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CAPITULO 18.

Las semanas después de esa maravillosa cita fueron estupendas. Yeon Jun salía de su empresa para ir directo a la floristería, llevaba a Soo Bin a dar paseos por el parque o lo invitaba a comer a restaurantes que te costaban un ojo.

Soo Bin lo vale.

Sí que lo vale.

Por el lado de Soo Bin se puede decir que está más que enamorado de su alfa, Yeon Jun cada sábado sin faltar le dejaba una flor en una bolita de vidrio junto con una pequeña nota.

Soo Bin no puede dejar de sonrojarse por las notas, conoce las flores y sabe su significado, que Yeon Jun lo sepa, hace que su corazón lata tan rápido y moje sus pantalones.

El girasol es el símbolo del Sol y simboliza el amor y la admiración. Pero también la felicidad, la vitalidad, el positivismo y la energía.

Hoy puedo decir que la alegría llegó a mi vida desde que tú también lo hiciste. Tú llegaste para iluminarme y no hay momento más dichoso para mí como aquel donde tus ojos me miran y tu sonrisa me calma. Eres mi luz, y mi corazón sabe que es a ti a quien había buscado desde el principio.

El agapanto viene a significar la flor del amor.

Tú rodeas mi mundo con tu amor e impregnas tu aroma en cada rincón de mi alma, has hecho de mi casa, un verdadero hogar y me das un motivo para sonreír. A cambio, prometo rodearte de amor y cariño y hacer de nuestras vidas una historia de amor, similar a los cuentos, pero mejor.

El tulipán es un símbolo de amor sincero.

Recibe esta flor como el símbolo de la sinceridad de mis palabras, sabiendo que mi amor es sincero y que te amaré con la mayor entrega. Nunca más estarás solo, porque mi corazón te ha elegido para toda nuestra vida.

Sí, se encontraba muy enamorado de su alfa.

Solo han pasado 3 semanas desde entonces, se encontraba iniciando la cuarta y última del mes. Soo Bin se encontraba feliz, brillando con ese brillo especial, atendiendo con su alegría más arriba que siempre, amando todos los segundos que pasa con su alfa y su cachorro.

Woo Sik seguía con sus visitas en la tarde después de la escuela, llegaba con una historia nueva que contar sin faltar ese apodo que hace su corazón sentirse bonito — Mamá — Cada vez que lo dice Soo Bin siente desmayarse.

Huening Kai consiguió un mejor amigo, jugaba con sus carritos, su amigo lo dejaba estar en su hombro para correr por toda la floristería recibiendo algunos regaños de Soo Bin. Su mejor amigo Woo Sik le hacía feliz.

Aunque todo esté de color de rosas, las tres semanas estaban siendo muy complicadas para Yeon Jun y la empresa. Por fin consiguió un contador quien era beta, un contador que no tratara de robarle o coquetearle.

La empresa ha requerido mucho de su presencia, la nueva cámara de seguridad avanzada en estos tiempos se encontraba lista para salir al mercado. Papeles que firmar, sueldos que pagar.

Esas mismas semanas su secretario Woo Young entro en celo, eso significó que el secretario de Tae Hyun tampoco estaba. Los dos tuvieron que hacer el triple de su trabajo. Al volver Woo Young, Beom Gyu empezó su celo, entonces Tae Hyun tuvo que ausentarse cuatro días. Después la siguiente fue Eun Ji quien lo paso con un alfa de internet.

Yeon Jun tenía mucho trabajo en su espalda, el estrés lo tenía de un humor inaguantable. Su lobo gruñía sin ningún motivo, aunque viera a su alfa en las noches, su humor empeoraba cuando llegaba a su cama solitaria sin el olor de su alfa.

Las ventas subieron gracias a la nueva cámara que CWS Company sacó al mercado. Las cifras en su cuenta bancaria subieron a millones, Woo Sik disfruta mucho esos millones comprándole regalos a su Omega, a su mamá y mejor amigo Dae Hyun.

Yeon Jun lo regañó unas cuantas veces para después darle una tarjeta que llenaba de dinero cada domingo.

Ahora, Yeon Jun se encontraba en su oficina escribiendo en su computadora. Acomodaba registros, cuentas y muchas cosas más mientras una taza de té se encontraba a su lado.

Eran las 5 de la tarde y estaba muy enojado con uno de sus empleados. Gruñó mucho mientras hacía el reclamo amenazando de despedirlo si sigue siendo un inútil. Aunque eso último fue su alfa quien hablo.

Se encontraba estresado y con ganas de propinarle un golpe al primero que cruce esa puerta.

Para su mala y buena suerte, la puerta de su oficina se abre con delicadeza para que después un alfa alto, con rizos y ojos verdes, entrara junto con una pequeña bolsa.

Yeon Jun siente el aroma de su alfa, relajarle de una manera necesaria, sus pulmones llenándose del olor más maravilloso del universo.

