Aquella noche que Taehyung recordaba como fría, cuando Jungkook se aferró a su pequeño cuerpecito ahogando sus sollozos, sus lágrimas caían casi al mismo ritmo de las gotas de lluvia, estaba asustado y solo se mantenía fuerte por su Kookie.

🐯

Decidió dejar a un lado el café y preparar chocolate caliente para alegrar un poco el corazón del castañito.

Jungkook aceptó, como todos los días, el gesto de Taetae.

- Escuché que mañana es tu graduación.

El castaño asintió sin ánimos, evitando a toda costa el contacto visual.

Los ojos del castañito aún tenían los rastros de haber llorado, su nariz y párpados tenían un suave color rosa. Fue entonces que lo comprendió.

- Kookie...

- ¿Si?

- ¿Puedo abrazarte?

Jungkook deinmediato levantó la vista, una sonrisa casi imperceptible se dibujó en su rostro y por reflejo estiró sus brazos de lado a lado.

Ambos se aferraron el uno al otro con nuevos sentimientos naciendo y la clara intención de no separarse.