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Pausa de baile

>>Evelynn, por favor, debemos vernos << insistió su ex novio del otro lado del teléfono por enésima vez. Ni siquiera el que su voz hubiera pasado de grave a una más suave y suplicante flaqueó la postura inflexible de Evelynn. Twisted al parecer había olvidado que ella era un demonio también y no caía fácilmente en el jueguito de la manipulación.

—Lo siento, Twist, no puedo —aseveró Eve alejándose para que Ahri y Kai'sa no escucharan su conversación telefónica con su ex novio que no dejaba de suplicarle que volvieran. 

¿Por qué él se empeñaba en ser tan egoísta y no la dejaba ir de una vez?

>>Evelynn, ya te dije que lo sentía ¿Quieres pensarlo un poco más?, puedo darte un poco más de tiempo si así lo quieres<<

La súcubo llevó su mano a la frente y la frotó con dos dedos. Ok, oficialmente ya no sabía que decirle a Twisted para que la dejara en paz. Ni ser grosera había funcionado, no iba a insultarlo de nuevo con todo el mundo ahí escuchándola.

—Twisted, no. En dos semanas comenzarán las grabaciones del próximo single de KDA y estaremos muy concentradas en ello. Lo siento, no tendré tiempo para ti ni para nadie.

Colgó el teléfono y volvió a la mesa donde estaban reunidas sus dos amigas viendo los bosquejos con los distintos conjuntos de ropa que el diseñador había elegido pensando en los estilos de cada una de ellas. 

Ahri seguía sin poder decidirse y Evelynn tenía la cabeza en otro lado. Solo Kai'sa fue la única que estuvo segura de que quería usar un top dorado, pues iba a resaltar sus alas con ello.

—Era Twisted, ¿verdad? —preguntó Ahri estirando su mano para acariciar con empatía el muslo de su amiga. Evelynn solo afirmó con la cabeza en silencio dejando su móvil sobre la mesa redonda en medio de la sala de reuniones. —Aún no asume que su relación contigo se terminó.

—Qué relación —espetó Evelynn cabreada. —Nunca quiso tener una relación seria conmigo.

—No seas tan dura con él. Tal vez se dio cuenta muy tarde de que lo había arruinado todo y ahora está en proceso de aceptación ¿Por qué lo tratas tan mal?

—Tiene a alguien más, Ahri —confesó Evelynn, por fin. —Me estuvo siendo infiel todo este tiempo. Que se vaya a la mierda, no pienso volver con ese hijo de puta. —Arregló su cabello volviendo a ser la Evelynn ruda, fría y, por lo demás, grosera.

Ni a Ahri ni a Kai'sa les quedaron ganas de decir que lo sentían. Conocían lo bastante bien a la súcubo como para saber que no quería provocar la lástima de nadie y por eso se había guardado todo ese tiempo la burla de Twisted haciéndole creer a todos que ella era la malvada sin sentimientos.

—Este... Pues... ¿Saben dónde está Akali y por qué aún no llega? —preguntó Kai'sa para cambiar de tema. Se puso de pie para elongar un poco, pues posterior a la reunión con el diseñador vendría otro extenuante ensayo de baile y esperaba ansiosa por ese momento.

Akali llegó a elegir el outfit apenas unos minutos después de que la invocaran, llegó vistiendo joggers con una simple camiseta sin mangas y algo apresurada. Dejó el bolso deportivo sobre la mesa y se sentó luego de saludar a todos los que estaban en la sala.

—Disculpen la demora, por favor, vengo del gimnasio y el tráfico de vuelta estaba del asco. Mañana no será así, lo prometo.

—¿Qué te pasó en la cara? —preguntó Ahri con su usual tono maternal, ignorando casi por completo la demora. —Dios, parece que te diste un golpe demasiado feo.

