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Epílogo.

Jungkook movía sus pies nerviosamente. Había pasado una hora, ¡Una maldita hora, y Seokjin no le había contestado! Lo peor de todo era que sí había visto el mensaje de su confesión. No sabía qué pensar. Incluso escribió más mensajes, sin embargo, el alfa no los vio. ¿Lo habría traumado? Mordió su labio inferior con brusquedad, sin importarle que la sangre había comenzado a brotar en esa zona. Él solo anhelaba ser amado por Seokjin. Pero después de todo, nadie lo quería.

Y entonces recordó algo que su madre omega le había dicho años atrás.

Gruñó molesto, a la vez que sus ojos se cristalizaron. Su corazoncito dolía mucho, Jungkook necesitaba enterrar su nariz en el delicioso cuello del castaño alfa, y así poder estar tranquilo. Aunque después de lo sucedido, Kook deseó que la tierra se lo tragara. Unos toques en la puerta interrumpieron sus pensamientos, el omega exclamó un "¡Pasa!", y posteriormente vio entrar a su mamá alfa.

—¿Kookie? —murmuró la mujer, acercándose al menor a pasos lentos— Ya es hora de que me cuentes cómo fue tu cita hoy.

—M-mamá... —susurró rojo de la vergüenza— Me fue bien...

—¿Por qué tu cara me dice otra cosa? ¿Acaso ya son novios? —Alzó sus cejas sugestivamente— Uy, Kookie. No sabía que eras tan rápido.

—¡Mamá! —chilló como niña— ¿Cómo se te ocurre semejante barbaridad? Jin hyung es un excelente alfa. —Sus ojos brillaron ante la mención del mayor— Es el chico más dulce y atento del mundo. Si supieras lo lindo que es... —Se quedó embobado al pensar en ese maravilloso hombre. Pero después de recordar lo que tenía planeado, su expresión cambió al instante.

—¿Por qué te pones así? —Su madre preguntó preocupada— Entonces, ¿Cuándo voy a conocer a mi yerno?

—¡Mamá! Él no será nada de eso, porque decidí irme a los Estados Unidos. —Jennie abrió la boca sorprendida— Sé que aún no es tiempo, pero creo que es mejor ir ahora. De esa forma podré acostumbrarme al país.

—Pero... pensé que ibas a terminar el colegio aquí. —Luchó para que las lágrimas no salieran. Su bebé se quería ir de su lado.

—Pues ya ves que no. Llamaré a mi tío Heechul para que lo prepare todo. Me iré en unos días. —Formó una sonrisa, que más bien parecía una mueca— Sabes que es por mi bien.

—¿Ese tal Seokjin tiene algo que ver con esto? —inquirió algo molesta—Porque si es así, puedo buscarlo para cortarle su...

—¡No! —gritó horrorizado— Jin hyung no tiene absolutamente nada que ver. Es mi decisión, solo mía. Respeto lo que pienso, mamá.

La mayor miró al suelo.

—Estoy consciente de que ya no eres un bebé, pero me cuesta creerlo. Jungkookie, eres mi niño mimado. No es fácil dejarte ir. —Cerró sus ojos cuando las pequeñas manos del menor envolvieron su cintura— No estoy lista aún...

—Lo sé, mamá. Pero verás que el tiempo pasará rápido. ¿Quieres que te cuente un secreto? —Apoyó su cabecita en el hombro de la alfa— Todo esto lo hago para darme cuenta de algo.

—¿De qué hablas?

—Necesito saber si Seokjin es mi alfa destinado. La única forma es yéndome de su lado, así sabré si mi lobo seguirá deseándolo.

—Entonces todo es culpa de Seokjin. ¡Le voy a cortar las bolas!

—¡Mamá! —Jungkook rió divertido al imaginarse el miedo que tendría el castaño si Jennie se le enfrentara— Voy a cumplir diecisiete este año, y pronto seré mayor de edad. Aunque no me fuera ahora, igual lo haría en uno o dos años.

—Supongo que tienes razón. —dijo no muy convencida.

—La tengo. —afirmó— Puedes ir a visitarme cuando quieras, tú y mamá son bienvenidas.

