•Parte 7: Primero amigos•
El omega había salido de su escuela con una expresión sombría. Su mejor amigo Taehyung caminaba junto a él sonriendo como tonto. Jungkook sabía perfectamente la razón de los suspiros de Tae: Min Yoongi. A veces Kook le tenía envidia a su amigo alfa porque él sí luchó por el amor de ese omega amargando y pesimista. En cierta forma, Jungkook y Yoongi se parecían, pero nunca se pudieron llevar bien. Aún así, ambos mantenían una distancia prudente para no arruinar la relación entre ellos.
—¡Mi amor! —exclamó el alfa al ver al chico de cabello gris, quien corrió hasta llegar a Tae para abrazarlo— Yoongi, te extrañé. —dijo haciendo un puchero.
—Bueno, chicos. Me voy. —avisó Jungkook, el cual fue ignorado olímpicamente por la pareja frente a él— Genial, gracias por la atención.
Jungkook se resignó a ir a su casa sin compañía de nuevo. Estuvo cabizbajo durante todo el camino, pensando en cómo sería tener un alfa. ¿Su relación iba a ser igual que la de Taehyung y Yoongi? ¿Habría alguien que estaría dispuesto a estar con él por siempre? A la mente de Kook llegó solo una persona; Kim Seokjin.
[...]
El alfa limpiaba las mesas con la peor expresión que pudo haber tenido. Se encontraba deprimido, y todo era por su culpa, solo de él. Si no hubiera sido por su actitud, quizá él y Kook ya habrían salido juntos varias veces , y con suerte, Seokjin ya le habría dicho que le gustaba. Pero al final todo se había ido a la mismísima mierda.
—Seokjin, limpia con ganas. —Le regañó Lisa, acercándose a él— Los clientes no tienen por qué ver tu cara de idiota frustrado, así que al menos finge una sonrisa.
—Mira quién lo dice, la alfa virgen. —rió el mayor.
—¿Qué dijiste? —Ahora sí se había enfurecido con su amigo. Nadie se metía con su virginidad— Te recuerdo que no soy la única.
—Pero yo no tengo pareja, tú sí. —replicó.
—Al menos yo no alejé a la persona que me gusta.
Silencio.
—Yo... —Jin se sentía al borde de las lágrimas. ¿Por qué LaLisa le recordaba eso? Él trataba de olvidar lo imbécil que era, y que jamás vería de nuevo a Jungkook— No sabes lo arrepentido que estoy.
—Perdóname, Jinnie. No quise lastimarte. —Se disculpó la rubia— Ven, vamos a salir un ratito.
—¿Y quién atiende el lugar?
—No te preocupes, hablaré con Chaeyoung.
Los dos alfas, luego de convencer a Rosé de que se merecían un descanso de unos minutos, fueron a un centro comercial. Seokjin observó a muchos chicos que parecían estudiantes, al parecer ya era la hora de salida para ellos. Recordó a aquel omega; sus ojos, su tierna sonrisa. Nunca se personaría por dejar a semejante chico. Se consideraba a sí mismo el peor alfa de la historia.
—¿Se-Seokjin?
¿Había oído mal? Esa voz le resultaba tam conocida. El castaño se volteó, y ahí estaba Jeon Jungkook, mirándolo sorprendido y a la vez tímido. Tan adorable.
—¿Qué haces aquí? —preguntó el menor— Aún no es hora de que...
Fue interrumpido abruptamente al sentir que el alfa lo atraía hacia su fornido cuerpo, dándole un abrazo que le sacó el aire de los pulmones. Él omega extrañaba esos abrazos.
—Kookie... —susurró Jin en su oído— Perdón, no fue mi intención alejarte de mi. Soy un estúpido, un mal alfa.
—No lo eres, hyung. —sonrió— Pero no veo la razón por la que no podemos ser amigos. Ni que yo tuviera cinco años, y aún así la edad no importa.
—Tienes razón. —Bajó la cabeza— ¿Me perdonas?
—Sí. —dijo afianzando más el abrazo— Te extrañé, Jin hyung.
—Y yo a ti, Kookie. —Se separó un poco y tomó el rostro del omega, brindándole sutiles caricias a sus mejillas— Dios, eres tan hermoso. —No aguantó las ganas y le dio un beso en su frente, notando que los cachetes de Kook se habían calentado en demasía— Gracias por ser amigo de este tonto alfa.
[...]
Jungkook iba a la escuela con una enorme sonrisa. ¿La razón? Simple, Seokjin lo había invitado a salir después del colegio, y por supuesto que Kook aceptó la salida. Iba a ser la primera vez que ambos irían a una cita, y aunque fuera solamente por pura amistad, el omega no podía evitar tener un poco de esperanza. Le encantaba ese alfa, y haría todo lo posible para conquistarlo.
—¡Kookie! —Lo llamó Taehyung, quien se encontraba acompañado por su omega— Qué bueno que te encontramos aquí. ¡Vamos juntos a la escuela, sí!
—Cállate, Tae. Me molestas con tus gritos. —Se quejó Yoongi. El alfa pelirrojo hizo un pronunciado puchero— No seas tierno ahora, por favor.
—Yoongi... no me dejes. Lo siento, si quieres me callo. —Tomó la mano del pálido y entrelazó sus dedos— ¿Me perdonas?
—Idiota, no tengo nada que perdonarte. —Acarició el pulgar del menor—Aunque tus gritos sí me molestan un poco. —rió.
—No coman delante de los pobres. —habló Jungkook— La vida es una mierda.
—Pienso lo mismo. —dijo el peligris— Pero a pesar de ser una mierda, la vida tiene algo hermoso, y es el amor. Verás que pronto encontrarás a tu alfa. Solo es cuestión de tiempo.
—Amor... —El pelirrojo lo miró incrédulo— ¡Eres genial, bebé!
—¡No me llames bebé!
El pelinegro sonrió honestamente. Tal vez él y Yoongi podrían ser amigos en el futuro, ese omega no era tan serio como parecía. Y en cierta forma, él deseaba tener una bonita relación como la de su amigo Taehyung.
—Tae, ¿Puedes darme consejos sobre las relaciones de pareja? —Se atrevió a preguntar.
—¿Uhm? ¿Qué quieres saber, Kookie? ¿No me digas que estás enamorado, eh?
—Más o menos. —respondió inseguro.
—¡No puede ser, Jeon Jungkook está enamorado! ¡Esto hay que celebrarlo, vamos a hacer una party esta noche!
—¡Cállate, mierda!
—Perdón, mi bebé hermoso. —Se disculpó, mirando el ceño fruncido de Yoongi por el apodo tan cursi— Entonces... —Ahora observó al pelinegro— ¿En qué puedo ayudarte?
—Quiero que me ayudes a conquistar a un alfa.
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