"Te veías tan bonita hoy, llevabas puesto un top deportivo negro y unas leggins púrpura, no sabes cómo me imaginé arrancando tus prendas con mis manos, tocándote y haciéndote mía"

Qué demonios. Era el mensaje número 20 que la demonia recibía en esa semana proveniente del mismo remitente.  

Aun seguía sin sentirse realmente asustada o acosada, pero debía admitir que le desconcertaba lo rápido que iba escalando de nivel el contenido de los mensajes, ya que estos habían partido con simples "Buenos días, espero que tu día sea genial hoy", hasta llegar a los "No quiero que nadie nos separe nunca. Sé que tú eres lo que siempre busqué" y los "iré a donde sea que tú vayas, no te libarás de mí". 

Vaya sujeto intenso. Evelynn, con su rudeza característica, le había preguntado al individuo quién carajos era y por qué no le decía esas cosas a la cara, pero este se negaba a darle su nombre. Podía ser Twisted, podía ser Talon, o podía ser algún otro ex novio, o alguno que otro de sus amantes esporádicos con los que solía irse después de las fiestas.

Al final, solo esperaba que el desconocido cumpliera sus promesas de encontrarla en algún sitio para así poder salir de la duda de una vez por todas y volarle los dientes de un solo golpe por pasarse de intenso y solo verse como un vulgar acosador en el intento de asustarla con sus mensajes.

"¿Por esa ninja dejaste de hablar conmigo?"

¿De verdad este era Twisted?, ¿seguía insistiendo después de tanto?, ¿de verdad?

A Eve le entraron ciertas dudas, ya que por otro lado sus encuentros con Talon habían quedado solo en dos salidas y dos noches juntos, después se buscó como excusa el comeback de KDA y se rehusó a seguir saliendo con él, el sujeto tampoco insistió demasiado.

—I'm trouble and you wanting it! I'm so cold~ when I move that way you gonna be so blown~

Wow.

Evelynn se sentía más que agradecida de tener que grabar esas escenas con la joven ninja, verla desenvolverse con fluidez frente a la cámara le erizaba los pelos y sabía que al staff también. Akali estaba completamente empoderada de su imagen ruda y poderosa. 

—Say: I'm on fire with a blade~ You're about to hear my name ringing in your head, like...

Por otro lado estaba Evelynn, empeñándose en sonar bien aun cuando la pista ya estaba hecha y solo interesaba grabar la escena para armar el vídeo musical. Podría incluso haber movido la boca si tan solo así lo hubiese querido, pero no, la diva del grupo tenía que hacerse escuchar, por supuesto, y tenía que sonar odiosa y repetir la misma parte una y otra vez hasta quedar conforme con el resultado le gustara o no al staff.

—Escena "Say: I'm on fire with a blade" toma mil —comentó el director con sarcasmo haciendo sonar su tablilla con la que marcaba escenas frente a la cámara.

—I'm the realest in the game, uh —ahí estaba Akali, por otro lado, teniéndole a esa demonia una paciencia infinita y cantando a su lado las mil veces hasta que ella estuviera conforme con el resultado.

—Evelynn ¿Qué sucede? —preguntó el manager, dejando su café de lado y acercándose a las chicas durante la pausa. —Todos estamos cansados pero tú sigues aquí haciéndonos trabajar en...

—Atrévete a decir en vano y te parto la cara —soltó la demonia cruzando sus piernas todavía sentada en la silla que les facilitó el staff para tomar un descanso. —Solo planeo hacer bien mi trabajo y tú deberías ocuparte de hacer bien el tuyo. Yo no me conformo con mediocridades como tú.

—Vamos a parar esto, recuerda que soy tu manager —respondió el hombre, ofendido. 

—Me importa una mierda, yo le puedo decir esto a mi padre y él puede sacarte volando de aquí.

—Hey, es suficiente —detuvo Akali, a quien se le hizo imposible seguir escuchando la discusión sin interponerse aun en contra de su voluntad. 

Evelynn bufó y salió del set de grabación rumbo a su camerino para beber algo de agua embotellada y estar sola. 

—¿Por qué no hay agua de Aloe vera como pedí? —reclamó a pesar de saber que estaba sola en ese lugar. Estaba harta de la ineptitud de la gente. 

—Porque el agua embotellada también cumple perfectamente la función del agua, Evelynn: hidratarte —comentó Akali cerrando la puerta del camerino de la súcubo. 

La demonia yacía sentada en su silla frente a su tocador y lucía realmente molesta. Akali caminó hasta quedar tras el respaldo de la silla de su compañera y se cruzó de brazos mirándola a través del espejo.

—¿No me vas a decir nada? —retó la ninja. 

—Para qué malgastar palabras, nadie me entiende —confesó esa sexy caprichosa dejando entrever levemente su vulnerabilidad y su frustración.

