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Dedicado a NayyelisToledoLara8
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Un lindo peli rosa nadaba por toda esa hermosa playa. Le gustaba encontrar cosas a su alrededor y observarlas. Era muy tímido, y estar con los de su misma especie a veces le aburría, así que, como un pececito rebelde, iba a la superficie y miraba a las parejas darse amor o contemplaba los sentimientos humanos.
Conocía la especie de jerarquía que existía en el mundo terrestre. De todas maneras, no eran diferentes; ellos también tenían esa misma jerarquía, excepto que en su mundo no existían betas. Su mundo era mágico.
Jimin estaba nadando hasta que algo le llamó la atención. Se dirigió hacia ello y encontró algo un tanto extraño para él. Lo tomó con sus pequeñas y delicadas manos y leyó lo escrito.
—S~tar~bucks… —leyó entrecortado. —Starbucks.
Miró el objeto desconocido y vio un poco de líquido negro en su interior. Lo llevó a su boca, pero rápidamente lo escupió. ¡Eso sabía amargo y horrible! Tomó el vaso nuevamente y, al mirar hacia la superficie, vio a alguien que se alejaba. Frunció el ceño; odiaba a las personas que venían y tiraban basura en su hogar.
Se sumergió en el agua para nadar rápidamente. Cuando estuvo cerca de esa persona, le arrojó el vaso y volvió a sumergirse. Sin embargo, al estar cerca del chico, notó algo… ¿Una cola?
El chico pareció indiferente hasta que Jimin tomó su cola y le dio una fuerte mordida, logrando escuchar el grito del extraño.
Yoongi, por su parte, miró al chico fascinado. ¡Era un tritón! Había visto millones de videos sobre esas criaturas, aunque muchos decían que eran falsos.
—Es de mala educación no hablarle a alguien cuando te dice algo. —habló el peli rosa.
—¿Me entiendes? —preguntó Yoongi con una enorme sonrisa.
—Hablo coreano, es obvio que te voy a entender. —respondió Jimin, cruzando los brazos.
Yoongi lo miraba emocionado mientras apretaba más su libro con entusiasmo. El pequeño tritón lo observaba con cautela. A decir verdad, el chico frente a él no parecía tener malas intenciones.
Lo que ambos no sabían era que tanto el destino como el mar querían unirlos. Fue entonces cuando el dios del mar y la diosa Luna decidieron darles un pequeño empujoncito.
Una gran ola los lanzó a ambos hacia la arena. El tritón terminó cayendo encima del humano, quien se sonrojó intensamente ante la cercanía del pececito, como ya lo llamaba en su mente.
No solo fue por la cercanía… Cuando Jimin lo tomó, las manos de Yoongi habían quedado en el trasero del lindo chico de cabellos rosas.
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