PRIMERA VEZ [⚠️]
-Hyung, hyung...
El mencionado logró sonreír aun cuando su boca se encontraba ocupada, chupando y mordisqueando los pezones ajenos con suavidad para no lastimarlos, disfrutando de nueva cuenta de los bonitos sonidos que salían del menor, sintiendo el abrazo fuerte que mantenían a sus dedos atrapados en las profundidades de este.
Habían pasado dos días desde que comenzó a preparar a Jimin, lo hacían por la mañana y por la tarde. El rubio era extremadamente sensible, por lo que Yoongi tenía que ser el doble de cuidadoso y paciente.
Pero la paciencia tiene un límite cuando pruebas lo apretada que estaba la entrada al paraíso. La primera vez que lo tocó, estuvo a punto de venirse en sus pantalones.
-¡Oh Hyung! -finalizó al explotar por segunda vez, palpitando alrededor de los cuatro dígitos que Yoongi había utilizado para dilatarlo.
El mayor besó su pecho y retiró su mano lentamente, haciéndole temblar y contraerse hacia la nada. Comenzando a quedarse dormido mientras Yoongi limpiaba su desastre.
Y era increíble seguir sintiéndose tímido ante el mayor, aún después de todo lo que le hacía, aunque no logró divagar mucho pues el sueño lo venció.
Habían vuelto al hotel después de ir al teatro, habían visto una obra romántica y, a pesar de que apenas se conocían, Jimin sintió que así es como sería un matrimonio real. Yoongi y él habían estado yendo a citas, cenando juntos y hablando mucho. El mayor solo se alejaba cuando recibía llamadas de su empresa, tiempo que Jimin aprovechaba para llamar a sus padres y a Jungkook.
El mayor era increíble, atento, caballeroso y coqueto, algo que aún hacía que Jimin se pusiera tímido, aunque gracias a los momentos íntimos que vivía con el pelinegro se sentía más cómodo con el acercamiento físico.
Y vaya que le gustaba tocarlo.
En fin, gracias a eso, Jimin había tomado una decisión.
Hoy era el día.
Y no fue necesario decírselo abiertamente, Min tuvo el presentimiento de lo que pasaría esa noche, por lo que en cuanto entraron al elevador, volvió a besar a Jimin de la misma manera que la vez anterior.
Al entrar al pent-house, cerró la puerta con un pie mientras succionaba y mordía los apetitosos belfos, se iba quitando el saco mientras se dirigían a la habitación. Después de sacarse la prenda de encima rodeo la cintura de su esposo y bajó sus manos hasta el trasero respingado el cual comenzó a apretar con suavidad.
Entrando a la habitación, el menor rompió el beso con el corazón martillándole, miró el pecho del mayor y apretó sus manitas con las que se sostenía de los fuertes brazos.
-Necesito ir al baño -susurró avergonzado.
-¿Podrías aguantar? -preguntó Yoongi besando y chupando su cuello.
-Necesito prepárame.
El mayor ahora si le prestó su total atención y lo observó con una cariñosa sonrisa.
-Me gustas así cómo estás, preferiría ser yo quien te desnude primero -la mirada lujuriosa de su esposo lo hizo temblar en su lugar- pero si es importante para ti, aquí te espero.
Las veces que había estado preparando al menor, Jimin siempre iba primero al baño para tomar una ducha, colocarse cremas y perfumes para finalmente salir con una bata encima y nada debajo.
Jimin se sintió torpe y con un sonrojo mucho mayor negó apretando aún más el agarre en los antebrazos de su marido, quien le acarició una mejilla que después besó.
-Entonces continuemos -murmuró con la voz más ronca.
Jimin asintió y correspondió el nuevo beso.
El peli negro se sentó en la cama, guiando a Jimin hasta sentarlo a horcajadas sobre él con cada pierna del menor a lado de sus caderas. Mantenía una mano en la nuca del chico y la otra en sus glúteos, mordió uno de los bonitos belfos y se separó de los labios después de succionarlo.