Hubo un silencio incómodo que se apoderó de la sala y cayó muy pesado sobre los hombros de todas. Akali traía ensayada la explicación que daría para no preocupar a las chicas -en especial a Evelynn-, pero, ¿a quién engañaba? No era capaz de mentir, las palabras ni siquiera le salían de la boca.

—No pasó nada, fue por distraída nada más. No volverá a ocurrir.

Ella esperaba de todo corazón que así fuera. Por su honor ninja no dejaría que nadie volviera a encontrarla desapercibida nunca más.

—Pero, cariño... —insistió Ahri siendo interrumpida justo a tiempo por el productor musical que venía en busca de Akali.

Llamó a la chica con algo de urgencia porque se había conseguido como coach a uno de los raperos coreanos de renombre en el país para que ayudara Akali a mejorar su rap desde el punto de vista de la experiencia.

La ninja, que acababa de sentarse, se puso en pie rápidamente para salir.

—Akali —detuvo Evelynn mirando a su chica, esta volteó a mirarla un momento. —Dime dónde vas a estar para ir por ti cuando te desocupes, por favor, envíame un mensaje. 

Fue ignorada brutalmente por la ninja. 

Akali ni se molestó en articular palabras para negarse a la petición de Evelynn. Simplemente volvió a colocar su gorra negra sobre su cabello borgoña, le dio la espalda a las chicas y salió de la habitación tras el productor siendo muy grosera e indiferente. 

Say I'm on fire with a blade, you're about to hear my name ringing in your head like...

—¡AKALII! —exclamó Katarina, la coreógrafa, parando todo el baile y a punto de jalarse los cabellos totalmente colmada de los nervios. —Te he dicho que no te muevas cuando Evelynn se mueve, tú te tienes que quedar quieta aunque te roce con las nalgas, ¿entiendes?, es parte de jugar, al público le gustará; no seas tímida, ni que tu compañera tuviera sarna, por favor.

—No quiero que me toque —murmuró Akali entre dientes, siendo muy audible a pesar de la música.

—Ahora no quieres que te toque —escupió Evelynn siendo, por desgracia, audible para el resto también.

Ahri, Kai'sa y Katarina quedaron con caras de "Khé?". El pikachu anonadado se quedó corto al lado de las chicas.

—Ok, no sé qué es lo que está ocurriendo aquí —dijo la coreógrafa, por lo bajo mientras intentaba acercarse a las chicas. —Pero si hay una rencilla entre ustedes y no son lo suficientemente profesionales para dejarlo fuera del escenario, podemos cambiar esta parte sin que haya contacto —ofreció sin más, encogiéndose de hombros.

—No, ya tengo suficiente con querer tatuarme we go hard en las costillas como para memorizar otra coreografía, gracias —comentó Akali, volviendo a su lugar para continuar el ensayo.

Ahora fue Evelynn la que no volvió a insistir con hablarle a Akali. Si la ninja quería seguir con su ley del hielo sin explicarle la razón, era su problema.

Ambas habían llegado recontra tarde a la repartición de madurez, claramente, y quien más sufría con todo aquello era Ahri como líder, pues hacer trabajar en equipo a niñatas no era una tarea sencilla. 

Lo malo era que Eve, al ser un demonio de aura poderosa y maligna, puso todo el ambiente lleno de una tensión desagradable y en cuestión de minutos a todas las chicas les comenzó a aquejar un terrible dolor de cabeza.

—No, esto no está bien —dijo Katarina, parando el baile. —Vamos a tomarnos... ¡Una pausa de baile entretenido!

Corrió hacia su pequeña radio y se puso en cuclillas frente al aparato para buscar la pista que todas necesitaban.

—Van a ponerse en una línea mirando hacia el espejo y bailarán el ritmo que les toque. Evelynn tomará a Ahri y Kai'sa a Akali cuando el baile sea de parejas, ¿listas?

Las chicas afirmaron en silencio y atentas.

—El primer ritmo es...

Urbano. 

