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CAPITULI 12.

Woo Young miraba a la Omega con desprecio.

— Estás despedida.

— ¿Qué? — Lia mira al Alfa rubio — ¿Por qué?

— Por perra — Woo Young lo apunta con el dedo.

— No tienes derecho a despedirme, eres solo un simple secretario — La Omega camina hasta Yeon Jun quien solo se encontraba perdido — Yeon Jun.

Yeon Jun solo no podía reaccionar. ¿Soo Bin lubrica? Eso es, eso es...

¡Estupendo!

¡Mi alfa puede darme cachorros! ¡Cada día es más perfecto!

No podía moverse, su lobo trataba de salir y dar orden a su cuerpo. Su alfa salió corriendo, llorando.

¡Reacciona imbécil!

Yeon Jun vuelve en sí mismo, con sus pensamientos claros. Debe ir por su alfa y calmar su llanto, decirle que es perfecto y lo ama tal cual es.

— Yeon Jun — La Omega vuelve a intentar tocando el hombro del alfa quien la observa con odio.

— Estás despedida, no te quiero ver en mi oficina, ni en mi empresa — Lia abre su boca para tratar de decir algo, pero Yeon Jun la detiene — No me interesa lo que vayas a decirme, eres una Omega cínica. Primero entras y sales de mi oficina como si fuera tuya, me traes té y marcas mi territorio con tu horrible olor a limón. Pero pasaste la puta línea cuando llamaste a MI ALFA enfermo.

— ¿T-Tu alfa? —  Lia frunce su seño — E-so eso no puede ser posible, no puede estar con ese alfa ¡Mírame! Soy mejor que él. Puedo darte todo lo que necesitas.

— Esta perra — Woo Young murmura.

— Necesitas a una Omega, no a un alfa, ¡eso es enfermo! — Yeon Jun gruñe. Demandante, la Omega tiembla al igual que los tres alfas que se encontraban de espectador.

Yeon Jun creció de forma impresionante, su alfa haciendo acto de presencia. Sus ojos rojos, el gruñido en su garganta.

— ¡Fuera de aquí! — Lia salta en su lugar, sus ojos llorosos. Su corazón lleno de rabia hacia Soo Bin. La Omega sale de la oficina, Woo Young le saca la lengua cuando la ve salir.

— Perra — Woo Young agita su rubio cabello — Yeon Jun, ¿qué haces aquí? ¡Ve por tu hombre! — Yeon Jun corre, con todo lo que puede.

Debe ir por su alfa.

Tae Hyun y Beom Gyu solo chocan sus manos.

Soo Bin llegó a su casa con el corazón destrozado. Hoy tuvo el valor de hablar con Yeon Jun, contarle su secreto y dejarle sus sentimientos.

Ahora ya no puede, Yeon Jun debe de estar odiándolo, sintiendo asco hacia él. Miae se asusta al ver a su nieto tirarse a sus brazos llorando. Arin toma a su cachorro quien no paraba de preguntar y mirar a su tío.

— Ya, ya mi bebé — La Omega arrulla a Soo Bin llevándolo al nido de este — Shhh, shhh... Duerme amor, descansa — Soo Bin cayó rendido en su nido, con el olor de su abuela y su pequeño sobrino.

— Tío Binnie ¿Bien? — Huening Kai pregunta a su madre con su cabecita ladeada. Miae preparaba un té para su nieto mientras Arin cuidaba de la floristería.

— Él estará bien amor — Huening Kai asiente aceptando las palabras de su mamá. Un sonidito de una campana llamo la atención del lindo cachorrito.

— ¡Woonnie! — Huening Kai corre hasta Woo Sik quien lo recibe alzándolo.

— Hola, cachorrito — Huening Kai ríe por los besitos en sus mejillas.

— Woonnie, tío Binnie mal — Woo Sik baja a Huening Kai — Llora, ¿por qué tío Binnie llora?

— ¿Binnie? — Woo Sik toma al niño en sus brazos antes de entrar correctamente a la floristería — Hola Arin.

— Woo Sik, hola, ¿cómo estás?

— Bien supongo, solo que siento mi corazón oprimido. Una tristeza muy en el fondo. No sé qué es — Deja al cachorro en el suelo, Huening Kai corre a seguir jugando con sus cachorros — ¿Soo Bin...?

— Está en su habitación, llegó llorando. No sé qué sucedió — Woo Sik mira las escaleras — Sube.

Woo Sik estaba a punto de subir antes de que la floristería sea abierta de forma imprevista.

— ¿Papá? — Yeon Jun mira a su hijo antes de subir las escaleras. Quiere a Soo Bin.

Yeon Jun mira a Miae — Abu Miae. ¿Dónde está Soo Bin?, debo hablar con él — La Omega mayor mira al alfa castaño con delicadeza, no sabe qué ocurrió, pero su nietecito llegó llorando.

No le gusta ver a su nieto llorar.

Woo Sik sube con su ceño fruncido — ¿Qué sucede? ¿Soo Bin está bien?

— Abu Miae — Yeon Jun pide con delicadeza, necesita ver a su alfa. Necesita abrazarlo y decirle lo perfecto que es.

Necesita besarlo y calmar todos sus miedos y dolores.

— Está en su nido, durmiendo. Ve — Yeon Jun asiente agradecido antes de correr hacia el interior del hogar.

Woo Sik mira a Miae — ¿Abu?

— Todo está bien cachorro. Tu papá por fin se confesará — Woo Sik pone una mano en su corazón.

¡Sí!

Soo Bin se encontraba despierto, miraba la ciudad por la ventana. Era hermosa, con personas caminando, otras, hablando y riéndose entre sí.

Personas normales, castas normales.

La puerta de su habitación es tocada con delicadeza, no quiere levantarse. La verdad no quiere hacer nada, se siente como cuando tenía 14 y sus madres le rechazaron para que unos días después sus supuestos amigos lo trataran mal y lo expusieran en la escuela.

Se siente como un cachorrito.

— Pase — Es silencioso, pero auditivo. Yeon Jun abre la puerta mareándose un poco por el delicioso olor con un poquito de chocolate.

— Binnie — Soo Bin solo se gira, no queriéndolo ver, necesitaba tiempo para prepararse.

No quiere que Yeon Jun lo deje así con esta vulnerabilidad.

— Vete — Susurra — Por favor — Solloza.

Yeon Jun se pone al frente del nido, sin tocarlo — ¿Me permites entrar a tu nido? —  Soo Bin no responde, solo observa la calle con lágrimas cayendo por su rostro — Amor, permíteme entrar para poder tomarte en mis brazos, permíteme alejarte de esos pensamientos y temores, permíteme ser el alfa con el que puedas sostenerte — Sus ojos verdes caen en unos azules que se mostraban sinceros — Permíteme limpiar tus lágrimas e impregnarte con mi aroma, ¿puedo entrar a tu nido, bebé? —  Soo Bin asiente con delicadeza, sintiéndose roto.

Yeon Jun no espera, se quita sus zapatos antes de subirse de forma rápida. Soo Bin cae en su pecho llorando, pidiendo mimos. Yeon Jun solo lo abraza, besa sus rizos y susurra cosas bonitas.

— P-Perdoname por ser un alfa enfermo — Soo Bin solloza — P-por f-favor no te alejes, prometo que soy una persona increíble — Yeon Jun cierra sus ojos — Por favor no te alejes, no lo hagas, Junnie.

— Shh, shh — Yeon Jun empieza con sus caricias, sus manos y dedos pasaban por el cabello, rostro y brazos de su alfa. Tratando de calmarlo mientras lo llena de su aroma — No me alejaré, nunca lo haré. Eres perfecto Soo Bin, tan perfecto que me enamoro más de ti — Soo Bin alza su rostro quedando cara a cara con Yeon Jun — Eres tan perfecto, tan especial, no estás enfermo amor. Tienes un don increíble, los que te dicen cosas feas solo están celosos de ti — Un puchero se forma en los esponjosos labios de Soo Bin — Un alfa increíble, un alfa perfecto.

— No soy un alfa normal.

— ¿Y qué es ser un alfa normal? Todos somos diferentes, cachorro, y ser diferente es increíble. Tú tienes un gran don que el destino y la madre luna te dio, debes estar orgulloso, así como yo lo estoy.

— ¿Lo estás? ¿No crees que estoy enfermo? ¿No me alejarás como mis madres lo hicieron? — Yeon Jun negaba a cada una de esas preguntas.

Su corazón hinchado.

— Ellas no te merecían, no pienso nada de eso. Estoy súper orgulloso del alfa en que te convertiste, ¡mírate! Eres dueño de una hermosa floristería, tu abuela te ama con su vida, tienes amigos y un lindo cachorro joven que te adora — Yeon Jun toma las mejillas de Soo Bin entre sus manos — Me tienes a mí, ser diferente no es malo. Eres perfecto y puedo decirlo las veces que quieras. Eres mi alfa diferente, mi alfa hermoso.

Soo Bin solloza, su alfa. Yeon Jun lo quiere como su alfa.

Es él.

— Alfa — Soo Bin gime con desesperación, mientras se acurruca más en los brazos de Yeon Jun quien con delicadeza se acuesta en las mantas.

Soo Bin esconde su rostro en el cuello de Yeon Jun, en su punto de aroma. Exhala llenándose los pulmones, tranquilidad creciendo por su cuerpo.

Se siente bien, se siente relajado, se siente completo y sobre todo...

Se siente amado.

— Duerme mi alfa, aquí estaré — Yeon Jun pasa su nariz por todo el cabello rizado, inhalando su aroma a tierra mojada con un toque de chocolate — Siempre estaré aquí, para abrazarte y darte todo el amor que te mereces — Soo Bin cae dormido unos minutos después.

Su lobo acurrucado en un lobo negro quien no dejaba de dar caricias con su hocico.

Alfa y alfa se reconocieron en ese instante.

Ahora nadie los podrá separar.

Ni siquiera la perra de Lia.

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Perdón por la tardanza sino que wattpad nonme dejaba subir capitulos de las historias. :")

Espero les guste el capitulo. ❤

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