—Yo entiendo un poco lo que buscas y sé que debe ser difícil. Vas a tener que cantar en vivo esta canción de todas maneras y te ha tocado una escala que es de las partes más difíciles, entiendo que quieras ensayar hasta la perfección.

—Pero el mismo director dijo que aquí eso no sirve de nada, pues no grabaremos audio.

Akali dejó de cruzar sus brazos y se acercó más a la súcubo para frotar sus hombros con energía y un poco de afecto.

—Sé que te pone celosa que hable tanto de Ahri, pero ella me enseñó que la música debes sentirla con todo tu ser para transmitirla, así que créeme que entiendo tu afán; quieres estar conforme con cómo te escuchas y que la voz fluya porque eso naturalmente se verá en tu rostro, el director dice que eso no es importante pero si tu te oyes bien, tu cara lucirá bien porque tú estarás satisfecha con tu resultado, además de orgullosa y feliz por tu logro.

—No estoy celosa de Ahri.

...

—¿Eso es lo único que se te quedó de todo lo que te dije? —exclamó la ninja, anonadada.

—Dejé de oír cuando me acusaste de ponerme celosa de Ahri.

—Válgame, he desperdiciado treinta segundos de mi vida.

La súcubo rio fuerte y ambas miradas se estrellaron nuevamente a través del espejo.

—¿Quieres coger? —le preguntó Akali a Evelynn, bromeando al ver que ninguna de las dos dejaba de mirar a la otra.

—Sí, la verdad sí. Quiero coger contigo —reconoció la demonia poniéndose de pie y yendo hacia la ninja para mirarla de frente, luciendo más alta e imponente con sus tacones.

Akali retrocedió unos pasos algo desconcertada.

—¿Por qué te alejas? —dijo su compañera con una sonrisa retadora —La sopa la calentaste tú.

La ninja acomodó su gorra mientras su mirada revoloteaba por todos lados y su sonrisa era más bien desganada.

—No lo sé, Eve, nunca creí que llegaría tan lejos.

Evelynn soltó una risa ronca y baja.

—¿Entonces me hacías esa pregunta pensando que siempre te diría que no?

—Sí —reconoció Akali con simpleza, encogiéndose de hombros. Ambas rieron con ello.

—Pero ¿sabes? tal vez lo que necesito para liberar la tensiones es esto.

Evelynn creyó que estaba intimidando a Akali con su segura sensualidad, pero el lado salvaje de la ninja despertó cuando su chica le mordió el lóbulo de la oreja con suavidad. Ni cuenta se dio la súcubo hasta que se vio con las nalgas desnudas sobre el pequeño tocador de su camerino. Con su rapidez de ninja, Akali ya había subido la minifalda de Eve hasta la cintura y la diminuta ropa interior de la demonio fue un tema menor.

—Te necesito —suplicó Evelynn. —Quiero sentirte dentro de mí.

La chica sonrió de manera ladina, quitó su gorra velozmente y jaló de sus gruesas hebras de cabello borgoña para apretar la coleta; finalmente deslizó su guante negro con una dolorosa lentitud desnudando su mano derecha frente a la demonia.

—¿Aquí?, ¿estás segura?

—Sí —. La súcubo soltó una risita pícara y baja. —No hay erección visible que ocultar si nos pillan y mi falda es corta para meter mano. 

—Me gusta cuando te pones práctica.

Hurgó por la delgada ropa interior de su compañera, friccionó por encima de la tela de algodón con su nudillo y no se detuvo hasta sentir la prenda empapada luego hizo a un lado el delgado hilo con su dedo índice y se inclinó para lamer la vagina de su chica, abriéndose paso entre sus suaves pliegues para que su lengua tuviera el privilegio de penetrarla primero y hacerla gemir .

Luego punta de su dedo medio masajeó el clítoris alternando el ritmo y despertando en su chica un hambre anhelante, luego clavó sus uñas esmaltadas en un malva nude sobre uno de los glúteos de la demonia y llevó la mano hasta el pelo fucsia de la súcubo inmovilizando su cabeza.

—Creo que nos estamos tomando demasiados minutos de descanso, Eve —comentó Akali con cierto tono malicioso y sin dejar de lubricar suavemente a su compañera.

Evelynn, ebria de placer ignoró a esa traviesa ninja y en su lugar la atrajo con ambas manos hacia su rostro para meter su lengua en la boca.

—Ni se te ocurra parar —amenazó.

La chica sumergió uno de sus finos dedos y Evelynn levantó sus piernas con una erótica ligereza, envolviendo casi en su totalidad a la ninja con ellas

—Suave, demasiado tal vez —susurró Akali disfrutando de la vagina de su chica, suave como terciopelo. —Y caliente.

