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You ready for this?

Se abrió paso por la avenida con su deportivo a una velocidad que solo una chica mala con un gusto particular por tener problemas con la ley podría permitirse. Las calles estaban abandonadas debido a que eran casi las tres de la madrugada. La hora favorita de los súcubos. Esa hora en donde se sienten la plenitud de su vida y donde todos los placeres, incluso los prohibidos, son permitidos.

Entraron al complejo de apartamentos ubicados en un área conocida por su exclusividad. El precio de vivir ahí era tan ridículo que solo celebridades, millonarios e hijos de millonarios podían permitirse pagar. Evelyn siempre decía que de una u otra forma estaba destinada a vivir como reina pues como no habría llegado a vivir ahí por ser hija de padres millonarios, lo habría hecho por convertirse en una muy querida celebridad.

Caminaron por el elegante vestíbulo del edificio, la súcubo saludó al conserje de turno con la mano y justo frente al ascensor vio su reflejo en las puertas de acero inoxidable cerradas, notando que Akali y Twisted venían obedientemente tras ella a su derecha e izquierda respectivamente. Soltó una risita tonta pues para el conserje debió ser muy notorio que los dos acompañantes de la demonio venían a su departamento con fines sexuales y que los tres estaban muy pasados de copas. Para el personal administrativo y auxiliar ya no era extraño verla llegar con compañeros a esas horas y luego ver que estos se fueran al día siguiente.

Aunque era tema de conversación del personal durante sus ratos libres charlar la vida libertina de Evelynn, últimamente coincidían en que Twisted al parecer había sido el escogido para ser el novio oficial pues, desde que él había comenzado a llegar al departamento de la chica con regularidad todas las demás visitas nocturnas se habían acabado. Probablemente esa demonia por fin se había enamorado. Sin embargo, claramente, ahora el tema de moda sería la chica de gorra que llegó acompañando a la pareja.

Subieron al ascensor y Evelynn no liberó la mano de su compañera hasta llegar al departamento.

La ninja apenas pudo fijarse en los detalles del hermoso lugar en el que estaba. Si le hubieran dicho algunos meses atrás que iba a estar en un glamuroso departamento al más puro estilo ABC1 con casi un piso entero de extensión y una hermosa vista nocturna de la ciudad no lo habría creído. El espacio era bello, combinaba los muebles en color crema con el color marrón sobrio y moderno de sus paredes más alguno que otro detalle en dorado. Sin embargo, poco tiempo tuvo de apreciar el perfecto diseño de interiores porque la súcubo apremió la ida hasta la habitación, la cual era una enorme recámara con una cama king size en bellos tonos morado y gris satinado con muebles y paredes a juego.

—Tú sabes cómo es esto —susurró Evelynn volteándose hacia su compañera con entusiasmo.

Akali rio y llevó sus manos a las grandes caderas de su compañera deseando tenerla prontamente desvestida para acariciarla mejor.

—Se empieza igual que con un chico.

—Yo no estoy aquí, ustedes continúen chicas —dijo Twisted sentándose en el sillón estilo francés color crema que había junto a la ventana. llevaba un trago en la mano que en algún momento se había preparado, era muy fácil deducir que ya había estado ahí más de una vez.

Akali se sintió inevitablemente algo incómoda. El sujeto les había dicho que simplemente siguieran, pero para ella habría sido mejor que Twist hubiese seguido guardando silencio; ahora no podía evitar pensar en que iba a desnudarse delante un desconocido para darle un morboso placer. La sola idea le daba asco. ¿Esta mierda valía realmente la pena?

Justo en ese minuto vio a Evelynn quitándose el top ajustado y enseñando su sujetador negro de encaje y lo maravillosos que lucían sus pechos envueltos en esas copas. Definitivamente valía cada maldito segundo.

Sin poder contenerse tomó ese bello rostro entre sus manos y lo atrajo para besarla otra vez, de manera hambrienta. Evelynn gimió en su boca y todo su cuerpo vibró en respuesta. Fue entonces cuando Akali se atrevió a bajar la mano hasta la mini falda dorada de la súcubo, la cual subió por la parte delantera con una lentitud candente e introdujo sus dedos hurgando en la pequeña ropa interior de su compañera hasta tantear su paraíso con delicadeza, la zona estaba se sentía tan aterciopelada y húmeda al tacto que la joven ninja se vio en la necesidad de pasar la lengua por sus labios secos y luego tragar toda esa saliva que se estaba agolpando en su boca por el vívido deseo de lamerla. Cuando dio con el botón escondido en medio de los mojados labios vaginales de la demonia, no dudó en presionarlo un poco solo para calentar y Evelynn enloqueció.

Akali en un pícaro acto de dominación, se detuvo, sonrió y apartó su mano. Evelynn abrió los ojos y sonrió con rendición, perdió el equilibrio y se apoyó en la ninja mirándola fijamente mientras soltaba una risita tonta.

—Qué malvada eres —le susurró con un tono dulce, buscando su boca para darle un beso casto. —Mi chica mala.

