Capítulo 12 ✶
Hoseok miraba a la omega con desprecio.
—Estás despedida.
—¿Qué?— Yuna mira al alfa rubio. —¿Por qué?
—Por perra.— Hoseok la apunta con el dedo.
—No tienes derecho a despedirme, eres solo un simple secretario.— la omega camina hasta Jimin quien solo se encontraba perdido. —Jimin.
Jimin solo no podía reaccionar. ¿Jungkook lubrica? Eso es, eso es....
¡Estupendo!
¡Mi alfa puede darme cachorros! ¡Cada día es más perfecto!
No podía moverse, su lobo trataba de salir y dar orden a su cuerpo. Su alfa salió corriendo, llorando.
¡Reacciona imbécil!
Jimin vuelve en sí mismo, con sus pensamientos claros. Debe ir por su alfa y calmar su llanto, decirle que es perfecto y lo ama tal cual es.
—Jimin.— la omega vuelve a intentar tocando el hombro del alfa quien la observa con odio.
—Estás despedida, no te quiero ver en mi oficina, ni en mi empresa.— Yuna abre su boca para tratar de decir algo pero Jimin la detiene. —No me interesa lo que vayas a decirme, eres una omega cínica. Primero entras y sales de mi oficina como si fuera tuya, me traes té y marcas mi territorio con tu horrible olor a limón. Pero trazaste la puta línea cuando llamaste a MI ALFA enfermo.
—¿T-Tu alfa?— Yuna frunce su ceño. —E-so eso no puede ser posible, no puede estar con ese alfa ¡Mírame! Soy mejor que él. Puedo darte todo lo que necesitas.
—Está perra.— Hoseok murmura.
—Necesitas a una omega, no a un alfa ¡Eso es enfermo!— Jimin gruñe. Demandante, la omega tiembla al igual de los tres alfas que se encontraban de espectador.
Jimin creció de forma impresionante, su alfa haciendo acto de presencia. Sus ojos rojos, el gruñido en su garganta.
—¡Fuera de aquí!— Yuna salta en su lugar, sus ojos llorosos. Su corazón lleno de rabia hacia Jungkook. La omega sale de la oficina, Hoseok le saca la lengua cuando la ve salir.
—Perra.— Hoseok agita su rubio cabello. —Jimin, ¿Qué haces aquí? ¡Ve por tu hombre!— Jimin corre, con todo lo que puede.
Debe ir por su alfa.
SeokJin y Yoongi solo chocan sus manos.
꒰ MY DIFFERENT ALPHA ꒱
Jungkook llegó a su casa con el corazón destrozado. Hoy tuvo el valor de hablar con Jimin, contarle su secreto y dejarle sus sentimientos.
Ahora ya no puede, Jimin debe de estar odiándolo, sintiendo asco hacía él. Sunmi se asusta al ver a su nieto tirarse a sus brazos llorando. Nayeon toma a su cachorro quien no paraba de preguntar y mirar a su tío.
—Ya, ya mi bebé.— la omega arrulla a Jungkook llevándolo al nido de este. —Shhh, shhh.... Duerme amor, descansa.— Jungkook cayó rendido en su nido, con el olor de su abuela y su pequeño sobrino.
—Tío Kook ¿Bien?— YeonJun pregunta a su madre con su cabecita ladeada. Sunmi preparaba un té para su nieto mientras Nayeon cuidaba de la floristería.
—Él estará bien amor.— YeonJun asiente aceptando las palabras de su mamá. Un sonidito de una campana llamo la atención del lindo cachorrito.
—¡Tae Tae!— YeonJun corre hasta Taehyung quien lo recibe alzándolo.
—Hola cachorrito.— YeonJun ríe por los besitos en sus mejillas.
—Tae Tae, tío Kook mal.— Taehyung baja a YeonJun. —Llora ¿Por qué tío Kook llora?
—¿Kook?— Taehyung toma al niño en sus brazos antes de entrar correctamente a la floristería. —Hola Nayeon.
—Taehyung, hola ¿Cómo estás?
—Bien supongo, solo que siento mi corazón oprimido. Una tristeza muy en el fondo. No sé que es.— deja al cachorro en el suelo, YeonJun corre a seguir jugando con sus carros. —¿Jungkook...?
—Está en su habitación, llegó llorando. No sé que sucedió.— Taehyung mira las escaleras. —Sube.
Taehyung estaba a punto de subir antes de que la floristería sea abierta de forma imprevista.
—¿Papá?— Jimin mira a su hijo antes de subir las escaleras. Quiere a Jungkook.
Jimin mira a Sunmi. —Abu Sunmi ¿Dónde está Jungkook? Debo hablar con él.— la omega mayor mira al alfa castaño con delicadeza, no sabe que ocurrió pero su nietecito llegó llorando.
No le gusta ver a su nieto llorar.
Taehyung sube con su ceño fruncido. —¿Qué sucede? ¿Jungkook está bien?
—Abu Sunmi.— Jimin pide con delicadeza, necesita ver a su alfa. Necesita abrazarlo y decirle lo perfecto que es.
Necesita besarlo y calmar todos sus miedos y dolores.
—Está en su nido, durmiendo. Ve.— Jimin asiente agradecido antes de correr hacia el interior del hogar.
Taehyung mira a Sunmi. —¿Abu?
—Todo está bien cachorro. Tu papá por fin se confesará.— Taehyung pone una mano en su corazón.
¡Si!
꒰ MY DIFFERENT ALPHA ꒱
Jungkook se encontraba despierto, miraba la ciudad por la ventana. Era hermosa, con personas caminando otras hablando y riéndose entre sí.
Personas normales, castas normales.
La puerta de su habitación es tocada con delicadeza, no quiere levantarse. La verdad no quiere hacer nada, se siente como cuando tenía 14 y sus madres le rechazaron para que unos días después sus supuestos amigos lo tratarán mal y lo expusieran en la escuela.
Se siente como un cachorrito.
—Pase.— es silencioso pero auditivo. Jimin abre la puerta mareándose un poco por el delicioso olor con un poquito de chocolate.
—Kook.— Jungkook solo se gira no queriéndolo ver, necesitaba tiempo para prepararse.
No quiere que Jimin lo deje así con esta vulnerabilidad.
—Vete.— susurra. —Por favor.— solloza.
Jimin se pone al frente del nido, sin tocarlo. —¿Me permites entrar a tu nido?— Jungkook no responde solo observa la calle con lágrimas cayendo por su rostro. —Amor, permíteme entrar para poder tomarte en mis brazos, permíteme alejarte de esos pensamientos y temores, permíteme ser el alfa con el que puedas sostenerte.— sus ojos verdes caen en unos azules que se mostraban sinceros. —Permíteme limpiar tus lágrimas e impregnarte con mi aroma ¿Puedo entrar a tu nido bebé?— Jungkook asiente con delicadeza, sintiéndose roto.
Jimin no espera, se quita sus zapatos antes de subirse de forma rápida. Jungkook cae en su pecho llorando, pidiendo mimos. Jimin solo lo abraza, besa sus rizos y susurra cosas bonitas.
—P-Perdoname por ser un alfa enfermo.— Jungkook solloza. —P-por f-favor no te alejes, prometo que soy una persona increíble.— Jimin cierra sus ojos. —Por favor no te alejes, no lo hagas. Chim.
—Shh, shh.— Jimin empieza con sus caricias, sus manos y dedos pasaban por el cabello, rostro y brazos de su alfa. Tratando de calmarlo mientras lo llena de su aroma. —No me alejaré, nunca lo haré. Eres perfecto Jungkook, tan perfecto que me enamoro mas de ti.— Jungkook alza su rostro quedando cara a cara con Jimin. —Eres tan perfecto, tan especial, no estás enfermo amor. Tienes un don increíble, los que te dicen cosas feas solo están celosos de ti.— un puchero se forma en los labios delgados de Jungkook. —Un alfa increíble, un alfa perfecto.
—No soy un alfa normal.
—¿Y que es ser un alfa normal? Todos somos diferentes cachorro, y ser diferente es increíble. Tu tiene un gran don que el destino y la madre luna te dio, debes estar orgulloso así como yo lo estoy.
—¿Lo estás? ¿No crees que estoy enfermo? ¿No me alejaras como mis madres lo hicieron?— Jimin negaba a cada una de esas preguntas.
Su corazón hinchado.
—Ellas no te merecían, no creo nada de eso. Estoy súper orgulloso del alfa en que te convertiste, ¡Mírate! Eres dueño de una hermosa floristería, tu abuela te ama con su vida, tienes amigos y un lindo cachorro joven que te adora.— Jimin toma las mejillas de Jungkook entre sus manos. —Me tienes a mi, ser diferente no es malo. Eres perfecto y puedo decirlo las veces que quieras. Eres mi alfa diferente, mi alfa hermoso.
Jungkook solloza, su alfa. Jimin lo quiere como su alfa.
Es él.
—Alfa.— Jungkook gime con desesperación, mientras se acurruca más en los brazos de Jimin quien con delicadeza se acuesta en las mantas.
Jungkook esconde su rostro en el cuello de Jimin, en su punto de aroma. Exhala llenándose los pulmones, tranquilidad creciendo por su cuerpo.
Se siente bien, se siente relajado, se siente completo y sobretodo.
Se siente amado.
—Duerme mi alfa, aquí estaré.— Jimin pasa su nariz por todo el cabello rizado, inhalando su aroma a tierra mojada con un toque de chocolate. —Siempre estaré aquí, para abrazarte y darte todo el amor que te mereces.— Jungkook cae dormido unos minutos después.
Su lobo acurrucado en un lobo negro quien no dejaba de dar caricias con su hocico.
Alfa y alfa se reconocieron en ese instante.
Ahora nadie los podrá separar.
Ni siquiera la perra de Yuna.
7/10
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