El omega iba caminando por la calle. Ya había terminado el colegio aquel día y su panza no dejaba de sonar debido al hambre. Había dejado que sus dos amigos salieran solos, por lo que empezó a buscar algún lugar en el que pudiera comer algo que lo llenara lo suficiente. Luego de unos minutos, logra percibir una cafetería que se veía muy presentable. Corre hacia ella y entra al lugar, sentándose en una mesa. Llega una bonita chica que parecía alfa, así que Jungkook hace su pedido. En ese momento solo le apetecía un sándwich de jamón y queso.

Saca su celular para jugar un rato, removiéndose en el asiento mientras se estiraba por unos instantes. Sube su mirada, quedándose anonadado al darse cuenta de la presencia de un hombre que fruncía el ceño, recogiendo unos platos que habían caído al suelo. Jeon no podía cerrar su boca. Estaba impresionado.

—¡Lisa, no me regañes! —exclama el pobre chico, bajando la cabeza porque su mejor amiga lo reprendía por haber roto esos platos.

Desde ese día Jeon Jungkook se hizo un objetivo; acosar al apuesto alfa llamado Kim Seokjin.