
CAPITULO 3.
Un suspiro sale de los labios de Soo Bin, la alarma sonando de forma insistente — Soo Bin, cariño — Su abuela habla de fondo tocando la puerta con solo dos toques — Apaga la alarma y ven a desayunar, un nuevo día inicia — Escucha como su abuela se aleja.
Nuevo día. Su vida en estos momentos es tranquila; una floristería hermosa a su cargo, una abuela que ama mucho y listo.
27 años y puede decir que nunca ha tenido un amigo para reír o contar esas pequeñas cosas tristes que dejan tu corazón estrujado, pero, ¿quién querría ser amigo de un alfa dañado como él?
Nadie.
Ni siquiera sus madres le quisieron.
Su niñez fue una mierda después de la repentina mudanza, nunca olvidará al pequeño alfa de ojos azules, fue el único que pudo darle felicidad con tan solo 3 años.
Chae Won y Yun Jin lo trataron bien, con amor y cariño por un tiempo. La bebé llegó; Kim Arin, una dulce Omega con olor a flores frescas; la adoración de la familia.
Kim Soo Bin y Kim Arin eran los hijos más afortunados, sus madres eran cariñosas hasta que llegó el primer celo del mayor.
No entendían por qué su hijo lubricaba a la vez que un nudo quería explotar, eso no le pasa a un alfa. El médico solo pudo decir que era una anomalía y que era un alfa raro. Lubricará por siempre; su lobo lo eligió.
El cariño que siempre recibió fue desapareciendo poco a poco dando nacimiento a palabras feas llenas de odio, los amigos que pensó que lo apoyarían lo dejaron de lado exponiéndolo en la escuela.
Cada celo fue el peor, dolía querer ser penetrado mientras apretaban el nudo. No quería anudar, él quería ser anudado. ¿Eso es malo?
La única que estuvo con él fue su abuela; Kim Miae. Sus madres decidieron dejarlo, no sin antes mandar unas cuantas malas palabras que hicieron romper su corazón.
Ahora vive con su abuela desde los 15 años, lejos de su familia; de vuelta a la ciudad en la cual fue feliz siendo un pequeño.
Dueño de una hermosa floristería, sin amigos, solo con su hermosa abuela, escondiendo su más íntimo secreto con pastillas de Omega.
No va a mentir que siempre imaginó poder tener una pareja, la cual le ame sin importar su defecto.
Su sueño se va alejando con el pasar de los días, su deseo de tener una pareja y poder darle hijos se van al vacío de su corazón.
Ningún alfa querrá a alguien como él.
Un alfa defectuoso.
— Buenos días — Su voz ronca y adormilada se hace presente en la pequeña sala. Miae le sonríe a su nieto para después levantarse y traerle el desayuno — Yo puedo hacerlo, abu — Soo Bin corre tomando el desayuno.
— Me gusta atenderte, cachorro — Pellizca sus mejillas — Eres mi bebé.
— Ya no soy un bebé — Ríe con ternura.
— Para mí siempre serás mi bebé — Soo Bin niega con una sonrisa. Empieza a desayunar dando gestos a su abuela por lo delicioso que cocina.
— Estaba delicioso — Besa la frente de Miae — Iré a bañarme para abrir la floristería — La Omega asiente.
Soo Bin lava el plato que ensució, ganando unos cuantos regaños. Camina hacia su habitación, suelta un suspiro al ver la cama y el nido hecho un desorden, bufa y camina hacia el baño.
Unos minutos después, Soo Bin se encontraba viéndose en el espejo. Jeans color caqui con una camisa amarilla de flores; sonríe porque ama como está vestido.
Al bajar se encuentra a su abuela arreglando un poco, deja otro besito en su frente y abre la floristería cambiando el cerrado por abierto.
Que el día comience.
— Gracias por su compra, que su pareja disfrute las flores — Soo Bin dice con amabilidad ganando una pequeña sonrisa del beta. Miae aparece con una maceta llena de tierra, iba a sembrar algunas flores. Soo Bin corre tomando la maceta — ¡Abu! - Regaña — No cargues cosas pesadas, puedes llamarme — Niega mientras escucha el gruñido de su abuela.
— Puedo hacerlo yo misma — Se queja — Soy una Omega muy capaz — Camina detrás de su nieto saliendo de la floristería — Déjala allí, se verá hermoso con los girasoles — Soo Bin hace lo dicho.
— Sé que eres muy capaz, eres una Omega muy fuerte — Corre hacia el interior de la cocina, toma una silla para después salir y dársela a su abuela — Pero no quiero que te enfermes, Abu Miae — Hace un puchero.
— Aww — Ara besa las mejillas de su cachorro — Que haré cuando te cases y te largues de esta casa — Soo Bin se sonroja un poquito.
— No me iré — Hace una mueca — No creo poder conseguir una pareja, nadie quiere a un alfa defectuoso o raro como pareja — Ahora es Miae quien frunce su ceño.
— No eres un alfa defectuoso, eres un alfa increíble, amor — Con sus manos toma las mejillas del alfa — Y sé que en algún lugar de este mundo hay alguien para ti — Soo Bin niega — Sí, sí, cachorro. Encontrarás el amor Soo Bin y cuando pase — Mira a los ojos de su cachorro — Estarás muy feliz.
— No tengo mucha confianza en eso, abu, ya tengo 27, me estoy volviendo viejo — Se separa del agarre — No creo que haya alguien por allí y si lo está — Suspira — No creo que me ame.
— Siempre hay alguien — Miae toma asiento en la sillita.
Soo Bin suelta otro suspiro para después entrar a la floristería. No tiene mucha confianza de que haya alguien para él y si la hay, ¿por qué se demora tanto en llegar?
El lobito de Soo Bin se mueve un poquito, su cola entre sus piernas, triste porque no hay nadie quien lo ame.
Las horas pasaron en la floristería, clientes entrando y saliendo, algunos siendo groseros con el alfa, juzgándolo por estar trabajando con cosas de Omega en lugar de estar en una oficina. Soo Bin suspira, nadie pregunta por el significado de la flor que se llevan, solo la toman, pagan y se van.
Miae sube al segundo departamento para preparar el almuerzo, mientras Soo Bin acomoda algunas cosas en la caja y al rededor del interior.
La campana de la floristería suena anunciando otro cliente, Soo Bin suspira y levanta su cabeza dando una sonrisa que para su mal es fingida — Bienvenidos a Flowers SB — la omega y el alfa joven sonríen.
— Hola — Ji Min saluda viendo al alfa con atención, se le hace conocido, pero no sabe de dónde.
— ¿Está bien? — Soo Bin pregunta saliendo del mostrador, se coloca al frente de la Omega mayor — ¿Señor? — Ji Min frunce su ceño.
— No me digas, señor — Ji Min gruñe — Aún soy joven — Soo Bin ríe adorablemente.
— Lo siento, ¿joven está bien? — Ji Min sonríe, Woo Sik aparece colocándose al lado de su abuela.
— Mami Ji Min, las flores son hermosas — Woo Sik mira al alfa mayor — Buenas tardes.
Soo Bin estaba a punto de responder antes de que el Omega interrumpiera — ¿Te conozco? — El alfa rizado frunce su ceño un poco antes de abrir sus ojos de forma sorprendida.
— Señor, ¿Choi Ji Min? — El Omega vuelve a fruncir su ceño — Lo siento, es la costumbre — rasca su nuca — Soy Soo Bin, ¿me reconoce? — Woo Sik miraba la escena con atención.
— Ow, el cachorrito Soo Bin — Ji Min sonríe — Yo sí decía, de alguna parte te conozco — El Omega abraza al alfa con fuerza — ¿Qué hay de tu vida? Tus madres nunca volvieron a comunicarse con nosotros — Soo Bin hace una mueca ante la mención de sus madres.
— ¿Abuela? — Woo Sik llama a Ji Min.
— Oh, lo siento — Ríe con diversión. Soo Bin frunce un poquito su ceño, ¿abuela? Recuerda que Ji Min solo tiene a Yeon Jun ¿Tuvieron otro hijo? O...
El lobito de Soo Bin gime con tristeza.
— Woo Sik ven aquí — El nombrado toma la mano de su abuela — Quiero presentarte a Soo Bin, Kim Soo Bin. Él era el mejor amigo de tu padre cuando eran cachorros — Ríe — Eran muy adorables.
El lobito decide irse a dormir.
— Un gusto conocerte — Soo Bin extiende su mano.
— El gusto es mío — Woo Sik dan un apretón — Es bueno conocerte — Ríe — Mami Ji Min y papá Yoon Gi, no paraban de hablar de ti — Ji Min bufa.
Soo Bin se sonroja — Oh, bueno — Miae baja las escaleras con delicadeza.
— Soo Bin, cachorro; el almuerzo está listo — Miae mira al Omega — ¿Ji Min? — El nombrado asiente con una sonrisa deslumbrante — Ow, que gusto verte de nuevo pequeño Omega — Dice con cariño mientras se funden en un abrazo — ¿Y quién es este hermoso cachorro? — Woo Sik se sonroja.
— Es mi nieto, Woo Sik — Dice con orgullo.
— ¿Yeon Jun es padre? — Ji Min asiente mientras Soo Bin sonríe. Su mejor amigo de infancia pudo conseguir alguien que lo amara — ¿Qué edad tienes Woo Sik? — El alfa joven se acerca a la mujer mayor.
— Tengo 15, señora — Dice con amabilidad.
¿15? Yeon Jun y él se llevan solo dos años. Yeon Jun se hizo padre joven, muy joven.
— Qué joven tan apuesto — Miae aprieta las mejillas de Woo Sik quien cierra sus ojos — Pero, ¿qué hacen por aquí?
— Oh, venimos a comprar unas flores. La Omega de mi cachorrito cumple años — Woo Sik se sonroja.
— ¡Vinieron a la floristería correcta! — Ara toma el brazo de Soo Bin quien seguía pensando en lo joven que es el alfa menor — Soo Bin, muestra esas flores hermosas que tenemos — El rizado asiente saliendo de su mente.
