FREY
~FREY~
"Hope, is the only thing stronger than fear"
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En la mitología nórdica, Freyr (a veces traducido al inglés como Frey, palabra que proviene de frawjaz, 'señor' ) era el hijo de Njörðr y el hermano de Freyja.
Era el dios de la lluvia, la riqueza, el verano, de La Paz, Dios del sol naciente y de la fertilidad. Es uno de los Vanir, los cuales viven en Vanaheim.
Señor de la vegetación, Freyr poseía la summarbrander (la "espada del verano", que sabía moverse y luchar sola por los aires), pero la abandonó por conquistar a Gerda, una gigante virgen.
Posee el jabalí de oro Gullinbursti, regalo de los enanos Sindri y Brokk, que tira de un carro tan deprisa como un caballo al galope, y cuyo resplandor ilumina la noche; también el barco Skíðblaðnir, y un caballo que ignora todos los obstáculos. Es el dios favorito de los elfos.
Es uno de los dioses más importantes del paganismo nórdico. Frey estaba asociado con la realeza sacra, la virilidad y la prosperidad, con el sol y el buen tiempo, y era representado como un fálico dios de la fertilidad, que "otorga paz y placer a los mortales".
Freyr, al que a veces se refieren como Yngvi-Freyr o Ingunar-Freyr, está especialemte asociado con Suecia y considerado como un antepasado mitológico de los reyes de la casa real sueca.
Frey se menciona en Heimskringla de Snorri Sturluson como el primer rey de la Casa de Yngling, dinastía que se sustenta en la leyenda, la protohistoria y los primeros monarcas históricos de Escandinavia hasta la Era vikinga. Su sucesor fue Fjölnir, fruto de la relación de Frey con su consorte Gerð.
Frey o Fro, como se le conocía en Alemania, era hijo de Njörd y Nerthus, y vio la luz en Vanaheim. Consiguientemente, pertenecía a la raza de los Vanir, divinidades del agua y del aire, pero fue cálidamente bienvenido en Asgard cuando llegó allí como rehén, junto a su padre. Ya que era costumbre entre las naciones nórdicas conceder algún regalo valioso a los niños cuando salía el primer diente, los Aesir le entregaron al joven Frey el bello reino de Alfheim, o "Tierra de las Hadas", el lugar de los elfos de la luz.
Allí, Frey, el dios de la dorada luz del Sol y de las cálidas lluvias de verano, tomó su residencia, encantado con la compañía de los elfos y los hados, que implícitamente obedecían todas sus órdenes y a la más mínima de sus señales iban de acá para allá, haciéndolo todo el bien en su poder, pues ellos eran espíritus preeminentemente benéficos.
Frey también recibió de los dioses una maravillosa espada, un símbolo de los rayos del Sol, que tenía el poder de vencer en la lucha, por su propia voluntad, tan pronto como fuera desenfundada de su vaina. Frey la usaba especialmente contra los gigantes de hielo, a quienes odiaba casi tanto como lo hacía Thor y ya que portaba su reluciente arma, a veces ha sido confundido con el dios de la espada, Tyr o Saxnot.
Los enanos de Svartalfheim le dieron a Frey el jabalí de cerdas de oro, Gullinbursti ("el de las cerdas de oro"), una personificación del Sol. Las relucientes cerdas de este animal estaban consideradas como símbolos, o bien de los rayos solares, o del grano dorado, que a su orden se ondulaba sobre los campos de cosecha de Midgard, o de la agricultura. Se suponía que el jabalí (rasgando la tierra con su afilado colmillo) había sido el primero en enseñar a la humanidad el arte del arado.
Frey cabalgaba a veces sobre el maravilloso jabalí, cuya velocidad era increíble y en otras ocasiones, lo enjaezaba a su carro dorado, que se decía contenía frutas y flores que él esparcía profusamente sobre la faz de la Tierra.
Frey era, además, el orgulloso propietario no sólo del intrépido corcel Blodughofi, el cual cabalgaba a través del fuego y el agua a sus órdenes, sino también del barco mágico Skidbladnir, una personificación de las nubes. Esta embarcación, que navegaba sobre tierra y mar, era arrastrada siempre por vientos favorables y era tan elástica que podía asumir proporciones lo suficientemente grandes como para transportar a los dioses, sus corceles y todo su equipaje, pero también podía ser doblada hasta alcanzar el tamaño de una servilleta y ser guardada en un bolsillo.
