Habían pasado más de dos meses. Jungkook y Taehyung iniciaron saliendo a citas románticas, sin duda Jeon se la pasaba de lo mejor a lado de Taehyung, se había enamorado perdidamente.

 La mirada de Taehyung lo cautivaba, como si fuese un hechizo.

Como toda pareja que se ama, Jungkook estaba dispuesto a entregarse a Taehyung, y aunque pareciera descabellado, Jeon quería pertenecer solo a él. Uniéndose, podían lograr que Jeon se mantuviera en la tierra.

Taehyung, seductor y apasionado, con muchas ganas de por fin tener a Jeon, lo condujo a un callejón oscuro que estaba cerca del local donde trabajaban. Jungkook de nuevo sintió todo muy silencioso y lo hizo sentir temeroso.

Taehyung lo besaba sin detenerse. Al parecer ya iba preparado para su cometido, saco una venda y la puso en los ojos de aquel ángel, comenzó besando y seduciéndolo sin cesar. Se separó dejando al pequeño confundido.

–Ahora, quítate la venda...

Y tal vez era mejor que Jungkook no se la hubiese quitado, pues el ser que estaba frente a él, no era un humano. Fue entonces donde se dio cuenta que fue capturado, por el mayor de los demonios.