—Eres muy terco, ¿Sabías?

—Soy terco igual que mamá Jennie. —Sonrió, afianzando el agarre en la cintura de la mayor, consolando el llanto inevitable de la mujer.

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—¿De verdad te irás? —cuestionó Taehyung a punto de llorar— ¡No me puedes hacer esto, mal amigo!

Yoongi, quien se encontraba en el marco de la puerta de la habitación de Jungkook, miraba atentamente cómo su novio le reclamaba al pelinegro. Él no entendía, ¿No se supone que siendo su mejor amigo, tenía que apoyarlo en las buenas y en las malas? YoonGi no era de tener amigos, así que no podía sacar conclusiones. Además de que Tae era un alfa muy cariñoso con las personas que más quería, y se ponía sentimental por cualquier tontería. A pesar de todo, lo amaba demasiado.

—No me reclames, TaeTae. ¿Tú también? Podría esperármelo de los demás, excepto de ti. —murmuró decepcionado— Creí que apoyarías mi decisión. —Apretó las sábanas, mirando con enojo al alfa.

—Tú no me entiendes... —Su labio inferior tembló— No puedo vivir sin ti, estúpido. ¿Ahora quién me robará la comida en el horario de almuerzo? ¿Quién me mandará mensajes de madrugada porque tuvo pesadillas y no pudo dormir? ¿Quién me dará ánimos para seguir estudiando cuando tenga flojera? ¿Quién...? —Rompió en llanto, acercándose a Kook para esconder su rostro en el cuello del omega— ¿Quién me dirá "te amo" todas las noches antes de acostarse?

—A partir de ahora lo hará sólo Yoongi. —Mordió su lengua para no soltar lágrimas. No de nuevo.

—Estúpido, idiota, imbécil... —Golpeó el pecho del menor repetidas veces— Debiste aceptar mi propuesta de matrimonio cuando estábamos en la primaria. —bromeó.

—Pero tú sabes que aunque lo hubiera hecho, tarde o temprano me dejarías por Yoongi. —Observó al mencionado, el cual sonreía por la demostración de cariño de ambos amigos— Al menos tuviste suerte de encontrar a tu omega destinado. No lo dejes ir por nada del mundo, Tae.

—Claro que no lo haré, él es mi bebé consentido. —dijo alto para que el pálido lo oyera— Tú eres como mi hermano. Me duele que te vayas, Kookie.

—Eso lo sé, tontito. Pero podemos hacer videollamadas. No es el fin del mundo, amigo.

—Qué fácil es para ti decirlo. Jennie me lo contó todo. Así que Seokjin es el culpable, eh.

—No hables así de Jin hyung. Tae, tú eres alfa y jamás me entenderías. Es necesario lo que voy a hacer, ni tú ni nadie me harán cambiar de opinión.

—Te equivocas, los alfas también podemos sentir, por si no lo sabías. Y presiento que Seokjin sufrirá mucho con esto. No me gusta que estés llevando las cosas al límite. —Siguió con su cara en el cuello de su mejor amigo, aspirando ese aroma que lo tranquilizaba.

—Gracias por el consejo, pero mis planes son los mismos.

Min Yoongi negó con la cabeza. Esos dos amigos no tenían remedio, y por un segundo deseó que alguien que no fuera Taehyung se comportara así con él. Tal vez debió llevarse bien con Jungkook cuando su novio se lo pidió.
















Habían pasado dos meses desde la partida de Jungkook. En ese tiempo, Seokjin no se sentía con ánimos para nada. Chaeyoung entendió que no estaba pasando por un buen momento, y le dio unas merecidas vacaciones, a ver si el alfa se despejaba de esa forma. Pero aunque le diera un boleto para ir a Disney, Jin no se pondría feliz. Solo quería volver a ver al omega, lo necesitaba con urgencia. Su lobo interior se sentía decaído, y si no hacía algo a tiempo, podría enfermarse. Eso era lo que menos deseaba en esos instantes.

Él vivía solo, por lo que casi no comía ya que no tenía ganas de cocinar. Se la pasaba todo el día mirando la televisión, y a ratos, su miraba se perdía entre las paredes, tratando de recordar en qué momento las había pintado. Eso y un sinfín de cosas más entraban en la mente del castaño, con tal de no pensar en cierta persona.

Pero llegó un día en el que ya estaba cansado de evitar el tema. Ni siquiera Lisa le hablaba de Jungkook, y Jin decidió cortar el problema de raíz.

Buscó en su armario una ropa decente para ponerse, y partió hacia el hogar Jeon, suspirando en el camino. Esperaba que no lo recibiera aquella alfa de aura dominante que le había puesto los pelos de punta.

Tocó la puerta con duda, arrepintiéndose por un segundo. Pasaron varios minutos hasta que alguien abre, y Seokjin estuvo a punto de meter su cabeza debajo de la tierra. ¡Era la misma mujer de aquella vez!

—¿Seokjin? ¿Qué haces aquí? —Contrario a lo que se imaginó, la mayor le habló con una expresión de sorpresa— Pensé que no te volvería a ver.

—Pero aquí estoy. —Empuñó sus manos, nervioso— Yo... solo quiero saber cómo está Kookie. Él... ¿Se está cuidando? ¿No se salta sus comidas, verd...? —Jennie interrumpió las preguntas del menor.

—Jungkook está bien. —dijo secamente— En definitiva, hizo bien en irse.

—¿Qué?

—Mira, te voy a hacer un último favor. Mi hijo antes de irse, me pidió darte una carta de despedida. No te la iba a dar, pero me hiciste cambiar de opinión. Creo que mereces saber lo que Jungkook sentía por ti.













Seokjin caminaba de un lado a otro. El parque se encontraba vacío, por lo que se permitió llorar a gusto, sin que nadie lo interrumpiera ni molestara. Esa carta lo había puesto peor de lo que estaba, y hasta pensó en robarse un banco para poder viajar a Estados Unidos y buscar a Jungkook. ¿Por qué él tuvo que ser alfa y no omega? Si los papeles estuvieran revertidos, quizás sí hubieran podido estar juntos.

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"Para mi lindo e inteligente hyung 💜:

Seokjin hyung, seguramente cuando leas esto, yo ya estaré muy lejos de Corea. Te estarás preguntando, ¿Por qué Kookie se fue? Y no quiero que imagines que es porque me dejaste en visto. ¿Sabes? Desde que yo era un niño, siempre soñé con ir a estudiar al extranjero. Por esa misma razón, uno de mis tíos se ofreció a pagar todos los gastos una vez que yo creciera. Así fue como con el paso de los años, el plan siguió en pie. Te juro que casi olvido mis ganas de mudarme al extranjero, pero me lo pensé mejor, y créeme que esto nos beneficiará a los dos, tanto a ti como a mi.

Hyung, me gustas en serio. Desde que te vi por primera vez, me flechaste. Al principio solo fue un capricho. Comencé a espiarte todos los días, al punto de que no había ni un solo día en el que no fuera a la cafetería en la que trabajas. Te observaba en silencio, sabiendo que eras una estrella inalcanzable. Pero de repente un día, me hablaste, y quisiste ser mi amigo sin dudarlo.

Sé que solo han pasado unos días desde que nos hicimos amigos, pero en este poco tiempo, me he dado cuenta de que me enamoré de ti, Seokjin. Cuando me besaste, sentí que había muerto y estaba en el cielo, porque un hermoso ángel me tocaba y miraba como si yo fuera lo más precioso para él. Y me duele, hyung. Me duele porque yo deseaba ser algo más que tu amigo, y mis esperanzas se rompieron cuando dijiste que no te gusto. ¿Al menos no pudiste ser más delicado? No sabes cuánto deseaba escuchar de tus labios un: me gustas. Daría lo que fuera para ser solo tuyo, tu omega.

No sé cuándo nos volveremos a ver, pero quiero que sepas que desde la distancia te seguiré amando, y espero que no te olvides de la persona que más te amó con su corazoncito.

Kookie quiere que hyung le dé muchos besitos cuando vuelva a Seúl, ¿Eso se podría?

Te ama con locura.

Kookie ❤️"

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