—Jungkook he venido por ti, ese tipo solo quiere jugar contigo —Dijo Mingyu líder de los ángeles enviados.

—El me ama, y no iré contigo.

—En ese caso, no hay opción —Mingyu desprendía sus plumas como navajas, mismas que se clavaban en el cuerpo de Taehyung, haciendo a este pegar gritos no iguales a los de un humano.

 Mingyu era un ángel, pero no tenía compasión con aquel que había matado a todos sus compañeros de generaciones anteriores.

Taehyung escondía algo. Esa era la razón, por la cual los ángeles anteriores a Jungkook, ya no estaban en el infierno acompañándolo, Taehyung se encargaba de desaparecerlos por completo después de divertirse un rato. 

Pues siempre existió una manera salvar a un ángel caído.