La coreógrafa les indicó un par de pasos a seguir siguiendo el estilo y luego las dejó para que expresaran el ritmo a su modo y de esta manera liberaran tensiones.

No te dejo de mirar... Uno, dos, Ay, ya parezco tu detective... Tres, cuatro, cinco, seis, ¡bien!... Buscando huellas para encontrarte y tú más desapareces. ¡Genial!, cruce, vuelta, uno, dos, tres, ¡eso es! derecha adelante, izquierda adelante, ¡perfecto!

Ahri estaba realmente divertida viendo a Akali moviéndose con al ritmo de Major Lazer. Esa pequeña había crecido mucho y no podía estar más que orgullosa de ella, todavía le faltaba un poco para bailar el estilo urbano con sensualidad pero tenía una enérgica soltura que, dada su personalidad agradable y jovial, la hacía ver muy bien.

—¡Tango! —anunció Katarina. —Uno, dos, qué bello... Suave, ¡bien, niñas! —La coreógrafa felicitó a Ahri y a Akali.—Uno, dos, regreso, tres, cuatro.

Entonces su atención se desvío al desastre que tenían Kai'sa y Evelynn.

—No me pises, maldita sea —se quejó Kai'sa cuando Evelynn, por distraída, piso la punta del pie izquierdo del ángel. Fue divertido verlas, pues no sabían donde poner las manos, ambas fueron primero al hombro de la otra y luego a la cintura, al mismo tiempo. Se miraron confundidas al no saber quién tomaría el rol femenino y quién el rol masculino. No así Ahri que ya envolvía la cadera de Akali con su pierna de manera muy sexy y elegante, mientras la ninja disfrutaba enormemente deslizar su mano por la cintura desnuda y suave de la kitsune.

—¿Podrías dejar de mirar para el lado, Evelynn? —dijo Kai'sa muy molesta. Esto era una deshonra para ella, la bailarina principal.

—¡Rock and Roll!... Esperen, intercambio de parejas, ahora, ¡ya!

Sí, nuestras protagonistas quedaron juntas para bailar el Jailhouse Rock, les gustara o no.

A ambas les encantaba la idea, pero eran demasiado orgullosas para reconocerlo.

—Let's rock~ Everybody, let's rock!... ¡Muy bien!~ —exclamó la Katerina, satisfecha con el resultado pues Evelynn y Akali volvieron a tocarse sin que todo acabara en tragedia y es más, les costó, pero después de un minuto bailando al ritmo del Rey del Rock'n Roll no pudieron evitarlo.

Se tomaron de las manos comenzando a dar las vueltas y a hacer algunos pasos característicos del estilo, chasqueando los dedos, sacudiendo la cabeza y riendo juntas de manera cómplice. La más feliz con todo era Kai'sa pues bailar con Ahri era un placer, se adaptaba fácilmente a todo tipo de baile como una muñequita y no entorpecía los pasos del ángel por mirar para el lado como si quisiera matar a alguien (a diferencia de Evelynn)

—Y lo mejor para el final, obviamente, ¡SALSA! —Todas gritaron entusiasmadas. 

—No sé bailar salsa —confesó Akali a Evelynn haciendo algo parecido a un puchero.

—Yo sí. Es el ritmo favorito de mis padres, lo aprendí desde pequeña.

—Genial, tú me enseñarás —susurró Akali levantando una ceja a modo retador.

—Encantada~.

—¿Qué sucede ahí? —preguntó Katarina mirando a la súcubo y su pareja. —No las veo moviéndose, chicas. 

He llenado tu tiempo vacío de aventuras y más... —cantó Evelynn, sonando celestial para los oídos de Akali. —Y mi mente ha parido nostalgia por no verte ya~ 

Evelynn empezó a mover las caderas con soltura y apuntó los pies de Akali para que ella siguiera sus pasos hacia la derecha e izquierda asegurándole que las caderas de a poco se irían soltando a medida que sus pies se acostumbraran al ritmo.

No he podido encontrar la mujer... Que dibuje mi cuerpo en cada rincón ¡Sin que sobre un pedazo de piel!~

Ven devórame otra vez, wow!, ¡Ven devórame otra vez! —cantaron las demás chicas a coro dando volteretas y moviéndose con soltura al ritmo de la salsa sin dejar de reír.

Akali llamó a Evelynn con la cabeza para que su demonia acercara su oído y así pudo susurrarle de cerquita su frase estrella:  —¿Quieres coger?

Evelynn se alejó riendo de manera honesta y relajada, sin responder. Akali rió con ella, su corazón latió todavía con más fuerza al notar lo hermosa que era la sonrisa de la súcubo y lo infinitamente bella que se oía su risa. Eve entonces siguió moviéndose y dedicó una risita un poco más pícara a su chica. Ahí estaba la respuesta. 

Akali se reprendió mentalmente por haberle hecho caso a Twisted e ignorar a Evelynn. Era absurdo. Era su compañera de grupo y tarde o temprano tendría que dirigirle la palabra, tendría que bailar y cantar con ella, trabajar en equipo y, muy probablemente, también habría momentos en los que tendría que quedarse a solas con esa tentación.

Pensó que si tanto quería a Evelynn ese demonio, simplemente debía darlo todo por ella y si se creía tan valioso solo por ser hombre, ni siquiera debía considerar a la ninja como una oponente.

¿Solo por eso estaba ignorando a Evelynn? se cuestionó con seriedad, entendiendo que no. En realidad no la ignoraba porque tuviera miedo de Twisted, sino porque tenía miedo de ella misma, de sus sentimientos que tenían el nombre de una peligrosa súcubo heterosexual y tóxica que solo quería experimentar con ella. Por eso quería guardar distancia.

Los días siguieron avanzando con rapidez y la era Popstars se acercaba a pasos agigantados ¿Ahora qué seguía? no pasaba día sin que Akali se lo preguntara en algún momento ¿Tenía que seguir alejándose de su compañera o aprender a disfrutar de la experiencia teniendo el cuidado de no dejarse llevar demasiado?, pero, si se lo cuestionaba tanto, tal vez hacía mucho que esto había dejado de ser simplemente para disfrute.

Evelynn estaba oficialmente soltera. Akali creyó en su interior que posiblemente tenía una remota oportunidad. Iba con su valor ya armado y su cajita de ramen al curry en las manos dispuesta a sentarse al lado de Evelynn durante el Lunch break en la cafetería de la empresa, pero se detuvo cuando la vio casi babeando por el apuesto soldado vistiendo camisa azul de manga corta y muy bien peinado que estaba sentado en la misma mesa de las chicas frente a Ahri. Akali se acercó con su usual cara de "todo me fastidia" y luego de saludar educadamente a los todos en la mesa con la mano se sentó al lado del muchacho desconocido y frente a Kai'sa dejando su caja de ramen sobre la mesa. Finalmente se quitó la chaqueta y la gorra para dejarlos en el respaldo de su silla.

—Kali, cariño —comenzó a explicar Ahri, hermosamente sonrojada. — Quiero presentarte a mi novio. 

Nota de la autora: 

De aquí escucho sus corazones rompiéndose al saber que la Ahri de esta historia es hetero :v Sí, niñes, perdonenme la vida, pero ella es hetero, hetero de veras xd.

PREGUNTAAA

(Ayúdenme con esto, por favor ;-;) 

¿Qué chico LoL es el novio de Ahri?

(Ojalá fuera una adivinanza, pero la verdad es que ni yo sé quién es jajaja) 

Sé que el capítulo fue corto y soso pero me dejó cruzada de brazos no tener el nombre del novio (aunque no sea muy relevante). Al menos tengo avanzada la segunda parte y lo publicaré apenas este cap alcance las 100 lecturas por lo menos, como es la costumbre.   

Espero me perdonen, niños, los adoro <3

Magaa


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