༊*·˚Capítulo cinco ༊*·˚
Poco después de que Jackson tomara su propio camino, Seokjin arrastró la silla en la que había tomado asiento, quedando lo más cerca que pudo de Namjoon. El susodicho tragó duro al notar que la distancia entre ellos era nula. Podía detallar a la perfección el precioso rostro ajeno, los bonitos ojos claros y los labios gruesos.
—¿Listo para iniciar un fructífero proyecto? —de la nada el mayor interrogó curioso, mostrando una sonrisa amable y de paso sacando de su ensoñación al peligris—. No sabes lo ansioso que estoy por comenzar, de verdad me hace mucha ilusión.
—Claro que sí, hyung. Podemos comenzar buscando algunas leyendas hasta que encuentres la que más te guste y puedas ser capaz de adaptarla por medio de ilustraciones.
El pelimorado asintió con entusiasmo, enterneciendo al menor a pesar de que este se mantuviera impasible. Acto seguido Namjoon sacó su laptop de su mochila. La encendió y lo primero que los ojos de Seokjin captaron fue un fondo de pantalla que poseía muchos cuadros con un arte abstracto.
—Wow, ¿de casualidad esas obras son de Vasili Kandinsky?
—Sí... —respondió impresionado—. ¿Lo conoces? Me gusta mucho su estilo.
—Algo así, hubo un semestre en mi carrera donde tuvimos que estudiar el arte de varios artistas en diversos campos como el expresionismo, modernismo, vanguardismo y el arte abstracto, por supuesto—El joven enumeró con sus dedos, rebosante de confianza porque era un tema del que tenía conocimiento—. A mí también me agradan sus obras, pero eso no quita el hecho de que erróneamente...
—¿Digan que él fue el primero en crear arte abstracto? —interrumpió y el contrario abrió la boca con sorpresa, aquello se sintió como si hubiera sido capaz de leer sus pensamientos.
—Así es, aunque de lo que recuerdo las primeras obras abstractas aparecieron a finales del siglo XIX y principios del XX, con artistas como Hilma af Klint y Georgiana Houghton, por solo nombrar algunas.
—Realmente si sabes al respecto de este tema.
—Bueno, tal vez debería agradecérselo a mi excelente memoria—justificó, sintiéndose halagado por lo que el menor le dijo—. Pero, esta foto realmente no parece ser sacada de Google.
El mayor señaló la pantalla con su dedo índice, intrigado. Namjoon se permitió esbozar una sonrisa orgullosa, porque comprendía a que se refería su hyung, ya que pocas eran las veces en que fotos con tan buena calidad no tuvieran una marca de agua representativa en alguna esquina de la fotografía.
—Tienes razón, hyung. No son de Google, por mi carrera a veces tengo la oportunidad de ir a museos y tomar fotos. El arte también forma parte de nuestra historia.
—Eso es genial, Namjoon-ah. Ya quisiera yo visitar algún museo, pero no sabría ni por dónde empezar, mucho menos con quien ir, porque mis amigos no comparten este gusto—se sinceró, abultando sus labios en un puchero.
—Ya veo, quizá si algún día se da la oportunidad, podríamos visitar uno juntos.
El peligris fue consciente de lo que había dicho, solo porque visualizó la manera tan preciosa en que los orbes ajenos se iluminaban en demasía, y sentía como era tomado por los hombros.
—¿Lo dices en serio? No es bueno jugar con los sentimientos de un hyung que ama en secreto este tipo de arte que muchos consideran como aburrido o pasado de moda—dijo, haciendo referencia lo que muchas veces había escuchado de gente cercana. Y es que cada persona podía tener una opinión diferente, lo que de por sí era respetable, pero a veces si se desanimada al escuchar cosas así.
Por lo que descubrir que el estudiante de historia también disfrutaba de eso, le hizo tener esperanza de que todavía existía gente con buenos gustos que no se dejaban llevar por los prejuicios como que el arte abstracto era una tontería solo porque eran figuras al azar o quien sabe otras falacias más.
—C-Claro, ¿por qué no?
—Genial, Namjoon-ah. Espero que ese momento llegue después de que hayamos acabado con el proyecto.
—Sí, por eso mejor dejemos de perder el tiempo y avancemos algo esta tarde, ¿sí?
—Por supuesto, aunque todavía no quedan muchas charlas sobre si de verdad prefieres a Kandinsky sobre Pollock.
—A Kandinsky definitivamente, aunque muchos digan que está sobrevalorado.
—Esa es. Si le sabes.
—Ya, hyung—le reprendió, acomodando sus lentes, pero manteniendo una sonrisa en su lindo rostro—. Concentración.
—Está bien, está bien. Tú ganas...
El mayor simplemente decidió parar con el único objetivo de conseguir algún avance decente con el que empezar su proyecto, por más que se hubiera sentido tan complacido al notar que existían temas en común entre ellos, y que lo más seguro es que si continuaba indagando, jamás se aburrirían al conversar sobre aquello.
Ambos universitarios comenzaron a recopilar algunas leyendas en internet, las que más les llamaron la atención solo con unas breves descripciones. Sin embargo, el pelimorado sin querer se había fijado en una particular, y se lo haría saber a Namjoon, esperando que este estuviera de acuerdo en ponerle mayor cuidado a esa. Por alguna razón se le hacía conocida, lo más seguro era que su abuelo se la hubiera narrado alguna vez cuando era niño, pero eso solo lo descubriría cuando investigaran más al respecto en diversos textos que la biblioteca les proporcionaría.
La primera tarde se había volado, pero de esa misma forma, los sentimientos a primera vista se iban reafirmando y eso sin pretenderlo era lo más memorable.
Namjoon había sugerido acompañar a Seokjin hasta su clase. Un gesto que le pareció tan lindo, que no pudo evitar declinar por más que cualquier persona pudiera verles y comenzar a opinar sobre eso. No obstante, el pelimorado quiso excusarse en que esa era la actitud de cualquier persona quien acababa de notar que tenía un crush.
Una vez más retomaron el tema sobre el arte abstracto, después de que la pareja de trabajo quedara satisfecha con los avances que hicieron durante la tarde, por lo que el mayor estaba más que entretenido debatiendo sobre sus artistas favoritos.
—Y por esa razón es que pienso que Kooning debería ser más reconocido...
—Pienso igual, hyung. Tu opinión es muy acertada, pero ya fue suficiente por hoy—se lamentó con una sonrisa apenada—. Hemos llegado a tu clase, así que entra por favor. No quisiera que te ganaras un atraso si continuamos conversando.
—¿Tan pronto?
El joven de hombros anchos de sorprendió al visualizar que estaba a solo unos metros de su salón de clases. Pero al posar su mirada en el rostro ajeno, se corrigió con nerviosismo.
—Quiero decir, que pronto que llegamos—dio un vistazo rápido, y comprobó que no había moros en la costa, lo que le alivió gratamente. No quería que por culpa de algún metiche se dañara algo que todavía no empezaba. De verdad sentía que debía tener cautela con alguien como el menor. - Pero lo bueno es que podemos dejar esta conversación tan interesante para una próxima.
El peligris afirmó con un movimiento de cabeza, y poniendo sus labios como una línea recta para evitar seguir mostrando esa sonrisa causada por el bonito chico que tenía en frente.
—Como gustes, Seokjin hyung, mañana nos vemos.
—Claro, lo estaré esperando
Sin sentirse confiados como para despedirse de otra manera, optaron por simplemente mover sus manos suavemente, en una promesa silenciosa en la que cumplirían verse al día siguiente.
Pero con lo que Seokjin no contaba era con que su buena amiga Wheein lo había visto desde lejos, y se había ocultado detrás de los casilleros.
Por eso cuando el pelimorado ingresó, notando como todos sus compañeros estaban en su propio mundo, suspiró muy tranquilo al no verse descubierto tan pronto. Aunque la felicidad no le duró mucho al sentir una mano sobre su hombro y una voz chillona que denotaba emoción susurrando directamente en su oído.
—¿Quién es el chico nerd con musculitos? Te lo tenías bien guardado, ¿eh?
—Por todos los cielos, Wheein. ¡Casi me matas del susto! —llevó su mano hacia su corazón, fingiendo que se encontraba afectado—. No sé de qué hablas...
—Conmigo fingir demencia no sirve cuando yo misma te vi con mis propios ojitos—declaró, tomando asiento a un lado del pelimorado y procurando que la conversación que estaban llevando a cabo solo fuera escuchada por ambos—. Así que no seas malo, y dime, te prometo que no se lo diré a nadie.
Al ver la petición de su amiga, Seokjin suspiró derrotado. Obviamente podía confiar en ella, pero no quería que hablar de Namjoon significara hablar acerca de su proyecto, así que tendría que improvisar un poco.
—Es un amigo que hice gracias a Jackson, me lo topé cerca de aquí y estuvimos conversando hasta que se ofreció en venir a dejarme al salón de clases. ¿Contenta?
—Pensé que me dirías que es tu nueva conquista, que aburrido.
—No lo es, porque yo no soy alguien que busca desesperadamente tener pareja. Pero si se da, ¿quién soy yo para negarme?
—Esa es la actitud, esperemos que sí. Se veían tan lindos juntos, aunque parece que son realmente distintos.
—Un poco—confesó con una pequeña sonrisa que alegró a la fémina—. Pero no creo que sea un problema encontrar el mejor equilibrio entre los dos.
Wheein también le devolvió la sonrisa, y sin querer indagar más en la respuesta de su amigo, porque estaba más que satisfecha con la respuesta, se dispuso a tocar otro tema hasta que el profesor apareciera. Mientras que Seokjin agradecía internamente la confianza ciega de su amiga, a la par que se sentía anhelante por volver a compartir un momento tan bonito como el de esa tarde.
Porque por más que el chico de lentes pareciera serio, el pelimorado quería creer que esa solo era una fachada, que solo con el tiempo iría desapareciendo. Para de esa forma contar con el auténtico gusto de comentarle con lujo de detalle a su buena amiga sobre Namjoon, ya que ella lo que más deseaba era verlo feliz con alguien que le apreciara con sinceridad.
Continuará...
Nuestros chicos tienen gustos parecidos, imposible no caer más por el otro, ¿no creen? Espero les haya gustado mucho, muchas gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro