Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Me gustas

Dos días antes del debut de TRUE DAMAGE

—No iré —. Pese al entusiasmo de Ahri y Kaisa, Evelynn se mantuvo firme en su postura. 

No iría al debut de Akali en True Damage. 

Ninguna de las dos chicas podía culparla por haber cortado su relación de raíz y haberla superado. Superar está bien, sin embargo, Evelynn había vuelto a ser la diva insufrible que era antes de que la rapera de KDA apareciera en las vidas de todas, y eso no estaba bien porque iba camino a su ruina al creer que no necesitaba de nadie, cuando el mundo se compone de influencias y colaboración. Ahora, si bien no estaban trabajando juntas aún y todas tenían sus respectivas áreas en las que desenvolverse, ya habían llegado a los oídos del ángel y la kitsune que Eve estaba comportándose de manera caprichosa en los sets de rodaje de los proyectos en los que trabajaba y, aunque lo compensaba con su enorme talento para hacer personajes inolvidables, nada la había librado de tener rencillas con otros actores y actrices importantes y hasta con un productor. Y no. No quería sonar como la amargada que era (aunque en realidad le daba igual), pero no le interesaba ir a ver a su ex novia hacer lo que siempre le vio hacer. Estaba feliz por ella, pero no una cosa es ponerte feliz por los logros de otra persona y otra cosa es olvidar la forma en la que te humilló. Prefería no pensar en ello porque dolía; más no era su orgullo lo que dolía, eran sus sentimientos (Sí, en el fondo había descubierto que los tenía).

—¿Qué haremos? —preguntó Kaisa a Ahri una vez a solas en el automóvil de la kitsune.— Sin amor se pone odiosa. Va a buscarme pleito todos los días y no respondo por lo que le haga, Ahri, me disculpo contigo desde ya.

Ambas no sabían hablar de otra cosa que no fuera el regreso del grupo, la líder le había confesado al ángel acerca del posible regreso de la girlband tras el éxito y la buena recepción de TRUE DAMAGE, y esto era algo no confirmado, pero seguro; el manager se lo había comentado a Ahri como algo ultrasecreto, pero saberlo le provocó tanta alegría y entusiasmo que simplemente no pudo evitar ser indiscreta y comentárselo a alguien más, y eligió a la única que sabía que se pondría feliz de regresar: Kaisa. 

—Tampoco podemos obligarlas a regresar. No debemos inmiscuirnos en sus asuntos y, si van a volver a hacerse daño, es mejor que cada una rehaga su vida por separado —comentó Ahri con su sabiduría de zorro ancestral. 

—Pero significaría el fin de KDA.

—Creo que Kali y Eve son muy profesionales y ambiciosas. Sé que volverían a KDA si... si nosotras se lo pidiéramos, a ambas les gusta la música —dijo Ahri tratando de sonar como estaba sonando, pero era demasiado tarde; el rostro de Kaisa ya se estaba iluminando con el entusiasmo de una nueva idea:—Ni se te ocurra. 

—Pero no he dicho nada... —se defendió el ángel. 

—¡Lo pensaste! 

—Solo digo no está bien forzarlas a algo que no quieren hacer, sin embargo, si podemos pasar tiempo las cuatro juntas como ¡amigas!, ya sabes, saliendo a todos lados, como antes... pero —aclaró. —si esto no resulta y ellas solo se ponen incomodas con nuestros panoramas, pues ni modo, aquí lo importante es el bienestar de ambas... Aunque eso signifique nuestra infelicidad. 

—No seas dramática —dijo Ahri con una risita. 

—¡ES QUE KDA ES MI VIDA! —exclamó Kaisa, haciendo justo lo contrario a lo que la líder le acababa de solicitar. 

Seis meses después del debut de True Damage

Cuando el regreso de KDA se confirmó, para sorpresa grata de Ahri y Kaisa, tanto Akali como Evelynn aceptaron regresar al grupo y ambas, con el profesionalismo y el orgullo que las caracterizaba, solo guardaron distancia hasta el punto de tratarse como unas desconocidas que solo se dirigían la palabra por asuntos de trabajo y el desprecio que fingía Evelynn hacia su compañera era más que notorio ya que, las pocas veces en las que se vieron obligadas a tener contacto verbal, no perdía la oportunidad de mirarla como si acabara de pisar popó con sus Christian Louboutin de tacón alto. Akali fingía indiferencia lo mejor que podía, pero en el fondo no esperaba menos. Sin embargo, ni AKali ni Evelynn contaban con tener como amigas a las mentes maestras de Ahri y Kaisa. La kitsune y el ángel se acercaron un día a preguntar muy astuta y discretamente a Akali si estaba aunque fuera remotamente interesada en ayudarlas a organizar una fiesta sorpresa para Evelynn. 

 —No vayas si no quieres, solo le diremos que aportaste para su regalo —alentó Ahri.

—El que por supuesto debe ser caro —acotó Kaisa.

—No lo digo por eso —aclaró la líder del grupo. —Lo digo porque... Esto es un reconocimiento como equipo por todo lo bueno que ella aporta a nuestra música. Me hace ilusión que...

—Lo haré —dijo Akali, que parecía querer frenarlas de una vez para que dejaran de dar vueltas en el mismo asunto.—Evelynn ha hecho bien su trabajo. 

—No será que todavía te... —empezó a decir Kaisa entrecerrando los ojos y llevada por la curiosidad más, antes de que terminara con la frase, Ahri le dio un codazo suave en las costillas.  

Aportar para el regalo de Evelynn le dolió tanto al bolsillo de la ninja que incluso se decidió por presentarse a la fiesta sorpresa, muy dispuesta a beberse hasta el agua de los floreros para compensar todo el dinero que había tenido que dar por el regalo que KDA le dio a Evelynn. Después de todo, a esa fiesta asistirían hasta sus colegas de TRUE DAMAGE y por supuesto que también iría Sivir. No se sentiría sola y habría alcohol gratis, dos puntos a favor. 

La fiesta de cumpleaños de la súcubo se llevó a cabo en ese mismo club donde la historia de ambas comenzó; y por esas enormes vueltas de la vida, ahora Evelynn estaba en la zona VIP bebiendo sus tragos con nombres extraños en compañía de dos hombres muy apuestos y Akali estaba en la pista de baile con un destornillador noqueador en la mano mientras bailaba en la agradable compañía de Qiyana. Tanto la ninja como la súcubo lucían como perfectas desconocidas.

Kali cerró los ojos dejando de escuchar el fuerte ritmo urbano por un momento y su mente se trasladó de vuelta al momento en que sonó One Kiss de Dua Lipa y Eve dejó de mover suavemente su armonioso cuerpo solo para voltearse a mirarla, a ella, una rapera venida de los barrios bajos, una simple humana tan indigna de su atención. La ninja recordó vivídamente cuando las manos cedieron a los estímulos provocados por la música y el alcohol, y evocó de vuelta la sensación en las palmas de sus manos, ratificando lo realmente bueno que fue dejarse llevar por el instinto más primitivo, ese que no seguía reglas, instinto que ambas tenían en común. En aquella ocasión se acariciaron en la pista de baile hasta que, ajenas al resto del mundo, cedieron a lo que iba a ser su inevitable perdición y se besaron. 

Qiyana apartó a Akali para decirle con una risita nerviosa e incómoda: "Kali, lo siento... No me gustan las chicas". Esto cayó sobre la rapera como un balde de agua fría y le quitó la borrachera de un solo golpe. Salió del trance en el que se había sumergido sintiéndose como una tonta.   

—Mierda... lo siento —dijo alejándose de inmediato. De haber estado más sobria le habría dicho algo como "tampoco estaba fantaseando contigo, no te ilusiones", no obstante, el ser consciente de que estaba en una pista de baile rodeada de mucha gente a su alrededor, le hizo retroceder avergonzada dándose cuenta de lo realmente innecesario que era dar explicaciones que ni siquiera ella comprendía. 

Se alejó escabulléndose discretamente entre el gentío hasta llegar al baño sin darse cuenta de que había llevado el destornillador con ella. Lo notó cuando tuvo que dejarlo sobre el lavabo para lavarse la cara. 

No pudo más que echarse a reír sola por la estupidez que acababa de cometer mientras se frotaba los ojos. Sintió que la cabeza le daba vueltas y bueno, ese ya era el quinto trago, no sabía que más esperar.

Fue entonces cuando entró ella.

—Está ocupado —dijo Akali tontamente y con la cara mojada, sin prestarle atención a quien acababa de llegar. 

—Ya sé que está ocupado. Gracias por decirme lo obvio—soltó, entrando de todas formas y cerrando la puerta tras de sí. 

Ese comentario ácido y sin filtro, esa voz grave y sensual sin una pizca de amabilidad. De seguro debía ser Evelynn. 

Efectivamente. Alzó el rostro cuando pudo abrir los ojos sintiendo como las gotitas de agua escurrían por su cuello y su busto; y lo confirmó. Solo quienes conocían bien a Evelynn sabían que hablar dulce no era su estilo y que las frases que salían de su boca tenían niveles de veneno o un sentimiento oscuro que los provocara. No sabía por qué, pero no percibió odio ni rencor en la voz de la súcubo, solo percibió un poco la influencia del alcohol. Probablemente estaba tan borracha como ella. 

—Vi el papelón que hiciste con la tercermundista esa.

—Se llama Qiyana —rectificó tratando de parecer ofendida, aunque por dentro le hizo gracia el modo en el que se refirió a Qiqi. 

Ambas guardaron silencio. La ninja pensó en romperlo con la frase cliché de "Primero que nada, buenas noches", pero no sabía cómo le iba a responder Evelynn. Esa demonia, como siempre, era un campo minado. 

—Ella se está perdiendo el dulce y leal amor de una mujer. 

Hubo más silencio. Cada vez que Evelynn hablaba seguía dejando a Akali sin palabras y confirmando que estaba ebria. Porque definitivamente no diría algo como eso sobria. ¿O sí? 

—Eso fue conmovedor. 

—No lo dije por ti. Lo dije porque... Si los hombres fueran un poco más como las mujeres, existiría el "vivieron felices para siempre". Las mujeres pueden ser tan poderosas como los hombres y los hombres pueden ser tan comprensivos y sensibles como las mujeres. De eso se trata la equidad. No se trata de ver quién es mejor que el otro o quien merece más, sino de que cada individuo sea capaz de tomar las mejores cualidades de cada género según lo requiera. 

Evelynn posó su mano en el picaporte y la mente veloz de Akali se preguntó si podía ser posible que la súcubo hubiera entrado solo para decirle eso. ¿Y ahora qué?, pensó, ¿Eso es todo?

Sí, para Evelynn eso había sido todo. Solo entró por alguna absurda razón a darle consejos de autoestima a su ex novia; después de todo, es de borracho dar consejos de vida en el baño de un club. 

Nunca había sentido la necesidad de demostrarle nada a nadie, pero a Akali quiso hacerle saber dos cosas con esa pequeña charla; una, que le agradecía el regalo y el haber asistido a su fiesta de cumpleaños, y dos, que, a pesar de que no estuvieran juntas, conocía a la ninja y sabía que sería una excelente novia sin importar quien fuera la afortunada chica y que, por supuesto, no iba a ser ella, ya que nunca entendería ese instinto sobreprotector y ese afán por sacrificarse a sí misma por la seguridad de otros que tenía la rapera. La súcubo, que era egoísta y engreída, no podía comprenderlo y tal vez nunca lo haría. 

—Quédate ahí. Oye, mírame. 

Evelynn apretó su puñito de la rabia. Le habría mandando un puñetazo con todas sus fuerzas de no ser porque Akali obviamente estaba lista para esquivar cualquier cosa. 

—Ahora quieres que te mire. ¿Qué tal si no lo hago? —dijo todavía contra la puerta. 

Akali la agarró de los brazos y la hizo voltearse, a la súcubo no le quedó más remedio que mirarla, retrocediendo por seguridad y apoyando su espalda en la puerta. Akali eliminó ese paso de distancia, acercándose más y apoyando ambas manos en la puerta a los costados de Eve, mirándola fijamente. La ninja no lo pensó dos veces y la besó porque no fue capaz de rechazar la incitación implícita de esos bonitos ojos color ámbar, profundos y penetrantes y de esa boca cubierta en labial rojo mate que le estaba invitando a que lo hiciera sin pensarlo. Unieron sus labios en un beso lento. Los suaves labios de Akali acariciaron a su antojo los dulces y sensuales labios de la súcubo pese a que una parte de ella esperaba a que la demonia la hiciera a un lado de un momento a otro lanzándola hacia la pared opuesta. Percibió a lo lejos las manos de Evelynn moviéndose y se apartó cuando un estridente golpe hizo eco en el pequeño baño. Con su mano Eve había pasado a llevar el destornillador que Akali había dejado en el lavabo, pero, en lugar de hacer a la ninja a un lado como ésta lo esperaba, sus manos se deslizaron como seda por el cuello de la rapera y la atrajo hacia su boca nuevamente para continuar el beso. 

"Ahora me estrangula" pensó Akali, aunque morir de esa manera no le parecía tan mala idea justo ahora que tenía su boca unida a la de Evelynn. 

De pronto rodeó con efusividad la estrecha cintura de la súcubo y la levantó sin interrumpir un solo segundo el beso y las lentas lamidas al interior de sus bocas. Evelynn sintió que acababa de subir al cielo aunque esto fuera imposible para un demonio. Sentía todos los músculos de los brazos tensos, los pechos de Akali contra su propio cuerpo y supo cuánto la había extrañado. 

Repentinamente alguien tocó la puerta y luego trató de abrir, más el peso del cuerpo de Evelynn apoyado en ella se lo impidió. 

—Akali... ¿Estás ahí? —dijo la voz desde afuera. 

Era Qiyana. 

Evelynn y Akali se miraron, la reacción inmediata fue la de separarse como si Qiqi estuviera ahí presente y las acabara de descubrir. Evelynn se acomodó la falda en su sitio, abrió la puerta de golpe y salió arreglándose el cabello. Miró a su compañera antes de salir y Akali habría jurado que estaba sonrojada, ¿acaso era por lo que acababa de ocurrir? Trató de detenerla, pero Qiyana fue más rápida e intervino con la intención de hablar con ella. 

—Akali, yo... quería disculparme por lo que te dije, no quería hacerte sentir mal.

La rapera negó con la cabeza, restándole importancia a lo que Qiyana se refería, pero no se tomó la molestia de explicar que en realidad era porque en cuerpo estaba en la pista de baile, pero su mente estaba en otro lugar y con otra chica. 

—No te preocupes. Todo está bien —Dijo saliendo del baño y dándole la espalda al creer que Qiyana quería usar el baño. 

—Kali... espera—. Akali se volteó a verla con atención. —Quiero decirte que... no me gustan las chicas... Pero

Los ojos de la ninja empezaron a abrirse como si Qiqi acabara de decirle que alguien iba a morir. 

—... Tú si me gustas. 




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro