Félix respiraba agitado mientras era penetrado con fuerza por Changbin, todo esto siendo observado por Hyunjin, quien se encontraba sentado en un sillón junto a la cama, el chico se mastrubaba observando al par.

—¿No te quieres unir, Hyung? —preguntó Changbin con la voz entrecortada.

—Vamos, Hyung, déjame probarte —pidió el más joven mirando al mayor entre gemidos.

Hyunjin sonrió divertido y mientras se dirigía a la cama, se le ocurrió un mejor plan.

—Yo también quiero probarte, lindo —contestó subiéndose a la cama y mirando hacia Changbin, pasó una de sus piernas del otro lado del más joven que se encontraba acostado, su miembro colgando encima de la cara de éste y él con la suya sobre el miembro contrario, teniendo la maravillosa vista de cómo el pene de Changbin era tragado por completo por el orificio del menor.

Félix soltó un gritito cuando el mayor engulló su miembro en la humedad de su boca, su próstata era abusada causando que ambos estímulos le hicieran temblar de pies a cabeza. Sin querer quedarse atrás, Lee soltó las sábanas debajo de él y tomó el pene del mayor entre sus manos para comenzar a masturbarlo con fuerza, sacó su lengua y daba lamidas en el orificio sacándole gemidos al mayor que por las vibraciones en su garganta estimulaba su pene.

Changbin babeaba al mirar el precioso 69 frente a él, sus manos se encontraban en la cintura del pelinegro, cambiando una de lugar y estirándose un poco, llegó hasta uno de los pezones de su Hyung, apretando y acariciando para estimular hasta ponerlo erecto.

Félix, sacando su lado travieso y atrevido, ensalivó dos de sus dedos y los dirigió a la entrada del mayor mientras seguía lamiendo la punta del pene, tanteó el lugar sintiendo cómo el hombre se tensaba un momento, pero sin detenerlo. Lee introdujo uno de sus dedos con lentitud, Hyunjin sacó el pene del menor en su boca para cerrar los ojos con fuerza y gruñir cuando sintió otro dedo más invadir su orificio.

Viendo que estaba haciendo un buen trabajo, Félix metió sus dedos lo más que pudo al igual que el pene del mayor a su boca, Hyunjin se estremeció comenzando a balancear sus caderas al ritmo de las embestidas. Ese niño malcriado lo iba a volver loco.

Changbin se encontraba en las mismas y al ver las acciones de la pareja penetró con más velocidad el anillo de nervios, Hyunjin masturbó el pene de Félix al escuchar sus gemidos y el menor apresuró las lamidas y embestidas de sus dedos en el mayor.

Los tres eran un desastre de gemidos, gruñidos, placer y pronto también lo fueron de orgasmos.

—Me vengo —gruñó Jin tratando de alejarse del más joven, sin embargo, este continuó hasta sentir sus dedos apretados entre las contraídas paredes anales y su boca llenada del espeso semen.

Hyunjin apenas pudo cerrar los ojos cuando él semen del menor salió del pene frente a él y un dedo de Changbin lo limpiaba con el pulgar para llevárselo a la boca.

—Maldita sea, estoy tentado ir a la maldita cena familiar solo para seguir viendo lo sucios que pueden llegar a ponerse —murmuró agitado saliendo del menor para quitarse el condón y botarlo por ahí.

—Tienes que ir —susurró con cansancio Lix—. Innie está emocionado por cenar con la familia de su esposo.

—Solo con la condición de que ustedes continuarán con esto y después me lo cuentan —pidió limpiándose con una toallita húmeda para después colocarse su ropa.

—Yo encantado —contestó el mayor con una sonrisa—. ¿Estás de acuerdo, Lix?

—Claro, Hyung. Además, tu pene ni ha estado en mí todavía, lo necesito.

Tanto el mayor como el menor se sonrieron y comenzaron a besarse con desesperación, Changbin terminaba de ponerse el saco cuando suspiró ante la excitante vista.

—Ustedes nada más andan antojando.