo suelta logrando que Soo Bin cayera completamente al suelo con su corazón echo pedazos en sus manos.
El joven alfa se encontraba sentado en la sala de su casa, Arin al frente de él con un hermoso vestido de girasoles y unos zapatos amarillos. El rizado solo podía sentir dos cosas, amor y envidia. Ama como se ve su hermana con el vestido y siente envidia al no poder él utilizar uno.
Yun Jin hablaba con Chae Won y Miae, la última siendo la abuela de los dos jóvenes.
Soo Bin amaba a su abuela con toda su alma, ella siempre lo apoyaba sin importar que sus pensamientos fueran diferentes. En el momento en que la Omega mayor se enteró sobre su "condición" ella lo aceptó tal cual como es, dándole consejos a escondidas de sus madres.
Y regalos...
El dildo que se encuentra escondido en su habitación ha sido mucho de ayuda en sus desesperantes celos en el sótano.
Soo Bin ama a su abuela, como quisiera vivir su vida con ella. Vivir su vida con una persona que lo acepta tal como es, vivir con una persona que te trata nada más que con amor y compresión, no odio y asco.
— ¿Y cómo se encuentran mis nietecitos? — Miae pregunta observando a los dos jóvenes.
— Se encuentra bien — Chae Won mira a sus hijos — Arin cada vez está más hermosa y es la mejor en su salón — Arin solo baja su cabeza.
— ¿Y Soo Bin? — Chae Won hace una mueca, Miae la ignora — ¿Cómo te encuentras cariño?
Soo Bin sonríe hacia su abuela — Muy bien abu Miae.
— Me alegra mucho bebé — Soo Bin baja su cabeza sintiéndose bien con el apodo — Pronto cumplirás los 15 años — el rizado asiente — ¿Le harán algo? — Pregunta hacia las madres.
— No, estaremos muy ocupadas... Puede que él la pase con sus amigos — Chae Won se encoge de hombros.
— Oww — Miae hace una mueca — Puedo quedarme hasta tu cumpleaños cariño — la Omega mayor puede observar el brillo en los ojitos de su nieto.
— No te preocupes mamá — Chae Won se levanta — Tienes que cuidar de tu casa, no es necesario que pierdas tiempo quedándote aquí — Miae abre su boca siendo interrumpida al instante — ¿No debes irte ya? Debo ir a trabajar, Arin tiene una pijamada y mi Omega debe descansar — Miae asiente.
Soo Bin no alcanzó a despedirse de su abuela, ya que fue mandado a su habitación de inmediato. Miae se acerca a su hija y su nuera con una expresión de enojo.
— Si tanto odian a su hijo entonces que se venga a vivir conmigo — Miae gruñe — Yo le puedo dar ese amor que necesita, el odio que le están dando lo está dañando.
— Puede que alguna vez te lo mandemos — Chae Won gruñe de vuelta — Es hora de irse, mamá.
Su cumpleaños número 15 pasó, el alfa rizado recibió felicitaciones de su hermana, amigos y de su abuela. Esta vez no fue despertado con besos en su rostro o con un desayuno sorpresa.
Todo su día se basó en escuchar las tonterías de sus amigos alfas y ver a su amiga Lia mirarle con ojos extraños. Soo Bin solo quería dormir y descansar su mente.
Hoy – una semana después de su cumpleaños – Soo Bin se encontraba con las manos en sus oídos mientras Chae Won y Yun Jin gritaban cosas hirientes hacia él.
Descubrieron el dildo que su abuela le regaló. Soo Bin podía asegurar que lo había escondido bien, no entiende como su madre alfa pudo encontrarlo.
— ¡Enfermo de mierda! ¿¡Te crees un Omega!? — Chae Won gritaba a todo pulmón mientras sus puños se apretaban.
Soo Bin solo sentía algunas patadas o jalones en su rizado cabello. Se encontraba cansado, necesitaba poder hablar con alguien.
Siendo otro día, Soo Bin tomó la decisión de hablar con su mejor amiga Lia. Ella ha estado con él desde que eran muy pequeños, confía en que tendrá respeto por parte de ella.
El alfa se encontraba sentado en el mismo árbol donde abrazó a Lia al contarle su problema. La Omega aparece unos segundos después con una sonrisa.
— ¿Me necesitabas? — Soo Bin asiente — Okey, estaba en el baño cuando me escribiste — Lia ríe mientras se sienta a un lado del alfa.
— Tengo algo que contarte... Necesito el apoyo de alguien con esto y tú — Soo Bin suspira — Tú eres mi mejor amiga, confío en ti.
— Así como yo confío en ti — Lia pellizca la nariz del alfa quien la frunce un poco — Dime, estoy aquí para escucharte.
Soo Bin asiente tomando todo el valor. El alfa se sintió bien al soltar su problema, su corazón sintiendo un peso menos... Se sentía bien contarle estas cosas a alguien, solo que la reacción que recibió no era la que esperaba.