Los minutos pasaron con Soo Bin explicando el significado de cada flor con emoción, mientras Woo Sik y Ji Min le escuchan con atención. Miae miraba algunas rosas.
El ramo de flores fue hecho con las mejores que tenían, Woo Sik se sentía contento.
— Gracias por el ramo — Sonríe — Es muy hermoso.
— A tu omega le encantarán — Soo Bin le entrega una tarjeta de la tienda.
— ¿Cuánto es cachorro? — Ji Min miraba su bolsa.
— Nada, es parte de la tienda — Su sonrisa hace aparición — Fue muy lindo verle — Ji Min sonríe con ternura.
— Espero que podamos estar más en contacto y así hablar — Soo Bin asiente — Señora Miae — la Omega mayor abraza al otro Omega.
— Espero que vuelvan — Besa la mejilla de Woo Sik.
Woo Sik y Ji Min salen de la floristería con una sonrisa, el Omega mira a su nieto antes de hablar — Tu padre estuvo muy enamorado de Soo Bin — Woo Sik sube su mirada — Recuerdo perfectamente como un cachorro de 5 años me gruñó por otro de 3 — Ríe.
—¿Papá te gruñó? — Dice sorprendido.
Ji Min asiente — Mi cachorrito no fue el mismo desde ese día — Suspira — Me gruñó por proteger a Soo Bin, no quería que se lo llevaran — Woo Sik muerde su labio.
— Papá ha estado muy mal estos meses — Entrelaza su mano junto con la Ji Min.
— Creo que sé cómo ponerlo más feliz — Ji Min le guiña un ojo a Woo Sik — No le digas a tu padre donde estuvimos — El alfa asiente — Le hará feliz ver a quien pensó no ver más.
Soo Bin cierra la floristería, da cierre a la caja, riega un poco sus plantas para que mañana estén más hermosas. Sube al segundo piso y entra a su habitación.
Un suspiro sale de sus labios mientras quita su ropa, quedando solo en ropa interior, ingresa al nido para sentirse protegido.
Su mente no para de dar vueltas, Yeon Jun tuvo un hijo, eso quiere decir que en estos momentos está más que feliz con su Omega y cachorro.
No sabe por qué le entristece saber eso.
Decide dormir y esperar que le regala el día de mañana.
Yeon Jun deja la taza de té en el mesón de la cocina, escucha las llaves y la puerta ser abierta anunciando a su hijo. Woo Sik llega a la cocina encontrándose a su padre — Hola, papá — Deja un beso en su mejilla.
— Hola, hijo, ¿cómo te fue? ¿Conseguiste las flores? — Woo Sik asiente emocionado.
— Camine mucho, pero después llame a mami Ji Min y él me ayudó a conseguir un ramo de flores — Sonríe — A Da Mi le encantaron — Sus mejillas se colocan rojas.
— No quiero saber más — Yeon Jun ríe.
Woo Sik gira sus ojos — Me iré a dormir. Descansa, papá — Yeon Jun asiente y ve como su hijo desaparece.
Su celular empieza a sonar, Yeon Jun frunce su ceño, lo quita al ver que es su madre — Hey, mamá.
— Cachorro precioso — Ji Min saluda con emoción — ¿Cómo estás?
— Bien — Se encoge de hombros.
— Ese bien no me convence.
— Sabes cómo me pongo cuando estoy cerca de mi celo, mamá - Yeon Jun camina hacia su habitación.
— ¿Lo pasarás con alguien? — Yeon Jun niega, aunque sepa que su madre no lo ve.
— No y lo sabes — Un suspiro se escucha.
— Te está haciendo daño, cachorro — Yeon Jun se encoge de hombros — Sé que te encogiste de hombros, Yeon Jun, debes cuidarte. Tu celo se pone cada vez peor al pasar los años y eso me asusta.
— Estoy bien, mamá, estaré bien— Quita sus zapatos y sube a su cama.
— Te creeré, pero quiero unas flores por hacerme sufrir de esta manera — Yeon Jun gira sus ojos.
— ¿Yo te hago sufrir? — Ríe.
— ¡Por supuesto! No te cuidas — Yeon Jun bufa — Estuve con mi nieto en una hermosa floristería, las flores de allí son preciosas. Quiero que me des un ramo de esa floristería — Yeon Jun frunce su ceño.
— Si te gustaron las flores de allí las hubieras comprado, mamá.
— Quiero que mi hijo me las dé, ¿hay algún problema con eso?
— Por supuesto que no — Yeon Jun dice de una, su madre es muy consentida gracias a su padre y él — Te daré tu ramo de flores — Ji Min aplaude — ¿Cómo se llama la floristería?
— Flowers SB — Yeon Jun asiente anotando la dirección que su madre le da en un papelito — Espero mi ramo de flores, cariño — Cuelga.
Yeon Jun niega con una sonrisa, mira el nombre de la floristería antes de dejar el papel en uno de sus cajones e irse a dormir.
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