Yoongi se dedicó a observar el rostro sonrojado de Jimin, los labios hinchados y rojos y la camisa semiabierta mostrando esas condenadas clavículas. Jimin apretó los hombros de su esposo cuando este comenzó a repartir besos en su cuello de nuevo, y le sacaba la camisa del pantalón, por cada beso que daba comenzaba a desabotonar uno por uno la prenda. Cuando esta estuvo fuera, se dedicó a admirar la bonita piel, Jimin no tenía ningún vello a la vista, la piel era suave y tenía la cintura estrecha con una cadera ancha. Era precioso.
-Eres hermoso, pequeño -el menor se sintió inseguro por un momento y miró hacia otro lado sin poder soportar la mirada del peli negro sobre su cuerpo- Mírame Jimin, no tienes por qué esconderte de mí, confía en mis palabras cuando admiro tu belleza.
El rubio asintió con un potente sonrojo y cerró sus ojos antes las suaves caricias en su espalda.
El mayor sostuvo detrás de los muslos de Jimin cuando se levantó de la cama para girarlo y dejarlo en el suave colchón, él continuó encima del doncel y dejó caricias en los brazos.
Aun mirando los bonitos ojos del chico, Yoongi dirigió sus manos al cinturón ajeno, lo quitó con tranquilidad y bajó los condenados pantalones.
El recorrido de besos volvió, pero ahora comenzó en medio del aperlado pecho, bajó hasta el plano abdomen y volvió a subir hasta el lindo pezón izquierdo el cual chupo y mordió, repitió la acción con el derecho (el cual era más sensible) y Jimin no pudo evitar soltar un jadeo, siempre disfrutando de la atención a todas las partes de su cuerpo en donde se sentía bien.
Los delgados labios volvieron a bajar mientras las grandes manos acariciaban las torneadas piernas y las abría con cuidado para colocarse en medio de ellas.
Jimin se sobresaltó cuando Yoongi besó su miembro (el cual ya se encontraba duro) por sobre el bóxer, el peli negro olfateo la prenda y sonrió sin apartar la vista de los ojos de Jimin hasta que llegó a los apetitosos muslos.
El menor apretó las sábanas al sentir los húmedos labios de su mayor en sus muslos internos y sintió cosquillas cuando pequeñas mordidas apretaba su sensible piel.
El mayor se arrodilló aún en medio de las piernas del menor y Jimin apreció la escena frente a él. Yoongi respiraba pesado, sus grandes y venosas manos quitaban con rudeza la corbata propia deslizándola de manera sensual, tragó saliva cuando dirigió su vista hasta la tienda de campaña que el mayor tenía en sus pantalones y volvió a subir admirando los primeros botones de la camisa abiertos dejando asomar un poco de la blanca piel, no queriendo que el pánico volviera a arruinar el momento.
-¿Quisieras quitarme la ropa? -el menor asintió aun con duda en la mirada, le daba pena, pero no quería que Yoongi hiciera todo, además, sabía que era un distractor para alejar su mente de otros pensamientos.
El mayor se dejó hacer mientras Jimin se sentaba para dirigir sus temblorosas manos hasta los botones de la camisa, luchando por momentos pero siendo esperado por su mayor con tranquilidad, el rubio por fin pudo sacarle la camisa. Con el cinto tuvo menos dificultades y al desabotonar el pantalón, Yoongi se bajó un momento de la cama para deshacerse de la prenda. Jimin, tomó aire con fuerza y dejó un tímido beso en el pecho de su esposo quien le dedicó una bonita sonrisa que dejaba ver sus encías.
-Acuéstate pequeño.
El obediente chico acató la orden enseguida y Yoongi volvió a besarlo, esta vez con más tranquilidad. Las huesudas manos fueron quitando suavemente la última prenda del menor lanzándola lejos, pasó sus nudillos por sobre el bonito miembro y rompió el beso para estirarse y abrir el cajón de la mesita de noche en donde había dejado el lubricante las ultimas noches para mayor acceso junto con el preservativo olvidado.
-Jimin -Yoongi le llamó la atención- al igual que las últimas noches, solo relájate y disfruta, si hay algo que no te gusta tienes que decirlo por favor, no quiero que tengas una mala experiencia.
