Aunque Yeon Jun sintiera su piel arder como el infierno, disfrutaba del beso y los movimientos de Soo Bin — B-Bin — susurra en sus labios.

Soo Bin empezó un camino de besos por el cuello del mayor sin dejar de mover sus caderas. Sentía en el alma que ayudaba a su alfa con esos movimientos y no mentía. Yeon Jun se encontraba extasiado.

Las manos de Soo Bin se dirigen hacia la ropa interior de Yeon Jun, con delicadeza se los quita sonrojado por la gran polla del castaño — D-duele Soo Bin — Yeon Jun lloriquea, su nudo queriendo aparecer, pero era tan difícil — A-Alfa.

— Shh — Soo Bin toma la erección de Yeon Jun con su mano, empieza el vaivén observando cada expresión de su alfa. Yeon Jun tenía sus ojitos cerrados.

Soo Bin sentía su lubricante salir, Yeon Jun se estaba volviendo loco.

El alfa rizado se separa un poco para poder quitar su ropa interior. Ahora desnudos, los dos Soo Bin vuelve a tomar la erección de Yeon Jun con su mano mientras empieza un beso desesperado.

— So-Soo Bin, por f-favor — Yeon Jun solloza, le dolía. Quería estar dentro de su alfa. Por primera vez en su vida, mientras pasa sus tres días de celo, lo único que tiene en la mente es a Soo Bin.

Soo Bin, Soo Bin, Soo Bin, Soo Bin.

Yeon Jun no podía abrir sus ojos, su cuerpo dolía como la mierda, pero la excitación estaba presente mientras Soo Bin aceleraba su mano — P-Por f-favor.

— Aquí estoy alfa, aquí estoy — Soo Bin suspira, lo hará. Tomará el nudo de su alfa. Ayudará con su dolor, no importa las consecuencias.

Soo Bin se levanta con delicadeza e intenta buscar un condón. Yeon Jun empieza a negar — S-sin condón, sin condón Soo Bin — Soo Bin asiente sin darle vuelta al asunto. Se coloca encima de la cintura del castaño, toma el pene de su alfa alineándolo a su entrada lubricada.

Aunque Soo Bin no haya sido preparado, su entrada estaba resbalosa, aceptando la gran polla roja y dolorosa de Yeon Jun.

El dolor que siente Soo Bin en el instante que Yeon Jun está completamente dentro de él es insoportable, pero al ver el rostro de alivio del alfa sabe que está bien aguantar el dolor.

Cierra sus ojos concentrándose en los suspiros de Yeon Jun, mueve sus caderas en círculos — S-sí —es lo que susurra el alfa castaño poniendo sus manos en la cintura del rizado — No, no duele t-tanto ya.

Soo Bin empieza a dar pequeños saltos, lágrimas saliendo de sus ojos. En su mente, repitiéndose las mismas palabras que su lobo decía en voz alta.

Lo hacemos por nuestro alfa, no importa cuanto duela. Sigue.

— S-Soo Bin — Yeon Jun mira al alfa, quien tenía una expresión de dolor mientras seguía saltando — Alfa, detente. Te está doliendo.

Soo Bin niega — D-dame el nudo — las manos firmes en su cintura ayudaron con los saltos. Soo Bin solloza.

Duele mucho, duele mucho.

Lo hacemos por nuestro alfa.

Por nuestro alfa.

Yeon Jun sentía, por fin, su nudo crecer. Pero no era como lo imaginó — ¡AAAHHH! — Grita junto con Soo Bin quien seguía saltando hasta obtener todo el nudo en su interior — D-Duele, ¡detente Soo Bin! — El alfa rizado niega de nuevo.

— T-Todo — es lo único que dice mientras lágrimas seguían cayendo, dolía, dolía.

Todo el nudo creció en su interior, Soo Bin empezó a llorar de dolor mientras Yeon Jun respiraba agitadamente, sintiendo su cuerpo tranquilo y el dolor yéndose.

Yeon Jun lleva sus manos a las mejillas de Soo Bin quien lloraba en silencio — Amor, ya casi, ya casi — limpiaba las lágrimas, aunque más cayeran.

Nunca pensó que así sería su primera vez.

El nudo bajo 25 minutos después. Soo Bin no dejaba de llorar mientras caía al pecho de Yeon Jun. Su cuerpo ardía, todo le dolía como si quemarán su piel.

Todo el dolor que Yeon Jun sintió mientras empezaba su celo lo estaba sintiendo él.

Yeon Jun con la respiración agitada abre el cajón de su mesita sacando una de las pastas para entregársela a Soo Bin con una botella de agua — Toma amor, para calmar el dolor — El alfa rizado con manos temblorosas toma el agua y la pastilla.

Unos minutos después, el dolor en el cuerpo de Soo Bin se va dándole tranquilidad.

No hablaron, Yeon Jun solo daba caricias mientras su cuerpo se sentía relajado. Soo Bin respiraba en el cuello del castaño, sintiéndose bien por ayudar a su alfa.

Así pasaron los tres días, Yeon Jun desesperado cada vez que entraba en Soo Bin, no paraba de llorar hasta que su nudo explotaba. Soo Bin sentía el ardor en su piel hasta que tomaba la pasta, el dolor pasando a un nivel bajo.

Soo Bin alimentaba a Yeon Jun, le daba caricias y muchos besitos. No han hablado aún, solo gemían sus nombres o palabras no entendibles. Yeon Jun no sabía cómo pedirle perdón a Soo Bin por todo el dolor que ha pasado. Soo Bin solo acariciaba su cabello, besaba sus labios y volvía a montarlo.

No importaba su dolor, estaba ayudando a su alfa.

Ahora se encontraba dándose un baño de burbujas, los dos dentro de la bañera con un Yeon Jun entre las piernas de Soo Bin. El alfa rizado lavaba el cabello de su alfa, no hace mucho se tomó la pastilla para no quedar en embarazo.

Yeon Jun miraba sus manos sintiendo culpa, aunque no debiera — Lo siento — alza su voz, quebrándose al final.

— ¿Qué dices? — Soo Bin detiene sus movimientos.

— Todo lo que te hice pasar, el dolor, tus lágrimas. Perdóname —Yeon Jun empezó a llorar.

Soo Bin lava el cabello de Yeon Jun antes de tomarlo entre sus brazos, abrazándolo fuerte — No tienes que pedirme perdón, vine aquí para ayudarte y fue lo que hice — deja besos en su cabellera — Observé tu expresión de descanso y tranquilidad. Todo el dolor que sentí no fue importante cuando te observaba — Yeon Jun sollozaba como un cachorrito — Estoy bien, no pensé que así sería mi primera vez, pero... Estoy muy bien, mi alfa precioso y valiente. Tantos años aguantado ese dolor, ya no más... Tu alfa llegó para aliviar tus malestares.

Yeon Jun suspira escondiéndose en el pecho de Soo Bin — Prometo que cuando esté mejor y pueda anudar sin dolor, te daré la mejor noche de tu vida— gira su rostro, azul y verde encontrándose — Será nuestra primera vez verdadera. Te lo prometo alfa.

— Está bien bebé — Soo Bin deja un besito casto — Está muy bien, esperaré ansioso. Ahora, hay que salir. Te prepararé un delicioso almuerzo para después irnos a dormir — Yeon Jun asiente.

Y así es como pasa. Soo Bin hace un delicioso sudado de carne, los dos comen y disfrutan su compañía olvidando los tres días de dolor. Soo Bin lava los platos sucios mientras Yeon Jun los seca y los acomoda.

Los dos llegan a la cama del alfa castaño, Yeon Jun abraza a Soo Bin hacia si, dejándolo ser la cuchara pequeña.

— Tengamos una cita — Yeon Jun suelta mientras pasa su nariz por el cabello de Soo Bin.

— ¿Una cita? — Yeon Jun asiente haciendo un sonido de confirmación — Me parece increíble, ¿qué tal el miércoles?

— Me parece perfecto — Yeon Jun deja un beso — Gracias — susurra.

Los dos caen rendidos, abrazados.

Lo malo ya pasó, ahora sigue la mejor parte. El cortejo, las citas, besos.

Al final, Yeon Jun le dará la noche que se merece.

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