—¡Beso de despedida para el cumpleañero! —grito un Ji Min ebrio acercándose al menor (quien también estaba pasado de copas) y le plantó un pico en los labios —Mira que yo decía que mis labios eran preciosos, pero tu no te quedas atrás niño.

—Ya, dejalo Ji Min, toda la noche te la pasaste sobre él —Yoon Gi jaloneaba a su esposo para salir del departamento —Nos vemos Yeon Jun, gracias por la invitación.

—Por nada, gracias por hacerte cargo de todos —agradeció Yeon Jun, pues todos se encontraban borrachos a excepción del más alto y él.

—Besito de despedida —dijo Beom Gyu besando ambas mejillas del rubio y dándole también un pico en los labios —Te amo Binnie, feliz cumpleaños.

—Gracias Beomie, vayan con cuidado —se despidió con vergüenza.

—Me alegra convivir más contigo cuñadito, buenas noches.

—¡Tae Hyun! —grito Yeon Jun cuando su hermano le dio un beso a su esposo en la comisura de los labios.

—Mamá dice que debes ser compartido Hyung —se defendió con un puchero para después estallar en carcajadas mientras salía de la casa.

—Feliz cumpleaños Soo Bin, espero que te hayas divertido —se despidió Huening Kai con una linda sonrisa y abrazando al menor.

—Gracias Hyung, me divertí mucho —correspondió el abrazo.

Yeon Jun acompañó a todos a la salida pidiéndole a su esposo que lo esperara en su habitación.

El menor entró al cuarto y se sorprendió al encontrar varios paquetes envueltos en papel regalo y decorados con moños sobre su cama.

—Me preocupa que Beom Gyu y Tae Hyun terminen violando a Huening Kai, los tres terminaron juntos en la parte trasera de la camioneta de Yoon Gi, mañana recuerdame llamarle para saber si sigue vivo.

—Aún no sé de dónde los conoce Beomie —murmuró Soo Bin con la voz ahogada, tratando de no demostrar la emoción por todos sus regalos.

—Ah, olvidé eso —se rio el pelinegro —Feliz cumpleaños Soo Bin.

El menor sonrió hasta que se cerraron sus ojitos y volteo para abrazar a su Hyung quien lo recibió y abrazó por la cintura, Soo Bin coloco sus manos entrelazadas detrás de su nuca y se paró de puntitas para darle un beso en los labios a su esposo.

Yeon Jun reforzó el agarre apretandolo más hacia él y movió sus labios para corresponder el beso que pasó de algo lindo y lento a uno más apasionado.

Soo Bin suspiró cuando se separaron, el alcohol estaba haciendo efecto y se había puesto más atrevido, sin embargo, la confesión de su esposo de hace unos minutos le habían vuelto a dejar en un mar de pensamientos. Creía que Yeon Jun y él habían progresado en lo que a su relación sexual se trataba, el mayor había hablado con él pero parecía que aún no le tenía tanta confianza.

—¿Quiéres abrir tus regalos? —preguntó el mayor aún sosteniendolo de la cintura.

—¿Puede ser mañana? Estoy cansado y algo ebrio.

El mayor asintió y le dio un beso en la frente para separarse y recoger los regalos que llevó a uno de los silloncitos que había dentro de la habitación.

Soo Bin se metió al baño y se colocó sus pants para dormir, últimamente el clima era frío, su esposo le brindaba calor por las noches pero cuando se iba a trabajar lo dejaba con frío.

Se puso su suéter y salió dispuesto a hablar con Yeon Jun, tomó una bocanada de aire y se paró en medio de la habitación, cerró sus ojos y tomando valor habló.

—Hyung, ¿por qué nunca lo hemos hecho en tu posición favorita?

Yeon Jun, que estaba leyendo el contrato que había cerrado en la mañana, abrió ligeramente la boca ante la pregunta, la cerró con una sonrisa y se acomodó los lentes de lectura.

—Me gusta ver tu cara cuando tenemos sexo —contestó con simpleza.

—Pero, es algo que a ti te gusta —murmuró decaído.

—No siempre tenemos que hacer todo lo que a mí me gusta, Soo Bin.

—Pero quiero hacerlo —susurró sintiendo la sangre subir hasta su cabeza.

—Entonces hagamoslo.

Soo Bin abrió los ojos y se cohibió ante la intensa mirada de su esposo, asintió levemente y se quedó esperando indicaciones.

—Acuéstate en la cama boca abajo —pidió sacándose los lentes.

Soo Bin obedeció y se recostó en medio de la cama, abrazó su almohada y sintió los nervios recorrer su espina dorsal cuando Yeon Jun acarició sus muslos. Las pálidas y grandes manos subieron hasta su trasero que apretó levemente, volvió a subir hasta la cintura del menor y acarició la piel expuesta con suavidad, enganchó los dedos de sus manos en el elástico de los pants y los bajó lentamente junto con la ropa interior dejando al descubierto los bonitos y respingaditos glúteos de su joven esposo.

Yeon Jun salivó de más ante tal imagen y sin poder evitarlo se agachó para besar cada mejilla. Soo Bin se tensó ante el toque y apretó la almohada con fuerza.

—No quería practicar esta posición contigo Soo Bin, porque tu trasero es hermoso y si lo miro mientras te tomo, voy a perder el control —murmuró con la voz ronca.

—Entonces no te con... Controles, Hyung —respondió en un tartamudeo, quería sonar provocativo, pero su timidez se lo impedía.

El mayor se mordió el labio, su pequeño no sabía lo que decía, si él perdía el control, lo más probable es que el menor terminaría temiendole.

Volvió a acercar su rostro al formado trasero y dio un par de mordiscos que erizaron la suave piel, se dirigió a la entrada de su novio, terminó de quitarle la parte inferior de ropa, abrió sus piernas y besó el anillo de nervios, sacó su lengua y dio una lamida en el agujero bajando por el perineo* provocando un suspiro placentero en el menor, succionó con fuerza la bolsa de sus testículos y volvió a subir.

Soo Bin se sentía caliente, sin querer, movió sus caderas haciendo que su miembro se rozara con el colchón sacándole un gemido bajito.

Yeon Jun se alzó y pegó su pecho a la espalda del menor.

—En cuatro —ordenó en un susurro, Soo Bin se enderezó sobre sus manos y se arrodilló quedando en la posición que su esposo quería —Mierda, eres tan caliente.

Yeon Jun ya estaba más que duro, se quitó los pantalones y sacó la botellita de lubricante que mantenía en su mesita de noche junto con los condones, se colocó uno y dejó caer el líquido en el orificio del rubio quien se estremeció por la temperatura que tenía.

Sin delicadeza alguna, Yeon Jun se introdujo de una sola estocada haciendo gemir a su esposo quien apretó la sábanas con fuerza sintiendo el duro golpeteo de su pareja. Soo Bin sentía que sus paredes se estiraban mucho más que las veces anteriores, tal vez era la posición pero sentía a Yeon Jun más profundo, le dolía un poco pero le gustaba sentirse tan llenado.

Yeon Jun apretaba las caderas del menor con fuerza, probablemente le dejaría las marcas de sus dedos en la limpia piel. Gruñó al bajar la vista y ver como el agujero succionaba de una manera deliciosa su grueso pene.

Al estar a punto de venirse se descontroló por un momento y le dio una nalgada a Soo Bin, quien gimió ante el escozor en su piel y se corrió por el estímulo y cayó rendido en la cama, con sólo su pecho en el colchón pues Yeon Jun aún mantenía sus caderas sostenidas en alto. El mayor sonrió aumentando las estocadas hasta lograr su liberación momentos después.

Salió del interior de su esposo y retiro el condón para lanzarlo por algún lugar de la habitación, tomó un pañuelo y volteo al rubio para limpiar los restos de semen en su miembro.

—Me pegaste —susurró con la voz entrecortada.

Yeon Jun se quedó de piedra.

—Soo Bin, lo siento, ¿si pequeño? Te dije que iba a perder el control, pero no volverá a pasar, no lo hice con la intención de lastimarte.

—Esta bien Hyung, me gustó.

"Hay Soo Bin, no debiste decir eso".

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