La reina madre conocía a Mina desde que había nacido, desde entonces había decidido que aquella niña tenia que ser la esposa del próximo rey, la chica fue criada desde su nacimiento para servir a su majestad y aunque esta era una chica con postura la anciana sabia que estaba en malas andanzas desde su niñez.
Sin embargo, no creyó que esto fuera tan grave hasta que, por primera vez noto que la peli-negra estaba enamorada, cuando la chica empezó a escribir pequeños poemas de amor en la biblioteca del palacio, cuando empezó a soltar suspiros sin razón alguna, cuando aquella mirada fría empezó a llenarse de amor y cuando las visitas a la residencia empezaron a hacerse más frecuentes.
Pensó que su mente la estaba engañando al ver así pero gracias a una de las cortesanas que estaba a cargo de Chaeyoung, supo que la relación de ambas chicas nunca fue de estudio, ni siquiera tocaban los libros y Chaeyoung hacia que esta pasara jugando toda la tarde.
Tenia que terminar esa relación lo mas pronto posible, antes que Mina cayera en un profundo abismo, tenia que detener el amor de Mina hacia Chaeyoung antes de que la menor la atrapara entre sus garras porque era algo que heredo de su madre, volver tan loca a la gente que esta seria capaz de dar la vida.
Pero era tarde, Mina daría su vida por aquella chica de ojos color café.
Sin embargo su destino estaba decidido, iba a ser la reina de aquel país de una u otra manera, si no fue desposada por Eun Woo lo iba a ser por YeonJun. Es por eso que Mina apreciaba cada minuto junto a la menor y aprovechaba cada momento para decirle que la amaba, aprovechaba cada momento para dejar un dulce beso en los labios o en la mejilla de la menor por qué sabia muy claramente que aquellos momentos iban a terminar cuando fuera su próximo cumpleaños.
Pero aquella noche, cuando la luna era la única luz que iluminaba el palacio, Chaeyoung daba un pequeño paseo en los pasillos del palacio, tratando de que los guardias no la encontrara hasta había logrado engañar a la cortesana que se encargaba de ver que ella durmiera.
Le encantaba dar aquellos paseos nocturnos le encantaban, hacia que sus pensamientos se pusieran en orden aunque el deseo más profundo de la menor era dar un paseo con su amada debajo de la luz de la luna pero no podía ser posible puesto que Mina nunca se quedaría hasta tan tarde en el palacio.
Chaeyoung miro el hermoso lago al cual había llegado, se puso de cuclillas y trato de tocar el agua con sus dedos sin embargo no lo logro, suspiro levemente y se quedo mirando el agua. ¿Cuándo iba a poder caminar libremente por el pasillos del palacio?
Pero la menor no había notado la presencia de la reina madre quien se escondía en la oscuridad de la noche, su mirada se mantenía fija en la menor, salio de su escondite con pasos cuidadosos pero rápidos se acerco a la menor, su corazón se mantenía latiendo de forma rápida, sus manos temblaban un poco sin embargo estaba decidida en lo que iba a hacer.
Sus manos actuaron de manera rápida y empujaron a la menor al lago, inmediatamente la menor cayo al agua, la anciana mujer salió corriendo para no ser vista por nadie.
Son Chaeyoung nunca había nadado, el lago se sentía demasiado profundo y su hanbok no ayudaba para poder mantenerse flotando, trataba de hacer un poco de ruido para llamar la atención de algún guardia y pudiera sacarla del agua, pero nadie se acercaba.
Los minutos pasaban y la menor no pudo resistir más, su cuerpo se fue hundiendo poco a poco en el agua, sentía como el agua entraba por su nariz, como quemaba su interior.
Hasta que finalmente Chaeyoung perdió la consciencia, el ultimo pensamiento que tuvo la menor fue que, al menos había disfrutado los últimos meses.
"Si dios existe, ruego tener otra oportunidad, prometo ser una buena chica y ya no hacer enojar al enunco Kim, prometo comerme toda la comida y compartirla con los demás."
El rocío de la mañana cubría el castillo, las cortesanas y los enuncos empezaban una nueva jornada, todos en sus propios mundos pero cuando una joven cortesana caminaba cerca del lago noto algo extraño.
¿Qué había flotando ahí?
La joven cortesana se acerco para poder mirar mejor que había en el lago, hasta que noto el cuerpo de alguien flotando, un fuerte grito salio desde el fondo de su garganta; el grito hizo que más personas se acercaran a ver lo que sucedía.
Curiosamente también se encontraba Soobin, aquel hanbok de color rosado lo reconocía desde lejos, se tiro al agua para ir por el cuerpo de la chica, inmediatamente lo toco, sintió lo frió que estaba su cuerpo, los labios de la pequeña estaban azules y su piel estaba mucho más pálida.
Al estar nuevamente en tierra, puso a Chaeyoung en el piso y tomo su muñeca izquierda, el pulso era muy débil pero estaba ahí, como si luchara por sobrevivir.
— ¡Llamen al medico real de inmediato!
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