Capitulo 7
Punto de vista de Diana
Vi que algo caía al mar, no tenía ni la menor idea de que era pero mi curiosidad era inmensa. Me lancé al mar para checar que era y me encuentro con un pequeño avión destruido y hundiéndose. En el, había un hombre. Este se estaba ahogando y lo mejor que pude hacer fue salvarlo cargándolo hasta la orilla. Era demasiado diferente a lo de que se veía todos los días aquí en Themyscira, un hombre. El primero que veía.
Tenía la piel rasposa del rostro, cabello dorado medio largo, piel clara y sus ojos eran verdes. Era demasiado sorprendente y atractivo.
- eres un hombre— mencione asombrada, con una sonrisa enorme.
- Em si... No parezco uno?— no dije nada, seguía sonriendo de lo feliz y asombrada que estaba— ¿Donde estamos?
- Themyscira— conteste a su pregunta pero él parecía no entenderme.
- ¿Temís que?— seguía sonriendo de lo feliz que estaba, un hombre en una tierra de puras mujeres. Es algo que no ves seguido.
- ¿Qúienes eres?— pregunte, pero este no me contesto pues vimos llegar en barcos a muchos hombres, parecían molestos y con... Armas.— ¿quienes son?
- Yo soy bueno ellos malos, los alemanes— no entendía nada de lo que pasaba pues todo era nuevo para mí—tenemos que salir de aquí
- ¿Alemanes?— pregunte y en eso mi mamá aparece en lo alto de las montañas con las demás Amazonas lista para pelear.
- ¡Diana! Aléjate de ellos— ellas empiezan a lanzar flechas a los alemanes y estos... Disparaban no sé que.
- ¿Si tienen armas de fuego verdad?— no sé de lo que hablaba la mayoría del tiempo este hombre.
Ellas bajaron acá con nosotros y peleamos, dimos lo más que pudimos. Eran demasiado y eran hombres pero no importaba porque estábamos lista para cualquier ataque y lo que haríamos era ganar. No dejaríamos que nada pasara en Themyscira pero las armas que traían era demasiado potentes, podría matar a alguien. El chico peleo de nuestro lado y eso era confuso porque si era hombre como no estaba con ellos. Pero era de confiarse.
Cada vez quedaban menos pero como quiera eran fuertes. Mi madre y Antiope me ayudaban y ya solo quedaba uno que... Oh no. No no no no.
- antiope, no— corrí a ella para tomarla de mis brazos. El chico mata al que mató a mi tía.— por favor no. No te vayas.
- el momento a llegado, tú debes... Mata dioses... Ve...
- a donde— dije llorando.
- ve...— y esa fue su última palabra. Fue lo más triste que pude haber vivido y visto.
- tú!— mi mama se levanta y va hacia el chico pero yo me interpongo.
- No madre no, el peleo conmigo contra los alemanes— puse mis brazos extendidos y así no le haría nada.
- ¿Porque peleas contra tus hombres?— preguntaba una de las amazonas.
- Ellos no son mis hombres— explicó el chico.
- ¿Entonces porque usas sus colores?– y eso también me hacía cuestionar un poco. Lo voltee a ver.— Tienes que decirnos.
- No puedo decirles, lo siento— baje la mirada.
- ¿Cuál es tu nombre?— pregunta mi madre.
- Tampoco les puedo decir eso— pues no, no puede decirnos nada.
- Deberíamos matarlo ya— sugiere una de ellas, no creí que fuera lo correcto.
- No, si lo matamos no sabremos nada de él y los suyos— y así fue como usamos el lazo de la verdad con el.
Punto de vista de Wendy
-¿nombre del chico?— pregunte muy curiosa yo pero es que necesitaba saberlo.
- Steve, y me alegro de que en ese momento él llegara y nos avisará de que estaba pasando— Diana voltea a ver su reloj.
- lo amabas— note como le llego lo que dije.
- lo amo, Wendy— era justamente lo que me pasaba con Clark.
- tus ojos Wendy— ella se ve sorprendida.
- ¿qué tienen? ¿Qué pasó?— me asuste y me levante para verme con un espejo. Mis ojos eran amarillos.
- es algo de tus dones quizá, más no sé qué significará— nos quedamos pensando, se quitó lo de los ojos de inmediato.
- nunca me había pasado, créeme.
- quizá tenga que ver con emociones o con no lo se viste algo?— la mire confundida— si, tipo ¿una visión?
- solo vi a Clark, cuando mencionaste a Steve, solo pensé en el— si esto era algo de emociones quizá tenga que ver con lo que siento por él porque esto no puede ser una visión, él no puede llegar en el futuro si ya... Ya no está aquí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro