Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4


El resto del camino fue en un silencio incómodo que ninguno de los dos estaba preocupado en romper, solo mantuvieron su espacio en medio de la nueva información que acaba de revelarse. 

Hoseok admiraba el anillo con curiosidad, en su niñez él recordaba hablar sobre que un día quería tener una familia feliz como la suya. Siempre había tenido un estándar sobre su vida ideal si llegara a casarse un día, él querría una ceremonia parecida a las novelas que veía Jiwoo y quien fuera su futuro esposo se viera tan guapo como una celebridad. Su sueño era poder tener su boda en un gran salón de Seúl, su familia tenía un hotel en la ciudad con un enorme vestíbulo y toda la decoración de fantasía.

Y ahora estaba comprometido con un demonio que, aunque ha estado junto a él mucho tiempo, apenas sabe de su existencia y ni siquiera era algo que habría deseado. No sabe con exactitud al menos su edad, pero si es un demonio está seguro que lleva siglos vivo y quizá debe ser igual de difícil tener que pasar este con un humano. 

No es que fuera culpa suya que haya pasado esto, podrá tener el apellido de su familia pero fue excéptico a todo lo que tenían en su baúl de secretos. Así que Jungkook tampoco podía hacer mucho, no tiene idea de como funcionan esos contratos pero asume que al igual que uno humano tiene consecuencias no muy favorables para ambas partes. 

Jungkook podía sentir la incertidumbre de su acompañante, pero no se molestó en preguntarle que era lo que causaba su incomodidad. Tenía en cuenta que era un sentimiento inevitable que se presentaría en cualquiera que se enterase que está destinado a casarse con la persona menos oportuna. Ha estado familiarizado con esta clase de situaciones en toda su existencia,  durante los años que tuvo que esperar a que Hoseok cumpliera los dieciocho se ha dedicado a hacer su trabajo personal y firmar contratos con otras personas que a diferencia del suyo solo son temporales. Normalmente duraban como mímino cinco años antes de que vencieran y fuera a buscarlos para llevarlos a su muerte.

—Estuve pensándolo y quisiera poder verte, que te quedes así siempre —dijo Hoseok.

Asintió ante su petición, no podía negarse a algo que en el fondo había esperado. Era más divertido vivir disfrazado de humano, le sentaba bien adaptarse a la época en la que estaba ahora. Sólo lo hacía cuando tenía que firmar algo, después solo se la pasaba en su oficina personal organizando los tiempos que tenía que tomar para la rescición de sus contratos y no separarse mucho de su humano.

Desde que fue designado una de las cosas que debía hacer era cuidar de él, no le emocionaba mucho estar pegado a su humano sin poder hacer su trabajo así que pidió el tatuaje para conectarlos y solo acudir en casos de peligro. Si su humano moría en realidad no era un problema, si fuera un caso común solo quedaría culminado su trato y buscaría otro, pero debido a que sus términos eran especiales también se vería involucrado por haberlo dejado a su suerte. 

Visualizó la casa de Park Jimin en una cuadra, conocía a este tonto porque Hoseok a veces lo invitaba y una vez tuvo que ir a salvarlo de ahogarse con una hojuela de cereal. De solo saber que su amigo lo hacía cometer locuras no lo mantenían tranquilo, se la pasaba revisando su marca con más frecuencia desde que se enteró que estudian juntos. Estaba seguro que si Hoseok se moría sería gracias a las bobadas que ocurrían con ese chico.

Al estar cerca de la entrada se detuvo para regresarle su mochila, se pasó una mano en su cabello antes de buscar entre su bolsillo su cartera. Contó un par de billetes para tomar la mano del menor y hacer que los sostuviera. Colocó los brazos en su cintura, como si fuera un padre a punto de regañar a su hijo malcriado.

—No quiero mas problemas, no me importa el tiempo que estarás aquí pero al menos ten decencia de pedir un maldito auto —dijo — Si el tatuaje me avisa que te metiste en líos yo mismo voy a matarte, aún si me combustiono creéme que lo haré.

—Te crees mucho para estar muerto —le respondió.

Jungkook se rió levemente.

—Espero no tener que verte el resto del día.

Con resignación le dio una caricia al cabello del humano como si fuera su linda mascota, luego avanzó un par de pasos antes de desaparecer. 

Hoseok se quedó ahí mismo, extrañado por la sensación de calidez que le dio ese gesto. Es absurdo saber que se siente tranquilo con tener algo que le cuida la espalda. Aunque tenía conflicto con la actitud de Jungkook, no se considera el tipo de persona que tome importancia pero ese hombre actuaba como si fuera lo más valioso del mundo. Quizá tantos años viviendo le han dado esa personalidad arrogante.

—Que idiota —murmuró volviendo a mirar su anillo.

