05
Seokjin buscó en la sala su boquitín de emergencias, pero luego recordó que los supresores que usaban los alfas no eran los mismos de los omegas. Maldijo por lo bajo, poniéndose su chaqueta para ir rápidamente a la farmacia.
Habían pasado aproximadamente tres horas desde que Jin le dio los supresores a Jeon, desde entonces había estado durmiendo como un bebé. Revolvió las hebras azabaches, sonriendo cuando Kook arrugó la nariz de forma tierna.
—¿Hyung?
El menor restregó sus ojitos, sentándose en el colchón y apoyando sus manos en su vientre.
—¿Qué pasó? No recuerdo haberme quedado dormido.
—Te quedaste dormido después de tomar los supresores que te di, Kookie. —Le sonrió— ¿Cómo te sientes? ¿Tu pancita está mejor?
—Sí... —Relamió sus labios— Esto... la verdad tengo curiosidad sobre algo...
—¿Sobre qué? —cuestionó interesado.
—¿Por qué me trajiste a tu casa? ¿Por qué me estás cuidando de esta forma? Hace que me sienta confundido...
—Ah, eso... —Llevó sus manos a su propio cabello, sin saber cómo responder— Solo quería ayudarte, eres una persona importante para mi.
—Ah... —suspiró sin ánimos. Esa no era la respuesta que deseaba escuchar— ¿Solo me ayudaste porque soy tu amigo?
—No entiendes... —Gateó hasta llegar al azabache, sentándose justo a su lado. Palmeó sus piernas y el menor no entendió la referencia— Siéntate aquí, Kookie.
—¿Qué?
—Que te sientes aquí. —Repitió, volviendo a palmear sus piernas— Por favor... verás que te sentirás bien.
Jungkook tosió repentinamente, atorándose con su propia saliva. No se esperaba eso de parte de Seokjin. Realmente le ponía feliz que el pelinegro lo mirara tan intensamente, esperando que se decidiera a obedecer su petición.
Sin más, el omega se sienta a horcajadas sobre Jin, posando sus manos en el pecho del contrario, sintiendo su rápida respiración.
—Jin hyung... —Suspiró fascinado cuando el alfa comenzó a acariciar su espalda baja de manera lenta y delicada, como si estuviera tocando a la flor más bella del mundo, eso era para Jin— ¿Me extrañaste?
—Cada segundo y minuto de estos cuatro años, no he dejado de pensar en ti. —El corazoncito del menor dio un vuelco emocionado, y ni hablar de su lobo, este se encontraba moviendo la cola felizmente.
—¿De verdad? —Le dio un besito en la mejilla izquierda— Yo siempre te he tenido en mi mente. Incluso un amigo mío sabe de tu existencia, ya que no dejaba de hablarle de ti.
—¿Ese amigo tuyo es el mismo con el que estuviste relacionado sentimentalmente? —Paró sus toques para encarar a Jungkook.
—¿Qué me estás diciendo? Yo no me relacioné con él de otra forma que no sea pura amistad.
—Tu madre me dijo otra cosa.
—¿Qué te dijo?
—Que ya habías encontrado a tu alfa destinado. ¿Sabes? Me puse furioso, y mi lobo no dejaba de repetirme que debía ir a buscarte. Fue absurdo, porque no es como si tú me gustaras ni nada parecido....
—Hyung. —Le llamó— ¿Qué era lo que tenías que decirme hace cuatro años?
—¿De qué hablas?
—No, nada. —Tomó las mejillas contrarias con sumo cuidado— ¿Leíste mi carta, verdad? —preguntó ilusionado y con las esperanzas a flor de piel.
—¿Qué carta?
—Hyung...
—Kookie, no sé de qué carta hablas. —Se hizo el desentendido— Pensé que ya nos habíamos despedido, ¿O tú me enviaste alguna carta? La verdad nunca me llegó nada tuyo.
Quiso decirle la verdad, quiso decirle que sí había leído su carta. Pero si lo hacía, el menor le hablaría sobre los sentimientos que plasmó en ella, y el alfa no estaba preparado para hablar del tema.
—Mi madre me mintió... Ella... —Sus ojitos se aguaron, y aferró sus temblorosas manos en la camisa del mayor— Hyung... al menos dime mentiras. Dime que sí viste mi carta, por favor... He podido vivido bien todos estos años gracias al pensamiento de que pudiste leer lo que te escribí.
—Kookie...
—Abrázame, hyung.... No, mejor bésame. Por favor.
Seokjin no necesitó oír más. Sujetó suavemente las caderas del omega, acostándolo en el colchón para posicionarse encima de él. En sus labios se formó una sonrisa al observar que Kook había tapado su rostro con ambas manos, seguramente porque se sentía cohibido. El pelinegro agarró las delicadas manos y besó el dorso de estas, viendo el notable sonrojo del azabache.
—A pesar de haber crecido, sigues siendo igual de lindo, Kookie. —susurró Jin con cariño, acercando su rostro al contrario para darle un casto beso en los labios— Eres lindo.
—Ya basta, hyung. —dijo con una sonrisa, enseñando sus dientecitos— Me pones nervioso. Bésame de una vez. —ordenó frunciendo el ceño.
—En serio no has cambiado. —Rió, quejándose cuando Jungkook le dio un golpe en el hombro— Auch.
—¡Hey! Acaba de besar-
Las palabras del menor fueron interrumpidas por los labios de Jin sobre los los suyos. Al principio se quedaron quietos, mas el alfa movió su boca con parsimonia, haciendo que el azabache siguiera el beso torpemente.
Esos momentos eran los más preciados para ambos chicos que sentían sus corazones conectados.
Los capítulos ahora son más cortos porque gracias a la edición le he quitado muchas escenas a la historia jeje. Pero quise darle otro giro, así que decidí quitarle ciertas partes con las que me sentía inconforme.
Sinceramente, he pensado mucho sobre si borrar este fanfic o no... pero no me lo perdonaría. Le tengo mucho cariño a MDK. Espero que con esta edición la historia sea más decente jsjsjs.
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