Y si usted logra hallar estás líneas entre los pliegues de su piel, espero que no esté tan lejos de mis labios, para cubrirme con un beso en la frente.

Que no esté tan cerca para dejar que respire un "te extraño".

Que no esté tan feliz para que esboce un suspiro de nostalgia añorando mis labios.

Que donde se encuentre no haya tanto ruido como para que logre oír, el susurro de mis dedos seduciendo su espalda.

Que no esté en un lugar tan alto que se olvide de cómo besar las profundidades de mis temores.

Espero que cuando lea estos versos, siga teniendo ganas de embriagarse con mi voz entre los laberintos de sus cabellos y esa misma sed y hambre por la poesía de mis manos, le traiga pronto a mi lado, con la excusa de un saludo, un café o el capricho de amarme para toda la vida.