En uno de los cuentos del Edda se relata que Frey se aventuró en una ocasión a ascender hasta el trono de Odín, Hlidskjalf, para encontrar a su hermana la cual partió en búsqueda de su esposo, desde cuyo elevado asiento su mirada contemplaba todo el ancho mundo. Mirando hacia el Norte helado, vio a un joven y bella doncella que entraba en la casa del gigante de hielo Gymir y al elevar su mano para asir el picaporte, su belleza radiante iluminó mar y tierra.
Un momento más tarde, esta adorable criatura, cuyo nombre era Gerda, y que es considerada como la personificación de las relucientes luces del Norte, se desvaneció dentro de la casa de su padre y Frey regresó pensativamente hasta Alfheim, con su corazón oprimido del anhelo de convertir a esta bella doncella en su esposa.
Enamorado profundamente, se tornó melancólico y distraído en extremo, y comenzó a comportarse tan extrañamente que su padre, Njörd, se alarmó mucho por su salud y le ordenó a su sirviente preferido, Skirnir, que descubriera la causa de su repentino cambio. Tras mucha persuasión, Skirnir finalmente logró obtener de Frey el relato de su ascensión a Hlidskjalf y de la hermosa visión que había contemplado. Confesó su amor y también su más profunda desesperación, ya que Gerda era la hija de Gymir y Angurboda y una familiar del gigante asesinado Thjassi, por lo que temía que nunca viera su petición favorecida.
Skirnir, sin embargo, replicó de forma consoladora que no veía la razón por la que su señor veía el caso de forma pesimista y se ofreció a ir y cortejar la doncella en su nombre, si Frey le dejaba su corcel para el viaje y le entregaba su reluciente espada como recompensa. Muy alegre ante la perspectiva de ganarse a la bella Gerda, con gusto le entregó a Skirnir la brillante espada Sumarbrander y le dio permiso para que usara su caballo. Pero pronto recayó en el estado de ensimismamiento que se había hecho habitual en él desde que se había enamorado y, por tanto, no se dio cuenta de que Skirnir se encontraba todavía cerca de él ni de cómo le robaba astutamente el reflejo de su rostro desde la superficie del arroyo cerca del cual se encontraba sentado, tras lo cual lo aprisionó dentro de su cuerno de bebida, con la intención de derramarlo en el vaso de Gerda y con su belleza ganarse el corazón de la giganta para el señor, para el cual estaba a punto de irse de cortejo.
Con este retrato, junto a once manzanas doradas y el anillo mágico Draupnir, Skirnir partió hacia Jotunheim, para cumplir con su embajada. Mientras se acercaba a la morada de Gymir, oyó el ruidoso y persistente aullar de sus perros guardianes, que eran personificaciones de los vientos glaciares. Un pastor que se encontraba velando por su rebaño cerca de él le contó, ante sus preguntas, que sería imposible acercarse a la casa, debido a la barrera de fuego que la rodeaba. Pero Skirnir, sabiendo que Blodughofi atravesaría cualquier fuego, solamente espoleó su caballo y llegando ileso hasta la puerta del gigante, se vio pronto anunciado ante la presencia de la adorable Gerda.
Para tratar de que la bella doncella prestara oído favorable a las propuestas de su señor, Skirnir le mostró el retrato robado y ofreció las manzanas doradas y el anillo mágico, los cuales, sin embargo, ella rehusó altaneramente aceptar, declarando que su padre tenía oro de sobra.
Indignado ante su desdén, Skirnir amenazó entonces decapitarla con su espada mágica, pero ya que ello no asustó en lo más mínimo a la doncella, y tranquilamente le desafió, tuvo que recurrir a las artes mágicas. Grabando runas en su vara, le comunicó a ella que a menos que cediera antes de que el hechizo concluyera, se vería condenada o bien al celibato eterno o a desposarse con algún gigante de hielo viejo a quien ella nunca pudiera amar.
Aterrorizada hasta la sumisión ante la aterradora descripción de su sombrío futuro en caso de que persistiera en su negativa, Gerda consintió finalmente convertirse en la esposa de Frey; no obstante pidió para su padre la mágica espada Sumarbrander, y se despidió de Skirnir, prometiendo reunirse con su futuro esposo en nueve noches, en la tierra de Buri, la arboleda verde, donde ella disiparía su tristeza y le haría feliz.
Encantado con su éxito, Skirnir regresó veloz a Alfheim, donde le recibió Frey ansioso de conocer el resultado de su viaje. Cuando supo que Gerda había consentido en convertirse en su esposa, su rostro se iluminó por la alegría. Pero cuando Skirnir le informó que tendría que esperar nueve noches antes de poder contemplar a a su prometida, volvió a entristecerse, declarando que el tiempo se le haría interminable.