— Eres mi mejor amiga, te apoyé cuando me dijiste sobre tu esterilidad ¿Por qué me tratas así? — Soo Bin solo sentía sus ojos aguarse mientras Danbi le observaba con asco.
— ¿En serio quieres que te trate bien después de esto? Eres un alfa enfermo Soo Bin, cómo podemos seguir siendo amigos después de esto — Lia se levanta.
— Lia... — Soo Bin susurra.
— Sabes, es injusto que tú si puedes y yo no — Lia se cruza de brazos — Te odio Soo Bin, y espero que recibas todo el odio del mundo. Un alfa enfermo como tú no merece vivir en este mundo — la Omega se aleja dejando a Soo Bin con un sollozo atorado en su garganta.
— ¿Qué hice mal? — Soo Bin susurra escondiéndose en sus manos, sintiendo su corazón romperse más.
Todo se volvió oscuro para él en el momento en que pisó toda la entrada del colegio, las risas inundaban los pasillos, las burlas y sátiras. Soo Bin solo podía observar a su "mejor amiga" junto con sus otros "amigos" reírse de él a carcajadas.
Solo una cosa se repetía en el aire, esa pequeña frase que terminó de romperlo.
— ¡ALFA ENFERMO!
— Está decidido — Chae Won gruñe hacia Soo Bin — Te irás con tu abuela, ¿sabes la vergüenza que me has hecho pasar en el colegio?
— ¿Por qué me odian tanto? — Soo Bin susurra.
— No quiero tener como hijo a un alfa que se cree Omega — Chae Won suelta con odio — Desde ahora en adelante, ya no eres mi hijo... Espero recibas lo peor del mundo — escupe por última vez antes de irse del aeropuerto.
Soo Bin – aún con su mirada apagada y lágrimas cayendo – observa a su abuela Miae esperarlo con una sonrisa llena de amor.
Ni siquiera recibió un abrazo de su mami Omega, no le dejaron despedirse de su hermana. Todo le dolía, y en el momento en que fue recibido por los brazos de su abuela, Soo Bin lloró. Lloró a mares sintiendo su corazón roto y su lobo clamar por su alfa.
Arin caminaba por los pasillos del colegio en busca de alguien en específico. Su Omega furiosa, sus puños apretados y su mandíbula marcada.
Puede ver a su objetivo reír con un grupito de alfas, Arin se acerca con delicadeza y una sonrisa malévola en su rostro.
— Lia — dice fuerte y claro para tener la atención de la Omega.
— Arin — Lia se acerca con un aire de superioridad — ¿Qué te trae por aquí? Por qué por lo que yo sé, tu hermano el enfermo se encuentra en otro país — los tres alfas ríen.
— Solo vine a decirte un par de cositas — Arin hace tronar sus dedos — Eres una perra descarada, mi hermano confió en ti y tú le respondes de esta manera — se acerca amenazante — Vas a pagarlo pedazo de escoria inservible hacia la humanidad — eso fue lo único que escucho Lia antes de ser lanzada al suelo.
Arin arañaba, mordida a la Omega quien soltaba quejidos de auxilio y dolor.
Años después...
— ¡Felicidades, mi bebé! — Miae abraza a su nieto con una enorme sonrisa.
Los dos se encontraban al frente de un hermoso local de dos pisos. Soo Bin sonreía observando la llave en su mano.
Después de ser sacado de su casa y ser recibido con amor en la de su abuela, el rizado tomo amor hacia las flores de una manera impresionante.
Todas sus noches o tardes después del colegio era arrimar a una hermosa floristería que quedaba a unas cuatro cuadras de su casa. Una viejecita adorable le atendía y le daba algunos trucos para tener unas hermosas flores.
Con ayuda de su abuela, Soo Bin estudio unos cuantos cursos que le enseñaron todo de botánica y sobre todas las flores, sus significados.
Ahora siendo ya un adulto, Soo Bin se siente bien al ver su floristería ser abierta. Aunque su corazón este un poquito roto, el ver su hermosa floristería hace que sane un poquito.
Su vida se volvió monótona, pero especial para él, pasar sus celos en su habitación y en su nido, teniendo que complacerte con un dildo que no le llenaba nada. Recibir amor y cariño de su abuela Miae y aunque Soo Bin no tenga amigos, el alfa rizado se siente bien así.
Su lobito esperanzado gracias a Abu Miae que hablaba sobre las almas gemelas. Aunque sienta que no será amado por su "enfermedad" Soo Bin tiene un poquito de esperanza.
Él quiere un alfa, quiere recibir ese tipo de amor y, sobre todo, quiere poder tener una familia. Aunque esos sueños se alejen cada vez que pasa un celo sufriendo por no tener un nudo y no soltarlo.
El alfa rizado no se podrá imaginar la grandiosa vida que está viviendo en su futuro.
Pero ustedes podrán verla... Podrán expresarle al Soo Bin del futuro que su sueño se cumplió y que un alfa lo ama tal cual como es, que es la persona más importante en la vida de sus hijos.
Ustedes pueden...
•━━━━━━━━━━•
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro