Min Yoongi era un hombre muy reservado cuando de vida personal se trataba, es por eso por lo que los medios de comunicación se habían vuelto locos al enterarse que el soltero más codiciado de todos había contraído matrimonio con Park, ahora Min, Jimin, el hijo menor de los Park del que poco se sabía gracias a su casi nula imagen pública.

Cuando Jimin y Yoongi habían vuelto de su luna de miel (la cual había durado aproximadamente 18 días), ambas familias habían hecho una conferencia de prensa para dar a conocer la unión de la pareja y por lo tanto, de ambas empresas, lo que había hecho estallar las noticias, todos preguntándose cuándo y cómo pasó tal acontecimiento sin que nadie estuviese enterado.

Por lo tanto, la fiesta de celebración por tal unión empresarial estaba en la boca de todos y al parecer, sería el evento del año, haciendo el matrimonio de Jimin y Yoongi oficial ante la sociedad.

Había pasado una semana desde que volvieron y fue un poco difícil para ambos adaptarse a vivir juntos, aunque habían convivido demasiado en su luna de miel, había muchas cosas que tenían que arreglar respecto a su vida diaria.

Los dos tuvieron que regresar a sus horarios anteriores en donde el mayor salía de casa a las 8 de la mañana y regresaba pasadas las 7 de la noche. En cambio, Jimin entraba a sus clases de la universidad a las 3 de la tarde y salía a las 8 de la noche.

No se veían en todo el día hasta la hora de cenar, para Jimin era difícil soportar las quejas de su madre por no ser un esposo responsable y tener la cena de su pareja lista, algo que era ilógico cuando el menor salía más tarde. Sin embargo, Yoongi era muy consciente del horario de su joven esposo y en lugar de molestarse simplemente pasaba por él a la universidad para dirigirse a algún restaurante y pasar una linda velada en donde conversaban para seguir conociéndose.

El viernes, Jimin había pedido permiso a sus maestros para faltar a clases pues Yoongi y él irían por sus trajes para la fiesta que se celebraría al día siguiente.

El rubio entró a Min's Entreteniment vistiendo una bonita camisa de rayas blancas y negras a juego con unos pantalones de mezclilla y sus botines Chelsea de piel negra. Unos bonitos pendientes largos dorados que combinaban con su anillo de matrimonio y el brillo labial resaltaba sus gruesos labios.

-Buenos días, ¿puedo pasar con el presidente Yoongi? -preguntó con amabilidad a la recepcionista.

-¿Tiene cita? -contestó la mujer con aburrimiento mientras escribía algo en la computadora.

-No, pero él me espera.

-¿Su nombre? -la mujer ahora si lo volteo a ver y cuando lo hizo abrió sus ojos asombrada- Disculpe Señor Min, usted no necesita anunciarse, el presidente se encuentra en el último piso.

-No hay problema, muchas gracias -dijo con una sonrisa amable y después de darle una inclinación se retiró rumbo a la oficina de su esposo.

Antes de siquiera poder tocar, Yoongi abrió la puerta, provocando que el menor saltara en su lugar por la sorpresa.

-Hyung, me asustaste -se quejó con una mano en el pecho.

-Lo siento, pequeño, salí a buscarte cuando vi tu mensaje al llegar aquí -explicó, posicionando sus manos en la cintura ajena para darle un beso en la frente- ¿tuviste problemas para llegar? Te dije que puedes llamar a mi chofer cada que tengas que salir.

-Lo siento, Hyung, no quiero ser una molestia -confesó, pasando a la oficina del mayor cuando éste se hizo a un lado, cerrando la puerta detrás de él.

-¿Crees que molestas a mi chofer por hacerlo conducir? -preguntó con una ceja alzada, haciendo que el menor se sonrojara.

-Ya entendí -un puchero se instaló en sus labios, los cuales fueron besados antes de que el mayor lo tomara de la mano y los dirigiera a su escritorio para sentarse y sentarlo a él en sus piernas.

-Solo necesito enviar un correo y nos vamos con el sastre -explicó mientras movía su mano hacia el ratón para terminar lo más pronto posible, sonriendo ante la agradable sensación de tener al menor encima de él.

-Hyung para -pidió el menor agitado tratando de alejar a Yoongi empujando sus hombros- la ayudante podría regresar.

-Entonces mantén tus bonitos ojos en el pasillo por si ella viene -ordenó el mayor entre sus piernas.

Jimin gimió y trató de mantener sus ojos abiertos por si la señorita que les ayudaba a buscar sus trajes regresaba a los probadores.

Mientras tanto Min volvía a meterse el gordito pene de su esposo a la boca, lamió desde la base y subió con lentitud hasta adentrarlo en su boca por completo succionando con placer el delicioso trozo.

Jimin echó la cabeza hacia atrás ante tal estímulo y apretó los cabellos negros con fuerza, mordió sus labios para contener los gemidos que querían salir y pensó en cómo es que habían terminado de esa manera.

-Hyung... ¡Ah! Yo... Yo estoy... Me voy a venir -avisó moviendo sus caderas con desesperación.

El nombrado aferró sus manos a las caderas del menor para mantenerlo en su lugar y aún con el pene llenando su boca movió la lengua alrededor de él.

El rubio se corrió en un dos por tres sin poder evitar el gemido que salió de sus labios.

Yoongi se levantó y puso sus manos a los lados de Jimin, se agachó y lo besó combinando sus salivas con el resto de semen que aún había en su boca haciendo a su esposo probar de su propia esencia.

-No sólo tú trasero sabe delicioso, eres una cosita exquisita -susurró con voz ronca en el oído del rubio quien se estremeció ante el tono y lo dicho- me muero por terminar de comerte en casa después de todos estos días sin poder tocarte.

Jimin se estremeció, creyendo completamente en lo que decía el mayor, pues no habían logrado tener un contacto físico más allá de besos y caricias juguetonas, pues sus horarios y el cansancio de acoplarse a una nueva rutina era algo difícil de manejar.

Por lo que, mientras les entregaban los trajes en cubre polvos, Jimin no paraba de pensar en todo lo que su Hyung le haría para compensar el tiempo perdido,

(25/12/21)

Muy buenas noches, estoy tan agradecida por tantas estrellitas, comentarios y vistas✨

Actu: 24/06/24

GATITOOOOOOO TT-TT