El más joven asintió y trataba de regular su respiración mientras Yoongi se quitaba el bóxer y sacaba el condón del empaque para ponérselo en su duro y erecto miembro (el cual Jimin no había visto desde la última vez, pues su esposo siempre se quedaba con la ropa o el pijama puesto cuando lo preparaba), tomó el bote y esparció suficiente del líquido en sus dedos.
Jimin agradeció en silencio cuando Yoongi volvió a besarlo, automáticamente llevó sus manitas al cuello contrario y cerró los ojos con fuerza cuando sintió la gran mano entre sus piernas.
El peli negro dejó caricias en la pelvis del menor, bajo entre las nalgas y acarició en medio de ellas, con su otra mano abrió con suavidad los glúteos para poder esparcir el lubricante en sus dedos en la apretada entrada con la que había estado trabajando.
Jimin tembló al sentir el dedo de Yoongi tanteando su entrada y gimió cuando comenzó a introducirse en él. Al inicio la invasión fue incomoda, pero ya no tanto como la primera vez, él jamás se había tocado antes, por lo que la experiencia había sido totalmente nueva. Yoongi le dio un piquito antes de bajar a su cuello, morder levemente sus clavículas y comenzar a chupar sus sobreestimulados pezones, todo esto mientras profanaba la entrada de su pequeño, la estrechez de tal lugar lo había estado volviendo loco.
El menor no sintió dolor cuando Yoongi agregó un segundo dedo, ya conociendo los expertos dígitos que se dedicaban a estimular y expandir su sensible lugar mientras la boca del mayor hacia locuras con sus pezones, no pudo evitar soltar un gemido cuando Yoongi tocó algo dentro de él que siempre le provocaba un inmenso placer y en medio de ese delicioso momento, un tercer dedo logró entrar con facilidad, siendo seguido casi de inmediato por el cuarto.
Entre el estímulo de sus pezones, su próstata y el caliente momento, Jimin sintió ese exquisito nudo en su vientre que lo hizo gritar y removerse inquieto hasta que momentos después le hizo venirse en su abdomen.
Min dejó sus dedos siendo apretados por las paredes anales ante el recién orgasmo, se separó y observó el bonito desastre que era su esposo, sonrió y ahora si sacando sus dedos, tomó de nuevo el bote de lubricante y esparció abundantemente en su pene el cual acarició con una mano mientras la otra apretaba la cadera ajena.
-Eres condenadamente una delicia -la voz ronca sacó a Jimin de sus adormilados pensamientos post orgasmo, lo miró con los ojos entrecerrados y espero pacientemente con él corazón desbocado- seré suave, confía en mí.
-Confío en ti, Hyung -susurró- ¿podrías tomar mi mano, por favor? -preguntó con un poco de miedo ante lo que se venía.
El mayor le sonrió, tratando de transmitirle confianza, dirigió las piernas del rubio hacia sus caderas en donde el chico entendió de inmediato y las enredó enseguida. Yoongi entrelazó una de sus manos con una de las pequeñitas de Jimin y apretó en señal de apoyo, la otra mano tomaba su pene y lo dirigió a la aun sensible entrada del menor.
Jimin respiraba tratando de relajarse, un pequeño gemido salió de sus labios cuando Yoongi restregó su miembro en su entrada, el mayor se agachó hasta alcanzar los bonitos labios y comenzaron a besarse con tranquilidad y pasión. En la habitación solo se escuchaban los chasquidos del beso y cuando Yoongi sintió que su esposo se encontraba completamente relajado se introdujo lentamente en él.
El rubio apretó los párpados al sentirse estirado y llenado, traviesas lagrimas rodaron por sus mejillas ante el leve dolor y su respiración se entrecortó.
-¿Estas bien? -preguntó acariciando la gordita mejilla y limpiando el rastro de lagrima que quedó en ella.
-Si, Hyung -contestó con dificultad, tratando de relajarse ante la gran invasión.
No dolía tanto como se imaginó, pero si se sentía completamente estirado, quiso pensar que era por el gran trabajo que hizo Yoongi preparándolo durante los últimos dos días
-Hyung, puedes continuar -avisó el menor suspirando ante las suaves caricias que daba la aterciopelada lengua en su oreja.