Una noche es larga, dos lo son más.
¿Cómo podré esperar durante nueve?
Antes un mes pasaba más rápido
que media noche de bodas
A pesar de su abatimiento de amante, sin embargo, el tiempo de espera llegó a su fin y Frey se dirigió veloz y dichosamente hasta la verde arboleda, donde fiel a su compromiso, encontró a Gerda, la cual se convirtió en su feliz esposa y se sentó orgulloso a su lado en su trono.
Según los mitólogos, Gerda no es una personificación de la aurora boreal, sino de la Tierra, la cual, dura, fría e inflexible, se resiste a las ofertas del dios de la primavera de adorno y fertilidad (las manzanas y el anillo), desafía a los resplandecientes rayos del Sol (la espada de Frey) y sólo consiente recibir su beso cuando se entera que de otro modo se verá condenada a la aridez perpetua o entregada enteramente al poder de los gigantes de hielo (hielo y nieive). Las nueve noches de espera son símbolos de los nueve meses de invierno, al final de los cuales, la tierra se convierte en la prometida del Sol, en los bosques donde los árboles están brotando con hojas y flores.
Se dice que Frey y Gerda se convirtieron en los padres de un hijo llamado Fjolnir, cuyo nacimiento consoló a Gerda por la pérdida de su hermano Beli. Éste había atacado a Frey y había acabado muerto por él, aunque el dios del Sol, privado de su incomparable espada, se había visto forzado a defenderse con un asta de venado que había cogido apresuradamente de la pared de su residencia.
Además del fiel Skirnir, Frey tenía otros dos asistentes, una pareja casada, Beyggvir y Beyla, las personificaciones de los desperdicios y el estiércol del molino, dos ingredientes que, al ser usados en la agricultura con motivos fertilizantes, eran consiguientemente considerados como fieles sirvientes de Frey, a pesar de sus desagradables cualidades.
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Olaf Mikaelson
20/06/02
"Having a soft heart in a cruel world is courage. Not weakness."
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Olaf, nombre predominantemente masculino de origen Germánico.
El significado etimológico de este nombre en alemán es "el glorioso", sin embargo, otros autores indican que procede de las voces germánicas "ano" y "leidr", que aplicado al nombre podría interpretarse como "legado de los antepasados". La variante Olav es la más utilizada en Noruega, mientras que en Suecia y otros lugares de la península escandinava el más utilizado es Olov. Este nombre fue utilizado por gran número de reyes de Noruega.
Mikaelson es de origen escandinavo y significa "Hijo de Mikael".Otras ortografías del nombre Mikaelson incluyen Michaelson, Michelson, Mikelson, Michaelsen. El nombre Mikael viene del hebreo מִיכָאֵל (Mikha'el), que traduce como la pregunta " ¿Quién es como Dios "?El nombre Mikaelson es un apellido patronymic , o un nombre construido usando el nombre dado del padre y un sufijo que indica "hijo" o "hija".
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Olaf nació en el solsticio de verano, el día más largo del año, bajo el símbolo de Géminis algo que nunca le pareció demasiado importante, más haya de ese sentimiento que posee constante de que le falta algo o alguien a quien quiere, y los sueños sobre esa mujer, a la cual ama, pero no de forma romántica solo empeoran su situación.
Sus padres eran una pareja joven, Fionna y Axe Mikaelson, los cuales acababan de casarse desde hacía 2 años aproximadamente y sus intentos de tener hijos comenzaban a caer en vano, Frey, al ver la desesperacion de la pareja decidió ayudarles y así poder dejar de buscar un lugar donde esconderse en esos tiempos oscuros.
Y nació Olaf, un chico brillante el cual odiaría su nombre después del primer estreno de frozen ... pero bueno eso es otra historia.
Sobre su infancia no hay mucho que contar, nació en una ciudad a 2 horas de Edda, y allí pasó la mayor parte de su vida, su infancia tranquila sin dramas o problemas ... si es sincero desde su nacimiento solo ha habido prosperidad en su familia, su nacimiento marcó muchas cosas buenas, poco después de su primer cumpleaños, su padre ganó la lotería y le dieron un ascenso en el periódico en el cual trabajaba, en su 3 cumpleaños la boutique de su madre comenzó a tener tanta fama que pudo cambiarse de la pequeña tienda en las afueras a una más grande en el centro, persiguiendo su sueño como modista y diseñadora. Y cuando cumplió los 5 sus padres se enteraron que había otro bebé en camino.
Su hermana Astrid, la cual es 6 años menor que el, es también obra suya en cierto sentido, todos los milagros que pasaron en su familia es en parte gracias a él, gracias al poder de Frey que permite prosperidad a su familia.
Su familia, personas de buen corazón y trabajadoras no cambiaron ni una pizca incluso después de las riquezas que ganaron ante la prosperidad por la presencia de Frey en el cuerpo de Olaf, siguieron siendo los mismo honrados trabajadores que perseguían sus sueños, el dinero de la lotería sirvió para pagar, impuestos, préstamos y gran parte quedó ahorrado para la universidad de Olaf y Astrid, pero también se utilizó para viajar.
Olaf viajó con sus padres a lugares paradisíacos, allí aprendió surf y disfrutó de diferentes culturas y el calor del verano, aún así uno de los lugares preferidos para pasar las vacaciones de invierno era y siempre será Edda, no sabía porque, pero cuando iba a pasar una semana al pueblo de su abuelo disfrutaba enormemente, le encantaba salir a pasear al bosque, pescar con el abuelo, recoger manzanas en el árbol al lado de su pequeña cabaña perdida en los límites del bosque... el niño adoraba La Paz que reinaba, la sensación de calma y la naturaleza... pero cuando estaba en Edda, se sentía ... más completo, como si algo le faltara y estuviera allí esperándolo pacientemente.
Pero su abuelo murió y no pudo volver a Edda, sus padres vendieron su cabaña y adiós a la semana de vacaciones en ese pequeño pueblo.
Eso solo hizo que todo se volviera peor, comenzó a odiar vivir en la ciudad, se sentía encerrado, necesitaba la naturaleza y ni siquiera salir al pequeño parque de al lado de su casa le valía, nada era como antes. Y cuando unas semanas después cumplió los 15, todo empeoró, comenzó a levantarse entre jadeos por la noche por culpa de los sueños que tenía, cosas tan ajenas a él mismo que parecía fantasías pero todas se veían tan reales, el rostro de una adorable mujer, la luz del sol, los árboles, palacios de oro .... y a una mujer, de la cual por mucho que en el sueño pronuncie su nombre, al despertarse no logra recordarlo, una mujer de extrema belleza a la cual quiere más que nada, como una hermana y por la cual haría lo que fuera.
Por no contar su sonambulismo, en donde pronuncia el nombre del pequeño pueblo de Edda o lo escribe en notas.
Sus padres extremadamente preocupados por el comportamiento extraño y relacionándolo todo esto a la pérdida del abuelo de este decidieron enviarlo a un sicólogo, pensando que así podrían ayudarlo a superar la pérdida y los "terrores nocturnos".
Aunque Olaf sabía que todo lo que le pasaba le haría parecer un loco, por ello disimulo lo que le pasaba, no entrando en los detalles más extraños y abriéndose como podía a la señora Klauson, su sicóloga.
Un ángel, la verdad, esa mujer logró comprenderlo mejor de lo que sus padres lo hacían y atajó su caso particular a que posiblemente tendría asuntos pendientes y la mejor forma para el chico de liberase de esa opresión que podía sentir por la ciudad y la polución era volverse al pueblo del abuelo por una temporada, que hiciera el último año allí, que le sentaría bien.
Después de pedir tanto a sus padres que lo dejaran ir estos aceptaron, con una condición, que él encontraría un lugar para vivir y tendría su propia independencia, al primer lio que montara se volvería de cabeza para casa. En pocas palabras, con el dinero que le daban sus padres él se tenía que mover las castañas.
Y encontró una casa donde alquilaban una habitación. Y pudo ir ese año al instituto, tenía que encontrar eso que le faltaba, costara lo que costara.
Olaf es un chico extremadamente perseverante, no sé detendrá hasta conseguir lo que quiere y os puedo asegurar que cuando tiene algo en mente es imposible sacarle ella idea de la cabeza.
Olaf no cree que su vida es interesante y tampoco se ve como alguien interesante, salvo por el hecho de que comparte nombre con un personaje de Disney... pero eso fue una coincidencia, una cruel coincidencia que ha hecho que reciba muchas bromas sobre su nombre y eso le hace reaccionar mal a algunas, no soporta las mentiras pero tampoco exige la verdad.
Olaf está muy unido a la naturaleza y prefiere pasar su tiempo en el bosque, tiende a sentirse aprisionado en espacios cerrados, por ello siempre duerme con la ventana algo abierta.
Olaf es un chico compasivo pero no a tales extremos como para dar su vida por otras personas, no es un héroe y en algunas cosas es bastante egoísta.
Es alguien al cual solo le importan un pequeño grupo de personas y el resto pueden arder si por él fuera, no cree que pudiera luchar contra el mal por el simple hecho de salvar vidas inocentes, no se cree tan buena persona.
Olaf puede llegar a ser testarudo y orgulloso, demasiado pero es capaz de dejar su orgullo de lado por aquellas personas que son importantes para el.
Aveces cree que es capaz de hacer las cosas mejor que los otros, cree que si se lo propusiera podría hacer las cosas mejor que el resto, es también muy perfeccionista y se exige mucho en el trabajo, no soporta cuando algo sale mal y se tiende a torturar sicologicamente cuando la caga.
Olaf siempre se ha sentido más cómodo con chicas que con chicos, tiene que ver el hecho de que gran parte de las cosas que le gustaban y le siguen gustando las compartía con chicas en vez de con chicos.
Olaf tiene problemas para exprimir sus sentimientos, suele apoyarse mucho en el humor absurdo por lo que llega a ser cansino, cuando se siente inseguro, o triste o incómodo no lo muestra, parece que está alegre todo el tiempo, parece no llorar nunca, y aveces explota, es cierto, aveces carga demasiado y no puede más y grita, llora en soledad y hace cosas de las cuales se arrepiente, pero el es así, no deja que nadie se preocupe por el, porque sabe que hay personas con más problemas que el.
Olaf es un buen hombro en el que llorar, el siempre está para escuchar y consolar a su manera.
Es alguien muy pacifico, odia la violencia y raras veces actúa con violencia, esto solo pasa cuando no ve otra solución o alguien que quiere esta en problemas y quiere defenderlo.
El es encantador, divertido y coqueto, aquellos que lo conocen bien dicen que tiene un corazón de oro y es un verdadero sol.
Olaf al ser el receptor de Frey tiene la capacidad de utilizar a Sumarbrander.
Sumarbrander es una espada mágica, originalmente propiedad del dios Vanir Frey. Frey se enamoró de un gigante de las heladas, Gerd, con quien no se le permitió casarse. Frey terminó intercambiando su espada con Skírnir, su sirviente, para secuestrar a Gerd y llevarla a él. Se hundió en un barco nórdico en Boston, donde fue encontrado y renovado por Magnus Chase. Sumarbrander terminó siendo traicionado por su maestro original, aunque siguió obedeciendo a Skirnir. Sumarbrander es una de las espadas más famosas de la mitología nórdica.
El huele a verano y cuando estás con él no puedes evitar pensar en esa época del año, tiene un aura soleada.
Sus poderes son :
Alf Seidr (Elf Magic): como Olaf es el contenedor del Señor de Alfheim, puede usar Elf Magic.
Desarme: Olaf puede desarmar a cualquier persona en su área circundante de su armamento, esto también se llama 'La paz de Frey'.
Pacemiakinesis (limitada): Frey, dios de la paz, ha demostrado cierto control sobre la paz, como ser capaz de detener a una bestia furiosa.
Manipulación del crecimiento (limitado): como representante de Frey, Olaf tiene la capacidad de hacer que las cosas crezcan o dejen de crecer, aunque este poder parece funcionar solo en plantas y algunos animales.
Curación: Olaf puede curarse a sí mismo y a otros de las heridas a un ritmo increíble. ( pero menor que la representante de Eir) Como efecto secundario, brilla después de curar a alguien, lo cual es mucho más notable en áreas poco iluminadas.
Alteración de las estaciones (limitada al verano): como dios del verano, la luz y el calor, puede cambiar el área a su alrededor en verano.
Fotocinesis (limitada): puede generar luz solar.
Termocinesis (limitada al calor): , como dios del calor, puede aumentar la temperatura a su alrededor en un cierto radio.
Insensibilidad a la temperatura severa: Olaf tiene una gran capacidad de resistencia a ambos extremos de temperatura, ya que pudo dormir al aire libre en invierno con nada más que una manta delgada sin ningún problema. Sin embargo, él no es completamente inmune.
Geokinesis (limitada): fue capaz de derrumbar un techo subterráneo para convertir. Esto puede limitarse a solo revelar fuentes de luz, ya que Frey, dios del crecimiento, representa cómo los seres vivos atravesaron la tierra para alcanzar la luz.
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