Retiró su dedo un poco y, a continuación, lo introdujo hasta el fondo. Estaba yendo rápido pero eso no significaba perderse segundo alguno para adorar ese cuerpo escultural con calma bajo la luz fría de las luces del tocador. La hizo balancearse hacia atrás para recibir sus estocadas en su interior de manera profunda y compenetrada con su mirada ardiente.

—Eres tan hermosa —murmuró Akali con una voz suave.

Metió dos dedos en ese interior mojado y cálido, la súcubo deslizó sus brazos por encima de los hombros de su chica palpando la sedosidad de la tela de su chaqueta morada mientras sentía que sus piernas flaqueaban. La ninja percibió esto y deslizó su otra mano por la espalda baja de Eve, acercándose aún más para que sus cimas gemelas se rozaran con cada respiración ajetreada, y de este modo aceleró el ritmo de sus embestidas.

Evelynn en medio de su placer era vagamente consciente de los ruidos que salían de su garganta y que definitivamente no iban a lugar pues estaban en un set de grabación, con mucha gente rodeándolas, pero sus sentidos estaban sobrecargados por el olor y el calor de Akali, junto con la sensación de sus dedos largos y diestros frotándose con el interior del cuerpo de la demonia. Eve se sentía felizmente poseída en todos los aspectos, el orgasmo estaba llegando y palpitaba por todo su cuerpo, acumulándose en lo más profundo de su vientre y esparciéndose por todo su ser.

—Evelynn, ¿estás bien?

Akali se detuvo de golpe y abrió mucho los ojos algo asustada, pero Evelynn protestó en voz baja el que su chica se haya frenado de manera tan cruel justo cuando la tenía a las puertas del orgasmo.

El manager.

—No te muevas —ordenó la ninja, volviendo a deslizar sus dedos dentro de esa vagina empapada cuando reconoció la voz y apenas supo que el hombre seguía afuera.

Ambas se dieron cuenta de como el sujeto detrás de la puerta giraba la perilla para entrar, sin éxito. 

Akali agradeció infinitamente haber tenido la grandiosa idea de poner el seguro tras de sí después de entrar.

—Sí —la súcubo trago saliva y mordió su labio inferior bajo la sonrisa levemente maliciosa de Akali. —Saldré enseguida.

Cerró los ojos mientras tres dedos de su compañera se sumergían en su carne sensible causando deliciosas vibraciones en su interior. Era cosa de que la ninja pusiera su pulgar en el clítoris y todo freiría. Para qué decir de cómo quedarían como depravadas sexuales, y esto sería arruinar la carrera de Akali aun antes de su debut.

Pero la ninja de todas formas lo hizo. Alguien con la expertiz de Akali obviamente no iba a desperdiciar una oportunidad como esa. 

Rozó el clítoris de la demonia hincando a su vez sus dedos todavía más adentro.

Evelynn explotó en un furioso orgasmo y temió que el manager escuchara ese gemido de éxtasis que deseaba sacar de lo más profundo de su ser, pero se contuvo y en su lugar hundió las uñas en los hombros de Akali. La adrenalina solo hizo todo más placentero.

Fue un misterio si el manager se percató de lo que estaba ocurriendo ahí dentro, pero por fortuna pareció quedar conforme con la respuesta pues no insistió una segunda vez. 

Después de aquello, se limpiaron ligeramente con una toallita y salieron a toda prisa, sin embargo, Evelynn dio un beso rápido en la mejilla de Akali, sorprendiéndola. Le importó un cuesco que el resto del staff la viera hacer este gesto tan dulce, después de todo, para el resto de los mortales ellas sólo parecían ser buenas amigas.

—Escena "Say: I'm on fire with a blade" toma mil uno —avisó el director cuando las chicas estuvieron de vuelta en el set y listas para continuar grabando. El pobre hombre ya se escuchaba como alguien sin ganas de vivir. Todos estaban muy agotados.

—Esta vez lo haré bien, señor director, lo prometo —dijo la súcubo con una sonrisa. Akali de espaldas a ella sonrió bajo su mascarilla negra con orgullo.

Dicho y hecho. Evelynn elevó su escala musical hasta el cielo y sin desafinar. Grabaron las benditas escenas en el metro, ambas lucían geniales y todos estuvieron muy conformes con el resultado.

—Eso es, muchachas. Me gusta esto, sí —comentó el director sentado frente a los monitores que le enseñaban las distintas perspectivas grabadas. —Felicitaciones chicas, esto simplemente es arte.

Ambas se miraron y chocaron los cinco.

—Gracias a usted por su gran trabajo y su enorme paciencia, señor director —dijo Eve, sonando incluso tierna pues usó un tono de voz muy dulce para dirigirse a él.

El manager, el director y Akali se miraron totalmente desconcertados.

El de las cuatro letras le faltaba a Eve para comportarse menos amargada, definitivamente.

"Say: I'm on fire with a blade. Hoy también te veías fabulosa"