Akali, sonriendo también con su pequeña broma, atrajo más el cuerpo de su compañera y su palma le rodeó una de sus prominentes nalgas, agarrando con algo de fuerza, aunque no tanta pues no era necesario mostrar el lado sádico aún. De esta manera ambos cuerpos calientes se estrecharon uno contra el otro y por fin Evelynn se atrevió a subir el top de Akali para quitarselo por la cabeza sin dejar de verla con infinita lascivia. Luego, no bastándole con eso, desabrochó el sujetador y sus pechos turgentes y pequeños quedaron a la vista de la súcubo, aunque también del otro sujeto a quien ya no podían ignorar, por desgracia; sin embargo, prontamente Akali abandonó ese pensamiento cuando su compañera se inclinó frente a ella para endurecer uno de sus tiernos pezones con esa pecaminosa lengua y el otro con sus dedos.

—¿Esto te gusta?, ¿Lo hago bien?

Evelynn no quería parecer inocente en absoluto, preguntaba porque de verdad quería saber qué era lo que provocaba placer en su amiga. Supuso que estimular sus pezones desnudos funcionaría pues a ella eso le gustaba, y mucho.

Akali gimió y enlazó sus delgados dedos por las hebras de cabello color vino de Eve dejándose caer en la cama con la súcubo sobre ella devorando sus senos con más ansia al tener la respuesta que buscaba sin necesidad de oírlo con palabras. Se miraron antes de continuar y sonrieron con complicidad. La chica ninja exigió a su compañera continuar con lo suyo dándole una nalgada que significaba exigencia y también dominación en el sentido más sexual y placentero, Evelynn en respuesta soltó una exclamación entre gemido y queja pero prontamente volvió a su trabajo de succionar y mordisquear con delicadeza esos pechos con los que ya se había encariñado.

Jamás esperó verse con una chica en esas condiciones, pero se sorprendió más de lo rápido que estaba agarrando el ritmo.

Sentir dos cimas gemelas y tiernas bajo su cuerpo, rozando con sus propios pechos pesados y erectos era una sensación más deliciosa de lo que hubiese podido imaginar.

Todo dejó de ser divertido para Akali cuando a la sesión de sexo se unió la pareja de Evelynn. No había mucho que pudiera reclamar ahí, después de todo, era la pareja legítima de su amiga y ella lo preferiría siempre, simplemente porque era un hombre.

Procuró que no se notara demasiado su irritación pues sabía que era casi ridículo repeler tanto a los hombres, sin embargo, no podía evitarlo; más cuando tenía que compartir a la chica por la cual se sentía atraída pero quien no podría nunca corresponderle por su condición de heterosexual.

De todas maneras, tener a Evelynn desnuda sobre su cuerpo también desnudo era la gloria. Aunque solo fuera por esa noche y nada más, sabía que valdría la pena; la súcubo tenía una piel marmolada que contrastaba perfecto con la tonalidad dorada de Akali, ambas eran adictas de los besos húmedos y hambrientos así como de las caricias infinitas y dulces.

Eve estaba en su máxima cúspide de placer, sus ojos ámbar oscurecieron de goce y lujuria. Era el centro del mundo para dos máquinas sexuales compitiendo por darle los orgasmos más largos y deliciosos. No podía pedir más, pues ser el centro de atención ya significaba todo para alguien tan presuntuosa como ella. Ahí, en cuatro, Twisted la estaba penetrando pero el toque más duro y sublime lo estaba dando Akali, quien yacía boca arriba bajo su cuerpo, succionando sus pechos grandes con su exquisita y dulce boquita, devorándola sin dejar de hacerla sentir deliciosa y apetecible.

Jamás una chica hetero como Eve confesaría esto, pero comenzó a moverse de arriba a abajo imaginando que la penetración era de Akali, y lo disfrutó más. Ambos amantes llevaron la estimulación al máximo y todo culminó en uno de los orgasmos más alucinantes que la súcubo pudo haber recordado.

Hermosa.

Akali pensó que esa mujer lucía simplemente perfecta cerrando los ojos y dejándose llevar por la ola expansiva de placer, sin embargo también lucía hermosa dormida y exhausta. Cubrió a su chica con la suave manta de sherpa y se dispuso a dejar la cama de su esporádica amante.

Twisted salió del baño con una toalla envuelta en la cintura. Akali, ya vestida, simplemente lo ignoró y lo hizo incluso cuando él la invitó a beber algo en la sala de estar del departamento de Evelynn. La ninja no se molestó ni siquiera en ser educada y negar cortésmente la invitación. Simplemente lo ignoró. Le parecía desconcertante que el sujeto también se estuviera alistando para irse. Se suponía que él, siendo la pareja de Evelynn, debía quedarse a compartir un momento más íntimo con ella.

En cambio Akali, ya no podía más con la sensación de que su presencia estaba sobrando.

—¿Quieres que te acerque a tu casa, bonita? —preguntó en íncubo con su acento aún grave y galante.

—No, gracias —dijo la rapera, secamente.

Twisted se fue. Tan misterioso como llegó, desapareció entre las sombras de lo que quedaba de la noche. Era un demonio después de todo, sabía hacer eso muy bien.

La ninja pensó que tal vez era su compañera la que no gustaba de recibir muestras de afecto después de un acto movido meramente por la lujuria. Ambos eran demonios y seguramente se entendían bien así, sin sentimentalismos y solo con crudeza.

Sacó su móvil del bolsillo de su chaqueta y abrió su aplicación de Uber, apenas si pudo solicitar los servicios cuando Evelynn asomó en la puerta que separaba la sala de la habitación y la interrumpió.

—¿Twist se fue? —la rapera pudo percibir un atisbo de tristeza y vulnerabilidad en su chica ruda y vanidosa.

—Se fue hace cinco minutos —confesó. —Estoy por pedir un Uber para que me lleve a casa y puedas descansar.

—No te tienes que irte.

—Solo tienes una habitación.

Evelynn alzó una ceja y sonrió levemente, cruzando sus brazos bajo sus pesados pechos desnudos.

—Sabes que mi cama es grande.

—No voy a dormir contigo. Es peligroso.

—¡No te haré nada!

—Lo digo por ti.

Oh.

Vaya.

Evelynn alzó una ceja y le devolvió su sonrisa confiada de chica mala.

—No me asustas con eso... niñita.

Akali se irritó un poco al escuchar cómo la acababa de llamar, pero la súcubo ya le había dado vuelta la espalda como para notarlo. Antes de entrar al cuarto nuevamente volteó su rostro para mirar a su amiga por encima del hombro al mismo tiempo que la llamaba con su dedo índice de vuelta a la habitación.

—De verdad, te lo advierto.

—No me gustan las chicas, ya te lo dije —soltó Eve, poniendo los ojos en blanco.

Estaba en lo cierto. Seguía prefiriendo a Twisted a pesar de todo y solo se había acostado con su amiga porque la idea del trío le había parecido de lo más sensual, además de que estaba buscando en cierto modo, complacer a su novio; sin embargo, prefirió guardarse esa cruda verdad para no sonar hiriente.

—Ven a dormir, mañana no tenemos nada en la agenda así que podemos dormir hasta tarde.

Le facilitó uno de sus sensuales pijamas de satén a Akali y lo dejó sobre la cama. La joven ninja pidió darse una ducha antes de vestirse con ropa de cama. Evelynn le indicó dónde estaba su baño personal y la condujo hasta él.

Genial. No usaría el mismo baño que usó Twisted. Akali ya no quería ni recordarlo, mucho menos usar un espacio que tuviera su olor. Repelía a ese sujeto por alguna extraña razón y no estaba segura de que fuera por envidia o celos.

—También me daré una ducha —comentó la súcubo cruzándose de brazos y apoyando un hombro en la entrada del baño. Akali trató con todas sus fuerzas de mirarla a los ojos y quitar los ojos de ese sensual cuerpo desnudo, no obstante, no pudo controlar las ganas de morderse los labios.

—¿Conmigo?

—No seas tonta — soltó Evelynn con una sonrisa cansada, su compañera sonrió cayendo en cuenta de que la demonio se refería a tomar una ducha en el otro baño, el que había usado Twisted.

A pesar de todo, la tensión sexual entre ellas se podía abrazar aunque quisieran negarla.

Akali quería poseerla otra vez. Quería tenerla pero esta vez solo para ella, no quería compartirla.

¿Qué le estaba pasando? ¡Era su compañera de grupo!, quien además tenía "novio" y era heterosexual. No podía permitirse ser posesiva ni menos hacerse ilusiones con un demonio. Todo el mundo sabía lo tóxicos que eran como pareja y lo mal que terminaban cuando se relacionaban con otras especies.

¿Ilusiones?, Para nada. Disfrutar de buen sexo consentido como dos mujeres adultas y responsables no era perjudicial en ningún sentido.

—¿No piensas vestirte?

A Akali se le olvidó cómo respirar por un segundo. Esa mujer iba a matarla un día de estos. Ya era justo y necesario que alguien le dijera la ilegalidad que había en una mujer de su categoría paseándose por la casa con una toalla abrazando su cuerpo curvy y húmedo debido al vapor.

—Ah... sí.

—No voy a tener sexo contigo otra vez, Akali, ríndete. Me acabo de bañar.

—Hey, yo no he dicho nada. Solo estaba pensando en lo lindo que es tu departamento. —mintió desfachatadamente.

—¿Verdad que lo es? —dijo ella con una sonrisa. Dejó por fin su posición de rechazo en la puerta y caminó hasta su tocador para tomar de ahí un cepillo con cerdas de madera.

¿De verdad era un demonio tan ingenuo como para creer eso?

La morena vio detenidamente a Eve sentarse en la cama y cuando por fin la tuvo cerca, de manera inconsciente subió al colchón y se ubicó tras la espalda de Eve.

—Dame esto, yo lo haré por ti.

Evelynn agradeció con una sonrisa el bonito detalle, estiró el brazo y le entregó el cepillo a su compañera. 

Nota de la autora:

Qué dice el público? Esto sigue o esto para? 7w7

Se han dado cuenta de que Akali es como una abuelita precoz? Se irrita por cualquier weá

Jajajj

Eso. No olviden la estrellita, niñes.

Besos. 

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