Bueno de todas maneras lo único genuino es que Jungkook no está fuera de ser un demonio-humano realmente atractivo.

Jungkook tiene siempre en mente el día que le hicieron saber sobre su futuro esposo, se encontraba haciendo el último reporte en su oficina cuando fue solicitado por la gente que tenia más rango que él en, bueno, el infierno entero.

Describir a Jungkook era sencillo para algunos debido a que sólo se la pasaba apegado a su propio negocio, muchos conocían que el tipo no era el más amable del infierno pero era realmente un milagro poder convencerlo de algunas cosas. El demonio disfrutaba su vida como lo que era, el ego y orgullo de ser inmortal le nublaba el alma, todo lo que hacia era facil, no se preocupaba por vivir en el tormento de las emociones humanas y solo obtenía más dinero en su cuenta. Un hombre que no veía esta condición como un castigo, amaba ser libre. Siendo atractivo y joven aún cuando tiene más de cien años vivo.

Tenía un status en el lugar, era respetado por los nuevos y temido por los tontos. El placer de llenarse los vacíos de su vida humana con lujos, inmortalidad, trabajo eterno y popularidad compensaban lo que no logró vivir como un ser humano normal. Tener a millones de personas que se desesperan por firmar con él, el ruego de los inferiores alimentaba su alma.

Siempre ha sido un hombre de excelente porte, aunque debido a el desfase de épocas suele ser considerado grosero por los nuevos ancianos, le gusta vestirse a la moda con trajes extravagantes o ropa casual costosa. Coleccionaba cada década artilugios que le servían para contabilizar su tiempo de vida. Se consideraba un fan del té natural, era lo último que había bebido antes de convertirse en demonio. Aunque sólo se dedica a conseguir hierbas de su jardinera, odia lo degradante que es consumir toda esa tonelada de basura que las fábricas crean.

Con su duro carácter, nunca habría accedido voluntariamente a firmar un contrato con un humano sobre un matrimonio, era nefasto poner una relación interpersonal como parte de su vida habitual, en base a lo que ha experimentado con sus deudores el amor suele ser una de las razones por las que el humano esta estancado. Las personas se aferran a algunas que no desean lo mismo, y se ha visto implicado en que de repente esos sentimientos cambien. El tema del término de una relación afectuosa siempre traía nuevos inquilinos a este lugar, era impresionante como un sentimiento cálido podía transformar a las personas en la peor versión de si mismos. Los humanos morían por este motivo.

Así que no estaba muy contento con la idea de que a pesar de su resistencia se vio implicado en un compromiso con un humano, cuando leyó la historia de esta familia solo volvió a afirmar su pensar, el amor al dinero también podía ser demasiado grande como para terminar vendiendo el alma de toda tu familia al diablo. Se preguntó si entre las miles de almas que había no encontraron otra opción más adecuada, el historial de los que se han unido se constituye en general por quienes no están muy conscientes de su función y solo sirven para alimentarse de las emociones de sus portadores. Habitualmente se enviaban las almas en pena, Jungkook había sido testigo del amplio contrato geneológico y se designó siempre a los confundidos o vengativos para que aumentaran la cadena familiar en este asunto.

Con respecto a su matrimonio, intentó convencer a su propio tribunal de cambiar su situación, les dijo que solo sería un acompañante como el resto de los que viven ahí pero no logró tener éxito. ¿Un demonio casado? Pensó que eso era imposible. Cada que hablaba era ignorado o recibía las mismas respuestas. Luego supo que debía esperar dieciocho años después después del nacimiento de su humano para cumplir su misión,  lo único que pudo relajar su temperamento fue que mientras esperaba seguiría haciendo lo que tenía. Pero de todas maneras terminó enrolandose en el crecimiento de su portador, Jung Hoseok, manteniéndose presente para hacerle saber que después esos recuerdos tendrían sentido. 

Sus contratos habían aumentado en un punto de la infancia del niño así que confió en que otro de los suyos, el que estaba ligado a la hermana, lo vigilaría durante su ausencia. Los padres de Hoseok lo ahuyentaban con talismanes porque pretendían preservar que su hijo se apegara al mismo carácter, cosa que nunca ocurrió pero respetó el tiempo establecido. 

Lo único que podía hacer era colarse en sus sueños hasta que llegó el día de su cumpleaños y pudo por fin presentarse. Jungkook solo había usado las relaciones humanas para su beneficio vital, a veces cautivaba el corazón de sus víctimas y los convencía de firmar, ser sentenciado a pasar una vida conyugal arruinaba toda su imagen.

Llegó a su oficina después de dejar a Hoseok en casa de su amigo, el anillo de compromiso destellaba en su dedo. No pensó que tan pronto estaría avanzando la siguiente parte del contrato, se mordió el labio inferior porque cuando menos espere estará casándose con ese humano.

