Mírame
Entre Akali y Evelynn se levantó un muro que, irónicamente, todos podían ver a pesar de lo invisible que era. Incluso en el escenario. Tuvieron que poner a la súcubo como compañera de Ahri en los conciertos, pues Akali parecía repelerla, y Kai'sa nunca en la vida la había aguantado, ¿qué les iba a hacer creer que ahora lo haría?
La diva del grupo regresó a sus malas costumbres de novia tóxica, bailando Tusa y bebiendo destornilladores en los clubes hasta que el suelo se empezaba a poner inestable como la arena. El destornillador era el trago que Akali bebió la primera vez que habían salido a beber. La ninja andaba por ahí creyendo que a Evelynn no le importaban sus romances fallidos, que cantaba "Thank you, next" abusando de los melismas como Ariana Grande, que no le importaban los gustos de nadie y estaba demasiado ocupada pensando en ella misma. Se equivocaba. La demonia nunca lo reconocería, pero recordaba de Akali más cosas de que las que hubiese querido recordar, y eso no le ayudaba a despreciarla de la misma manera en que la ninja lo hacía.
La reunión del grupo con la directiva de la empresa acabó muy tarde. KDA merecía tomarse todas las horas extra del mundo pues su fama había alcanzado cada rincón de la tierra y la gerencia ya estaba negociando la primera gira de las chicas.
Akali y Kai'sa fueron a entrenar al gimnasio pasado las nueve de la noche, por el contrario, Evelynn y Ahri fueron por algo de comida tailandesa para llevar antes de volver a casa y Ahri pidió por dos, pues su novio la esperaría en el departamento.
La súcubo suspiró luego de hacer el pedido mientras la chica de la caja tomaba la orden de ambas. Le hubiera gustado mucho esperar a Akali con algo de comida tailandesa. Su chica llegaría del gimnasio, se sentarían en el sofá a ver Quién Quiere Ser Millonario o tal vez algún drama turco. Se besarían mucho, reirían más y después de un rato se irían a dormir.
Eve aceptó que tal vez se merecía la indiferencia de Akali, todo por no haber respondido de manera madura y honesta a los sentimiento de Twisted.
El karma es una perra.
-Hace mucho no me invitabas a ordenar comida picante -comentó Ahri con una sonrisa.
-La comida picante nos pone más agresivas y ardientes -soltó Evelynn torciendo la sonrisa, pero sin mirar a Ahri realmente. Se dirigieron hasta una mesa para sentarse mientras esperaban a que les trajeran su pedido.
-Sí. Siempre creí que la comida tailandesa era la que te podía en ese... Modo -dijo con una suave risita. -No veníamos aquí desde antes de que conociéramos a Akali -reconoció la kitsune, sin ninguna mala intención de fondo, pero, para Evelynn, fue como si su amiga hubiera puesto el dedo justo en la llaga.
No mencionó palabra alguna porque temió llorar con tan solo abrir la boca para hablar sobre eso, y el silencio entre ellas se hizo eterno.
-Eve... Yo...
La demonia alzó la mirada hacia la líder pues la voz su voz se había escuchado un tanto angustiada. Al verla se dio cuenta de que, efectivamente, estaba a punto de ponerse a llorar pero la súcubo no lograba asimilar tal cosa como cierta ya que, desde el punto de vista de ella, Ahri no estaba enterada de lo que sucedía.
-Procuro no entrometerme en las vidas de ninguna de ustedes, ¿sabes?... Puede que parezca que estoy muy distante y que mi realidad es diferente a la tuya o a la de Akali, ya sabes, una "vida perfecta". -La dulce voz de ahri se quebró. -Puede que pensara que estaba lista para ser una líder. Eve, lo siento, no quiero victimizarme, pero... Por responder a la empresa y a los fans como lo haría cualquier líder de un grupo exitoso estoy descuidando a mis chicas y ya no puedo soportarlo, ¿en qué momento las cosas se hicieron tan tensas?, ¿en qué momento dejamos de confiarnos nuestros problemas?
-Mi reina -susurró Evelynn con suavidad estirando sus manos por sobre la mesa para tocar las manos de su amiga. -No te sientas mal por eso, es la presión del grupo.
-¡No, Eve, escúchame! -suplicó, aferró una de sus manos a la mano de su compañera y con la otra se limpió sus lágrimas. -No lo digo por eso... Hablo de... -Sorbió sus lágrimas y esta vez fue ella la que tomó la mano de su amiga entre las de ella. -Hasta alguien como yo se da cuenta de que algo no anda bien entre Akali y tú, y no quiero parecer entrometida, por favor no sientas la obligación de contarme esto si no quieres, pero creo que ustedes dos deberían hablar y sincerarse. Les pido que no sean tan duras con ustedes, deben tener cuidado con las palabras que dicen teniendo en cuenta que cada acto tiene su inevitable consecuencia. Y tú, eres Evelynn ¡nuestra diva! Invencible e inquebrantable. No quiero que ninguna de mis chicas gire alrededor de nadie más que de ustedes mismas. No quiero verte derrotada, Eve, sé que es difícil, pero también sé que puedes con ello. Tú no tienes la culpa, eres libre.
Se fue pensando en ello todo el viaje de vuelta a casa. Y estacionando su deportivo junto a todos los demás coches de lujo del edificio llegó a la conclusión de que aún así, libre y bella, prefería seguir entregando sus sentimientos a esa ninja indiferente e inmadura.
Saludó al conserje por cortesía, cruzó el hall llevando sus manos en los bolsillos de su largo abrigo mientras colgaba de su muñeca la bolsa con la comida Tailandesa para llevar. Era una noche fría, lo sentía en la piel de sus piernas que el abrigo no alcanzaba a cubrir y mucho menos su falda corta.
El conserje pareció querer decirle algo, más no se atrevió. Nunca se atrevía a decirle nada, sin embargo, de todas maneras supo lo que era cuando salió del ascensor rumbo a la puerta de su departamento y se encontró con dos sujetos vistiendo trajes y portando una credencial. Detectives.
-Buenas noches -saludó el sujeto de cincuenta años, tratando de no mirar a Evelynn de pies a cabeza ni de juzgarla brutalmente por la manera tan "osada" de vestir que tenía una chica con las curvas de ese calibre a las diez de la noche. -¿Señorita Evelynn?
-Sí, soy yo, buenas noches -respondió ella con seriedad.
Los sujetos se presentaron y le comentaron que el motivo de su visita se debía justo a eso que imaginaba.
Twisted.
Ella suspiró y los hizo pasar.
Solo bastó unas cuantas preguntas de parte del detective para que Evelynn entendiera un par de cosas.
Número uno: el comportamiento inusual de Akali desde que la sorpresiva muerte de Twisted.
Número dos: Vaya misógino de mierda el que tenía en frente.
Y Número tres: pobre de la mujer de este tipo.
Evelynn a duras penas se contuvo las ganas de reír a carcajadas cuando le preguntaron qué relación tenía con la principal sospechosa del asesinato. Akali le había dejado el piso hecho para que la súcubo fácilmente mintiera diciendo que no eran cercanas. Podría haberse dado el lujo de decir que se llevaban mal, de todas formas eso era algo que incluso las cámaras podían comprobar desde el lanzamiento de Popstars. Se paraban en el escenario como si hubieran kilómetros de distancia entre las dos y a la policía le resultaría muy complicado comprobar que ellas habían tenido una relación amorosa porque nadie podía asegurarlo y la empresa le debía esa fidelidad a Akali después del infame contrato. Asumieron forzosamente la obligación de protegerla hasta que se comprobara su inocencia. Les convenía.
La ninja encendió la pantalla de su teléfono al escuchar como llamaban a la puerta de su casa. Era casi la media noche. Acababa de llegar del gimnasio y apenas se estaba haciendo un ramen instantáneo para cenar ¿Quién carajos venía a molestar a esta hora?
Debió haber imaginado que sería ella. Evelynn claramente venía por la revancha.
¡Jesús!, ¿qué querría esta mujer? Si ya verla en la empresa siendo tan ácida y deliciosa como solo una demonia podía serlo, todavía quería hacérselo más difícil llevando la tentación a su misma casa.
-¿No me vas a hacer pasar? -susurró la súcubo con ese tono pecaminoso que disparó todas las alarmas de peligro en la rapera.
Abrió un poco más la puerta y con la mano hizo un caballeroso gesto, invitándola a pasar a su humilde hogar.
-Hoy la Policía fue a interrogarme... -confesó la demonia, todavía de pie dándole la espalda a su compañera.
Akali caminó por la estancia tratando de no mostrarse tensa. Se apoyó en uno de los brazos del sillón, quedando justo frente a Evelynn.
-Entonces comprendí por qué estas haciendo todo esto -continuó. -¿Por qué eres tan tonta? -espetó abruptamente.
-¿Disculpa?
-¿Crees que no sé cuidarme sola?, ¿Por qué protegerme de algo que no hice?, si la razón de tu indiferencia es esa, déjame decirme que no te creí tan tonta, Akali ¿Querías evitar que pasara un mal rato y la mejor idea que se te ocurrió fue comportarte como una desconocida conmigo, ignorando tus sentimientos y los míos?
-Hice esto porque tengo que sacarme a los policías de encima pronto o trabajaré gratis para esta empresa de mierda hasta que jubile. ¿Podrías dejar de pensar un momento en ti?
-¿Me hablas de egoísmo a mí cuando ni siquiera te importó lo que yo sentía o lo que pensaba?, ¡Pudimos haber encontrado otra forma de solucionar esto!
-¿Y qué lograrías sabiendo esto? Las cosas no se arreglan con golpes, ni provocando miedo, ni con berrinches, ni con la influencia de papi. En esto no puedes hacer nada, Evelynn. Tu reputación pendía de un hilo y esto lo hubiera arruinado.
-¡Me importa un carajo! Nadie apagará mi brillo.
-¡Cómo te va a importar un carajo!, ¿tienes idea de cuánta gente ahí afuera quiere ser tú? no me digas algo tan absurdo como "mi talento y mi belleza me tienen aquí, no dependo de nadie" como el puto idol cliché endiosado. Allí afuera hay un montón de talento y belleza a quienes nadie se detiene nunca a mirar ni mucho menos tienen un padre adinerado y con ganas de pagar todas esas academias que cuestan un ojo de la cara.
-¿Y te crees mejor que yo solo porque llegaste aquí gracias al capricho de Ahri?
-Tsk -se puso de pie notablemente alterada por la actitud de la súcubo, pero no podía culparla. Ella era así, terca y petulante. Una fiera.
Y a la ninja le encantaba así. Vaya masoquismo.
-Kali, lo siento -se disculpó Eve bajando la voz y cambiándola por una mucho más suave y aduladora. -Yo no vine a discutir. No quiero discutir más. Te extraño, Kali, como no tienes idea -su voz se quebró al hacer aquella confesión debido a la ansiedad y a la angustia.
Cuando Akali volvió a mirarla se dio cuenta de estaban corriendo algunas lágrimas por las mejillas de esa súcubo antes invencible.
-Cuando recién llegaste puede que me hubiera sentido un poco celosa de ti por toda la atención que te dieron. Soy una mujer envidiosa y es uno de mis tantos defectos. Soy lo peor, Kali, soy un maldito demonio y nunca pensé reconocerme abiertamente imperfecta delante de alguien, pero tú... tú significas todo para mí ahora...
-Eve... -Akali trató de detenerla.
Sentía que su compañera la tenía en una especie de pedestal y ella no se creía merecedora de estar en el pedestal de nadie. Era solo una chica común con la fortuna de haber tocado profundo dentro de un frío corazón que nunca antes había experimentado nada ni parecido al amor, porque toda la vida le dijeron a la demonia que los de su raza no habían nacido para amar de verdad.
-No, Kali -pidió continuar aún entre sollozos. -Discúlpame por todo eso. De todo corazón perdóname.
-No tengo nada que perdonar -insistió la ninja, cruzándose de brazos y desviando la mirada.
-No. Mírame otra vez, por favor -Abrió su abrigo largo enseñándole a Akali su cuerpo desnudo.
Era una imagen bella y erótica, pero también simbolizaba su vulnerabilidad. Le estaba enseñando a su compañera que en ese momento no había mentiras. Solo era una chica siendo totalmente honesta con otra chica.
Akali se rehusó a mirarla y volvió su cuerpo hacia la ventana. Era demasiado orgullosa para demostrar que sí le creía y, por otro lado, tenía que reconocer que se moría de ganas por tocarla y escucharla gemir mientras no dejaba espacio de piel sin besar o acariciar. De este modo recordó lo bien que se sentía hacerle el amor a la chica que se convirtió en todo su mundo.
-Vístete, Evelynn. -Le dijo caminando hacia la puerta. Aferró su mano al pomo para amenazarla de manera implícita. Contó hasta diez dentro de su cabeza esperando a que eso fuera suficiente para que la súcubo se volviera a colocar el abrigo y se fuera. Si llegaba al diez y su demonia seguía ahí desnuda se prometió no dejarla salir de su departamento, ni de su cama. -Aléjate de mí. No soy buena para ti, ni tú para mí. No soy una maquina sexual, Evelynn; me halaga que lo creas, pero no. Esta relación nunca significó para ti y con esto lo acabo de comprobar. No me voy a acostar contigo solo porque te desnudes. A ti te gustan los hombres, tú misma me lo dijiste y te tomaste la molestia de repetírmelo, así que perdóname por querer huir antes de salir lastimada. Mira a lo que hemos llegado por permitirnos "tener algo", y si me lo preguntas, no creo valer tanto la pena, no te voy a dar más de lo que un chico puede darte y con el tiempo te ibas a dar cuenta. Ahora solo vete de aquí, por favor. Gracias.
Fue entonces cuando la súcubo recordó las palabras de Ahri "No te permitas girar alrededor de nadie. Tú eres tu propio mundo" volvió a colocarse el abrigo y se cubrió. Miró a Akali de frente, su compañera no fue capaz de mirarla a la cara.
-Esta es la primera y la última vez que me verás de este modo -le informó, recalcando cada palabra con amargura antes de marcharse. Después de todo, Evelynn también era demasiado orgullosa para decirle que nunca se había sentido más especial para alguien que para una mujer.
Nota de la autora
Hello, niñes! ¿todavía hay alguien aquí? jeje
Espero se encuentren bien con todo esto. Cuídense mucho por favor, laven sus manos, no toquen sus caritas y que no panda el cúnico.
Por mi parte, pido disculpas por desaparecer, again~(? y quiero comentarles que... se ve bien feo y todo este final del capítulo, pero estaba revisando mis apuntes.. y me percaté de que el drama va a ir menguando desde ahora.... so, sin llorar(?
Creí que iba a haber más, pero bueno.
Eso.
Será hasta la próxima, niñes. Los adoro, sean felices.
Magaa
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