Yoongi jamás soltó su mano entrelazada y la otra se encargaba de repartir caricias en todo su cuerpo.
Ante la luz verde para poder continuar, el mayor sonrió y colocó la mano que no tenía entrelazada con el menor en la cama junto a la cabeza contraria para levantarse y admirar el bonito rostro de Jimin, no quería perderse ningún detalle de sus gestos.
El primer movimiento de cadera fue suave, Jimin tembló un poco y apretó su mano entrelazada, siguió un ritmo tranquilo que poco a poco fue sacándole suspiros a ambos, el peli negro no llegaba a meter por completo su miembro por temor a lastimarlo. Cuando Jimin gimió, Yoongi ya no pudo ser tan suave, perdiendo el control un poco, adentró por completo el gran falo y el menor se perdió en la exquisita sensación.
-¡Hyung! -gimió alto al sentir el constante golpeteo en su próstata.
Yoongi entonces fue un poco más rudo, adentraba y sacaba su gran extensión con fuerza y consistencia, se agachó hasta el pecho de su pareja y pasó su lengua por la aureola del pezón hasta chupar el pequeño y erecto botoncito. Jimin era un manojo de nervios, apretaba los dedos de sus pies, su mano libre agarraba las sábanas con fuerza y su respiración era completamente errática. Trataba de no gemir tan fuerte por la pena que esto le provocaba, pero era imposible ante la estimulación en su cuerpo, su ano era completamente estirado, y todo se volvió más loco cuando Yoongi tomó su miembro y comenzó a masturbarlo con fuerza.
-¡Ah! ¡Hyung! -volvió a gritar sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas.
Su vientre se apretó de manera distinta, esta vez se venía algo más intenso, Jimin gimoteaba y apretaba sus muslos en la cadera ajena. Las caderas de Yoongi se movieron erráticas, su mano masturbaba con más fuerza el pene de su esposo y su experta boca se comía uno de los pezones.
Jimin inconscientemente subió la mano hasta la cabeza del peli negro y jaló los sedosos cabellos con desespero.
El calor lo inundó y los espasmos se hicieron presentes mientras un fuerte orgasmo lo golpeaba como nunca.
Las paredes anales apretaron con fuerza el miembro de Yoongi y este gruñó en respuesta, penetró tres veces más antes de terminar de igual manera.
Cuando la respiración de ambos se reguló, el mayor observó el pequeño cuerpo bajo él. Acarició con suavidad la mano que tuvo entrelazada todo este tiempo y dejó un beso en la frente del menor.
Jimin abrió los ojos con pereza y se cohibió ante la profunda mirada oscura.
-Eres precioso -susurró- ¿te sientes bien?
-Si, Hyung -susurró con la voz entrecortada.
-Me alegro -Yoongi sacó su pene del apretado agujero y Jimin miró hacia el techo cuando el mayor se sacó el condón, Yoongi sonrió enternecido ante esa acción y se dirigió al baño para tirarlo. Tomó una de las toallas y volvió a la cama para limpiar el vientre de su pequeño.
-No es necesario Hyung, yo puedo hacerlo, me has cuidado muy bien todos estos días.
-No me prives de cuidar de ti después de lo bonito que has estado, pequeño - Jimin se sonrojó en respuesta y Yoongi se limpió después para lanzar la toalla por un lado de la cama. Cargó a Jimin un momento y sacó las sábanas para acostarse juntos- ahora a descansar, mañana no saldremos de la cama -le avisó mientras lo tapaba y lo acercaba a él abrazándolo por la cintura.
-Gracias, Hyung... y bu... Buenas noches.
-Buenas noches Jimin -dijo sonriendo y dejando un beso en su nuca.
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(25/12/21)
Este fue un capitulo extenso pero en lo personal me gustó mucho, espero que a ustedes también💜
Cómo sea, hoy estoy de muuuuy buen humor por las hermosas fotitos promocionales que han sido publicadas por lo que haré un pequeño maraton✨
Actu: 24/06/24
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