06
Taehyung se sentía horrible. Ese día sería uno muy difícil, ya que conocería a su pequeño hijo. No sabía cómo debía actuar con él, pero Yoongi se encontraría a su lado en todo momento, así que tenía más confianza de la situación. Solo faltaban minutos para que Jihoon llegara, y estaba de más decir que el alfa no podía con las ansias. Siempre había soñado con ser padre, aunque la información llegó de golpe, por eso su cabeza aún no asimilaba las cosas.
—Amor, deja de mover los pies. —Le reprendió Yoongi al ver que el menor movía sus pies con insistencia, producto de sus nervios— Recuerda que estoy contigo, te ayudaré con esto, ¿Sí?
—Lo sé, bebé. Perdón. —Se disculpó, atrayendo a su omega hacia él para besarlo— Es solo que quiero caerle bien a mi hijo. ¿Sabes? Jihoon me dijo que posiblemente será un hermoso omega, y yo... yo...
—Tu deseo más grande ha sido tener un hijo o hija omega. —Completó la frase, riendo por la expresión de su novio.
—¿Cómo lo sabes, Yoonie?
—Me lo has dicho varias veces, aunque puede que no te acuerdes de eso. —Besó la coronilla del alfa, sintiendo el amor de Tae por él, gracias al lazo que los unía a ambos— A pesar de todo esto, nuestra relación no cambiará, mi amor. En unos años, formaremos nuestra propia familia.
—¿En unos años? Eso suena a mucho tiempo. —Se quejó frunciendo el ceño adorablemente. Yoongi rió enternecido por la ternura que su novio desprendía la mayoría del tiempo— No te rías, la verdad es que yo... quisiera tener un cachorro contigo, y quién sabe... tal vez nuestro hijo salga tan hermoso como tú. —Lo miró con los ojos brillosos por la ilusión— Eso es que lo que quiero, tener un bebé que sea igual que tú, amor. Porque eres el ser más precioso que pueda existir en la tierra.
—E-eso n-no es v-verdad. —Desvió su mirada por unos instantes. Cada vez que Taehyung se ponía meloso y romántico, comenzaba a decir muchas cursilerías. Aunque el omega fingiera molestarse, en el fondo le encantaba que su novio se pusiera de esa forma, ya que eso demostraba que aún lo seguía amando con la misma intensidad.
—Amo que te pongas nervioso, bebé. —El pelirrojo cubrió su boca para no reírse. Yoongi le propinó un golpe en el pecho— ¡Ay! Creo que me rompiste algo.
—Definitivamente te romperé algo. —El omega dijo haciendo una mueca. Tae lo observó desafiante.
—¿Ah, sí? —Kim alzó ambas cejas— Recuerda que eres tú el que sale perdiendo. —El mayor ladeó la cabeza, claramente confundido— Soy más fuerte que tú, además de ser alto~.
—Que yo sea más pequeño no significa que no pueda ganarte en una batalla.
—Me gustaría ver eso, será divertido que-
Sonó el timbre.
Taehyung entró en pánico.
—Y-ya vino... ¿Q-qué hago? D-dios... —El alfa dio varios pasos alrededor de la sala, empuñando sus manos— ¿Cómo será mi hijo? ¿Le caeré bien?
—Amor, tranquilo.
—¡No puedo tranquilizarme!
—¿Ya te dio el arranque de ira, TaeTae? —Dijo una voz que él conocía a la perfección. El pelirrojo se volteó, divisando a Jihoon. Al parecer Yoongi le había abierto la puerta mientras Taehyung pensaba qué hacer con su vida en ese momento—No has cambiado para nada.
Bajó su mirada, y ahí estaba la pequeña criatura tomada de la mano de su padre omega.
Taehyung estuvo a punto de chillar por lo adorable que se veía. Tenía las mejillas abultadas y sonrojadas, su cabello era rizado y de color miel, usaba un tierno vestido color rosadito, y sus labios tenían un ligero brillo labial. Parecía una muñequita de porcelana. Todo era hermoso, pero lo que más le cautivó, fue esa bella sonrisa que le dedicó a él.
—¡Hola! —Saludó la pequeña bolita humana, porque sí, parecía un peluchito con todo y vestidito.
—H-hola. —Tae balbuceó a la vez que jugaba con sus largos dedos.
—No seas tímido, TaeTae. Acércate a tu hijo. —Le animó Jihoon— Él ha estado muy ansioso por conocerte.
¿Él?
El alfa se acercó a paso de tortuga hasta llegar a los dos invitados. Se agachó lentamente, poniéndose a la misma altura de aquel precioso ser. Juraría que era una niña por su vestuario.
—Hola, ¿Cómo estás, preciosura? —Le sonrió, recibiendo una cálida risa como respuesta.
—¡Muy bien! Mi papi me dijo que hoy iba a conocer a mi papá alfa. ¡Estoy muy emocionado! —El pequeño dio algunos saltitos en su lugar— De casualidad, ¿Eres tú?
—¿Te gustaría que lo fuera?
—¡Sí! —El menor exclamó eufórico— E-eres muy guapo, y me gusta el color de tu cabello. –El pequeño se atrevió a tocar un mechón de hebras rojas, mirando fascinado— ¡Wow! ¡Es muy lindo!
—¿Y cómo te llamas, precioso?
—Jimin. Park Jimin. —El alfa frunció el ceño— No, no, no. Te ves feo con esa arruga en tu cara. —Llevó su dedito a la frente de Taehyung, alisando la piel de esa zona— Mucho mejor, ya volviste a ser lindo.
—Ay, no puedo más. —El pelirrojo no se contuvo y atrajo el cuerpecito de Jimin hacia él, apretándolo entre sus brazos— Eres una cosita tierna, Jimin. Desearía haberte conocido antes.
—Entonces, ¿Tú eres mi papá? —preguntó ilusionado.
—Sí, pequeño. Soy tu papá.
—¿Tú eres el que ayudó a mi papi a crearme? —Los bracitos de Jimin rodearon el cuello de Tae— ¿La cigüeña me trajo a ustedes como dicen los libros?
—Así es, pequeño.
—¿Entonces por qué nunca viniste a verme? —preguntó formando un pucherito con sus labios, casi a punto de llorar hasta que el alfa pudo detenerlo ya que había empezado a llenar su carita de besos.
—Después tendremos esa conversación, precioso. —Le animó el alfa— Ahora solo quiero pasar tiempo contigo, ¿Tú quieres?
—Sí, p-papá.
—¿Cómo me dijiste? —Esbozó una feliz sonrisa.
—T-te dije papá...
[...]
Seokjin entró a la cafetería sonriendo de oreja a oreja. Aunque había faltado dos días a su trabajo, no se arrepentía para nada. Ese tiempo le sirvió para poder conversar con Jungkook y conocer más de él. A pesar de que el omega se encontraba en celo, ambos solo se limitaron a hablar sobre sus vidas. Jin pasó por la barra, sin percatarse de que Chaeyoung estaba contando el dinero. Lisa, quien miraba desde una esquina, notó ese detalle. La repentina desaparición de Seokjin, ligado a esa felicidad extrema que emanaba su aura, solo significaba una cosa.
Jeon Jungkook.
—Hey. —Saludó Lisa, caminando a la par de Jin— ¿Cómo te ha ido estos días en los que desapareciste sin razón?
—Para tu información, Rosé estaba informada sobre mis faltas al trabajo. No te preocupes por eso, recompensaré el tiempo que estuve fuera.
—Qué aburrido, Jinnie. ¿Cómo es que no me enteré de que faltarías? Mi novia no me dijo nada.
—No sé, ¿no habrá sido porque cuando estás con ella no piensas en nadie más que en ustedes?
—Oh, eso sí que no lo niego. Ella es mi florecita preciosa.
—Qué romántica. —Seokjin rió con diversión, mirando a Lisa durante unos segundos.
—Bueno, dejemos esto a un lado. —Rascó su barbilla para que la situación se viera más interesante— Ayer vino un chico que te estaba buscando. Él dijo que necesitaba hablar contigo urgente.
—¡Felix! —Recordó Jin, dándose un leve golpe en la frente— Oh, dios. Lo olvidé por completo. Soy un idiota.
—Si te sirve de consuelo, él vendrá mañana a verte. Es demasiado lindo para ser un alfa, al principio pensé que era omega.
—Cuando éramos niños, todos pensaban que Felix sería omega, pero resultó siendo otra cosa. Aún recuerdo nuestra promesa de casamiento.
—¿Cómo? ¿Tú y él...?
—Oh, no. —Rió— Solo era un estúpido juego de niños, no era nada importante. —Metió sus manos en el bolsillo de su pantalón— Ahora siento que mi vida tiene más sentido.
—A que adivino, Jeon Jungkook tiene que ver con tu cara de idiota enamorado. —Lisa sonrió al ver que el alfa asentía con la cabeza.
—Jungkook regresó, y esta vez se quedará en Seúl de forma permanente.
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