Dejó sus cosas sobre su escritorio para repasar la agenda de esta semana, su temporizador más reciente casi marcaba su final así que en un par de horas debería terminar otro contrato. Dejó su cinturón y se desabrochó la camiseta, se dejó caer en su silla y puso los pies sobre la mesa. No tenía la necesidad de dormir pero sin duda le gustaba fingir que podía descansar al menos un par de horas. Encendió otro cigarrillo, relajándose con las caladas de humo.

Amaba este mundo.

Jungkook había olvidado por completo su vida humana en menos de un año sirviendo a este lugar, ni siquiera sabía si su nombre era el mismo o quienes fueron su familia. Sabe que tuvo que morir para que su alma permanezca, lo único que estaba agradecido es por conservar su apariencia. La mayoría de aquí lucían terribles por el peso de sus pecados o la forma en que murieron, pero supone que lo suyo no fue la gran cosa.

Lo único extrañable era poder comer porque tenía hambre, ahora solo lo hace por costumbre.

Un chasquido de sus dedos ponían en marcha su trabajo, no se esforzaba mucho. Organizó sus datos mientras encendia su radio, escuchando una pieza de jazz. Hace medio siglo condenó a una duquesa de Inglaterra que estaba ansiosa de poder, ella le rogó de rodillas que había había un error firmar algo que en su momento era consecuencia de su conciencia cegada por sus deseos. Asistió a cobrar su parte durante un baile de temporada, él se integró entre la multitud que danzaba al ritmo de una orquesta sencilla y la mujer trató de hacerlo quedar como su acompañante de esa noche. En su desesperación por evadir su sentencia quiso renovarlo pidiendo que matara a la esposa del hombre por el que había ido al evento, pero solo dejó que muriera a manos de un discreto infarto.

Habían ciertos límites al alcance del demonio, podía asegurar cualquier deseo pero no podía matar a nadie o interponerse entre el limbo. Si pasaba corría el riesgo de combustionar y desaparecer de cualquier plano existencial. Había visto como la combustión arrastraba a muchos de aquí, era un proceso doloroso y humillante.

Entre el papeleo se topó con el suyo, en realidad no había leído más allá del compromiso y no cree que Hoseok haya visto todo, por curiosidad acercó el pergamino para leerlo por primera vez. Lo principal solo introduce en breve a la familia Jung, luego las reglas que ya sabía sobre si mismo y las que el humano debía respetar, también vio de nuevo sobre el compromiso y se dio cuenta que era la única persona dentro de esa familia que iba a casarse, destacó palabrería sobre la vida matrimonial y llegó a una parte desconocida.

Tomó el pergamino para prestar atención a lo importante, algo que nunca le habían mencionado. Estaba confundido, Hoseok era la primera persona de su familia que tenía un compromiso arreglado, sus padres habían negociado que para preservar un vínculo más fuerte entregarían a su hijo en matrimonio. Debajo de esto encontró que esto no era posible hasta que alguien les dio una idea más concreta y se dio cuenta de que tras ello hubo una firma no pactada en sangre.

Pero el escrito estaba en latín, al intentar transformarlo a su actual traducción no pudo cambiar nada. Aún así pudo leer lo que aparentemente no se le mostró a los padres del humano.

"Una vez que el humano se una en matrimonio se reiniciará el ciclo de su árbol genealógico, su descendecia será próspera pero debe ser eliminada la ascendencia"

"Su familia ha pasado años comprometidos con nosotros, nuestro mundo ha sido fiel a su trato pero es claro que su solicitud no puede comenzar a ser válida sin sellarla como nueva. Necesitamos una compensación por el peso de este contrato."

"Para el día en que el matrimonio comience será la rescisión de nuestro compromiso con su linaje más viejo. Incluyendo a su linea parental en primer grado"

—Así que toda su familia debería morir después de casarnos, pero ninguno sabe que están condenados —reflexionó sobre lo que acababa de descubrir, una pesadez incómoda se alojó en su cuerpo. — ¿Entonces porqué firmaron? ¿Por qué ocultar esta información?

No le gustó pensar en las posibles de respuestas.

Soltó una risa amarga, en el fondo su mente luchaba contra el impulso más estúpido que iba a hacer.  No le gustaba la idea de tener que proteger a su humano o involucrarse en su vida más allá de cumplir su parte del trato, pero si algo le pasaba también tiene que lidiar con las consecuencias de ello. Además iba a casarse con él, era claro que había más debajo de todo este lío.

Pataleó furioso como un niño haciendo berrinche, emitió un gruñido de frustración y arrojó los papeles al suelo.

Aprovechando que él humano está resguardado con uno de sus amigos tendría que investigar de qué se trata todo este asunto. Su verdadero propósito en este lío era peor de lo que creía.

Salió de su oficina sin dejar de echarle un vistazo a su tatuaje, un extraño sentimiento en el fondo ansiaba que no se activara en el resto del día.

Jimin no hizo mucho alboroto por tener a su amigo en casa, Hoseok solo dijo que su familia había arruinado por completo su cumpleaños y que estar en su casa era lo que menos quería. Se quedó en la habitación que Jimin tenía preparada para él, se recostó en la cama esperando descansar.

Pensó en todo lo sucedido, su familia tenía una especie de historia con vender el alma de todos y así fue como tenían esta vida llena de lujos. Luego resultó que había un demonio con él y que debía casarse con él. Jungkook no parecía estar maravillado con la idea tampoco, notó que le costaba hablar de ello, ambos están de acuerdo en que es una locura. Hoseok tantea su anillo con ganas de quitárselo y arrojarlo a la basura, no había terminado de estudiar y ya estaba comprometido.

Su nuevo tatuaje parecía hecho con tinta antigua, el trazo era muy fino y se amoldaba bien a su piel. Ni siquiera le gustaban los tatuajes.

Su teléfono no había parado de sonar desde que llegó, en cualquier otro día apenas tendría un mensaje de sus padres. El único día que intentan ser unos padres responsables que quieren saber donde está su hijo es hoy, cuando han arruinado su vida.

Como odiaba la sensación de que aún así amaba a su familia, le habían dado tanto alrededor de los años que se siente aún más falso y doloroso aceptar que lo único que buscaban era que fuera igual de codicioso como para terminar casado con un demonio. Sabía que hacer estos pactos no eran gratis, se condenaron a sufrir en un horrendo lugar como el infierno por poder disfrutar el dinero que no alcanzaría más que para aumentar el ego.

Se abrazó a una de las almohadas intentando dormir, afuera la lluvia había comenzado a caer y los árboles se pegaban a la ventana cerca de la cama. Estaba agradecido de que su amigo lo recibiera y le diera su espacio en su propia casa, en este momento incluso Jimin era más cercano a ser su única familia.

Todavía le tenía miedo a Jungkook, el hecho de que sea más una cosa que alguien no alivianaba sus nervios de tenerlo cerca. Aunque había logrado hablar con él parecía un hombre muy inteligente y engreído. Se preguntó cuanto ha vivido, ser inmortal parecía ser aburrido si no eras alguien como él. ¿Habrá tenido más parejas?

El colchón se sumió del lado opuesto, ya que le daba la espalda a la puerta, y un revoloteo en su estómago surgió.

—Pensé que no querías verme —frunció los labios.

Jungkook se acomodó en la cama para sentarse contra el respaldo, el olor de cigarrillo emana de su camiseta. Sacó una tableta de caramelo de café y comenzó a masticar con el mayor ruido posible.

—Comparto tu opinión, pero necesitaba decirte algo —dijo Jungkook.

—No esto de humor para hablar con mi familia, ¿que te hace pensar que quiero hacerlo contigo?

Hoseok suspiró cansado, volteando a verlo. Jungkook estuvo de acuerdo que él tampoco tenía ganas de discutir pero en verdad era importante.

— Puedo hacer que no me veas tanto, así esta mejor—el mayor chasqueo los dedos haciendo que su cuerpo luciera traslúcido. —o prefieres ver otra cosa.

Antes de decirle algo se topó con un gran gato negro, el cual se limpiaba las patas con delicadeza. El felino lo miró con sus grandes ojos oscuros, Hoseok tocó su cabeza con cuidado y Jungkook ronroneo a gusto. No evitó que una sonrisa se le escapara cuando el gato se frotó contra su brazo, como restregar su pelaje lo relajó. El animal avanzó hasta su hombro, aprovechando para tallar su cabeza entre este y su cuello.

Cerró los ojos sintiendo que su cuerpo dejaba de estar tan tenso.

Luego el pelaje fue reemplazado por una mano que lo tomó con suavidad de la mejilla, y sus ojos se abrieron para encontrar una mirada sombría. No quiso ser grosero así que asintió para permitirle hablar, convencido de que quizá el miedo o el orgullo ya no era tanto.

—Eh descubierto cosas sobre nuestro compromiso, y no puedo hacer mucho por prevenir lo que hay en juego. Pero hay algo que sin duda es posible.

Jungkook cerró uno de sus puños para crear un polvillo luminoso, dejando que caiga sobre si mismo. El tacto de su mano dejó de sentirse tan frío, volviéndose cálido y sudoroso.

—Puedo protegerte, conmigo nadie te hará daño.

—¿Quién quiere hacerlo?

—Tu familia lo hará una vez que también se entere.

Hoseok tembló mientras su teléfono sonaba una vez más.

Perdonen la demora no tuve luz unos días jaja, pero aquí otro cap y porfin tenemos portada 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro