Capítulo Dos
"恋の予感"
La chica de baja estatura manchaba con garabatos la hija en la cual debía escribir los reglamentos de una buena esposa, sabía todos de memoria realmente sin embargo en enunco que la cuidaba insistía en que la chica debía escribir nuevamente todo el reglamento.
— ¿Está escuchando lo que digo?
El enunco suspiro fuertemente al notar los manchones en la hoja, sentía que en algún momento le saldrían canas por aquella joven chica. La cual en un abrir y cerrar de ojos tenía 16 años, se sentía imposible que aquello había sucedido.
La menor levantó la mirada e hizo un puchero, estaba aburrida y ya no sentía su trasero por estar tanto tiempo sentada.
— ¿Podemos parar? Ya me se esto de memoria... no siento mis piernas y tengo hambre.
— Sabe que solo seguimos las órdenes de su majestad para enseñarle a ser una buena esposa
— Ni que su majestad estuviera tan interesado sobre mi vida —murmuró con molestia Chaeyoung.
Desde que su conciencia había despertado y dándose cuenta de todo lo que sucedía al rededor, notaba que su padre, el rey, no tenía intenciones si quiera de darle los buenos días no siquiera tenía el apellido Real.
Desde que había aprendido a hablar correctamente cada mañana se encaminaba a la cámara de su padre con las intenciones de saludarlo sin embargo nunca la había dejado entrar.
— ¿Podemos comer primero y luego seguir estudiando? —preguntó casi en tono de súplica.
—Claro que sí señorita, traeré su comida, no se mueva — el hombre sabía que la chica no se concentraría hasta después de comer, aunque también sabía lo traviesa que era y podía salir de su cámara.
— De acuerdo
Mientras el enunco salía de la habitación y se llevaba a las cortesanas para que lo ayudaran con la comida, la chica con cuidado miro por la pequeña ventana como se iban.
Rápidamente se puso sus zapatos y salió casi corriendo de su cámara para ir a aquel atajo por el cual escapaba algunas veces.
Estaba cansada de estar encerrada, de tener el mismo paisaje todos los dias, paso con un poco de dificultad el atajo, su hanbok no ayudaba a pasar sin embargo lo logro.
El Hanbok había quedado sucio sin embargo eso no le había importado, con cuidado de no ser vista por guardias que se pasaban vigilando el palacio todo el día.
Hace unos meses había encontrado otro atajo el cual la llevaba afuera del palacio, ese era el día para salir finalmente podría respirar aire nuevo.
Aunque de nuevo el Hanbok dificultó un poco su escape, lo logró aunque este quedo más sucio de lo que estaba.
Corrió tomando su Hanbok para no tropezarse, el aire movía un poco su cabello desordenado, sentía como si fuera la primera vez que recibía aire tan puro, se detuvo al ver un Hanbok más sencillo, no podía ir por ahí con algo que llamara la atención de todo el mundo.
Con cuidado de no ser descubierta tomo el traje y entro a una pequeña casa que parecía estar abierta, se cambió con rápidez y salió nuevamente de aquel lugar, esperando no ser descubierta por los dueños.
Dejo su ropa en lugar del que había robado, así, posiblemente los dueños de aquello la perdonarían por el horroroso acto moral que había cometido.
Camino lejos del lugar, admirando el mercado, miraba con asombro las cosas que vendían en aquel lugar no había visto algunas cosas, era un nuevo mundo para la chica, un mundo totalmente nuevo.
Habían distintas personas en el lugar, personas de clase baja, personas nobles, personas con bigote, personas con lunares, chicas muy lindas por todo el lugar.
Sin fijarse en su camino correctamente por estar deslumbrada por todo el lugar, choco con alguien haciendo que cayera al suelo, el golpe no había sido fuerte asi que la peli-negra no se quejo mucho.
— Deberías fijarte más por donde caminas, no puedes ir por ahí chocando con cualquier persona — una voz femenina se hizo presente mientras una mano apareció en su campo de visión.
Con un poco de molestia por las palabras de la chica tomo la mano de esta y se levanto, soltó su mano y empezó a limpiar un poco el traje; levanto su mirada para ver quién la había ayudado y a la vez reprendido.
Sus ojos se abrieron un poco de sorpresa y un pequeño brillo pasaron por ellos, era la persona más linda que había visto en su vida.
Una chica de cabello negro perfectamente arreglado, piel pálida, tenía dos pequeños lunares uno en su nariz y otro arriba de su labio, ojos marrón junto a un Hanbok de color lila, blanco y celeste.
Era alguien de la nobleza, estaba segura.
—¿No piensas disculparte? —preguntó con un pequeño tono de molestia la chica.
La chica inmediatamente hizo una reverencia en forma de disculpas, sin embargo nuevamente las dos se miraban a los ojos, sin decir una sola palabra como si por tan solo verse supieran la vida de la contraria.
— ¿Cuál es su nombre? — Preguntó con un poco de nerviosismo Chaeyoung.
—Myoui Mina — Chaeyoung parpadeo un par de veces, sentía como si ya recordara eso.
— ¿Myoui Mina? ¿Nos conocemos?
— No lo creo —nuevamente el silencio reinó en aquella pequeña y rara conversación.
— ¿Co- cómo te puedo ayudar? No puedo dejar que se vaya así después de que la he golpeado accidentalmente.
La chica noble lo pensó unos segundos, se notaba que iba a rechazar la propuesta pues con una disculpa se le hacía suficiente, sin embargo pareció recordar algo y una pequeña sonrisa apareció en su rostro
— Viéndolo de esa manera puedes ayudarme en algo...
— ¡Estoy a sus servicios!
— Sígueme —la chica noble empezó a caminar mientras la pequeña Chaeyoung la seguía.
En el camino no dirigieron una sola palabra, sin embargo llegaron a una tienda, ambas entraron aunque la menor parecía sorprendida por la cantidad de cosas que habían ahí.
La noble se detuvo enfrente de un estante, mientras miraba unos frascos.
— Necesito su opinión, ¿cuál es mejor de los dos? —la noble acercó dos frascos abiertos hacia la menor.
Con cuidado se acercó para oler los frascos, uno era de miel, totalmente empalagoso sin embargo el otro tenía un delicioso olor a fresas.
— El de fresas, es mucho mejor que el otro perfume —la mayor le regalo una sonrisa para luego tapar los frascos.
Chaeyoung aún no entendía en que estaba ayudando, sin embargo le alegraba poder ayudar a las personas.
La mayor se acercó a un hombre de aspecto feo, según Chaeyoung, para pagar aquel frasco de olor a fresas; al escuchar la cifra la menor se sorprendió sin embargo la otra chica simplemente pagó, sin estar sorprendida.
— ¿Estará loca? — murmuró mientras bajaba la mirada.
—Sígueme —Llamo de nuevo la chica haciendo que Chaeyoung de inmediato volviera a la realidad y empezara a seguirla.
El resto del viaje fue así, la mayor le mostraba dos o más opciones y ella tenía que decidir, aunque eran cosas pequeñas Chaeyoung las cargaba como si se trataran de flores delicadas no le quería causar ningún problema a la chica nuevamente.
—Éste es el último lugar, no tardaremos —La chica se detuvo en un lugar de donde el olor a té y panecillos se notaba al entrar.
Las chicas que trabajaban ahí atendieron amablemente a la noble, la dirigieron a una mesa apartada de los demás, una mesa al fondo.
Chaeyoung se quedó parada, aunque deseaba con toda su vida sentarse pies sus pies la mataban.
— Siéntate —ordenó la noble mientras Chaeyoung seguía las indicaciones.
— Puedo sonar entrometida sin embargo, ¿para que necesitaba que eligiera? — Preguntó la chica mientras la noble se quedaba callada.
— Soy mala para tomar decisiones y dentro de poco conoceré a alguien importante —menciono la noble, las chicas que trabajan ahí le sirvieron el té y pusieron panecillos que sabían de memoria, eran los favoritos de ella.
—Debe ser muy importante
— ¿Quieres un poco de té? Es lo que puedo ofrecerte después de ayudarme —la menor sonrió y aceptó el té gustosa.
Chaeyoung tomó un panecillo, claro antes lo pidió a la dueña, y empezó a comerlo, aunque una pequeña mancha que se veía como un bigote hizo reír a la noble causando que la menor se confundiera.
— Eres torpe —afirmó mientras reía levemente.
— No soy torpe... ¿tengo algo en la cara? — preguntó preocupada, no quería causarle una mala impresión a la chica.
Mina con cuidado limpio la mancha que tenía Chaeyoung haciendo que se sonrojara inmediatamente
—Es una descortesía no haberte preguntado antes pero... ¿cuál es su nombre?
— Son Chaeyoung
—Interesante nombre —mencionó la peli negra para luego tomar un poco de té.
Mina sentía que había escuchado ese nombre antes sin embargo no sabía cuando ni donde; después de tomar el té Chaeyoung acompañó a Mina a su casa aunque esta había dicho que no era necesario.
Al llegar esta noto que era muy grande, lo cual había dejado impactada a la menor.
— Gracias nuevamente por ayudarme y me disculpó por haberme chocado —la menor le dio las compras con cuidado a Mina.
— Fue un gusto conocerla Myoui Mina — Chaeyoung no había sentido el tiempo, que cuando miro el cielo anaranjado se asustó un poco— Debo irme, adiós espero que tenga un feliz encuentro con esa persona especial —hizo una pequeña reverencia para luego casi volar lo cual causó una risa en la mayor que segundos después entró a su casa.
Chaeyoung estaba rezando a los cielos que no la regalaran fuerte, su idea era solamente irse unos 15 a 30 minutos sin embargo había pasado toda la tarde ayudando a aquella chica; miro a los lados por precaución a los guardias y entro por su atajo para llegar a su cámara.
Al rededor de unos 10 minutos estaba ahí, subió para entrar a su cámara y cambiarse sin embargo adentro se encontraban un enunco furioso cruzado de brazos y a dos cortesanas cruzadas de brazos.
— Estoy en problemas, ¿verdad?
Su nerviosismo se notaba desde lejos, solo los cielos saben el sermón de aquella tarde.
"恋の予感" Es la sensación que se tiene cuando, cuando dos personas se conocen, ambos saben que van a enamorarse irremediablemente.
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