— Alfa — Yeon Jun gruñe un poco dejando de lado su trabajo en la computadora. Se coloca de pie para tomar a su alfa en un abrazo que hace sus pelitos erizarse.

— Junnie — la voz grave y profunda de Soo Bin hizo una danza en los tímpanos de Yeon Jun quien se deleita con la voz que tanto extraña y ama — Espero no molestar — Yeon Jun niega mientras sale de su escondite. Sus rostros quedan cerca, aunque Yeon Jun deba inclinarse un poquito.

— Nunca molestas — Yeon Jun junta sus labios con ansias, extrañaba a morir los labios de su rizado. La danza no se hizo esperar, sus labios se movían en un compás mágico — Mmmm, extrañaba tu boca — Soo Bin ríe adorablemente.

— Yo también, te traje esto — se separa un poco para entregarle la bolsita que traía consigo.

Yeon Jun se separa dando dos pasos hacia atrás, al abrir la bolsa su estómago ruge. Unos deliciosos espaguetis con crema se hicieron notar.

— Espero te gusten, tuve el presentimiento de que tenías hambre — Soo Bin le entrega una botella de jugo — Ven alfa, ven y come — lo dirige al mueble de la oficina.

Yeon Jun empieza a comer sin poder evitar soltar algunos sonidos de satisfacción. Los espaguetis estaban deliciosos. Soo Bin se encontraba feliz viendo a su alfa comer sus espaguetis hechos con amor.

— Están deliciosos, amor — la sonrisita en los labios de Yeon Jun mientras come es lo que Soo Bin quiere ver siempre. También quiere ver siempre los ojitos brillosos de su cachorro Woo Sik cuando bebe de su chocolate caliente.

Quiere tener a esos dos alfas para siempre consigo.

— Me alegra que te hayan gustado Junnie — guarda el recipiente cuando Yeon Jun termina, sacude sus manos para después dejar la bolsita en el piso al lado del sillón.

Yeon Jun suelta un suspiro, el aroma a tierra mojada y chocolate que sale de su alfa lo relaja de sobremanera. Ya no quiere trabajar, ahora mismo quiere acurrucarse en el pecho de Soo Bin y desaparecer hasta que sea su cumpleaños.

Soo Bin capta lo que Yeon Jun desea, así que se acerca y toma a su alfa acostándolo en su pecho. El alfa con traje de diseñador y ojeras en sus ojos deja caer su cabeza soltando otro suspiro.

— ¿Estás cansado cariño? — Yeon Jun asiente mientras mueve su mejilla en el pecho de Soo Bin — Vamos a casa.

— ¿A casa? — Yeon Jun pregunta entre dormido, sintiendo sus párpados caídos.

— Hmm — los dedos de Soo Bin pasaban por el delicado cabello del alfa castaño — ¿O adónde quieres ir alfa?

Yeon Jun lo piensa un momento antes de mirar hacia arriba — Quiero ir a tu nido, Binnie — Soo Bin ríe con delicadeza, se agacha un poco para dejarle un besito a Yeon Jun.

— A mi nido entonces — Yeon Jun asiente.

Los dos alfas se levantan del sillón. Yeon Jun cierra todas las ventanas que estaban abiertas en su computador, fijándose en guardarlas y no perderlas.

Los dos alfas salen de la oficina, Woo Young saluda a Soo Bin con un abrazo para después golpear el hombro de Yeon Jun guiñando un ojo en el camino.

Yeon Jun solo giraba sus ojos, se encontraba muy cansado y estresado como para lidiar con el rubio. Su cabeza cae en el hombro de Soo Bin quien se despide de Woo Young con una sonrisa.

Soo Bin llega a su floristería junto con un alfa pegajoso. Yeon Jun no se quería despegar del aroma de Soo Bin.

Solo quería llegar rápido al nido de Soo Bin y acurrucarse allí hasta olvidar todos sus problemas. Necesitaba a su alfa dándole besitos.

Él es un alfa mayor que necesitaba cariños de su alfa.

Soo Bin sube como puede hasta llegar a su habitación. En el camino hacia ella se encontró a Huening Kai y a Arin viendo una película mientras su abuela contaba la caja. Su hermana le guiñó un ojo para después tratar de no reír por el intento de su hijo de guiñar un ojo.

Al llegar a su habitación, Soo Bin ayuda a quitar el saco de Yeon Jun para después seguir con sus zapatos. El alfa castaño cae en el nido de Soo Bin, su rostro se restriega por toda las sábanas y almohadas del lugar.

Soo Bin dejó los zapatos de Yeon Jun a un lado de la puerta, dejo el saco del traje encima de su cama. Suspira con una sonrisa antes de salir de la habitación.

Yeon Jun gruñe un poco, pero al oler una de las almohadas se relajó un poquito. Amaba el aroma de Soo Bin más que todo el de chocolate.

Soo Bin besa la mejilla de su hermana para después besar la cabecita de Huening Kai quien le devuelve el beso con mucha risa de por medio.

Su abuela Miae subía junto con una cajita — ¿Cómo se encuentra Yeon Jun, cachorro? Se veía muy cansado y sin ganas de despegarse de ti.

— Está muy estresado, ha tenido mucho trabajo. Está en mi nido — Soo Bin camina hacia la cocina, las ganas de hacer chocolate con leche le ganaban. Su alfa le pedía hacerlo.

La puerta de la floristería es tocaba varias veces. Miae frunce su ceño.

— ¿Esperan a alguien? — Arin niega al igual que Soo Bin.

— Tío BinBin, ¿Wonnie no viene hoy?

— Ayer me dijo que no podía, cachorro — Soo Bin termina de preparar el chocolate.

Miae sube de nuevo junto con un alfa joven con ojitos llorosos. Woo Sik tenía sus manos echas puño mientras subía las escaleras.

Soo Bin ladea su cabeza al ver a su Woo Sik de esa forma, su alfa sintiendo preocupación — ¿Cachorro?

Woo Sik sube su mirada de forma rápida al escucharlo — Mamá — solloza y corre hasta quedar atrapado por los brazos de Soo Bin.

El lobo de Soo Bin soltaba algunos sollozos mientras acariciaba con su hocico la cabecita de un lobito que lloraba hecho un ovillo.

— Cachorro, pequeño, ¿qué sucede? — Soo Bin como puede, vierte el chocolate en una taza para después caminar hacia su habitación — Abu, estaremos en mi habitación — Miae asiente.

Woo Sik lloraba mientras caminaba siendo guiado por Soo Bin — Mamá — vuelve a sollozar al sentir el aroma de su madre mucho más fuerte — Mamá.

— Aquí estoy, bebé, mamá está aquí — Soo Bin mira a su alfa sentado en el nido con una expresión de preocupación, sin escuchar lo que Soo Bin hablaba con su hijo — Ven, cachorro, tengo chocolate con leche para ti, después vendrás conmigo a dormir, ¿sí? — Woo Sik asiente.

Se despega un poco para tomar su chocolate, se sentía como un pequeño cachorro necesitado de su madre. Termina su bebida unos minutos después, la lluvia se hizo presente en Seúl; fuerte.

Soo Bin quita sus zapatos para después ayudar a quitar los de su cachorro, le regala una sonrisa a Yeon Jun quien esperaba — Ven, consentiré a mis dos alfas — Woo Sik observa a su padre.

— ¿Papá?

— Hola, cachorro, ¿estás bien? — Woo Sik asiente, aunque un sollozo logra salir de sus labios — Ven aquí pequeño ¿Recuerdas cuando eras un pequeñito cachorro? Tú venías a mi habitación y te acurrucabas en mi pecho — Woo Sik asentía aún sin subir al nido — Yo calmaba tu llanto, ven cachorro.

Woo Sik mira el nido un momento antes de gira y mirar a Soo Bin — ¿Mamá, puedo? — Lo dice en un susurro para que solo su madre lo escuché.

Soo Bin se acerca para tomar el brazo de su cachorro — Claro que puedes, ven conmigo.

Ahora los tres se encontraban en el nido de Soo Bin. El alfa rizado en medio de Woo Sik y Yeon Jun quien lo abrazaban con fuerza. El joven alfa dormía plácidamente en el pecho de su madre mientras Yeon Jun observaba a su alfa, se encontraban cara a cara.

— ¿Qué sucedió Binnie? — Yeon Jun acaricia con su nariz, la nariz de Soo Bin. Sus labios cerca, pero sin tocarse.

— No sé alfa, solo llego así — Soo Bin suspira — No sé qué sucede, Yeon.

— Está bien, está bien — Yeon Jun deja un besito — Vamos a dormir, alfa — Soo Bin asiente.

Eran las 9 de la noche, Soo Bin entra a la habitación con dos platos de comida. No dejó que sus dos alfas se levantaran del nido.

Yeon Jun rueda sus ojos con una sonrisa, recibe los recipientes antes de ver a su alfa salir corriendo de la habitación y volver con tres vasos y un plato más.

— Pude ayudarte — Soo Bin niega mientras se sube al nido. Woo Sik empieza a comer en silencio.

— Estaba bien, pude con la situación — ríe antes de empezar a cenar.

Los tres alfas comían en silencio, amando el ambiente en la habitación.

Soo Bin tenía a dos personas por primera vez en su nido, se sentía feliz porque el aroma de sus alfas quedaría impregnado en sus sábanas y almohadas.

La lluvia caía, pero no era tan fuerte como hace unas horas, era una llovizna tranquila que sea veía por la ventana.

Después de terminar de cenar, Yeon Jun es el que se levanta para dejar los platos y vasos sucios en la cocina. Arin le informó que los dejara allí y volviera al nido.

Al volver se encontró con Woo Sik acurrucado en el pecho de Soo Bin mientras el alfa rizado le daba mimos a su cabello y rostro.

— Ya volví — Yeon Jun sube al nido para ponerse detrás de Soo Bin y abrazar a sus dos alfas — ¿Pueden decirme que sucedió unas horas atrás? ¿Woo Sik? — El joven alfa suspira.

— Es estúpido — su voz salía delicada, aunque se sentía seguro en medio de los brazos de sus padres — Dae y yo estábamos en la hora del almuerzo, al terminar regresamos a clase, pero sin querer tropecé con el profesor de química cuántica. Me disculpé, pero el profesor no lo aceptó, Dae Hyun intento hablar, pero el profesor gruño de forma demandante.

— ¿Gruñó? — Soo Bin frunce su ceño.

Woo Sik suspira — Mi profesor de química cuántica es un alfa puro dominante — Yeon Jun gruñe un poco — Al gruñir, Dae Hyun se quedó quieto sin poder hablar, al igual que yo, el profesor empezó a decir cosas feas mientras muchos de los estudiantes observaban la escena — suspira — Sé que como alfa debo ser fuerte y no débil, pero las cosas que dijo hicieron que mi lobito se sintiera mal.

— Por ser alfa no es necesario que seas fuerte, cachorro — Yeon Jun habla antes de dejar que su hijo siguiera.

— Lo siento — Woo Sik abraza más fuerte a su madre — El profesor dijo que era un alfa inútil, inservible, que no sabía complacer a un Omega. Un idiota en la escuela, un alfa que su madre no quiso — solloza un poco — Un alfa que no se comporta como un alfa, un alfa necesitado de amor de madre, un alfa abandonado, un alf- — Soo Bin le detiene.

— Ya no sigas cachorro — Woo Sik sollozaba en el pecho de Soo Bin mientras el alfa rizado acariciaba su cabello. Yeon Jun suspiraba besando los rizos de Soo Bin — No eres un idiota, eres un alfa fuerte, el mejor alfa que puede haber, un alfa fuerte — repite. Woo Sik tenía sus ojitos cerrados mientras escuchaba a su madre — Puedo ver cómo tu Omega es feliz, como Da Mi te ama con locura, así que no eres un alfa inservible. Eres súper inteligente, el mejor en su clase por las notas que me muestra o las historias que me cuentas.

Yeon Jun abrazaba con fuerza a sus alfas en su pecho mientras escuchaba las palabras de Soo Bin hacia su hijo. Amaba tanto a su alfa de ojos verdes, su corazón ya no soportaba tanto amor.

— No eres un alfa necesitado de amor porque siempre lo tuviste y ahora, aquí estoy para darte más amor.

— M-Mamá — Woo Sik susurra. Yeon Jun se tensa un poco al escuchar esa palabra.

— Así es bebé, ahora soy mamá, y mamá siempre estará allí para escucharte, hablarte y decirte lo importante y gran alfa que eres. Dejé que me llamaras de esa forma cachorro porque también lo siento muy dentro de mí, eres mi cachorro como tu padre es mi alfa. Los dos son míos, así como yo soy de ustedes — Yeon Jun tenía lágrimas en sus ojos, sus labios apretados entre sí — Mamá estará para protegerte de todo.

Woo Sik asiente abrazando más a Soo Bin — Te amo, mamá — susurra cerrando sus ojitos sintiéndolos pesados.

Soo Bin deja caer una lágrima traicionera mientras una sonrisa se forma en sus labios — También te amo, cachorro — se separa de Yeon Jun aún con su cachorro en sus brazos, como puede se acuesta en el nido dándole la espalda a Yeon Jun quien lo abraza en forma de cucharita, Woo Sik en medio de los brazos de Soo Bin.

Yeon Jun tenía sus ojos llorosos, Woo Sik aceptó a Soo Bin como su madre. Eso ponía a su corazón a mil por horas. Sus brazos se agarran con más fuerza de la cintura de su alfa.

— Alfa — solloza un poquito en el oído de Soo Bin quien se giró dejando sus labios cerca de los de Yeon Jun.

— Shhh, shhh — se acerca iniciando un beso dulce lleno de amor, se separan en un chasquido — Hablaremos de todo mañana alfa, ahora es hora de dormir, ¿sí? — Yeon Jun asiente dejando otro besito.

Yeon Jun se quedó dormido al igual que Soo Bin unos minutos después. Woo Sik feliz y tranquilo, envuelto en los aromas de sus padres.

Quiere esto para siempre.

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Si hay algún error, no duden en decirme, espero les haya gustado el capitulo! ♡

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